miércoles, 31 de julio de 2019

El Capítulo se toma muy en serio los desafíos y la renovación de la vida fraterna


El día entero ha estado dedicado a trabajar un importante documento “sobre desafíos y renovación de la vida fraterna”. El texto presentado no es muy largo (42 números en seis folios). Aún así, no hemos acabado de aprobarlo, debido a la gran cantidad de intervenciones, bien para enmendarlo, bien para comentarlo, que ha provocado el texto. Prueba de la seriedad con que el Capítulo se ha tomado este tema.

"Nuestro primer testimonio es nuestra alegría en Dios, en el Evangelio y entre nosotros"
El documento consta de varias secciones. La primera se titula “alegría y testimonio”, y comienza con estas palabras programáticas: “nuestro primer testimonio es nuestra alegría en Dios, en el Evangelio y entre nosotros. Domingo era nuestro hermano alegre, a quien rogamos que nos una a los santos”. Conclusión: nuestra predicación será creíble en la medida en que seamos felices. Tras esta declaración, se enumeran las tensiones que pueden socavar la vida fraterna y se proponen caminos para superarlas. Otra sección aborda la cuestión de la itinerancia y la obediencia, animando a una cultura de la movilidad.

Con todo, la sección que ha ocupado más tiempo, y que habrá que continuar trabajando mañana, es la dedicada ala vulnerabilidad y a los abusos de tipo sexual. El Capitulo, además de condenar todo tipo de abusos, va a ofrecer pautas muy precisas para garantizar entornos seguros, y respuestas a los problemas y acusaciones de abuso.

Durante una hora, de 15 a 16, hemos dialogado acerca del prólogo a todas las actas, cuyo primer borrador (redactado por una comisión presidida por fray Felicísimo Martínez) ha sido entregado a los capitulares. Su título, “sinergia vida y misión”, es el eje transversal de todas las decisiones y declaraciones del Capítulo. No se trataba de votar el texto, sino de intercambiar ideas, de manera que quienes han redactado este prólogo puedan incorporar sugerencias y opiniones, y así presentar el sábado por la mañana un texto enriquecido con la aportación de todos.

Capitulares en una sesión de trabajoCapitulares en la presentación del documento

Todos los intervinientes han coincidido en alabar el borrador presentado. Una de las cosas más apreciadas ha sido su realismo. Un capitular ha ofrecido la siguiente idea, tomada literalmente del final de la constitución suiza: “la fuerza de la comunidad se manifiesta en el bienestar del más débil”. Varios se han referido a la profesión religiosa, que está en la base de nuestra identidad de predicadores, y su relación con la ordenación presbiteral.

Fray Guido Vergauwen, Provincial de Suiza, ha ofrecido una documentada homilía sobre las relaciones de nuestra Orden con San Ignacio, e incluso de las posibles influencias de la teología de Santo Tomás en el fundador de la Compañía de Jesús. Ha comenzado comentando un cuadro, que se encuentra en la capilla de San Ignacio del Colegio Saint Michel, de Friburgo, en el que se ve a un san Ignacio, vestido de peregrino, escuchando atentamente el sermón de un dominico. La asistencia a este sermón probablemente le salvo la vida, pues una piadosa e inspirada mujer, que allí estaba, tanto le insistió en que fuera a su casa, que perdió el barco que debía llevarle a Tierra Santa, que terminó hundiéndose.

Como todos los miércoles, después de cenar, hemos tenido un espectáculo musical. Esta vez con la intervención de jóvenes con necesidades especiales (una chica ciega, otros en silla de ruedas). Han interpretado canciones rítmicas modernas en vietnamita, sospecho que, de temática religiosa alusiva a su situación, a juzgar por el título en inglés de la canción interpretada por un muchacho en silla de ruedas: “Dios no cometió ningún error”.

Fr. Martín Gelabert

La dificultad de las dominicas para proclamar la fe y aprobación de documentos sobre centros de estudio y gobierno

Hemos continuado todo el día con sesiones plenarias, aprobando los textos que luego constituirán las Actas. Excepto durante una hora aproximadamente, dedicada a escuchar a cuatro de los invitados: la Sta. Anne Nguyen Thi Sai, dominica del Instituto secular de Orleans, el Sr. Gabriel Pinto Barbosa Ferreira da Silva, presidente del Consejo internacional de Laicos Dominicos, Sor Mary Constance, religiosa de la Congregación de Santa Catalina, y Sor Theresa Bui Thi Tam, monja del Monasterio del Espíritu Santo de Vietnam, miembro del Consejo Internacional de Monjas, que ha informado de los trabajos de ese consejo.

El presidente del Consejo de Laicos ha dicho que uno de los principales problemas que tienen (aunque eso también depende de lugares y países) es la necesidad de formación, y ha indicado lo interesante que sería crear una red de laicos dominicos, sobre todo para aquellos que viven en zonas más alejadas.

En Vietnam hay 2.400 hermanas dominicas de 9 congregaciones
La hermana del Instituto secular y, sobre todo, la dominica apostólica, han referido la gran labor social que realizan, pero también las dificultades que tienen para anunciar el nombre de Jesús. Sor Mary Constance hablaba en nombre de las 2.400 hermanas dominicas que hay en Vietnam, de 9 congregaciones locales y 4 nacidas fuera de Vietnam. Después de la guerra, el gobierno comunista expropió sus instituciones, y ellas tuvieron que convertirse necesariamente en profesoras. Tuvieron una bajada fuerte de vocaciones. Hoy las cosas han cambiado: el gobierno del país les permite que actúen como congregación, pero sólo para realizar actividades caritativas (ocuparse de leprosos, de ancianos, de niños), no para dar catequesis.

Dado que el gobierno reconoce su labor social, les permite tener vocaciones. Tienen muchas, pero las chicas que entran están muy marcadas bien ideológicamente, bien por la permisividad de vida, o por ambas cosas, y es necesario realizar tres años de postulantado y dos de noviciado para formarlas dignamente. La Congregación de Santa Catalina envía hermanas al extranjero, que han regresado con títulos de teología, hasta el punto de que tienen un Centro de enseñanza teológica, en el que se forman sus propias hermanas y las de otras Congregaciones. Durante tres años les dan clases de filosofía, teología y Escritura. A pesar de todo, se las sigue considerando ciudadanas de segunda clase. 

Mesa Familia DominicanaMesa de Familia Dominicana

El pleno, por la mañana, ha terminado de aprobar el documento sobre “Estudios y Centros de estudio”, que ayer se quedó a la mitad. El texto legisla sobre Centros e instituciones que dependen del Maestro de la Orden o están encomendados a su vigilancia especial: el Angelicum, Friburgo, la Escuela bíblica de Jerusalén, Domuni universitas, Optic, el Colegio de Confesores de Santa María la Mayor en Roma, la comisión leonina, el Centro de estudios sobre diálogo interreligioso en Manila, y el Instituto para el diálogo con las culturas y tradiciones religiosas de África, en Nigeria. 

Es casi imposible resumir un texto de 10 páginas y 81 números. Sólo digo una cosa referente a la Facultad de Teología de Friburgo: se ha pedido al Maestro que vea la viabilidad de renovar el acuerdo con el Cantón de Friburgo y la Conferencia Episcopal Suiza, asegurando algunas cátedras relevantes para los profesores dominicos.

En las dos sesiones de la tarde hemos estudiado y aprobado lo referente al Gobierno de la Orden. Se han regulado las visitas canónicas. Se ha abordado la dimensión intercultural de nuestras comunidades y se ha pedido a los Priores Provinciales que den a los hermanos en formación la oportunidad de pasar una parte de su formación en otra cultura. Quizás lo más importante de este documento sea lo relativo al Vicariato de Puerto Rico, que actualmente pertenece a la Provincia de Colombia. La propuesta es que, en un plazo más o menos breve, se creen las condiciones para que pueda ser asumido por alguna de los Provincias de los Estados Unidos.

La homilía de esta mañana, a cargo del nigeriano fray Augustine Emeka Ebido, se ha referido a la necesidad que tiene este mundo de mentores que nos conduzcan a Dios, como mentor fue Moisés para Josué.

Fr. Martín Gelabert

lunes, 29 de julio de 2019

Día de trabajo en textos sobre hermanos cooperadores, formación y estudios

Todo el día ha estado reunido el plenario del Capítulo, aprobando textos. En concreto, hemos terminado de revisar y aprobar el referente a “Vocaciones, hermanos cooperadores y formación”. Lo de vocaciones ya fue visto y aprobado el sábado. La cuestión de los hermanos cooperadores nos ha ocupado bastante tiempo, prueba del interés que se ha tomado esta cuestión.

El Capítulo reconoce que ha buscado una alternativa aceptable al término “cooperador”, que hiciera justicia a nuestra fraternidad común. No lo hemos encontrado. Pero ha dejado claro que el término se refiere a la participación del hermano cooperador en la misión de predicación de la Orden, en la que todos los frailes cooperan de diversas maneras. El Capítulo ha encomendado al Maestro de la Orden que establezca una comisión permanente para la vocación del hermano cooperador dominico.

