viernes, 30 de noviembre de 2018

La mala fama del salacot

Levantó en su día encendidas críticas el sombrero usado por la primera dama norteamericana, la eslovena Melania Trump, durante su viaje a varios países africanos. Se trata del salacot. El hecho de que llevara este sombrero fue tachado de gesto irrespetuoso y racista en algunos medios de comunicación. Lo lució durante un safari en Kenia, en donde lo usaron habitualmente los colonizadores británicos y los blancos en general. De hecho, se extendió en todas las colonias asiáticas y africanas. Por eso, el salacot se asoció al colonizador en general.

Quizá la primera imagen que nos llegó del uso del salacot fue un retrato del explorador Henry Morton Stanley mientras saludaba con él en la mano al Dr. David Livingstone el 10 de noviembre de 1871 en Ujiji, un poblado a orillas del lago Tanganika, en la actual Tanzania. Fue allí en donde Stanley pronunció la famosa frase: «El doctor Livingstone, supongo».

El salacot está hecho con tiras de palma o con corcho recubierto de lona con un aro interior que dista de los bordes para dejar circular el aire. Cumple, por eso, la función de protegerse de los agresivos rayos del sol en las zonas tropicales. Su nombre es de origen tagalo (salaksak).

He visto en el archivo de la revista Mundo Negro decenas de fotografías de misioneros y misioneras con salacot, evidentemente no por razones colonialistas, sino prácticas. El mismo cartel del DOMUND de 1949 se ilustra con la imagen de un misionero con sotana blanca y salacot. También lo usó el Dr. Albert Schweitzer, nada sospechoso de racismo, durante su actividad misionera y sanitaria en Lambaréné (Gabón). De todos modos, este sombrero se ha asociado siempre a un atuendo colonialista y se convirtió en el paradigma del esplendor del imperio británico en los siglos XIX y XX.

Además de los sombreros como símbolos de una época, se han popularizado vestimentas para neutralizar el uso de indumentarias consideradas burguesas. La más famosa fue el traje Mao, con el que apareció el líder de la revolución china el 1 de octubre de 1949 en la Plaza Tiananmen de Pekín para proclamar la creación de la República Popular. La gran novedad de este traje era el cuello de la chaqueta.

Menos conocido es el traje introducido por Joseph-Desiré Mobutu en Congo cuando puso en marcha la zairización, basada en la llamada autenticidad o vuelta a las raíces. Se trata del abacost, acrónimo de à bas le costume (abajo el traje), usado por Mobutu como símbolo de su programa de autenticidad. Tenía alguna similitud con el traje de Mao, aunque el presidente zaireño solía llevar dos complementos más: un pañuelo de seda en el cuello y un gorro de leopardo.

El salacot, de todos modos, no se usó nunca como adorno colonial ni, mucho menos, como símbolo del colonialismo. Fue un singular sombrero cómodo y ligero, que aliviaba del sofocante calor y del sol implacable de los trópicos. La simbiosis salacot-imperialismo fue inventada por los anticolonialistas, pero ni se creó ni se usó como icono racista.

jueves, 29 de noviembre de 2018

Beato Bernardo Francisco de Hoyos

Nació el 21 de agosto de 1711 en la localidad vallisoletana de Torrelobatón, donde su padre asumía las funciones de secretario municipal, si bien su familia era originaria de Hoyos, el lugar que corresponde a su apellido. Pero lo importante -y también se puede decir que premonitorio- en la identidad de este beato son sus nombres: el primero se lo pusieron por San Bernardo de Claraval, el segundo por San Francisco Javier.

De este último heredó la vocación jesuita, cursando sus estudios primarios y secundarios en los colegios que la Compañía de Jesús tenía en Medina del Campo y en Villagarcía de Campos. Y también haciendo gala de una vocación religiosa precoz: sin haber cumplido los 15 años y gracias a una recomendación especial, fue admitido en el Noviciado y poco después emitió sus votos perpetuos. En Medina del Campo, primero, y en Valladolid, después, emprendió estudios de Filosofía y Teología.

Tan brillante era, que si haber terminado los estudios de Teología, una dispensa le permitió ser ordenado sacerdote antes de los habitual. Pero Bernardo no pretendía en absoluto pulverizar marcas: lo suyo era profundizar en el culto al Sagrado Corazón de Jesús.

Según hizo saber a su confesor: «Dióseme a entender que no se me daban a gustar las riquezas de este Corazón para mi sólo, sino para que por mi las gustasen otros. Pedí a toda la Santísima Trinidad la consecución de nuestros deseos, y pidiendo esta fiesta en especialidad para España, en que ni aun memoria parece hay de ella, me dijo Jesús: Reinaré en España, y con mucha más veneración que en otras muchas partes».

Tras vivir esta experiencia mística, conocida como la Revelación de la Gran Promesa, no ahorró esfuerzos en fomentar esta devoción. Fue el principal valedor del libro Tesoro escondido en el Sacratísimo Corazón de Jesús, que fue difundido por toso el mundo a partir de 1734.

En el otoño de 1735, enfermó de tifus y entregó su alma a Dios el 29 de noviembre de 1735, a la temprana edad de 24 años.

Fue beatificado por Benedicto XVI el 18 de abril de 2010.

miércoles, 28 de noviembre de 2018

AUDIENCIA GENERAL DEL PAPA FRANCISCO

Queridos hermanos:
Este chico no puede hablar, es mudo, pero sabe comunicar sabe expresarse. Y tiene una cosa que me hizo pensar: es libre, indisciplinadamente libre. Pero es libre. Y me hizo pensar a mí, yo soy también libre así delante de Dios. Cuando Jesús dice que tenemos que hacernos como niños, nos dice que tenemos que tener la libertad que tiene un niño delante de su padre. Creo que nos predicó a todos este chico. Y pidamos la gracia de que pueda hablar.

Hoy concluimos nuestro itinerario a través del decálogo y lo hacemos a modo de recapitulación. En primer lugar, brota en nosotros un sentimiento de gratitud a Dios, que nos ha amado primero, y se ha dado totalmente sin pedirnos nada a cambio. Ese amor invita a la confianza y a la obediencia, y nos rescata del engaño de las idolatrías, del deseo de acaparar cosas y dominar a las personas, buscando seguridades terrenales que en realidad nos vacían y nos esclavizan. Dios nos ha hecho sus hijos, ha colmado nuestro anhelo más profundo, siendo él, él mismo, nuestro descanso.

Al liberarnos de la esclavitud de los deseos mundanos, podemos así recomponer nuestra relación con las personas y con las cosas siendo fieles, generosos y auténticos. Es un nuevo corazón, inhabitado por el Espíritu Santo, que se nos da a través de su gracia, el don de unos deseos nuevos que nos impulsa a una vida auténtica, adulta, sincera.

Cristo da cumplimiento a la ley, porque, desde la perspectiva de la carne, el decálogo con sus prohibiciones es una condena, un titánico esfuerzo para ser coherentes con la norma. Sin embargo, esa ley vista desde el Espíritu nos muestra el camino que nos conduce a la vida verdadera. Una feliz simbiosis entre nuestra alegría de ser amados y el gozo de Dios que nos ama.

Saludos:

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española provenientes de España y América Latina, y además veo ahí un grupo de jóvenes mexicanos, que también saludo. Y también en modo particular al grupo de Obispos y sacerdotes de la República Dominicana que celebran sus cuarenta años de sacerdocio. Animo a todos a descubrir a Cristo en el decálogo, a dejar que nuestro corazón, pleno de amor, se abra a su acción y podamos acoger así el deseo de vivir la vida que él nos propone. Muchas gracias.

martes, 27 de noviembre de 2018

Intentan recuperar el cuerpo del misionero asesinado a flechazos por aborígenes: su familia perdona

La pasada semana medios de comunicación de todo el mundo informaban de la muerte de un misionero protestante llamado John Chau en una de las islas del archipiélago de Andamán, un lugar remoto donde vive una tribu sin contacto con el exterior y que al ver al estadounidense le mataron de un flechazo. Este territorio pertenece a la India, cuyo Estado prohíbe la entrada a la isla de Sentinel del Norte, en la que vive esta tribu, considerada la más remota del mundo.

El objetivo, intentar recuperar el cuerpo

En estos momentos el gobierno indio trabaja en ver cómo puede recuperar el cuerpo del misionero. Según informa La Vanguardia, a bordo de una lancha motora la policía se acercó a unos 500 metros de la costa y desde allí pudieron observar a varios aborígenes armados con arcos y flechas con “clara actitud vigilante”.

