Queridos amigos ,
Los saludo con gusto en el torneo de fútbol y foro promovido por Special Olympics. Les saludo con afecto y agradezco al Presidente las palabras que me han dirigido, así como los jóvenes que han intervenido. Usted es el símbolo de un deporte que abre sus ojos y su corazón al valor y la dignidad de individuos y personas que de otro modo estarían sujetos a prejuicios y exclusión.
En estos días que tendrán la oportunidad de reafirmar la importancia de los deportes "unificadas", a través del cual los atletas con y sin discapacidad intelectual juegan juntos. Esta hermosa realidad, lo que llevó a cabo con el compromiso y la convicción, nutre la esperanza de un futuro positivo y fructífero de este deporte, ya que significa que se convertirá en una posibilidad real de inclusión y participación. no se cansan de mostrar el mundo del deporte de su compromiso compartido para construir una sociedad más fraterna, en la que las personas pueden crecer y desarrollarse y alcanzar su plena capacidad. En este sentido, el deporte es uno de los lenguaje universal que trasciende cultural, social, religiosa y física, y se las arregla para unir a la gente, haciéndolos partícipes del mismo juego y los protagonistas conjunto de victorias y derrotas.
La Iglesia, por su parte, no carece de apoyo y fomento de aquellas iniciativas, vinculadas al mundo del deporte, que fomentan el bien de las personas y las comunidades. De hecho, el deporte siempre tiene grandes historias que contar sobre personas que, gracias a ella, han llegado a un acuerdo con la marginalidad y la pobreza, lesiones y lesiones. Estas historias nos muestran cómo la determinación y el carácter de algunos pueden ser un motivo de inspiración y aliento para tantas personas en todos los aspectos de sus vidas.
Espero pasar estos días con alegría y serenidad. Junto con la diversión, cultivar la amistad y la solidaridad. Cuando te pido que ores por mí, invoco la bendición del Señor sobre ti, sobre tus familias y sobre aquellos que te apoyan en tu actividad deportiva.
Que el Señor bendiga a todos. Que Dios los bendiga a todos.