Sobre la formación, el Capítulo ha recordado que el promotor provincial de formación permanente, además de ser miembro de la comisión de la Vida intelectual, lo es también del consejo provincial de formación. Ha recomendado al Maestro que se organicen programas de formación permanente en Roma, que estén a disposición de todos los miembros de la Familia Dominicana. Se ha determinado que los capítulos provinciales que decidan si y de qué modo la primera profesión puede renovarse más allá de la finalización del trienio (por ejemplo, en vez de renovar por un año después de tres, se podría profesar por dos y luego renovar por otros dos años). Esta declaración me parece importante: la responsabilidad de crear un ambiente en el que se fomente la confianza mutua entre el formador y los formandos, recae principalmente en el propio formador.

En las dos sesiones de la tarde hemos aprobado algo más de la mitad del documento sobre estudios y centros de estudios. Hay unos números dedicados al derecho que tiene cada hermano a recibir una formación fundamentada en la tradición intelectual dominicana. Otros están dedicados a la necesidad de conocer las cuestiones y problemas críticos de nuestro tiempo. Varios números tratan de la colaboración entre las instituciones académicas de las Provincias y los centros bajo la inmediata jurisdicción del Maestro de la Orden. Finalmente, y ahí nos hemos quedado, algunos números se refieren al modo de realizar los estudios complementarios y adicionales.

En mis crónicas anteriores no he contado que, al inicio de cada sesión plenaria, se invita a un hermano a que haga una oración en la lengua nativa de su región o población. Hoy, por ejemplo, la oración de la tarde se ha dicho en tagalo, lengua nativa de varios frailes presentes, entre ellos el Maestro.
Fr. Martín Gelabert, O.P.

domingo, 28 de julio de 2019

Un domingo para conocer las distintas y buenas realidades de la Familia Dominicana en Vietnam

Fr. Martín Gelabert

El plan para este domingo ofrecía distintas posibilidades de visitar algún sitio dominicano: el noviciado de los frailes, las monjas dominicas, las hermanas o las fraternidades laicales. A las nueve de la mañana había 9 minibuses preparados, cada uno con un destino diferente. Los que han visitado a las congregaciones de hermanas dominicas han conocido en directo la gran labor humana y social que realizan. Un grupo ha estado en un orfanato, otro en una residencia de ancianos y un tercero ha comprobado la labor de las hermanas en un hospital. En todas partes nos han tratado muy bien, y nos han obsequiado con una estupenda comida.

Yo he tomado el bus que anunciaba la visita a algunas fraternidades laicales. Hemos visitado dos parroquias que hasta hace poco tiempo contaban con un párroco dominico. La primera en la ciudad de Thanh Tam. En la parroquia nos esperaban 14 fraternidades. Los laicos dominicos en la diócesis de Xuan Loc son 25.000. El grupo de frailes y las juntas directivas de las fraternidades nos hemos presentado, dando nuestros nombres y algún dato más. Después hemos orado juntos. Finalmente, hemos disfrutado de una muestra de música y baile, que ha continuado durante la comida. Nos han regalado una pequeña imagen de la Virgen, con una inscripción recordando nuestra visita.

Por la tarde hemos visitado otra fraternidad, en una parroquia de un poblado en el que habita una etnia muy minoritaria y pobre. Mucha gente del poblado nos esperaba a las puertas de la iglesia. Los niños han bailado. Nos han ofrecido comida y bebida del lugar. En la iglesia, hemos rezado con la gente unos minutos. Finalmente, nos hemos reunido con los miembros de la fraternidad dominicana, unas 80 personas. En general, personas mayores. Eso explicaría que, como la mayoría no saben leer, en vez de rezar el Oficio de las Horas, rezan el rosario. Se reúnen para orar varias veces por semana, algunas veces con dificultades, debido a lo pesado del trabajo. Los jueves visitan y ayudan a los más pobres de la aldea. El primer domingo de cada mes tienen una catequesis. A cada fraile le han regalado una bolsa de tela típica del lugar.

Por la mañana, como siempre, hemos celebrado la eucaristía. Hoy, domingo, ha predicado el provincial de Filipinas, fray Quirico Pedregrosa. A propósito de la pregunta que le hace a Jesús uno de sus discípulos: “enséñanos a rezar”, fray Quirico ha ofrecido tres posibles interpretaciones. En primer lugar, podría significar “enséñanos lo que tenemos que rezar”, y así Jesús va desgranando las peticiones que conviene que hagamos. En segundo lugar, la pregunta podría significar: ¿cómo debemos orar?, y entonces la respuesta de Jesús sería que para orar bien hay que ponerse en disposición de tomar a Dios como Padre. Finalmente, y ese sería su sentido más importante, “enséñanos a orar” significaría: enséñanos a rezar de la manera como tú rezas. A ver rezar a Jesús, el discípulo comprendió la belleza de la oración, y movido por lo que había visto, pidió a Jesús: Señor, haz que rece como tú.

Mañana volveremos al trabajo, a las sesiones plenarias, a la aprobación de documentos.

ÁNGELUS DEL PAPA FRANCISCO

 Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

En la página de hoy del Evangelio (ver Lc 11 : 1-13), San Lucas narra las circunstancias en las que Jesús enseña al "Padre Nuestro". Ellos, los discípulos, ya saben orar, recitan las fórmulas de la tradición judía, pero también desean poder vivir la misma "cualidad" de la oración de Jesús. Porque pueden ver que la oración es una dimensión esencial en la vida de su Maestro, de hecho Cada una de sus acciones importantes se caracteriza por paradas prolongadas de oración. Además, permanecen fascinados porque ven que Él no ora como los otros maestros de la época, sino que su oración es un vínculo íntimo con el Padre, tanto que desean participar en estos momentos de unión con Dios, para saborear su dulzura.

Así, un día, esperan a que Jesús concluya la oración, en un lugar apartado, y luego le preguntan: "Señor, enséñanos a orar" (v.1). Respondiendo a la pregunta explícita de los discípulos, Jesús no da una definición abstracta de la oración, ni enseña una técnica efectiva para orar y "obtener" algo. En cambio, invita a sus seguidores a experimentar la oración, poniéndolos directamente en comunicación con el Padre, despertando en ellos el anhelo de una relación personal con Dios, con el Padre. ¡Aquí está la novedad de la oración cristiana! Es un diálogo entre personas que se aman, un diálogo basado en la confianza, apoyado por la escucha y abierto a la solidaridad. Es un diálogo del Hijo con el Padre, un diálogo entre los hijos y el Padre. Esta es la oración cristiana.

Por lo tanto, les da la oración del "Padre Nuestro", quizás el regalo más precioso que nos dejó el Maestro divino en su misión terrenal. Después de habernos revelado su misterio de Hijo y hermano, con esa oración, Jesús nos hace penetrar en la paternidad de Dios; Quiero enfatizar esto: cuando Jesús nos enseña, el Padre Nuestro nos hace entrar en la paternidad de Dios y nos muestra el camino para entrar en un diálogo orante y directo con Él, a través del camino de la confianza filial. Y un diálogo entre el padre y su hijo, del hijo con el padre. Lo que pedimos en el "Padre Nuestro" ya está hecho para nosotros en el Hijo Unigénito: la santificación del Nombre, el advenimiento del Reino, el don del pan, el perdón y la liberación del mal. Como pedimos, abrimos nuestra mano para recibir. Recibe los regalos que el Padre nos mostró en el Hijo. La oración que el Señor nos ha enseñado es la síntesis de cada oración, y siempre la dirigimos al Padre en comunión con los hermanos. A veces sucede que en la oración hay distracciones pero muchas veces sentimos ganas de detenernos en la primera palabra: "Padre" y sentir esa paternidad en el corazón.

Entonces Jesús cuenta la parábola del amigo importunado y dice: "debemos insistir en la oración". Me recuerdan lo que hacen los niños cuando tienen tres, tres y medio años: comienzan a pedir cosas que no entienden. En mi tierra se llama "la edad de los porqués", creo que aquí también es lo mismo. Los niños comienzan a mirar a su papá y dicen: "Papá, ¿por qué?, Papá, ¿por qué?" Piden explicaciones. Tenemos cuidado: cuando el padre comienza a explicar por qué, llegan con otra pregunta sin escuchar toda la explicación. Que pasa Sucede que los niños se sienten inseguros acerca de muchas cosas que comienzan a comprender a medias. Solo quieren atraer la mirada de su padre hacia ellos y para esto: "¿Por qué, por qué, por qué?" Nosotros, en el Padre Nuestro, si nos detenemos en la primera palabra, haremos lo mismo que cuando éramos niños, atraer la mirada del padre sobre nosotros. Diciendo "Padre, Padre", y también diciendo: "¿Por qué?" Y Él nos mirará.

Le pedimos a María, una mujer que ora, que nos ayude a orar al Padre Nuestro unido a Jesús para vivir el Evangelio, guiado por el Espíritu Santo.

Después del ángelus

Queridos hermanos y hermanas ,

Aprendí con dolor la noticia del dramático naufragio que ocurrió en los últimos días en las aguas del Mediterráneo, donde decenas de migrantes, entre ellos mujeres y niños, perdieron la vida. Renuevo un sincero llamamiento a la comunidad internacional para que actúe con prontitud y decisión, para evitar la repetición de tragedias similares y garantizar la seguridad y la dignidad de todos. Los invito a orar conmigo por las víctimas y sus familias. Y también preguntar con el corazón: "Padre, ¿por qué?" [Sigue un minuto de silencio]

Les saludo a todos ustedes, romanos y peregrinos de Italia y de varias partes del mundo: familias, grupos parroquiales, asociaciones.