Chau, de 26 años, murió el pasado 17 de noviembre bajo las flechas de los sentinelenses, a los que quería evangelizar. Así lo confirma tanto su familia, que ya ha asegurado que perdona a los que asesinaron a su hijo, como la All Nations, el grupo misionero que le envió.

En su diario escribió que este era “el último bastión de Satán” y según los antropólogos en la isla vivirían unas 100 aborígenes. Está prohibido entrar en la isla para así protegerlos, puesto que el mero contacto con el exterior puede ponerlos en grave peligro, ya que no tienen inmunidad a enfermedades comunes como el resfriado o el sarampión.

Ya fue recibido a flechazos en su primer intento

En 2006, los sentineleses mataron a dos pescadores indios cuyo barco llegó a la isla al soltarse el ancla mientras dormían. Los aborígenes les dieron sepultura en la playa pero unos días después desenterraron los cadáveres y los colgaron de dos palos de bambú en dirección al mar para avisar a posibles nuevos intrusos.

El diario de este misionero indica que sabía a qué se arriesgaba. “No quiero morir. ¿Sería más inteligente irme y dejar que otro continuase? No lo creo”, escribía. Además, esta no era su primera incursión en la isla. En aquella primera ocasión ya tuvo que huir a nado después de que un  niño le disparara una flecha que no le dio porque impactó en la Biblia que llevaba. “¿Por qué un niño pequeño me ha disparado hoy? Aún tengo en la cabeza su voz aguda”, volvía a escribir en el diario. Al día siguiente volvió pero ya no pudo sobrevivir.

lunes, 26 de noviembre de 2018

Encuentro de Pastoral Universitaria

Del 14 a 16 de noviembre, en Santiago de Compostela, tuvo lugar el XXXIII Encuentro de Pastoral de Universitaria que, como cada año, organiza la Subcomisión de Universidades de la Conferencia Episcopal. Este año, hubo además cuatro representantes de la pastoral universitaria portuguesa.

El encuentro se dedicó especialmente a la cuestión del discernimiento en el contexto universitario, teniendo muy presentes los trabajos del reciente Sínodo de los obispos celebrado en Roma. Para abordar este tema se contó con la participación de una de las personalidades más importantes en el ámbito del acompañamiento en España, la vedruna Lola Arrieta, responsable del Equipo Ruaj, y Cristina Cons, la joven de Santiago de Compostela que representó a los jóvenes españoles en la reunión presinodal que tuvo lugar la pasada primavera y que colaboró en la redacción del instrumentum laboris del Sínodo.

No fue la reflexión teórica la más importante de estas jornadas, sino que ocupó un lugar destacado la oportunidad de compartir buenas prácticas y experiencias que se realizan en los distintos ámbitos de la pastoral universitaria en nuestro país.

La comunidad universitaria de Santiago acogió a los participantes en el contexto de la Eucaristía y la oración que todos los miércoles celebran en la capilla universitaria y, el jueves, presentó algunas de las experiencias que ya se están llevando a cabo en la diócesis: las Cenas Alpha, la experiencia Evangelizaño –a través de la cual dos jóvenes dedicaron el curso pasado exclusivamente a evangelizar–, Piedras Vivas…
Un momento del Encuentro de Pastoral Universitaria la pasada semana. Foto: Pastoral Universitaria de Santiago

Arte y evangelización

Esta última consiste en una opción por conjugar dos aspectos propios del carisma de la pastoral universitaria: el diálogo con la cultura y la evangelización. Pietre Vive nace en Italia, en el ámbito jesuítico, y es una acción propia del ámbito de la pastoral del turismo. Tenemos tantas catedrales y templos que son verdaderos evangelios labrados en piedra. ¿Qué mejor manera de anunciar a tantos visitantes que las frecuentan, muchas veces despistados, el amor de Dios? Como decía san Juan Damasceno: «Si un pagano te pregunta por tu fe, llévalo a la iglesia y explícale el significado de las imágenes sagradas».

Piedras Vivas es una iniciativa que no solo se realiza en Santiago, en el ámbito de la catedral. También existen comunidades de Piedras Vivas en Madrid y en Barcelona. Concretamente, en Madrid, tendrán un protagonismo especial en el próximo Encuentro Europeo de Jóvenes que organiza la Comunidad de Taizé en la capital española del 28 de diciembre al 1 de enero.

Acompañar en el estudio

Otra de las experiencias de pastoral universitaria que se presentaron fue la que está poniendo en marcha la JEC (Juventud Estudiante Católica) para acompañar el estudio de los jóvenes. La pregunta «¿Por qué y para qué estudio lo que estudio?», con el objetivo de entender y comprender el sentido de esa actividad tan tediosa y cotidiana, que muchas veces el estudiante termina haciendo por inercia. Estudio con sentido pretende ayudar a los estudiantes, ya desde el Bachillerato, a plantearse y responderse a esa pregunta.

Finalmente, cabe destacar la intervención de los participantes de Portugal, que dieron a conocer la Missão Pais, que ha renovado por completo la pastoral universitaria en el país vecino. Consiste en despertar la conciencia misionera de los jóvenes estudiantes universitarios, implicándolos en servicios de voluntariado social y religioso en distintas localidades fuera del ámbito universitario –muy al estilo de las misiones populares– para así ayudarlos a descubrir y a hacer vida su fe, evitando que se quede en algo separado de su vida.

Ricardo Sanjurjo Otero
Santiago de Compostela

domingo, 25 de noviembre de 2018

JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO

La celebración de la Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo, cierra el Año Litúrgico en el que se ha meditado sobre todo el misterio de su vida, su predicación y el anuncio del Reino de Dios.

La fiesta de Cristo Rey fue instaurada por el Papa Pío XI el 11 de diciembre de 1925. El Papa quiso motivar a los católicos a reconocer en público que el mandatario de la Iglesia es Cristo Rey.

Durante el anuncio del Reino, Jesús nos muestra lo que éste significa para nosotros como Salvación, Revelación y Reconciliación ante la mentira mortal del pecado que existe en el mundo. Jesús responde a Pilatos cuando le pregunta si en verdad Él es el Rey de los judíos: "Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuese de este mundo mi gente habría combatido para que no fuese entregado a los judíos; pero mi Reino no es de aquí" (Jn 18, 36). Jesús no es el Rey de un mundo de miedo, mentira y pecado, Él es el Rey del Reino de Dios que trae y al que nos conduce.

LA FIESTA

Cristo Rey anuncia la Verdad y esa Verdad es la luz que ilumina el camino amoroso que Él ha trazado, con su Vía Crucis, hacia el Reino de Dios. "Si, como dices, soy Rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz."(Jn 18, 37) Jesús nos revela su misión reconciliadora de anunciar la verdad ante el engaño del pecado. Así como el demonio tentó a Eva con engaños y mentiras para que fuera desterrada, ahora Dios mismo se hace hombre y devuelve a la humanidad la posibilidad de regresar al Reino, cuando cual cordero se sacrifica amorosamente en la cruz.

Esta fiesta celebra a Cristo como el Rey bondadoso y sencillo que como pastor guía a su Iglesia peregrina hacia el Reino Celestial y le otorga la comunión con este Reino para que pueda transformar el mundo en el cual peregrina.

La posibilidad de alcanzar el Reino de Dios fue establecida por Jesucristo, al dejarnos el Espíritu Santo que nos concede las gracias necesarias para lograr la Santidad y transformar el mundo en el amor. Ésa es la misión que le dejo Jesús a la Iglesia al establecer su Reino.

Se puede pensar que solo se llegará al Reino de Dios luego de pasar por la muerte pero la verdad es que el Reino ya está instalado en el mundo a través de la Iglesia que peregrina al Reino Celestial. Justamente con la obra de Jesucristo, las dos realidades de la Iglesia -peregrina y celestial- se enlazan de manera definitiva, y así se fortalece el peregrinaje con la oración de los peregrinos y la gracia que reciben por medio de los sacramentos. "Todo el que es de la verdad escucha mi voz."(Jn 18, 37) Todos los que se encuentran con el Señor, escuchan su llamado a la Santidad y emprenden ese camino se convierten en miembros del Reino de Dios.

"Por ellos ruego; no ruego por el mundo, sino por los que tu me has dado, porque son tuyos; y todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío; y yo he sido glorificado en ellos. Yo ya no estoy en el mundo, pero ellos si están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, cuida en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno como nosotros. ...No te pido que los retires del mundo, sino que los guarde del Maligno. Ellos no son del mundo, como yo no soy del mundo. Santifícalos en la verdad: tu palabra es verdad." (Jn 17, 9-11.15-17)

sábado, 24 de noviembre de 2018

Dos centenarios par nuestra historia

Imperios de Ghana y Malí
Se cumplen este año el XI y el VIII centenarios del nacimiento de dos grandes imperios africanos: Ghana (918) y Malí (1218). Marcaron una era de esplendor en África y abrieron un período intenso de relaciones políticas, religiosas, comerciales y culturales con nuestro país, cuando otros europeos aún no se habían aventurado a llegar hasta allí.
Mauritania es un país al que la gente no suele ir a hacer turismo. El desierto ocupa las dos terceras partes de su territorio, recorrido por pastores nómadas con rebaños de cabras y camellos, y solo una franja meridional, fronteriza con Senegal y Malí, está inmersa en plena zona saheliana, donde las condiciones de vida mejoran ligeramente y pueden verse rebaños de bobino y ovino en régimen semiextensivo. Para encontrar algunos cultivos de algodón, maíz, arroz y hortalizas hay que descender hasta la orilla del río Senegal.

Diríase que en un paraje tan limitado, la vida apenas puede abrirse camino, pero la inestimable arqueología nos ha mostrado todo lo contrario: esta zona subpoblada fue la pionera en el despertar político de lo que hoy conocemos como Sahel, así como cuna de los grandes imperios medievales que dieron a África uno de los momentos más esplendorosos de su historia. Las últimas excavaciones han sacado a la luz tanto utensilios empleados por la gente común como objetos suntuarios: lámparas, cristalerías, jarrones, cerámicas, platerías o piedras preciosas procedentes del Mediterráneo.

La conclusión es clara: hubo un comercio de larga distancia –que muestra la existencia de poblaciones organizadas que alcanzaron un nivel de vida suficiente– con élites de gran poder adquisitivo. La arqueología ha dado la razón a la historia, la cual nos ha procurado los primeros testimonios de un cordobés, Al-Bakri (1040-1094), interesado por estas gentes en su trabajo El libro de los Itinerarios y de los Reinos. No visitó estos lugares, pero se sirvió de la obra perdida de un geógrafo de Kairouan (Túnez) que fue a vivir a Córdoba, y allí murió en el 974. Como complemento, recogió lo que le contaban viajeros, comerciantes y caravaneros; gracias a él, conocemos detalles de estas gentes desde el siglo X.

La primera gran ciudad-estado que surgió en la zona fue ­Audaghost, de la que el cordobés dio algunos destellos: «Es una gran ciudad. La gente vive cómodamente y posee grandes bienes. Su mercado está siempre animado. Las compras se pagan en polvo de oro, puesto que no se encuentra plata. Hay bellas construcciones y casas muy elegantes. Se exporta ámbar gris perfumado y también oro puro y refinado en filigrana. El oro de Audaghost es el mejor y el más puro del mundo. Más de 20 reyes estaban sometidos a él y le pagaban tributo. Su reino se extendía dos meses de marcha, y su ejército contaba 100.000 ­caballeros».

Si dejamos aparte las exageraciones finales, debemos quedarnos con lo que dice sobre el oro que, si bien no se encontraba en los límites de la ciudad-estado, se llevaba de las regiones auríferas de Galam, Bambuk y Buré, en el curso medio de los ríos Falemé y Bafing, afluentes del Senegal. Este mismo oro era el que llegaba al Mediterráneo por las rutas caravaneras transaharianas y a Europa. El oro que circulaba por toda la Europa occidental medieval, especialmente por España, tenía este origen. La acuñación de las monedas hispanoárabes y las de los reinos cristianos se hicieron con metal africano.

Domingo ( XXXIV, Ciclo B) del tiempo ordinario: Jesucristo, Rey del Universo

Evangelio (Jn 18,33-37): En aquel tiempo, Pilato dijo a Jesús: «¿Eres tú el Rey de los judíos?». Respondió Jesús: «¿Dices eso por tu cuenta, o es que otros te lo han dicho de mí?». Pilato respondió: «¿Es que yo soy judío? Tu pueblo y los sumos sacerdotes te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?». Respondió Jesús: «Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuese de este mundo, mi gente habría combatido para que no fuese entregado a los judíos: pero mi Reino no es de aquí». Entonces Pilato le dijo: «¿Luego tú eres Rey?». Respondió Jesús: «Sí, como dices, soy Rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz».
PALABRA DE DIOS

«Soy Rey. (...) Todo el que es de la verdad, escucha mi voz»

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Hoy, Jesucristo nos es presentado como Rey del Universo. Siempre me ha llamado la atención el énfasis que la Biblia da al nombre de “Rey” cuando lo aplica al Señor. «El Señor reina, vestido de majestad», hemos cantado en el Salmo 92. «Soy rey» (Jn 18,37), hemos oído en boca de Jesús mismo. «Bendito el rey que viene en nombre del Señor» (Lc 19,14), decía la gente cuando Él entraba en Jerusalén. 

Ciertamente, la palabra “Rey”, aplicada a Dios y a Jesucristo, no tiene las connotaciones de la monarquía política tal como la conocemos. Pero, en cambio, sí que hay una cierta relación entre el lenguaje popular y el lenguaje bíblico respecto a la palabra “rey”. Por ejemplo, cuando una madre cuida a su bebé de pocos meses y le dice: —Tú eres el rey de la casa. ¿Qué está diciendo? Algo muy sencillo: que para ella este niñito ocupa el primer lugar, que lo es todo para ella. Cuando los jóvenes dicen que fulano es el rey del rock quieren decir que no hay nadie igual, lo mismo cuando hablan del rey del baloncesto. Entrad en el cuarto de un adolescente y veréis en la pared quiénes son sus “reyes”. Creo que estas expresiones populares se parecen más a lo que queremos decir cuando aclamamos a Dios como nuestro Rey y nos ayudan a entender la afirmación de Jesús sobre su realeza: «Mi Reino no es de este mundo» (Jn 18,36).

Para los cristianos nuestro Rey es el Señor, es decir, el centro hacia el que se dirige el sentido más profundo de nuestra vida. Al pedir en el Padrenuestro que venga a nosotros su reino, expresamos nuestro deseo de que crezca el número de personas que encuentren en Dios la fuente de la felicidad y se esfuercen por seguir el camino que Él nos ha enseñado, el camino de las bienaventuranzas. Pidámoslo de todo corazón, pues «dondequiera que esté Jesucristo, allí estará nuestra vida y nuestro reino» (San Ambrosio).

viernes, 23 de noviembre de 2018

Amanda Ruiz fue una niña venezolana que a los 6 años falleció por leucemia, viviendo su enfermedad con “alegría y esperanza”

La ceremonia no podía ser más reveladora de los tiempos que corren en la Venezuela actual. Una realidad que busca superarse en la fe y la esperanza. La decisión del obispo de San Cristóbal (Venezuela), Mario del Valle Moronta Rodríguez, llegó como un rayo de luz en medio de la oscuridad, iniciando el proceso de beatificación de Amanda Gilseth Ruiz Suarez, una niña de seis años que falleció por leucemia en el año 2005.

Desde Chile, los padres de la niña –Mauricio y Leonor- seguían la apertura de la causa de beatificación a través del Whatsapp. Ellos se vieron obligados a emigrar ante la crítica situación por la que estaban atravesando en Venezuela. Ahora Amanda, pudiera convertirse en la primera niña beata nacida en el país bolivariano.

“A veces pensamos que sólo quienes pueden acceder a un proceso de beatificación son adultos, o sacerdotes y monjas, pero la historia nos muestra que no es así, tenemos el ejemplo de varios niños santos, como: Domingo Savio, san Tarsicio, san Pancracio, y muchos más”, señaló monseñor Moronta este 22 de noviembre, durante el acto de apertura del proceso de beatificación y canonización de la sierva de Dios.

Amanda Gilseth Ruiz Suarez nació el 11 de mayo de 1999, en el Hospital Central de San Cristóbal, en el estado Táchira, y sus padres vivían en el barrio La Bermeja, cuyos vecinos se presentaron en la iglesia del Carmen.

“A los 3 años fue diagnosticada con leucemia, lo cual no impidió seguir irradiando la alegría de la infancia. La niña era de notable madurez espiritual por su amor a la vida cristiana, mostrando gran esperanza en medio de su enfermedad”, indica la nota enviada a Aleteia. El 21 de septiembre de 2005, a la edad de 6 años y 4 meses partió a la eternidad “dando testimonio de completa confianza en Dios”.