En particular, saludo a las Hermanas de Santa Isabel de diferentes países, al grupo AVART Organización Internacional de Arte y Cultura Mexicana de Puebla (México) y a los jóvenes de la parroquia de Santa Rita da Cascia en Turín. ¡Veo una bandera uruguaya pero no veo al compañero! Bienvenido! También saludo a los muchos polacos que veo aquí con las banderas y también al grupo de españoles.

Les deseo a todos un buen domingo y, por favor, no se olviden de orar por mí. Buen almuerzo y adiós!

Homilía del Maestro de la Orden en Misa en la Catedral de la Diócesis de Xuân Lộc


Cuando invitamos al Obispo Joseph y al Obispo John a hablar con los capitulares, nos dijeron: «os damos la bienvenida a Xuan Loc no como un favor, sino como un gesto profundo de nuestra comunión con vosotros». Pensé que la palabra comunión, que me ha estado rondando por la mente desde que la escuché en la relatio, debía ser, verdaderamente, un mensaje inspirador del Señor a nuestro capítulo general. Y ahora, el Obispo Joseph nos ha invitado a celebrar este sacramento de comunión y de acción de gracias, la Eucaristía.

Cuando escuchamos al profeta Zacarías, no es difícil imaginar que lo que él dijo de alguna manera está ocurriendo en esta catedral: Muchos pueblos y naciones fuertes vendrán a buscar al Señor para implorar el favor del Señor. Hemos venido de muchas naciones para buscar la gracia del Señor, como hermanos, para asemejarnos más a Cristo predicador, para que lo que soñó el profeta se haga realidad: «Déjanos ir contigo, porque hemos oído que Dios está contigo.»

¿Cómo puede ser esto? ¿Quiénes debemos ser y qué debemos hacer para que, cuando predicamos, la gente pueda decir: ¡»Dios está contigo»!? Conozco a un fraile común y corriente, pero alegre, al que muchos quieren. Cuando la gente lo ve venir, se puede oír que algunos dicen: ¡»Gracias a Dios»! Su presencia les recuerda a Dios, ¡él es una bendición! Pero también he visto a uno o dos frailes cascarrabias y gruñones (creo que son una excepción). Cuando la gente ve venir a estos hermanos, casi se les oye decir: «¡Dios mío, ven en mi auxilio!»

Si nos fijamos en la lectura del Evangelio, nos damos cuenta de que, entre las cosas difíciles que debe hacer un apóstol, Jesús repite sólo un consejo, y este incluye el acto de comer: “Permaneced en la misma casa, comiendo y bebiendo lo que tengan. No vayáis de casa en casa”. Y luego otra vez: “Cuando os reciban, comed lo que os pongan”. Que Jesús repita este consejo nos invita a hacer una pausa y reflexionar. He aquí a los setenta y dos, enviados a predicar la Buena Nueva, llenos de un gran poder para sanar a todos los enfermos. ¿Por qué le preocupa a Jesús que aquellos a los que ha enviado puedan ser quisquillosos con la comida? ¿Por qué es tan importante aceptar la hospitalidad en la mesa, tanto que Jesús da la orden dos veces?

Como predicadores del Evangelio, sabemos que es casi imposible viajar solo con una ropa y sin dinero en los bolsillos. Pero también es muy difícil, a veces, comer lo que nos ponen las personas con las ejercemos nuestro ministerio. Hace muchos años, cuando éramos novicios, pasamos diez días en una leprosería, llamada Tala o Estrella. Una mañana, después de dar la comunión a los pacientes, volvimos a uno de los pabellones. Un leproso que parecía ansioso por recibir a los invitados nos saludó. Tomé sus manos para darle un apretón de manos, y me quedé conmocionado y estremecido ¡porque la mano que estaba sosteniendo no tenía dedos! Luego nos invitaron a sentarnos a tomar un refresco. Los vasos con refrescos y el pan que nos sirvieron estaban limpios, pero era difícil comer lo que nos ponían. ¿Y si nos contagiábamos de lepra? También fue difícil comer porque nos dimos cuenta –lo que nos llenó de humildad– de que probablemente nos estaban ofreciendo su ración de alimentos.

Comed lo que os pongan, nos dice Jesús. Antes de comenzar a predicar, sanar o hacer algo por el bien de otros, se nos dice, no una vez, sino dos veces, que nos dejemos servir por las personas a las que pretendemos servir. Jesús nos está diciendo que sólo podemos alimentar a la gente si estamos dispuestos a ser alimentados por ellos. Podemos ser más eficaces en nuestra predicación si escuchamos atentamente lo que nos dicen los que nos escuchan. Seguramente hay más bendición en dar que en recibir, pero ¿de qué sirve dar si nadie está dispuesto a recibir? ¿No es un regalo en sí misma la alegría que sentimos cuando damos?

La solidaridad es esencial para una predicación eficaz del Evangelio. Pero la solidaridad es un camino de doble sentido. Nadie es tan pobre que no pueda dar, nadie es tan rico que no pueda recibir. Todos debemos aprender a conocer nuestra pobreza, a comprender lo que nos falta, para aprender a mendigar, para poder descubrir nuestra insuficiencia: que necesitamos a Dios y a nuestros hermanos y a otras personas. Es más fácil amar porque decidimos cómo manifestar ese amor; es más difícil ser amado, recibir amor, porque no tenemos el control, no podemos saber de antemano qué o cómo el otro va a entregar su amor. De la misma manera, es más fácil dar porque decidimos lo que podemos dar; es más difícil mendigar, aprender a recibir con humildad. Aprender a ser evangelizados por las personas a las que servimos, por los pobres, por aquellos a los que ayudamos, por los enfermos, por los huérfanos…, tienen mucho que darnos. Nadie es tan pobre que no pueda dar, nadie es tan rico que no pueda recibir.

Cuando comemos lo que nos ponen, entramos en una comunión de mesa con nuestro anfitrión. En esta celebración eucarística, Jesús es el anfitrión que nos invita a comer lo que él nos pone. Nuestro ministerio y nuestro apostolado sólo serán eficaces si emanan de nuestra comunión de mesa con el Señor Eucarístico.

sábado, 27 de julio de 2019

Comienza una fase decisiva del Capítulo General de Vietnam: decidir y determinar

Hemos entrado hoy en la fase decisiva del Capítulo, pues comenzamos a decidir y determinar. Las dos sesiones de la mañana de este viernes, y la primera sesión de la tarde, han estado dedicadas al estudio y aprobación del documento sobre “Solidaridad y comunión”. El documento comienza con una declaración: debemos pasar de una generosidad y caridad individual a una solidaridad general y colectiva de los recursos humanos y económicos de la Orden. La transparencia es condición indispensable para conseguir esa cultura de la solidaridad.

capitulo-bolonia-26-julio-1Comisión 2 del Capítulo General
  Una de las principales consecuencias de esta cultura de la solidaridad va a ser la colaboración en la formación inicial. Para ello, el Capítulo ha ordenado lacreación de un fondo de solidaridad para apoyar la formación inicial. Otro aspecto importante de la solidaridad es la contribución de las provincias al presupuesto de la curia generalicia, que debe ocuparse de subsidiar a instituciones importantes, como la Universidad de Santo Tomás, la Escuela bíblica de Jerusalén, la comisión leonina (para el estudio de las obras de Santo Tomás) y el Instituto histórico de la Orden.

  Una cuestión nos ha ocupado algún tiempo: la de si aumentar o no los subsidios a la delegación de la Orden ante las Naciones Unidas. Si queremos ser creíbles ante los estados y las instancias internacionales, para defender la dignidad de las personas y de los pueblos, tenemos que ser profesionales. Al final de la discusión, se ha aumentado significativamente la primera cifra propuesta, por la comisión, para este cometido.

379 sacerdotes vinculados a fraternidades
  A las 17:30 hemos tenido el último de los coloquios, esa propuesta que hizo al Capítulo el nuevo Maestro. Se ha tratado, en primer lugar, las fraternidades sacerdotales de Santo Domingo. Desde siempre, los sacerdotes podían pertenecer a la tercera Orden (de hecho, por ejemplo, Pío XII era terciario dominico). Lo nuevo es la distinción entre fraternidades laicales y sacerdotales. Fray Florentino Bolo, de la Provincia de Filipinas, ha presentado el tema. En estos momentos hay 379 sacerdotes vinculados a fraternidades, en 17 países, aparte de otros que individualmente se sienten cercanos a la Orden. Tienen una Regla propia, aprobada el 4 de enero de 1972. El 25 de marzo de 2019, el Maestro de la Orden incorporó algunas cuestiones a la Regla, como el uso del hábito o las iniciales O.P. Tienen un estatuto canónico aprobado por la Santa Sede.

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  El segundo tema del coloquio ha sido la viceprovincia de Pakistán. El viceprovincial, fray Younas Shahzad, ha informado de la situación de la Orden en este país de 200 millones de habitantes, con un 96% de musulmanes, muchos de ellos militantes. La viceprovincia, resultado de la unión de dos vicariatos en 1982, está presente en seis ciudades, tiene dos conventos, 8 casas y 53 frailes, el 40% de ellos en formación. Es la entidad de la Orden con mayor proporción de frailes en formación. Hay 30 sacerdotes, 1 diácono, 5 novicios y 30 postulantes. Gracias a la entrega misionera de frailes de los Estados Unidos y de Italia tenemos está realidad. La viceprovincia aspira a ser provincia en el curso de los próximos 10 años.