Ejemplos cotidianos de santidad
El obispo de San Cristóbal presentó “a la consideración de Dios, y a través de este Tribunal Diocesano a la Santa Sede para se estudie la posibilidad de declarar santa a una niña testimonio de alegría y esperanza en medio de la enfermedad”.

El tribunal quedó conformado por los sacerdotes Ricardo Casanova, delegado episcopal; Miguel Duque, promotor de justicia; y el seminarista Carlos Urbina, notario actuario. El postulador es el presbítero Jesús Mora que cumplirá sus funciones desde Roma; y el vice postulador el presbítero Luis Ortega, quien leyó la biografía de la Sierva de Dios.

EDICTO DE LA CAUSA. En el edicto que se estila en este proceso de beatificación el obispo de San Cristóbal hizo un llamado “a todas las personas que hayan conocido en vida a la Sierva de Dios, sea en su vida de familia, comunidad donde residía y centros hospitalarios donde fue tratada durante su enfermedad y que estén en condiciones de presentar testimonio a que lo hagan con plena libertad de los hijos de Dios”.

Se conoció que durante este mes de noviembre, la Diócesis de San Cristóbal ha iniciado la fase diocesana del proceso de beatificación de tres nuevas causas: el sacerdote Martín Martínez Monsalve; el laico Lucio León Duque; y la niña Amanda Gilseth Ruiz Suarez.

“Esto significa que entre nosotros han surgido ejemplos vida cristiana, y es un reto para seguir desarrollando la Pastoral de la Santidad, y recordar que todos somos llamados a ser santos sin importar la edad, ni ninguna condición, el llamado es para todos”, dijo finalmente monseñor Mario Moronta.

jueves, 22 de noviembre de 2018

Religiosas de San José de Gerona en Rubare (RDC)

Diez años casi exactos han pasado desde que la hermana María Presentación López abandonara la misión que las religiosas de San José de Gerona promueven en Rubare, al este de la inmensa República Democrática de Congo. No se marchó por propia voluntad: la expulsó la guerra, hiriéndola de extrema gravedad. Pero ha vuelto.
Octubre de 2008. Los alrededores de la misión de las Hermanas de San José de Gerona en Rubare (RDC) eran teatro de operaciones del conflicto que enfrentaba a los rebeldes del general Laurent ­Nkunda contra el Ejército congoleño. Rubare se hallaba en medio, de modo que lo que todo el mundo se temía terminó sucediendo: una bomba alcanzó de lleno la comunidad de las misioneras y la hermana Presentación –Presen–, que se hallaba en su interior, perdió ambas piernas. Era el día 28.

Presen se emociona cuando recuerda los momentos posteriores al ataque. El móvil le sirvió –mientras le aguantaron las fuerzas– para informar de lo sucedido. Las muestras de solidaridad se sucedieron de inmediato. Algunas impactantes, como la de un amigo nativo, Sansón, que, despreciando su seguridad, hizo lo imposible por rescatarla: «Me preguntaba por teléfono si estaba en condiciones de montar… ¡en una moto, detrás de él! Lo intentó en dos ocasiones, pero los controles militares le impidieron pasar. Le tomaban por loco… También lo intentó nuestro párroco, el P. George, misionero palotino polaco, pero tampoco a él se lo permitieron».

Lo que son las cosas, la hermana Presentación López guarda un recuerdo imborrable del perro de casa que, en cuanto amainó el bombardeo, vino adonde se encontraba malherida y se quedó con ella. «Me miraba con fijeza, de manera lastimosa. Le hice signos para que se acercara y se acostó pegadito a mí, como para darme vida. Al mismo tiempo, vigilaba con mucha atención el agujero, la única entrada practicable que quedaba. En un momento dado, al ver acercarse a dos militares, comenzó a ladrar. Yo les dije que entraran, que estando yo, el perro no les haría nada. Al verme me dijeron «pole», es decir, «lo sentimos», y me preguntaron a quién avisaban. Les respondí que buscaran a las demás hermanas, que estarían por el jardín. Cuando las encontraron y salieron, me llevaron hasta el centro de salud. Allí nos estaba esperando la hermana Urbana Sancho, con todo a punto para trasladarme».

La religiosa, que había perdido mucha sangre, se hallaba cerca del coma, por lo que apenas recuerda lo que sucedió después. Urbana la llevó al hospital de Rutshuru, a unos ocho kilómetros de la misión, en donde le realizaron una cirugía de urgencia. En el hospital se hallaba un médico español de paso que, atrapado por los combates, operaba a los heridos que llegaban. Cuando reconoció a Presen advirtió a Urbana de que la veía muy mal, que si no la trasladaban con rapidez no habría nada que hacer, porque allí no tenían los medios indispensables para salvarla.
Ante tales expectativas, la hermana Urbana se presentó en el cuartel general de Naciones Unidas ­(MONUC) en la región, que se hallaba en Goma, a unos 70 kilómetros de Rutshuru. Aunque MONUC no evacuaba heridos civiles, la insistencia de la religiosa junto a la intervención de la embajada de España en RDC y la implicación directa de algún alto cargo del Gobierno español consiguieron el milagro: Presen fue trasladada en avión a Sudáfrica donde, tras superar unos críticos primeros momentos, se recuperó con relativa rapidez.

El regreso a casa
La ortopedia consigue en nuestros días auténticos milagros y Presen no fue la excepción. Aunque no tenía piernas, en poco tiempo, con la ayuda de dos prótesis, una muleta y poco más, consiguió llevar una vida razonablemente normal. Pero tras su «accidente» –ella habla así de aquello– la misión quedó reducida a una colección de gratos recuerdos, por más que la religiosa siempre colaborase con personas y asociaciones que apoyan proyectos en RDC. «En mi oración jamás olvidé a la gente de Rubare; siempre los tuve muy presentes. Pero volver a la misión, regresar allí, me parecía que no sería posible», confiesa Presen con sinceridad; aunque «he sentido al Señor siempre muy cerca, protegiéndome contra la amargura».

Esta religiosa de San José de Gerona se equivocaba, porque la insistencia de algún amigo, junto con la generosidad de sus superioras, consiguieron que una década después del «accidente», a mediados del pasado julio, regresara a Rubare. «Para mí es una gracia del cielo», repetía emocionada durante sus primeros días. Allí se reencontraría con Urbana, su ángel protector, que continuaba al pie del cañón. Pudo también conocer la nueva casa de la comunidad, pues la vetusta residencia de colonos belgas que había acogido al principio a las misioneras quedó muy dañada tras la explosión; hubo que construir una nueva. La mayoría de las religiosas de la comunidad eran ahora nativas, congoleñas y ruandesas, continuadoras de la obra que sus hermanas españolas iniciaran en 1992.

El regreso de la hermana Presen causó revuelo en la región. El primer día que acudió al centro de salud de Rubare, su antiguo puesto de misión, el entusiasmo desbordó las previsiones más optimistas. Trabajadores y pacientes recibieron a la religiosa con danzas y gritos de júbilo, y no dudaron en cubrir con sus vestidos el suelo por el que esta había de pasar –era el tratamiento que solía ofrecerse a Mobutu Sese Seko cuando el país todavía se denominaba Zaire–. Si Presen acudía a la parroquia, o a algunas capillas de los alrededores, tenía que subir al presbiterio para saludar a los fieles. Y la caravana de gente que deseaba saludarla, al final de las celebraciones litúrgicas o en la misma comunidad, parecía no tener fin.

En una de aquellas celebraciones eucarísticas, el párroco de Rutshuru recordó que durante la guerra, poco antes del «accidente», todo el mundo –incluido él mismo, entonces un sacerdote recién ordenado– había escapado para refugiarse. Pero las hermanas, que eran extranjeras, despreciaron el peligro y se quedaron. «Cómo nos íbamos a ir si en aquel momento, por desgracia, al centro de salud acudían más enfermos que nunca… A pesar de los riesgos, no lo dudamos en ningún momento», comenta Presen al hilo de las palabras del párroco.

Un puesto de venta de tarjetas de telefonía. Una de las novedades que han llamado la atención de la religiosa española a su vuelta a Rubare ha sido el uso masivo del móvil en la zona. Fotografía: Josean Villalabeitia.

Apariencia de cambio
Un decenio es mucho tiempo, pero seguro que a su regreso a Rubare la hermana Presen se encontró con un panorama conocido. Porque la belleza natural que envuelve la región, con sus densos e impenetrables bosques, habitados por gorilas de montaña y otros animales exóticos, apenas ha variado. Allí permanece también el volcán Nyiragongo, con sus 3.500 metros de altitud; majestuoso, sí, pero muy peligroso, pues su última erupción, en 2002, arrasó Goma. Allí siguen los cafetales, los cañaverales azucareros, los huertos…

La religiosa española tuvo que circular por la misma carretera, llena de baches y controles militares, que antaño recorriera, al borde de la muerte, en sentido contrario. «Antes se veían más bicicletas y no había tantos móviles; ahora hay muchas motos, y las casas parecen más consistentes –nos dice–; junto a la carretera se ha construido sobre antiguas tierras de cultivo, mientras que, en el interior, poblados enteros están desapareciendo». Son efectos de la inseguridad generalizada, perceptibles para la religiosa.

Para tratar –sin éxito– de contrarrestarla, de seis de la tarde a seis de la mañana está prohibido utilizar la carretera general, aunque fuera de ella los bandidos campan por sus fueros. Proliferan las milicias, armadas hasta los dientes, de todo tipo y condición (ver MN 640, págs. 34-39); en diciembre de 2017 se contabilizaron hasta 132 por aquellos parajes. Y abundan asimismo los ladrones sin otra etiqueta, que aprovechan la coyuntura para actuar, a menudo disfrazados de militares. En la carretera, un puñado de soldados gubernamentales controla barreras formadas casi siempre por una caña entre dos piedras. Alojados en minúsculas chozas individuales levantadas no lejos de las barreras, vestidos de cualquier manera, a menudo en condiciones lamentables, a causa del alcohol o las drogas, pero siempre con su inseparable Kaláshnikov entre las manos. Un puesto ideal para extorsionar a cuantos tienen que cruzar la barrera. Porque puede que la última guerra oficial haya terminado, pero la violencia es aún muy ostensible en toda la región.

miércoles, 21 de noviembre de 2018

Una familia estable y fuerte impulsa la economía de sus países: una investigación así lo demuestra

Una familia fuerte y hogares estables son sinónimos de prosperidad y salud para un país. Y esto repercute en el ámbito sociológico pero también en el económico, algo que los expertos en la materia y la clase política no tienen demasiado en cuenta.

La palabra economía procede del griego “oikonomia”, que significa “administración del hogar”, pero en el presente los economistas frecuentemente descuidan los vínculos que existen entre la estructura familiar del hogar y el bienestar macroeconómico de las naciones.

En el libro Unequal Family Lives, el profesor de Economía Joseph Price, y Bradford Wilcox, investigador principal del Institute for Family Studies (IFS) analizan la asociación entre la estructura familiar y el crecimiento económico global.

Una estabilidad que se traduce en prosperidad

Según recoge Mercatornet, estos dos expertos aseguran en el libro que “un matrimonio estable es importante en parte porque permite a las parejas tomar decisiones a lo largo del tiempo que maximizan la prosperidad económica de su unidad familiar. Las personas casadas estables tienen incentivos para invertir en su matrimonio y beneficiarse de la especialización y las economías de escala; sus hogares también tienden a ganar y ahorrar más que sus compañeros que están solteros o divorciados”.

Ambos expertos defienden los beneficios económicos para un país del matrimonio asegurando que cuantos más hijos nacen y crecen en familias estables con padre y madre la sociedad experimenta un mayor crecimiento económico.

¿Cómo lo justifican? Para ello, utilizaron estadísticas de matrimonio, datos históricos sobre los niños y datos del Producto Interno Bruto (PIB) de más de 90 países entre 1968 y 2014. Y hallaron una relación positiva.

A más matrimonios, más PIB per cápita

“Por cada aumento de 13 puntos porcentuales en la proporción de adultos casados hubo un aumento del 8% en el PIB per cápita, teniendo en cuenta los distintos factores sociodemográficos. Del mismo modo, el aumento de 13 puntos porcentuales en la proporción de niños que viven en familias con los dos padres se asocia con un aumento del 16% en el PIB per cápita, teniendo en cuenta aspectos como la educación, urbanización, edad, tamaño de la población y otros factores”, escriben.

Tanto Price como Wilcox llegan a la conclusión de que existe “un vínculo claro entre la estructura familiar y el crecimiento económico”.

Pero la pregunta que muchos pueden hacerse es por qué las familias casadas que tienen padre y madre aumentan la riqueza de las naciones. Según estos investigadores, hay tres mecanismos específicos que explican esta conexión:

1. Fomenta el ahorro familiar

2. Disminuye la delincuencia

3. Mejora el éxito académico de los niños.

Ahorro del hogar

Para justificar este primer punto, estos dos investigadores utilizan los datos del Banco Mundial, la OCDE y las Encuestas de Demografía y Salud (DHS). Tras examinar la tasa de ahorro de 90 países llegan a la conclusión de que la tasa de ahorro es casi el doble en los países en los que hay más familias estables con los dos padres, en comparación con los países con un menor porcentaje de estas familias.

Mayor seguridad

Con respecto a este segundo punto, tanto Price como Wilcox constatan que las comunidades más seguras son las más prósperas analizando la conexión que existe entre las familias con los padres en casa y los delitos violentos.

Hay muchos estudios que demuestran que el matrimonio y las familias estables ayudan a reducir los crímenes por un lado porque desalienta a la participación de los hombres en actividades delictivas, y por otro porque reduce el riesgo de que los niños caigan en la delincuencia como adolescentes o adultos jóvenes.

Datos estadísticos sobre los vecindarios de Estados Unidos y Canadá muestran también la asociación entre más familias casadas y estables y menos delitos.

Mejor educación

Otra forma en la que las familias pueden ayudar a un mayor crecimiento económico de su país es aumentar el “capital humano”  para los niños.  Según estos investigadores, “los niños pueden beneficiarse de mayores niveles de tiempo, dinero y estabilidad que se encuentran en las familias con los dos padres, en comparación con las familias monoparentales”. Esto se traduce en mejores resultados educativos y por ende un mayor éxito profesional en el futuro.

En Estados Unidos hay amplias investigaciones sobre el éxito académico de los niños de familias con los dos progenitores. Éstos tienen más probabilidades de graduarse en la escuela secundaria, obtener un título universitario y obtener un buen trabajo como adultos que los niños niños de familias monoparentales.

Pero no sólo en Estados Unidos, Wilcox y Price aseguran que en países como Suecia, Singapur o Indonesia los niños de hogares monoparentales tienen “al menos un 70% más de probabilidades de repetir curso en comparación con sus compañeros de familias biparentales”.

Como conclusión a sus análisis, los dos autores del libro aseguran que aunque sus resultados “no pueden probar de manera definitiva que la estructura familiar tenga un impacto causal en el crecimiento económico” pero “por lo menos, los patrones documentados en este documento sugieren que las familias más fuertes, las tasas de ahorro más altas en los hogares, la delincuencia y un mayor crecimiento económico pueden agruparse de maneras que se refuercen mutuamente”.

AUDIENCIA GENERAL DEL PAPA FRANCISCO

Queridos hermanos y hermanas:

Hoy reflexionamos sobre el último mandamiento: «No codiciarás los bienes de tu prójimo, ni la mujer de tu prójimo». A simple vista parece coincidir con los mandamientos: «No cometerás adulterio» o «no robarás». Sin embargo, hay una diferencia. En este epílogo el Señor nos propone llegar al fondo del sentido del decálogo y evitar que pensemos que basta un cumplimiento nominal y farisaico para conseguir la salvación. La diferencia estriba en el verbo empleado: “no codiciarás”; con este verbo se subraya que, en el corazón del hombre —como dice Jesús en el evangelio—, nace la impureza y nacen los deseos malvados que rompen nuestra relación con Dios y con los hombres.

Por eso, nos engañamos a nosotros mismos si pensamos que nuestra debilidad se supera solo con nuestras fuerzas, en virtud de una observancia externa. Debemos suplicar, como mendigos, la humildad y la verdad que nos pone frente a nuestra pobreza, para poder así aceptar que solo el Espíritu Santo puede corregirnos, dando a nuestros esfuerzos el fruto deseado. Esa verdad es apertura auténtica y personal a la misericordia de Dios que nos transforma y nos renueva.

Bienaventurados los pobres de espíritu; aquellos que, no fiándose de sus propias fuerzas, se abandonan en Dios, que con su misericordia cura sus fallas y les da una vida nueva.