  En la eucaristía del comienzo del día, ha predicado uno de los mejores teólogos de la Orden, fray Felicísimo Martínez. La semilla que cae en diferentes suelos, ha dicho, es una interpelación para los predicadores. Si juzgamos a nuestros destinatarios, anunciaremos el juicio. Si los miramos con misericordia, anunciaremos el Evangelio como una noticia que les conviene y les interesa. El verdadero fruto de la predicación son las lágrimas de la conversión, más que el aplauso de los oyentes. Finalmente, ha dicho que no debemos desanimarnos, porque nunca sabemos dónde va a parar ni dónde va a fructificar la palabra de la predicación.

Fr. Martín Gelabert, O.P.

Mozambique: obispo denuncia ataques de milicias islámicas

En el norte de Mozambique, en la provincia de Cabo Delgado, durante más de un año y medio hay "poderes ocultos que pretenden imponer sus propios intereses", matando a cientos de personas, quemando aldeas, iglesias, mezquitas y sembrando la destrucción por todas partes.
Monseñor Luiz Fernando Lisboa, brasileño, obispo de la diócesis de Pemba, en una valiente carta abierta al pueblo de Capo Delgado, donde desde septiembre de 2017 se están produciendo oscuros ataques de las llamadas milicias islámicas provenientes de países vecinos o rebeldes internos, denuncia esta situación olvidada por el mundo.

No nos resignamos a la violencia
Es una región rica en piedras preciosas (especialmente rubíes), tierra y madera. "Quiero hacer un llamamiento a todas las personas de buena voluntad de Cabo Delgado -escribe en su carta a SIR, de fecha 18 de julio de 2019- para que no nos resignemos a la violencia y no nos cansemos de pedir justicia y paz". "Como fantasmas -observa Mons. Lisboa-, los rebeldes (¿contra quién o contra qué?) aparecen y desaparecen sin ser vistos, en los momentos más inesperados, dejando tras de sí sólo rastros de desastres. Pero sabemos que los fantasmas no existen. Es un trozo de sábana que esconde algo o a alguien. Tenemos que tirar de esta sábana para exponer quién se esconde detrás y saber contra quién luchamos o, mejor aún, quién nos está aniquilando, para saber cómo defendernos y poner fin al mal que nos oprime.

Iglesia, instituciones y comunidad viven en un clima de miedo e inseguridad
El obispo describe su visita pastoral al barrio de Palma, donde se encontró con centenares de personas desplazadas de sus casas o en luto por la muerte de sus seres queridos. Y los niños que no pueden ir a la escuela porque están cerrados. "La Iglesia, las instituciones y la comunidad -afirma- viven en un ambiente de miedo e inseguridad". Lisboa pide "investigaciones precisas y claras" y plantea algunas preguntas: "¿Existe algún vínculo con el tráfico de órganos? ¿Se trata de blanqueo de dinero? ¿Están los ataques relacionados con el comercio de piedras preciosas? ¿Es nuestra provincia un corredor de traficantes de diferentes mercancías? ¿No habrá un problema de concesión exagerada de tierras para la explotación minera?".

Difícil hablar al pueblo de la esperanza, la paz y la reconciliación
En vista de la visita del Papa Francisco a Mozambique los días 5 y 6 de septiembre (como parte de un viaje que también tocará Madagascar y Mauricio), el obispo de Pemba se refiere al lema de la visita: "Sea lo que sea, llevamos más de un año y medio viviendo en una situación en la que es difícil pensar y hablar a la gente de esperanza, paz y reconciliación'", mientras que el pueblo mismo sea instrumentalizado por poderes ocultos que intentan imponer sus propios intereses". (Sir)

viernes, 26 de julio de 2019

¿Quién está detrás de las crónicas no oficiales del Capítulo General de la Orden de Predicadores?


 Gracias a Fr. Martín Gelabert los lectores de lengua hispana estamos al día de todo lo que sucede en el Capítulo General que la Orden de Predicadores está celebrando en Vientam. Bueno, de casi todo; o mejor dicho, de todo lo que se puede contar, porque en un capítulo hay algunas cuestiones que están protegidas bajo secreto.


  En el Libro de las constituciones de la Orden se especifican dos puntos al respecto:

Todos los que tomen parte en el capítulo han de guardar secreto sobre aquellas cosas que puedan ocasionar daño o perjuicio a la Orden o a los frailes. El presidente podrá determinar si alguna otra cosa debe guardarse en secreto.
Reunidos los electores en el tiempo y lugar señalados e invocado el Espíritu Santo, el presidente, los escrutadores y el actuario hagan juramento de cumplir fielmente su cargo, y guardar secreto sobre lo hecho en la reunión, incluso acabada la elección.
  Por ejemplo, son secretos los nombres de los frailes que los grupos de trabajo del capítulo proponen para maestro de la Orden.

  Gelabert es dominico, fraile de la Provincia Hispania, fue el último prior de la antigua Provincia de Aragón. Está en Vietnam como socio del definidor para el Capítulo y participa plenamente con voz y voto en todos los procesos del mismo. Fue elegido democráticamente para este cargo en el primer capítulo provincial de Hispania en enero de 2016.

  Pero para acercarnos más a su figura y conocerlo un poco mejor hemos preguntado a un hermano de su comunidad de Valencia y exalumno suyo: Fr. Alejandro López Ribao.

  Quizás la fórmula que voy a utilizar para describir a fray Martín Gelabert pueda entenderse como banal. Pero en absoluto lo creo así. Fray Martín Gelabert es un excelente fraile de la Orden de Predicadores, con todo lo que eso conlleva. Con lo mucho que eso conlleva.

  Sin duda, una de sus facetas más conocidas, sea la de docente y escritor. Durante más de cuarenta años ha impartido clases en la Facultad de Teología de Valencia, ocupándose de asignaturas entorno a la teología fundamental y el pensamiento de santo Tomás de Aquino. Allí ha sido siempre uno de esos profesores con los que los alumnos han disfrutado, y mucho. Y han gozado no sólo por su dominio absoluto de la materia sino sobre todo porque así ha sabido hacerla asequible y atractiva. Pero no todo queda en el Maestro en Sagrada Teología, sino que fray Martín también tiene un don especial para la comunicación. Don que nace de la inquietud por responder preguntas, por alumbrar desde el Evangelio los problemas de la actualidad. En definitiva, para predicar. Buena imagen de ello es su bien conocido blog nihil obstat. Blog de referencia en nuestra página web y en general del panorama católico español. Y por último, el teólogo y predicador también es un fraterno hermano de comunidad. Un hermano que intenta entender a sus iguales, mediar en las disputas y, como bien queda reflejado en las crónicas que desde el capítulo hace llegar, quiere y consigue siempre aportar un poco de sentido del humor.

  El currículum de Gelabert, además de extenso, es admirable. Actualmente es vicario episcopal para la Vida Consagrada en Valencia desde 2016. Es también director de la Cátedra Santo Tomás de Aquino de la Facultad de Teología San Vicente Ferrer.

  Es catedrático emérito de la Facultad de Teología de Valencia, donde ha sido decano dos trienios (1995-1998; 2001-2004). El próximo curso impartirá una asignatura para los alumnos del ciclo de licencia y doctorado.

  En noviembre del 2004 el Maestro de la Orden le confirió el título de Maestro en Sagrada Teología, máximo honor que la Orden de los dominicos concede a los teólogos más destacados. Y en marzo de 2005 ingresó como académico numerario en la Real Academia de Doctores de España.

  Ha sido el último prior provincial de los dominicos de la Provincia de Aragón (que comprende los territorios de la antigua corona de Aragón: Valencia, Cataluña, Baleares, Aragón y los países americanos de Paraguay y Uruguay). Al integrarse la Provincia de Aragón en la nueva Provincia de Hispania, el uno de enero de 2016, fray Martín ha pasado a ocupar el cargo de consejero de Provincia. En la Orden ha ocupado varios cargos, como el de maestro de frailes estudiantes, o prior de los conventos de Predicadores en Valencia y de Santo Domingo en Torrent. Durante muchos años ha dirigido el curso de Conver-Coval sobre “formación básica de religiosos”.

  Ha impartido numerosas conferencias por distintas ciudades de España y América, y participado como ponente en distintos congresos y simposios. También ha sido profesor invitado de diversos Centros Teológicos.

  Tiene publicados numerosos artículos en distintas revistas teológicas, muchos más artículos breves de divulgación, así como 20 libros, algunos traducidos a otros idiomas.

Domingo XVII (Ciclo C) del tiempo ordinario

Evangelio (Lc 11,1-13): Un día que Jesús estaba en oración, en cierto lugar, cuando hubo terminado, uno de sus discípulos le dijo: «Señor, enséñanos a orar, como Juan lo enseñó a sus discípulos». Les dijo: «Cuando oréis, decid: ‘Padre, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Danos cada día el pan que necesitamos. Perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos todos los que nos han ofendido. Y no nos expongas a la tentación’».