Saludos:

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en modo particular a los grupos provenientes de España y América Latina. En este día que celebramos la Presentación de la Virgen María en el Templo, los animo a que, siguiendo su ejemplo, sean testigos de la misericordia de Dios en medio del mundo, comunicando la ternura y la compasión que han experimentado en sus propias vidas. Muchas gracias.


martes, 20 de noviembre de 2018

TE BUSCO DESDE SIEMPRE

TE BUSCO desde siempre. No te he visto
nunca. ¿Voy tras tus huellas? Las rastreo
con ansia, con angustia, y no las veo.
Sé que no sé buscarte, y no desisto.

¿Qué me induce a seguirte?¿Porqué insisto
en descubrir tu rastro? Mi deseo
no sé si es fe. No sé. No sé si creo
en algo, ¿en qué? No sé. No sé si existo.

Pero, señor de mis andanzas, Cristo
de mis tinieblas, oye mi jadeo.
No sufro ya la vida, ni resisto

la noche. Y si amanece, y yo no veo
el alba, no podré decirte: "He visto
tu luz, tus pasos en la tierra, y creo."

Juan José Domenchina

De no conocer la palabra cristiano a ocultar el Seminario en su casa: una vida de riesgo y vocación

Wang Jie (nombre ficticio) es un diácono chino de la que hasta ahora era Iglesia clandestina que pronto será ordenado sacerdote. Su historia es un reflejo de la realidad china en la que, por un lado todavía hay zonas en las que no se conoce a Jesucristo, y en la que por otro, la persecución del régimen comunista ha obligado a vivir en secreto su fe a muchos de los católicos del país.

Este joven de 30 años está en estos momentos en Roma completando su formación en el colegio internacional Sedes Sapientae gracias a la Fundación CARF, cuya labor se centra en la ayuda para la formación de seminaristas y sacerdotes de países pobres o en los que la Iglesia experimenta dificultades.

La llamativa conversión de la familia

En una entrevista con Religión en Libertad y otros medios, este diacono nacido en una zona del norte de China explica que en su región la inmensa mayoría de sus habitantes son paganos. Como lo eran sus padres hasta que de una manera muy llamativa conocieron la fe en medio del régimen comunista.

“En una ocasión mi madre se puso muy enferma, y mis padres buscaron un hospital, fueron a uno pero no le curaron. Un día salieron a buscar otro, vieron una iglesia con una cruz, pero no sabían que era una iglesia sino un hospital. Entraron y había una religiosa, vestida normal, porque no podían tener hábito”, cuenta.

La religiosa, que sabía de Medicina, atendió a la madre de Wang Jie y se curó. Un tiempo después la familia volvió a aquel lugar a dar las gracias a aquella “señora”. Pero ella empezó a hablarles de la fe y de la Iglesia.

Desde que se bautizó con ocho años, Wang acudía a misas clandestinas celebradas en su casa o en la de otra familia católica de la zona

Nunca habían oído la palabra "cristianismo"

Sus padres quedaron fascinados cuando aquella monja les habló del amor a Dios y al prójimo, y sobre la importancia de la caridad. “Mi madre –explica este joven- era profesora en un colegio. En China no se enseña que el origen está en Dios, sino que no hay origen. Es el comunismo”.

De hecho, hasta aquel providencial encuentro en su familia nunca habían escuchado la palabra “cristianismo”. Por ello, considera un “milagro” que se convirtieran al catolicismo. Wang Jie fue bautizado a los 8 años y sus padres comenzaron a vivir con fuerza aquellas enseñanzas del Evangelio.

En su casa vivían sus padres, su hermana  y él. La familia vulneraba la ley del hijo único. “Mis padres sólo podían tener un hijo, pero éramos católicos, no se puede abortar. Entonces cuando mi hermana nació encontramos una familia que había tenido un hijo, y la inscribieron como si fueran mellizos. Mi hermana, de hecho, no tiene mi mismo apellido, sino el de esa familia”, explica este joven religioso.

El seminario, oculto en su casa

La familia fue profundizando en la fe en la Iglesia clandestina, y se hizo amigo de un sacerdote que resultó ser el rector del seminario. Tras ser preguntado sobre dónde vivían todos estos seminaristas les respondió que cada tres o cuatro meses debían cambiar de lugar para evitar ser arrestados por las autoridades.

Al ser una casa bastante alejada del resto, los padres de Wang Jie ofrecieron su hogar como seminario de la diócesis. Los seminaristas vivirían en el sótano y la planta baja, mientras que la familia lo haría arriba. Durante 10 años estuvieron ocultos allí los candidatos a sacerdotes.

Pese a la persecución durante décadas el número de católicos sigue aumentando

La llamada al sacerdocio

Conviviendo con ellos y recibiendo continuamente los sacramentos, algo muy raro para muchos de sus compatriotas, se fue despertando en él la vocación al sacerdocio. “Los seminaristas vivían en mi casa, y dentro de mi corazón me gustaba de verdad esa vida, quería ser como ellos”, recuerda.

Durante un Año Nuevo chino se produjo el punto de inflexión. Estuvo 15 días acompañando a un seminarista para que diera catequesis en una parroquia. Al volver a casa –relata- “era como si algo se hubiera encendido en mi corazón, y les dije a mis padres que quería ser como ellos, quería ser sacerdote”.

Vivir la fe en la Iglesia clandestina

Recientemente fue ordenado diácono y habla de una “profunda alegría en el corazón” para un hecho que debería haber sido imposible, pero se produjo gracias a la conversión de sus padres. “Hay muchas dificultades humanas en China, como cuando estoy en la cola para entrar al país, que comienzo a decir: ‘Madre mía, ayúdame a entrar, Madre mía, ayúdame a entrar!’. Y siempre ha ido todo bien. Esos peligros son reales, pero Dios siempre nos ayuda”.

No ha sido fácil vivir la fe como una Iglesia clandestina. Afirma que en China la Iglesia es como una familia, y por tanto, todo se hace dentro de la familia: la misa, el catecismo…  Todo en casa. Por ejemplo, la misma mesa que la familia utiliza para comer se limpiaba y preparaba para que hiciera las veces de altar si podía venir un sacerdote a celebrar misa.

“Los católicos nos conocíamos entre nosotros por el sacerdote que nos ponía en contacto. Nos llamábamos y decíamos que a las 9 vendría un amigo a cenar: ‘¿quieres venir?’. No decíamos que había misa, sino que la otra persona ya entendía que ese amigo era el sacerdote”, cuenta durante la entrevista en un encuentro organizado por CARF en Roma.

Este joven diácono pide rezar mucho por el acuerdo entre la Santa Sede y China

Cuando alguien se convierte al catolicismo es el sacerdote el que le conecta con el resto de familias católicas de la zona. Esto es muy peligroso y crea ciertos recelos en las familias porque se pueden infiltrar enviados del gobierno comunista.

Sin embargo, el joven Wang Jie considera que “si queremos tener la Verdad es lo que tenemos que hacer, cueste lo que cueste”. Hacer la voluntad de Dios y defender la fe son las guías de su vida.

Este joven quiere ordenarse sacerdote para volver a su país. “Mi futuro está en China, estoy aquí para formarme y volver a servir en China. Creo que Dios lo ha querido así y ahora tenemos más esperanza”, sentencia.

Wang es consciente del enorme reto que se ha abierto en China tras el acuerdo firmado con la Santa Sede. Él tiene claro que hay que seguir lo que diga la Iglesia. Pero sobre todo –añade- “hay que rezar muchísimo y seguir lo que diga la Iglesia. El diablo quiere desunir la Iglesia y sabe cómo hacerlo. Si seguimos sólo lo que dice el gobierno, no está bien. Pero si seguimos lo que dice la Iglesia será lo correcto, tenemos que rezar para que el diablo no desuna la Iglesia, y buscar así la unidad en su seno”.

Pero pese a las dificultades y la persecución ve también esperanza. Pese a la falta de sacerdotes que ha habido estas décadas el número de católicos no ha disminuido sino que ha aumentado. A su juicio, esto es así porque “viven la fe con el Rosario. La Virgen en China es muy importante y se mantienen en su fe así, porque muchos no pueden ir a misa o confesarse porque no hay sacerdotes”. Él quiere ser sacerdote para que cualquier católico chino no tenga que renunciar a los sacramentos.

lunes, 19 de noviembre de 2018

Minerales de sangre en nuestros bolsillos,¿somos complices?