También les dijo Jesús: «Supongamos que uno de vosotros tiene un amigo, y que a medianoche va a su casa y le dice: ‘Amigo, préstame tres panes, porque otro amigo mío acaba de llegar de viaje a mi casa y no tengo nada que ofrecerle’. Sin duda, aquel le contestará desde dentro: ‘¡No me molestes! La puerta está cerrada y mis hijos y yo estamos acostados. No puedo levantarme a darte nada’. Pues bien, os digo que aunque no se levante a dárselo por ser su amigo, se levantará por serle importuno y le dará cuanto necesite. Por esto os digo: Pedid y Dios os dará, buscad y encontraréis, llamad a la puerta y se os abrirá. Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra y al que llama a la puerta, se le abre. ¿Acaso algún padre entre vosotros sería capaz de darle a su hijo una culebra cuando le pide pescado? ¿O de darle un alacrán cuando le pide un huevo? Pues si vosotros, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más el Padre que está en el cielo dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!».
PALABRA DE DIOS

COMPARTIMOS:

Hoy, Jesús en oración nos enseña a orar. Fijémonos bien en lo que su actitud nos enseña. Jesucristo experimenta en muchas ocasiones la necesidad de encontrarse cara a cara con su Padre. Lucas, en su Evangelio, insiste sobre este punto. 

¿De qué hablaban aquel día? No lo sabemos. En cambio, en otra ocasión, nos ha llegado un fragmento de la conversación entre su Padre y Él. En el momento en que fue bautizado en el Jordán, cuando estaba orando, «y vino una voz del cielo: ‘Tú eres mi hijo; mi amado, en quien he puesto mi complacencia’» (Lc 3,22). Es el paréntesis de un diálogo tiernamente afectuoso. 

Cuando, en el Evangelio de hoy, uno de los discípulos, al observar su recogimiento, le ruega que les enseñe a hablar con Dios, Jesús responde: «Cuando oréis, decid: ‘Padre, santificado sea tu nombre…’» (Lc 11,2). La oración consiste en una conversación filial con ese Padre que nos ama con locura. ¿No definía Teresa de Ávila la oración como “una íntima relación de amistad”: «estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos que nos ama»? 

Benedicto XVI encuentra «significativo que Lucas sitúe el Padrenuestro en el contexto de la oración personal del mismo Jesús. De esta forma, Él nos hace participar de su oración; nos conduce al interior del diálogo íntimo del amor trinitario; por decirlo así, levanta nuestras miserias humanas hasta el corazón de Dios». 

Es significativo que, en el lenguaje corriente, la oración que Jesucristo nos ha enseñado se resuma en estas dos únicas palabras: «Padre Nuestro». La oración cristiana es eminentemente filial. 

La liturgia católica pone esta oración en nuestros labios en el momento en que nos preparamos para recibir el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo. Las siete peticiones que comporta y el orden en el que están formuladas nos dan una idea de la conducta que hemos de mantener cuando recibamos la Comunión Eucarística.

jueves, 25 de julio de 2019

Alabar al señor con danzas, condenar los abusos y el aniversario de la muerte de Santo Domingo


Al entrar en la capilla para el rezo matinal me ha encontrado con una agradable sorpresa. Las personas de la etnia minoritaria que ayer nos deleitaron con sus cantos, bailes y representación (una tribu que vive a 650 kilómetros del lugar del Capítulo), estaban en la capilla, vestidos con su ropa habitual, que es prácticamente la que utilizaron en la representación. Han estado en la eucaristía no como meros asistentes, sino como activos participantes. Hemos podido disfrutar del canto del “gloria”, del “sanctus” y del “agnus dei” en su propia lengua, con su música instrumental, acompañado del baile suave y el juego de manos de 20 jóvenes y niñas desplegadas ante del altar. Calculo que había más de 60 personas de la etnia celebrando con nosotros. Por supuesto, la mayoría han ido a comulgar.

  El predicador del día, prior de la Provincia de San José en Estados Unidos, fray Kenneth Raymond Letoile, ha agradecido la presencia de estos hermanos, y ha dicho que con ellos se estaba cumpliendo lo que dice el libro de los salmos: “alabad al Señor con danzas”. Luego ha dicho que la fiesta del Apóstol Santiago nos ofrece tres regalos: el de nuestra vocación (Santiago llamado a seguir a Jesús), el de ser hermanos (Santiago, el hermano del Señor) y el del cáliz del Señor, este cáliz que Santiago se mostró dispuesto a tomar, aunque no sabía a dónde iba a llevarle. Terminó haciendo una alusión al “cáliz” por el que ha pasado la Provincia Reina de los mártires del Vietnam.

  Por la mañana se han entregado dos textos de dos comisiones, para que cada capitular pueda no sólo conocerlos, sino hacer por escrito las enmiendas que considere. Mañana, viernes, el plenario empezará a discutir y aprobar textos. El resto de comisiones, a lo largo de la mañana, han terminado sus textos y los han entregado a la Secretaría general. Esperemos que el plenario no haga muchas correcciones y todo transcurra con cierta celeridad.

Condena y prevención con los abusos
  El coloquio de la tarde ha versado sobre dos temas muy distintos, pero igualmente importantes. La sesión ha comenzado más pronto de lo habitual, a las 15:30, para dedicar todo el espacio requerido al primero de los temas, a saber, los abusos sobre menores y personas vulnerables, con todo lo que eso conlleva de víctimas y victimarios. Es un tema que afecta a toda la Iglesia y sobre el que este Capítulo va a decir una palabra, no sólo de condena, sino también una palabra fuerte sobre prevención, para que esto no se repita nunca más.

  Hemos dialogado con sinceridad, como una familia, y hemos intentado ver todas las vertientes que conlleva este delicado y detestable tema. Lejos de culpar a los medios de comunicación, se ha dicho expresamente que ellos pueden ayudarnos a encontrar la verdad. También se ha insistido en la necesidad de educar a nuestros jóvenes en formación en cuestiones de castidad y afectividad.

Tumba de Santo Domingo de Guzmán en Bolonia
  El segundo tema ha versado sobre los preparativos para celebrar el 800 aniversario de la muerte de Santo Domingo (1221-2021), su nacimiento a la vida eterna. Los actos fundamentales tendrán lugar en Bolonia, donde está su sepulcro, pero también se invita a las provincias a realizar actos más locales. Los milagros que adornan la tumba del santo tratan de presentarlo como “otro Cristo”, como un apóstol que sana, enseña y comparte el pan de la eucaristía.

La predicación es un camino para la santidad
  Se prepara una guía en varias lenguas para peregrinaciones que recorran el último camino de Domingo desde Roma a Bolonia. Y se detengan en los lugares de este camino que nos recuerdan a otras grandes figuras: fray Angélico, Tomás de Aquino, Ines de Montepulciano, Catalina de Sena, Margarita de Castello y Giorgio La Pira, que vino a presentar a Ho Chi Minh un plan de paz para Vietnam. Fray Fausto Arici, provincial de la Provincia de Santo Domingo en Italia, donde está la ciudad de Bolonia, ha garantizado que habrá medios suficientes para recibir a los peregrinos. Finalmente, fray Gerard Timoner, recordando a Domingo predicador, ha afirmado que la predicación es un camino para la santidad.

Fr. Martín Gelabert, O.P.

Datos de la tradición medieval

Según una tradición medieval, tras el Pentecostés (hacia 33 d. C.), cuando los apóstoles son enviados a la predicación, Santiago habría cruzado el mar Mediterráneo y desembarcado para predicar el Evangelio en la Hispania (actuales España y Portugal). Según unos relatos, su prédica habría comenzado en la Gallaecia, a la que habría llegado tras pasar las Columnas de Hércules. Según el escritor gaditano Fray Gerónimo de la Concepción, Santiago fue quien consagró el Templo de Hércules a San Pedro (en el islote Sancti Petri). Siguió bordeando la Bética y la deshabitada costa de Portugal; otras tradiciones afirman su llegada a Tarraco y su viaje por el valle del Ebro, hasta entroncar con la vía romana que recorría las estribaciones de la Cordillera Cantábrica y terminaba en la actual La Coruña. Una tercera versión postula su llegada a Carthago Nova (actual Cartagena, por el barrio de Santa Lucía), de donde partiría hacia el norte. Esta tradición hace de Santiago el santo patrón protector de España.

En cualquier caso, la tradición de la evangelización por el Apóstol Santiago indica que este hizo algunos discípulos, y siete de ellos fueron los que continuaron la tarea evangelizadora una vez que Santiago regresó a Jerusalén. Para ello fueron a Roma y fueron ordenados obispos por San Pedro. Son los siete Varones apostólicos. La tradición de los Varones Apostólicos los sitúa junto a Santiago en Zaragoza cuando la Virgen María se apareció en un pilar.

De acuerdo a la tradición cristiana, hacia el año 40, el 2 de enero, la Virgen María se apareció a Santiago el Mayor en Caesaraugusta. María llegó a Zaragoza «en carne mortal» —mucho antes de su asunción— y como testimonio de su visita habría dejado una columna de jaspe conocida popularmente como «el Pilar». Se cuenta que Santiago y los siete primeros convertidos de la ciudad edificaron una primitiva capilla de adobe en la vera del Ebro.

Tradicionalmente, se ha afirmado que los restos hallados en Santiago de Compostela a principios del siglo IX correspondían al apóstol Santiago, pero la falta de un análisis directo de dichos restos, permite suponer que pueden ser los restos del obispo Prisciliano, o de otra persona importante del período romano.4​ No obstante, el papa León XIII, en 1884, en forma de Bula Papal reafirmó la pertenencia de los restos al apóstol, tras mandar analizar los restos conservados dentro de la tumba.

miércoles, 24 de julio de 2019

Minoría étnica, fray Bartolomé de las Casas y delegación ante Naciones Unidas


 Hoy por la noche, después de cenar, hemos podido disfrutar un magnífico espectáculo. Una minoría étnica, que vive en las montañas, y son feligreses de una de las parroquias que los dominicos atendemos en Vietnam, nos ha ofrecido un recital de música y baile, junto con representaciones propias de su cultura. Y así han representado cómo se teje la tela de sus vestidos, se muele el arroz, cazan o pescan, hacen cestos o cultivan la tierra. Sus instrumentos musicales eran todos de bambú. Han comenzado tocando un tambor que llama a Dios a unirse con los humanos. Uno de los números de baile ha terminado mostrando unos círculos en los que se felicitaba a la Orden por su Capítulo.

  En el coloquio fraterno de hoy por la tarde se ha pedido un voto indicativo sobre si convenía solicitar la continuación de la causa de canonización de fray Bartolomé de Las Casas, el gran defensor de los indios. Tras exponer los pros, pero también las posibles dificultades de esta causa, el Capítulo ha votado que se pidiera la continuación de su causa, que estaría más asociada a la justicia que a la piedad. Esta podría una de las aportaciones de la Orden a la santidad. La comisión de predicación tendrá en cuenta ese voto a la hora de presentar el texto que deberá votar el pleno del Capítulo.

  En el coloquio de esta tarde se ha presentado, en segundo lugar, el trabajo que hace la Orden en las Naciones Unidas, sobre todo en la sede de Ginebra, aunque también en las de Nueva York, Viena y Nairobi. Una de las últimas acciones del delgado ante la ONU ha sido pedir a estados europeos y africanos que presionaran para parar las poco conocidas matanzas que se dan en algún país africano. El Provincial de Suiza ha dicho que las puertas del convento de Ginebra están abiertas por si hubiera que acoger a algún fraile que reforzase el trabajo que allí realiza fray Michael Christopher Deeb, o por si hubiera algún estudiante interesado en especializarse en derechos humanos.

Una orden en salida
  En la vibrante homilía de esta mañana, el vice Provincial de Bolivia, Yinmy Caballero nos ha invitado a ser una orden en salida. Salir a todos los lugares para esparcir la buena semilla. El sembrador sale con esperanza. Por eso, esparce la semilla en todo tipo de tierras, porque para Dios nada está absolutamente perdido. Y la semilla sembrada nunca queda infecunda.

  El resto del día, las comisiones han estado dando los últimos toques a sus documentos. Este es un trabajo poco noticiable, pero es intenso, a veces pesado, en ocasiones apasionante. Las comisiones discuten sobre los asuntos fundamentales que interesan a la Orden, sobre los que la Orden espera una palabra orientativa, y que luego serán hechos públicos en las actas. Mañana, jueves, acaba el plazo para entregarlos. El viernes está anunciada la presentación y votación por el plenario de uno de los documentos, en concreto el de solidaridad.

Fr. Martín Gelabert, O.P.

Los enfrentamientos comunitarios en Etiopía manchan el milagro de Abiy Ahmed

Un conflicto nunca empieza donde parece empezar. Tiene siempre sus causas remotas. En el caso del que protagonizan los oromos y los gumuz, estas vienen de lejos. Son dos etnias que se pueden distinguir por el color de la piel casi con la misma facilidad con la que se distingue un africano de un europeo. Los gumuz son nilóticos, de tez muy negra; los oromos son hamitas –o cusitas–, más bien altos y delgados, y de tez más clara. Sus dos estados autonómicos, Oromya y Benishangul–Gumuz tienen fronteras comunes. En Etiopía, el ser muy negro equivale a hacerse acreedor de ser llamado esclavo. Y eso los gumuz lo llevan muy mal. Sentirse despreciados ha hecho de ellos un pueblo resentido y, a veces, violento.

Los oromos reprochan a los gumuz, desde hace tiempo, que son sudaneses y que se vayan a Sudán, pues la tierra que habitan pertenece a Oromya. Hace meses, los oromos residentes en Kamashi –al menos el 35 % de la población– pretendieron que en las escuelas de la provincia no se enseñase el amárico como lengua nacional, sino el oromo. Ante la negativa de los gumuz, la respuesta de los oromos fue multiplicar los insultos y las vejaciones cuando aquellos tenían que atravesar la región de Oromya. Y se da el caso de que los gumuz de Kamashi que quieran ir a Assosa, la capital de su región, tienen necesariamente que atravesar Oromya. Allí los policías oromos los hacían bajar del autobús, les abrían sus maletas, esparcían sus pertenencias por el suelo, los maltrataban físicamente…

Ante esta situación, un grupo de gumuz subió en dos coches hasta Oromya para dialogar con las autoridades de la zona. Parecían haber llegado a un cierto acuerdo y estaban volviendo a casa cuando fueron bloqueados por elementos armados mezclados entre la gente. En el primer coche iban el gobernador del distrito de Kamashi y el jefe de la Policía. Los mandaron bajar y les dispararon. Los del segundo coche lograron huir.

Nadie, excepto los oromos, sabía nada todavía en Kamashi. Alguien los había telefoneado, alertándolos del peligro ante la previsible reacción de los gumuz. Unos huyeron y otros se encerraron en sus casas. Según fuentes gumuz, no se produjo la masacre de la que se habló. Los oromos, en cambio, hablan de un centenar largo de fallecidos. El Ejército federal intervino para escoltar a los oromos que no habían podido salir de Kamashi y querían hacerlo. Otros se han quedado, sobre todos los empleados del Gobierno. Los que se fueron, varios miles, difícilmente volverán. Como contrapartida, ningún gumuz se siente seguro de subir hacia Oromya. Por esa razón ha desaparecido el control policial que se encontraba a la entrada de Kamashi. Nadie viaja ni hacia arriba ni hacia abajo. Para llegar a Assosa, los gumuz de Kamashi han habilitado, con sus picos y azadas, una carretera por el interior. Los coches llegan al río Dabos, donde una barca les lleva a la otra orilla. Y, desde allí, otros coches les transportan a ­Assosa.

martes, 23 de julio de 2019

Visita del obispo de Xuâne Lôc, socio para la vida fraterna y comisiones

Lo que va en el titular han sido los temas de hoy. El día comenzó con el rezo solemne de laudes y la eucaristía. Hoy ha predicado nuestro hermano de Polonia, fray Jaroslaw Glodek. Tomando pie de la lectura del Éxodo sobre el paso del mar Rojo, y del Evangelio de Mateo sobre quiénes son la madre y los hermanos de Jesús, ha comparado dos tipos de milagros: unos más espectaculares y otros más internos, que cambian la relación entre las personas. Ese es el milagro de nuestra relación con Jesús: nos llama su familia. Por eso, antes de conocernos, ya somos hermanos en Cristo.

  Inmediatamente después, hemos posado para la fotos o fotos oficiales del Capítulo: una en la que están sólo los capitulares y otra en la que, además de los capitulares, están los otros hermanos que ayudan a que el Capítulo se desarrolle con normalidad, como los traductores o los encargados de distintos oficios.

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  Por la tarde, a las tres y media, ha venido a visitarnos el obispo de la diócesis de Xuâne Lôc, monseñor Joseph, y su auxiliar. El Maestro les ha dado la bienvenida “a su propia casa”, pues estamos alojados en el seminario de la diócesis. En las palabras que nos ha dirigido, el Obispo ha comenzado diciendo que “a través de los hermanos, el Espíritu Santo ha manifestado su voluntad” para la elección de fray Gerard como nuevo Maestro. Por eso (ha dicho en tono de humor) tienen que obedecerle. Ha añadido que, al prestarnos el seminario, se siente muy honrado, no por hacernos un favor, sino por realizar un gesto de comunión eclesial.

Nuestra historia está escrita con sangre
  Luego nos ha hablado de su diócesis, fundada en 1965 por Pablo VI. En ese año tenía 150.000 católicos. Ahora son un millón cien mil, de un total de tres millones y medio de habitantes. La diócesis tiene 400 sacerdotes en activo, 66 jubilados y 20 que están estudiando en el extranjero. En el seminario hay 250 seminaristas, la mitad de la diócesis y la otra mitad de otras diócesis del país. Hay dos mil religiosas trabajando en la diócesis. No se ha olvidado de los mártires dominicos. Nuestra historia, ha dicho, está escrita con sangre. Cuando el Obispo ha terminado de hablar, el Maestro ha obsequiado a los dos obispos: con un cuadro de la Virgen (al titular) y otro con rosas y un sombrero vietnamita (al auxiliar).

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  El coloquio de la tarde no ha sido muy largo, pero ha tocado dos temas importantes. En primer lugar, se ha realizado una votación indicativa sobre las dos denominaciones que tratan de evitar el término “cooperador” para los hermanos. Las dos alternativas han sido: 1) llamar a todos los frailes hermanos, y sólo en caso de necesidad de distinción clara, usar hermanos ordenados y hermanos no ordenados; y 2) calificarlos de “hermanos laicos”.