Los llamados minerales de sangre, procedentes de países en conflicto, circulan con toda impunidad en los mercados internacionales. Los consumidores los adquirimos, en la mayoría de los casos sin ser conscientes de ello, en cientos de productos de uso diario con lo que nos convertimos en cómplices de los crímenes de guerra y contra la humanidad ejecutados por los grupos armados que mantienen vivas las guerras que tienen lugar en suelo africano. Así sucede, por ejemplo, con el oro extraído en las zonas de conflicto de la República Democrática de Congo (RDC).
Esto es posible gracias a que la red de empresas controladas por el magnate belga Alain Goetz refina el oro sacado ilegalmente desde el este de la RDC en la refinería African Golden (AGR) que posee en Uganda (la única que existe en este país) y luego lo exporta a través de un entramado empresarial de su propiedad a compañías de los Estados Unidos y Europa, entre las que se encontrarían Amazon, General Electric y Sony, entre otras. Estos datos son fruto de una investigación llevada a cabo por The Sentry que fue dada a conocer a mediados de octubre bajo el título The Gold Laundromat. The Conflict Gold Trade from Eastern Congo to the United States and Europe (La lavandería de oro. El comercio de oro procedente de conflictos desde el este de Congo a los Estados Unidos y Europa).

En 2017, AGR exportó oro por aproximadamente 377 millones de dólares desde Uganda a una compañía del entramado de Goetz con sede en Dubai, especifica el estudio. Aunque numerosas fuentes entrevistadas por The Sentry confirman que el oro que se refina en AGR proviene de zonas en conflicto del este de la RDC, la compañía lo niega y afirma mantener su compromiso de abstenerse de cualquier acción que contribuya a la financiación de conflictos.

Este oro proporciona la mayor fuente de ingresos a los diversos grupos armados que intervienen en el conflicto del este de la RDC, según demostró en 2016 el Grupo de expertos de Naciones Unidas sobre este país. Estos actores bélicos sacan de contrabando mineral por valor de entre 300 y 600 millones de dólares. El Grupo de expertos reconoce que Uganda desempeña un papel crucial en el contrabando y blanqueo de este oro, y que Ruanda, poco a poco, también asume relevancia en este campo. De ahí que Goetz haya establecido un importante centro comercial de oro en este país.

El oro refinado por AGR puede terminar en las cadenas de suministro de muchas empresas occidentales entre las que destacan Amazon, Sony, General Electric y otras 280 más. El rastro del oro obtenido en zonas de conflicto sigue una cadena de suministro de aproximadamente seis pasos desde el este de la RDC hasta su destino final: joyas, lingotes para inversores y bancos, y productos electrónicos. El viaje empieza en el este de la RDC donde el 71% de las minas artesanas de oro se encuentran en zonas de conflicto. De ahí es sacado de contrabando hasta Uganda donde AGR lo refina. La compañía Goetz Gold de Dubai importa todo el oro de AGR. Desde ahí es exportado a Bélgica, punto desde el que se distribuye por Europa y Estados Unidos.

Los minerales manchados de sangre son claves en la financiación de la mayoría de los conflictos que  tienen lugar en suelo africano. Compañías occidentales sin escrúpulos, que solo buscan obtener el máximo beneficio en sus operaciones sin importarles el respeto a los derechos humanos o las vidas humanas, son colaboradores necesarios de este comercio. Sin su cooperación no llegarían a los mercados internacionales. Los gobiernos también lo son, en tanto en cuanto no implementan normas que frenen este tráfico ilícito. Finalmente, los consumidores, algunas veces por falta de información, otras muchas por desidia, nos convertimos en cómplices de los crímenes cometidos por los grupos armados a los que financiamos al comprar productos que contienen minerales procedentes de zona en conflicto.

Estados Unidos cuenta con la sección 1502 sobre minerales procedentes de países en conflicto de la Ley de Reforma y Protección al Consumidor, conocida como ley Dodd-Frank por los senadores que la propusieron. Es una norma de transparencia que fue aprobada en 2010 y que implementa la Comisión de Bolsa y Valores. Desde 2012, obliga a todas las compañías que cotizan en los Estados Unidos a realizar un informe sobre la utilización de minerales procedentes de países en conflicto. La ley solo exige que las empresas informen sobre sus prácticas de abastecimiento de minerales, para que el consumidor esté informado, pero no prohíbe su utilización.

Por su parte, la Unión Europea (UE) lleva mucho retraso en este campo. En mayo de 2017, el Parlamento Europeo aprobó una iniciativa que impone controles obligatorios en el suministro de los minerales procedentes de países en conflicto, pero esta no entrará en vigor hasta enero de 2021. Evidentemente, se trata de un gran avance, pero presenta múltiples carencias que permitirán que continúe la comercialización de los minerales de sangre en los mercados europeos.

La primera de ellas es que esta regulación se centra solo en las materias primas, no en los productos acabados. Las empresas que manufacturen sus productos fuera de la UE podrán importar artículos acabados que contengan minerales de sangre, como teléfonos móviles, por ejemplo. La Comisión Europea ha prometido que «presionará a los grandes fabricantes para que revelen detalles de los productos que podrían contener minerales procedentes de países en conflicto». Pero está por ver la eficacia de esta declaración de buenas intenciones.

Otro punto débil es la exención ofrecida a los pequeños importadores, como dentistas o joyeros, que no estarán obligados a trazar el origen de los materiales que introduzcan en la EU, al considerarse el coste administrativo de esta actividad demasiado alto. Esta es una peligrosa laguna por la que pueden entrar minerales por valor de millones de euros en la UE libres de cualquier escrutinio.

domingo, 18 de noviembre de 2018

VACUNARSE CONTRA EL HAMBRE

La ausencia de ingesta de alimentos por un tiempo prolongado suele identificarse como hambre. Y cuando esa ausencia es intensa y prolongada, estamos ante una hambruna. Hambre-hambruna, realidad que muchos hemos vivido y que, a día de hoy, padece todavía mucha gente de nuestro entorno: familiares, amigos o conocidos, sobre todo en África, por lo que iniciativas como «La lucha de gigantes» de Acción contra el Hambre son de agradecer porque constituyen un aldabonazo para todos.
A esa realidad, hambre-hambruna, se le han buscado explicaciones de diversa índole, desde las teorías que la consideran como «voluntad de la naturaleza», que reparte a su capricho sequías, inundaciones, terremotos y otros desastres, hasta aquellas que la vinculan con la capacidad adquisitiva, pasando por las teorías maltusianas que la presentan entroncada con el crecimiento de la población. E intentos para acabar con ella no han faltado. El último, y quizá más importante, se enmarcaba dentro de los Objetivos del Milenio (2015); el primero de ellos, además, proponía erradicar el hambre para combatir la pobreza…

Pero el hambre parece resiliente, y ha adquirido cierta carta de ciudadanía, particularmente en los barrios populares de las grandes urbes del continente africano. Ante la simple pregunta que se realiza para saber cómo se encuentra una persona, ya no se utiliza la oración completa ni se conjuga el verbo tener –«tengo hambre»–, sino que se contesta simple y llanamente con «hambre». Se ha institucionalizado. El hambre es omnipresente y omnipotente.

Además, se recurre frecuentemente al hambre para justificarse o para obtener circunstancias atenuantes en caso de falta grave. El hambre, así, participa en la redención de los individuos. Y como tal, sus efectos y consecuencias impregnan toda la vida ciudadana y están en el origen de muchas corruptelas. El director de una cárcel muy importante –y saturada– de Kinshasa me comentaba hace bien poco que la mayoría de las personas recluidas en su centro lo estaba por algo que tenía que ver con el hambre. Según él, muchos delitos que se cometen en su país tienen que ver con que hay gente que come una vez al día o una vez cada dos días –los famosos gong unique o gong alterné–.

Los tentáculos del hambre alcanzan de manera muy especial al sector público. Aquellos que se han enfrentado alguna vez con la burocracia en el continente africano, incluso en un simple control de carretera, saben que el dosier puede agilizarse de manera espectacular si se paga algo para que el agente de turno pueda «matar el gusanillo».

Los funcionarios que se resisten a los envites del hambre en el ejercicio de sus tareas, sin embargo, son considerados como héroes o santos. Y este es el camino que debería seguir el continente, en su conjunto, si quiere despegar: vacunar a su población contra el hambre. Para ello, se debería optar decididamente por la agricultura y la «revolución verde», replicando los incrementos de productividad y competitividad agraria que han conocido países asiáticos como Vietnam o Bangladesh, respetando sus peculiaridades ecológicas.

Nestor Nongo 

ÁNGELUS DEL PAPA FRANCISCO

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

En el pasaje del Evangelio de este domingo (cf. Mc13: 24-32), el Señor quiere instruir a sus discípulos sobre eventos futuros. No se trata principalmente de un discurso sobre el fin del mundo, sino que es una invitación a vivir bien el presente, a estar atentos y siempre preparados para cuando nos pidan cuentas de nuestras vidas. Jesús dice: "En esos días, después de esa tribulación, el sol se oscurecerá, la luna ya no dará su luz, las estrellas caerán del cielo" (versículos 24-25). Estas palabras nos hacen pensar en la primera página del Libro de Génesis, la historia de la creación: el sol, la luna, las estrellas, que desde el principio del tiempo brillan en su orden y traen luz, signo de vida, aquí están descritas en su La decadencia, cayendo en la oscuridad y el caos, signo del fin. En cambio, la luz que brillará en ese último día será única y nueva: Será la del Señor Jesús, que vendrá en gloria con todos los santos. En esa reunión finalmente veremos su Rostro a la plena luz de la Trinidad; Un rostro radiante de amor, ante el cual todo ser humano aparecerá en total verdad.

La historia de la humanidad, como la historia personal de cada uno de nosotros, no puede entenderse como una simple sucesión de palabras y hechos que no tienen sentido. Ni siquiera se puede interpretar a la luz de una visión fatalista, como si todo estuviera ya preestablecido de acuerdo con un destino que resta todo espacio de libertad, impidiendo tomar decisiones que son el resultado de una verdadera decisión. En el Evangelio de hoy, más bien, Jesús dice que la historia de los pueblos y de los individuos tiene una meta y una meta que debe alcanzarse: el encuentro definitivo con el Señor. No sabemos el tiempo ni las formas en que sucederá; el Señor ha reiterado que "nadie sabe, ni los ángeles en el cielo ni el Hijo" (v. 32); Todo se guarda en el secreto del misterio del Padre. Sabemos, sin embargo, un principio fundamental con el que debemos enfrentarnos: "El cielo y la tierra pasarán, dice Jesús, pero mis palabras no pasarán" (v. 31). El verdadero punto crucial es este. En ese día, cada uno de nosotros tendrá que entender si la Palabra del Hijo de Dios ha iluminado su existencia personal, o si él le ha dado la espalda, prefiriendo confiar en sus propias palabras. Será más que nunca el momento en el que nos abandonemos definitivamente al amor del Padre y nos confíen a su misericordia.

¡Nadie puede escapar de este momento, ninguno de nosotros! La inteligencia, que a menudo ponemos en nuestro comportamiento para acreditar la imagen que queremos ofrecer, ya no será necesaria; De la misma manera, el poder del dinero y los medios económicos con los que presumimos que compramos todo ya todos, ya no se pueden utilizar. No tendremos con nosotros nada más que lo que hemos logrado en esta vida al creer en su Palabra: todo y nada de lo que hemos experimentado o descuidado para lograr. Solo con nosotros traeremos lo que hemos donado.

Invocamos la intercesión de la Virgen María, para que la constatación de nuestra temporalidad en la tierra y de nuestra limitación no nos haga caer en la angustia, sino que nos hace volver a la responsabilidad hacia nosotros mismos, hacia nuestro prójimo, hacia el mundo entero.

Después del Ángelus

Queridos hermanos y hermanas,

Con motivo del Día Mundial de los Pobres de hoy, celebré una misa en la Basílica de San Pedro esta mañana en presencia de los pobres , acompañada por asociaciones y grupos parroquiales. Pronto asistiré a almorzar en el Salón Pablo VI con tanta gente indigente. Se promueven iniciativas similares de oración y compartir en las diócesis del mundo, para expresar la cercanía de la comunidad cristiana a aquellos que viven en la pobreza. Este Día, que involucra cada vez más parroquias, asociaciones y movimientos eclesiales, quiere ser un signo de esperanza y un estímulo para convertirse en instrumentos de misericordia en el tejido social.

Con dolor me enteré de la noticia de la masacre llevada a cabo hace dos días en un campamento de desplazados en la República Centroafricana, en el que también fueron asesinados dos sacerdotes. A esta gente querida, donde abrí la primera Puerta Santa del Año de la Misericordia, expreso toda mi cercanía y mi amor. Oramos por los muertos y los heridos, y por qué detener toda violencia en ese amado país que está en gran necesidad de paz. Oremos juntos Nuestra Señora ... [Ave, o Maria]

Una oración especial va a los afectados por los incendios que azotan California, y ahora también a las víctimas de las heladas en la costa este de los Estados Unidos. Que el Señor dé la bienvenida a los muertos en su paz, consuele a los miembros de la familia y apoye a los que se comprometen a ayudar.

Y ahora los saludo a ustedes, familias, parroquias, asociaciones y fieles individuales, que han venido de Italia y de muchas partes del mundo. En particular, saludo a los peregrinos de Union City y Brooklyn, a los de Puerto Rico con el obispo de Ponce y al grupo de sacerdotes de Campanha (Brasil) con su obispo; así como los compañeros de los santuarios marianos en el mundo, la Confederación Italiana de las escuelas católicas, los fieles de Crotone y el coro de Roncegno Terme.

Les deseo a todos un buen domingo. Y por favor, no olvides orar por mí. Buen almuerzo y adiós!

sábado, 17 de noviembre de 2018

Domingo XXXIII del tiempo ordinarIO (Ciclo B)

Evangelio (Mc 13,24-32): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «En aquellos días, después de la tribulación aquella, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y los astros estarán cayendo del cielo, y las fuerzas que hay en los cielos serán sacudidas. Entonces, verán al Hijo del hombre viniendo en las nubes con gran poder y gloria. Y entonces enviará a los ángeles, y congregará a sus elegidos de los cuatro vientos, desde la extremidad de la tierra hasta la extremidad del cielo.

»De la higuera aprended la semejanza: cuando ya sus ramas se ponen tiernas, y brotan las hojas, conocéis que el verano está cerca; así también, cuando veáis suceder todo esto, sabed que Él está cerca, a las puertas. En verdad, os digo, la generación ésta no pasará sin que todas estas cosas se hayan efectuado. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Mas en cuanto al día y la hora, nadie sabe, ni los mismos ángeles del cielo, ni el Hijo, sino el Padre».

PALABRA DE DIOS

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Hoy recordamos cómo, al comienzo del año litúrgico, la Iglesia nos preparaba para la primera llegada de Cristo que nos trae la salvación. A dos semanas del final del año, nos prepara para la segunda venida, aquella en la que se pronunciará la última y definitiva palabra sobre cada uno de nosotros.

Ante el Evangelio de hoy podemos pensar que “largo me lo fiais”, pero «Él está cerca» (Mc 13,29). Y, sin embargo, resulta molesto —¡hasta incorrecto!— en nuestra sociedad aludir a la muerte. Sin embargo, no podemos hablar de resurrección sin pensar que hemos de morir. El fin del mundo se origina para cada uno de nosotros el día que fallezcamos, momento en el que terminará el tiempo que se nos habrá dado para optar. El Evangelio es siempre una Buena Noticia y el Dios de Cristo es Dios de Vida: ¿por qué ese miedo?; ¿acaso por nuestra falta de esperanza?

Ante la inmediatez de ese juicio hemos de saber convertirnos en jueces severos, no de los demás, sino de nosotros mismos. No caer en la trampa de la autojustificación, del relativismo o del “yo no lo veo así”... Jesucristo se nos da a través de la Iglesia y, con Él, los medios y recursos para que ese juicio universal no sea el día de nuestra condenación, sino un espectáculo muy interesante, en el que por fin, se harán públicas las verdades más ocultas de los conflictos que tanto han atormentado a los hombres.

La Iglesia anuncia que tenemos un salvador, Cristo, el Señor. ¡Menos miedos y más coherencia en nuestro actuar con lo que creemos! «Cuando lleguemos a la presencia de Dios, se nos preguntarán dos cosas: si estábamos en la Iglesia y si trabajábamos en la Iglesia; todo lo demás no tiene valor» (Beato J.H. Newman). La Iglesia no sólo nos enseña una forma de morir, sino una forma de vivir para poder resucitar. Porque lo que predica no es su mensaje, sino el de Aquél cuya palabra es fuente de vida. Sólo desde esta esperanza afrontaremos con serenidad el juicio de Dios.