  El otro tema del coloquio ha sido la conveniencia de mantener, renovar, mejorar o replantear la figura del socio para la vida fraterna y la formación. Sus responsabilidades podrían resumirse así: ayudar al maestro en todas las cosas que conciernen la vida fraterna y la formación inicial y permanente; reunir a los maestros de formación y promotores formación permanente; facilitar la formación de formadores; ayudar a las provincias en la redacción de los reglamentos de formación inicial y permanente. La experiencia del socio que ahora termina es que no es fácil identificar modos concretos de ayudar en lo referente a la vida fraterna.

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  El coloquio de hoy ha sido más breve que otros días, para dar tiempo a las comisiones a ir ultimando sus documentos, y tenerlos terminados el jueves por la noche, para pasarlos a la oficina de traducción.

  ¿Quieren que cuente algo sobre infraestructuras? Tres datos: a) Hay un servicio médico permanente y una ambulancia a las puertas de la enfermería. b) Un eficaz servicio de lavandería: entregas la ropa sucia a las siete de la mañana y te la devuelven limpia a las cinco de la tarde. c) Una cosa curiosa: tanto en el avión de la compañía qatarí como aquí he preguntado si tenían manzanilla. No tienen. No debe ser una bebida muy corriente.

Fr. Martín Gelabert, O.P.

lunes, 22 de julio de 2019

Una orden con mucho arte, mucho pasado, mucho presente y mucho futuro


Esta mañana de domingo hemos rezado laudes a las 6:30, media hora antes de lo habitual, porque a las siete y media nos esperaban cuatro autobuses para trasladarnos al convento de Santa Catalina, de la congregación, de derecho diocesano, de hermanas dominicas del mismo nombre, que tiene 452 hermanas. Allí está la curia generalicia, el noviciado y el postulantado.

  El viaje ha durado poco más de una hora. Desde el autobús me he dado cuenta de que prácticamente todos los márgenes de la carretera contienen edificaciones. He visto algunas iglesias, muchos bares y mucho comercio. En la carretera había un hormiguero de motocicletas, además de muchos coches (casi todos de marcas japonesas). A la vuelta me he fijado que, en bastantes balcones de las casas, había imágenes del Sagrado Corazón y de la Virgen María. En este país hay mucha gente.

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  Al llegar a la casa de las hermanas nos ha recibido la Familia Dominicana: creo que había casi 300 hermanas dominicas y más de cien laicos. La recepción ha contado con una banda de tambores: un grupo de jóvenes y de niños, dirigidos por un joven y un niño. Tocaban fuerte, pero era agradable. Enseguida hemos entrado en el salón de actos o auditórium del convento. Allí nos esperaba un espectáculo impresionante. No sé si lo sabré describir, pero les invito a que contemplen el vídeo que espero que cuelguen con esta crónica.



  Ha sido un espectáculo de ballet vietnamita-dominicano, con más de 200 artistas y bailarines, que aparte de deleitar, me ha parecido reflejar un alto nivel de cultura y religiosidad. El baile ha estado acompañado de luz, música e imágenes. El espectáculo se titulaba: “un mundo, una familia, una misión”. Ha tenido dos partes: un recorrido por la cultura vietnamita a través de los siglos; y un recorrido por los pasos de la Orden en Vietnam. La imagen de los campos de arroz, los bumbúes, el sombrero cónico de las mujeres, todo ello aparecía en un baile, con unos bailarines elegantemente vestidos de color blanco, con ribetes verdes; y unas bailarinas vestidas de blanco y rosa, también con adornos verdes. Bueno, la bailarina principal iba toda de amarillo.

  Mientras contemplábamos el espectáculo unas muchachas sonrientes nos ofrecían agua fresca y toallitas refrescantes. Lo mejor estaba por llegar. Y lo mejor ha sido el recorrido por la historia de la Orden en Vietnam. Todo a base de simbolismo y de ballet. Se adivinaba el sacrificio de los primeros mártires dominicos que llegaron a Vietnam. Tras su martirio, aparece la figura de Domingo, con una antorcha, que los levanta. La sangre de los mártires españoles se convierte en semilla de nuevos frailes, hermanas dominicas y cristianos.

  Un momento particularmente emotivo, ha sido cuando esos nuevos frailes llegan a una aldea, la gente les rodea para escucharles, una familia les acoge, y el más joven de la familia decide dejar a la familia y marchar con los frailes. La escena siguiente: los frailes le entregan el hábito. Ya no hay sólo españoles. La semilla ha dado fruto. Ahora los frailes empiezan a ser vietnamitas. De pronto aparece el recuerdo que ha posibilitado este crecimiento: en la pantalla hay fotografías y nombres, como Valentín de Berriochoa y Jacinto Castañeda.

  Otro momento emotivo ha sido cuando el ballet simbolizaba a los frailes enseñando y a las hermanas acompañando a los niños y a la gente. De pronto, dos hermanas y un fraile levantan a una muchacha caída y le ayudan a caminar. Había distintos grupos de ballet, que aparecían oportunamente. En la última escena aparecen todos los artistas juntos. Un cantante, acompañado de dos frailes y dos hermanas, canta una melódica canción. Al final todos, que no cabían en el escenario y algunos han tenido que bajar de él, con cañas de bambú, libros, sombreros, cruces, antorchas, velas, abanicos, han cantado el himno del jubileo“Laudare, Benedicere et Praedicare”.

La Orden tiene mucho arte
  Las bailarinas han dejado el escenario y han entregado a cada capitular uno de los abanicos de su espectáculo. Casi todos estos 200 artistas era jóvenes dominicas y dominicos en formación. En este momento he pensado: La Orden tiene mucho arte. Pero tanto arte es signo de una Orden con mucho pasado, mucho presente y mucho futuro.

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  La eucaristía también ha tenido como canto de entrada el himno del jubileo. Ha estado presidida por el obispo dominico vietnamita, fray Paul Nguyen Thái Hop que, por cierto, durante el canto final del solista se ha levantado para entregarle una rosa, que ha arrancado de un ramo del escenario, entre los aplausos del público. Ha tenido como concelebrantes principales a fray Gérard Timoner y a fray Bruno Cadoré. Este Obispo estuvo 14 años de misionero en Perú y habla perfectamente castellano. Su homilía ha terminado con unas preguntas: ¿qué es lo más necesario para cada uno de nosotros y para toda la Familia Dominicana?, ¿cuál es la misión de la Verdad de la Familia Dominicana en este país?, ¿cuál es la contribución más concreta de la Familia Dominicana vietnamita a la Orden en el mundo?

Fr. Martín Gelabert, O.P.

Santa María Magdalena

Santa María Magdalena es considerada una de las principales discípulas de Jesús de entre todas las mujeres que seguían al Señor. Ella fue la primera en encontrarse con el Resucitado y en anunciar la Buena Nueva a los discípulos. Por esa razón es considerada Patrona de la Orden, y reconocida en la Liturgia como "Apóstol de los Apóstoles"

Se llamaba Miriam y era de Magdala, una ciudad situada en la orilla Oeste del lago de Galilea, entre Tiberíades —sede de la corte de Herodes Antipas— y Cafarnaúm —centro del ministerio de Jesús—. Su ciudad era una localidad más importante que Cafarnaúm; contaba con una gran flota pesquera y una importante industria de salazón.

María Magdalena fue una de las mujeres que formaban parte del grupo de discípulos de Jesús, Si exceptuamos lo que dicen los Evangelios sobre esta mujer, los datos o noticias históricas sobre ella son casi nulos y, dejando el ámbito de la historia, se entra ya en el de la leyenda. Sólo Celso habla de ella, para tildarla de histérica y minusvalorar así su testimonio de la resurrección. El resto de los escritos que la mencionan son textos que quedaron fuera del canon por su ideología gnóstica o encratita, o bien se trata de escritos disciplinarios eclesiásticos, aunque también nos dan alguna noticia indirecta sobre esta mujer o, mejor, sobre su influencia en los primeros tiempos.

Los Evangelios canónicos son parcos en menciones y datos, pues no hay que olvidar que no son biografías y que además están narrados desde el punto de vista de los varones, lo cual hace que las mujeres sean invisibles, en gran media, y que sólo sean mencionadas cuando se trata de una excepción o de un caso particular. Pero, a pesar de todo ello, podernos encontrar en los Evangelios una serie de rasgos con los que presentan a esta mujer: discípula, testigo, receptora de la primera cristofanía o aparición del resucitado, mujer relevante entre las mujeres y en la comunidad.

María Magdalena, en los Evangelios Canónicos
María Magdalena aparece en pocos lugares en los Evangelios canónicos, pero tan importantes que definen una serie de rasgos que configuran el perfil de esta mujer. En consonancia con el carácter de narraciones teológicas de los documentos evangélicos, éstos no nos dan de ella, ni de otros discípulos, datos que a nosotros nos gustaría saber, pero que ellos no consideraron importantes para su finalidad.

1. Los Evangelios son unánimes en presentarla como discípula, y para ello utilizan dos verbos característicos de discipulado: seguir (akoloutheó) y servir (diakoneó) (íMc 15, 41; Mt 27, 55; Lc 23. 49).

María Magdalena se había encontrado con Jesús en Galilea, por allí le siguió y le escuchó, le observó y aprendió, convirtiéndose así en testigo cualificada de sus enseñanza y de su actuación. Aprendió cómo era ese Dios del que Jesús hablaba en términos masculinos y femeninos en sus parábolas; aprendió y vivió, en el grupo de Jesús, los nuevos valores que éste proponía para que guiaran la vida y las relaciones entre las personas, y entre éstas y Dios; también asistió a las curaciones, signos de la llegada del reinado de Dios, efectos de su presencia humanizadora manifestada en jesús.

Como parte del grupo de discípulos y discípulas acompañó, por pueblos y aldeas, a Jesús en su proclamación de la llegada del reinado de Dios como buena noticia de salvación y liberación, de humanización plena para todas las personas, pero especialmente para los pobres y oprimidos, para los sin honor y los despreciados. Buena Noticia que ella misma pudo experimentar y proclamar existencialmente, pues había sido tratada corno persona con posibilidad de optar y decidir, y al ser liberada de los esquemas estrechos en que las normas socio-religiosas del momento encasillaban a las personas, y de una forma especial a las mujeres. El encuentro con Jesús había transformado su vida.

Es bastante probable que el dato de Lucas (8, 2), sobre su calidad de endemoniada curada por jJesús, sea un elemento redaccional propio de Lucas (el final de Marcos, donde también aparece este dato, es del siglo II y ha sufrido ya la influencia de los Evangelios canónicos). Pero si fuera un dato histórico, sin duda estaría aludiendo a una liberación experimentada por ella, en contacto con Jesús, respecto a los poderes y estructuras opresivas y deshumanizantes que los demonios encarnaban. En concreto, las mujeres (junto a los varones fuertemente oprimidos) eran especialmente vulnerables a las posesiones y ello debido a las relaciones opresivas que vivían en el grupo familiar, fruto de las normas y valores culturales que regían la vida y las relaciones, y que eran especialmente opresoras para ellas. Las posesiones eran un mecanismo inconsciente de protesta, el único posible, pues, al ser indirecta la queja, no conllevaba un castigo, pero tampoco la solución definitiva del problema, ya que el sistema no se sentía aludido en su responsabilidad.

En cuanto a lo que implicaba su discipulado hay diferentes interpretaciones. Algunos exegetas piensas que las mujeres que seguían a Jesús eran una especie de grupo encargado de la intendencia, pero no hay datos que apoyen semejante conclusión. Es cierto que Lucas dice que estas mujeres servían a Jesús «con sus bienes» (8, 3), pero este término, que es propio de Lucas, es utilizado por él para proyectar en estas primeras discípulas la imagen y el comportamiento deseado para las mujeres adineradas y mecenas de su comunidad. Sin embargo, cuando el verbo «servir» (diakoneó) es utilizado por los demás evangelistas para definir el seguimiento o discipulado de María Magdalena y las otras, no hay ningún indicio de que haya que entenderlo diferenciado por género. El hecho mismo de la admisión de mujeres al discipulado y al aprendizaje era ya una actitud contracultural; y los valores que Jesús propuso para su grupo: revisión del concepto del honor, crítica radical de las jerarquías, hermandad igualitaria e inclusiva, hablan de la oportunidad de entender el discipulado de las mujeres como algo diferenciado en función del género.

2. Otro rasgo con el que es presentada María Magdalena en los relatos evangélicos es el de testigo. Junto con sus compañeras asiste a la muerte de jesús y a la suerte que corre su cuerpo (Mc 15, 40-47; Mt 27, 55-61; Lc 23, 49-56; jn 19, 25).

Aquella primavera, María Magdalena subió a Jerusalén con ,Jesús y el resto del grupo para celebrar la pascua sin saber que iba a ser la última. Una vez en la ciudad, los acontecimientos se precipitaron y ella asistió a la oposición creciente de las autoridades religiosas respecto a Jesús. Aquellos días y lo que en ellos sucedió, junto a lo que había vivido en Galilea, hicieron de ella una testigo cualificada para los que más tarde iban a confesar a Jesús como el que había de venir. Ella, junto a las otras mujeres del grupo, siguió a Jesús camino de Calvario y permaneció en el lugar de la ejecución —confundida entre la gente, quizá disimulando su rabia, su impotencia y su profundo dolor.

Ella asistió a las últimas horas agónicas de Jesús; testigo silenciosa, junto a las demás, y en ausencia de los discípulos varones que habían optado por alejarse del lugar, permaneció hasta el final, continuando el seguimiento que había iniciado en Galilea. Cuando Jesús expiró no abandonó el lugar hasta saber qué pasaba con el cuerpo del Maestro. Las mujeres dan mucha importancia a los cuerpos. También Jesús la había dado. Cuando supo dónde habían puesto a Jesús volvieron a la ciudad, pensando en volver. Ella, junto a las demás, se convirtió así en testigo de la muerte y sepultura de Jesús. Irónicamente, las mujeres que no podían ser testigos en la sociedad, se convertían en las únicas con que podía contar la comunidad para recordar las últimas horas de vida de Jesús.

Mucho se ha discutido últimamente si Jesús fue enterrado en un sepulcro o en una fosa común, y si lo fue por amigos o por los mismos soldados. Esta posición tiende a minusvalorar o hacer desaparecer a las mujeres y su papel de testigos, pero esto representaba tal incomodidad que no se entiende cómo no ha desaparecido, a no ser que respondiera a una noticia histórica. Los relatos de la sepultura parecen contener un núcleo histórico en el que se habla de la sepultura de Jesús por un judío, temeroso de la ley, y la presencia en el lugar de las mujeres discípulas que miraban donde era puesto. Entre ellas, fueron dos o tres, estaba María Magdalena. Pero no sólo de la sepultura iba a ser testigo. Algo más importante y trascendental le esperaba.

Debido a su plan literario-teológico, Juan no menciona a las mujeres como testigos de la sepultura, sino que son José de Arimatea y Nicodemo, dibujados por él como los amigos del novio, quienes preparan su cuerpo, de forma regia, para el encuentro con la amada: la comunidad representada por María Magdalena.

3.Según Mateo (28, 9-10) y Juan (20, 14-18), ella es receptora de la primera aparición del Resucitado, bien sola o bien con la otra María (Mt). Su persistencia y valentía, nacidas del cariño y de la experiencia existencial de liberación transformadora, le hicieron volver al sepulcro. Lo que se vive en niveles tan profundos de la existencia no se olvida ni desaparece, sino que se transforma y posibilita nuevos horizontes, crea nuevas realidades más allá de fronteras y límites. María Magdalena recibió la aparición del Resucitado, y el conocimiento de que Jesús estaba vivo, de que la muerte no había Podido con él y había sido resucitado.

Ni Lucas ni Marcos narran la aparición del Resucitado a esta mujer, debido a sus planes teológicos, pero los cuatro evangelistas son unánimes al ponerla, sola o acompañada, en relación con el conocimiento del acontecimiento pascual. Los angeles, o los seres celestiales, personifican ese origen divino del conocimiento de que Dios había resucitado a Jesús de entre los muertes y se encontraba en su ámbito (sentado a su derecha»). Lucas no habla de la aparición del Resucitado a las mujeres, y en concreto a María Magdalena, y la razón es que debido a su ideal de comunidad, la primera aparición reconocida debía ser recibida por Pedro, puesto que el ser recep tor de una aparición otorgaba autoridad frente a la comunidad. Desde ahí se entiende la adscripción de la primera aparición a Pedro, y luego a los otros varones, en el kerigma oficial de 1Co 15. En los escritos apócrifos aparece con claridad que la primacía en la recepción de la aparición del Resucitado había derivado en una cuestión de autoridad. Sin embargo, el que esas cristofanías o apariciones de Cristo resucitado a María Magdalena se conserven en los Evangelios, a pesar de los problemas que planteaban, tiene un valor histórico y doctrinal muy grande. En el final añadido y tardío de Marcos (16, 9 ss.), se testimonia la asunción por la tradición de la primera cristofanía a María Magdalena.

4. Otro rasgo con que aparece María Magdalena en los Evangelios canónicos, y que se deriva del anterior, es el de «receptora de un saber y de una misión» por parte del Resucitado. El «saber» era comprender, gracias a las experiencia tenida, lo que había pasado con Jesús, es decir, cómo Dios lo había resucitado y el sheol no había podido con él. Y la misión a la que se siente enviada por el Resucitado es contarlo: Ve y di..., aspecto este que le valió el título de apóstola de los apóstoles. Este rasgo será desarrollado intensamente por los escritos apócrifos, sobre todos aquellos de carácter gnostizante.

5. Otro de los rasgos importantes es el de su relevancia en la comunidad y su preminencia en el grupo de las mujeres. Este rasgo se deduce del lugar en el que es citada cuando se mencionan a las mujeres discípulas. Éstas son citadas en listas, como también se hace con los discípulos varones, y, en la Biblia, el orden de citación refleja la importancia y relevancia de esas personas —mujeres o varones— en y para la comunidad.

María Magdalena aparece siempre citada en primer lugar, excepto en Juan, quien, en la escena al pie de la cruz, la cita en último lugar; probablemente para establecer un nexo narrativo con la escena siguiente que se centra en ella.

La importancia y relevancia de María Magdalena en la comunidad, y en concreto para algunos grupos, aparece reflejada también en los escritos apócrifos y en los de otros escritores eclesiásticos. Algunos de los grupos que estaban detrás de esos escritos apócrifos apelaban a la autoridad de María Magdalena para justificar sus prácticas y doctrinas, afirmando haberlas recibido de ella, lo mismo que otros apelaban a Pablo, Pedro, u otros discípulos de la primera hora. […]