jueves, 31 de octubre de 2019

Valencia conserva la tradicional Procesión de las Ánimas

“Oid, mortales piadosos,/ y ayudadnos a alcanzar/ Que Dios nos saque de penas/ y nos lleve a descansar”/.

De las antiguas costumbres y tradiciones valencianas funerarias, hoy casi desaparecidas, cuyo origen datan de principios del siglo XV, r o Noche de las Almas –Nit de les Animetes- el tener encendidas toda la noche velas o vasijas de aceite con la mecha prendida, una por cada miembro de la familia que ya marchó, e ir al día siguiente a la Iglesia más cercana a Misa, en algunas aún se rezan tres seguidas, con los templos abarrotados.

En algunos pueblos de montaña del interior, hasta hace pocos años esas velas o luces orlaban el camino que unía el casco urbano con el cementerio, pues se creía desde antaño que por las noches las almas de los difuntos salían y cada una iba a la casa de su familia de visita, por lo que en no pocas viviendas se dejaba preparada la mesa por si querían comer o beber. La doble hilera de luces nocturnas rudimentarias tenía la función de marcar el camino, para que las almas en pena no se perdieran.

La Noche de Difuntos, la del 1 al 2 de noviembre, en la creencia popular, era cuando las almas que estaban en el Purgatorio podían salir a deambular por el mundo terrestre, se les daba permiso para reencontrarse con los suyos vivos. Estaban en el Purgatorio purificándose, purgándose, de sus pecados cometidos en vida. Vivían en pena hasta que no se le rezara bastante por ellas y les fueran perdonadas las faltas. Se pedía por ellas, para que salgan pronto del Purgatorio y pasen al cielo. De ahí las Misas de sufragios por su eterno y bien descanso y las procesiones de almas.

Se rezaba por ellas, por las Benditas Almas del Purgatorio, pero también se les pedía favores, al estar en un estadio intermedio, más cerca de Dios que el resto de los humanos mortales. En la actualidad hay no poca gente que les sigue teniendo mucha fe y recurre a ellas para las cosas más variopintas.

Existe un elenco curioso de oraciones: para pedir un favor (por ejemplo, un padrenuestro a las almas del purgatorio para que me despierten a las cuatro de la mañana, que me voy de viaje), para asuntos urgentes, para atraer a un ser amado, para atraer dinero, para alejar a una persona de nuestra vida, para encontrar objetos perdidos…. Oraciones que según los practicantes y adeptos a ellas suelen dar resultado.

Oraciones
La creencia de que las Almas Benditas, revestidas de blanco, con capucha, desfilaban por las calles de los pueblos en procesión orando, hizo que en muchos lugares se instaurase Procesiones de las Ánimas o Almas, y que en los templos hubiese capillas de las Almas y en su ausencia que la Virgen del Carmen apareciera sentada siempre sobre un montón de llamas y almas en actitud de querer salir de la hoguera, por la influencia de las comunidades carmelitanas

Ya no en los pueblos, sino en la propia ciudad de Valencia, el barrio portuario del Grao de Valencia, se conserva la tradición de la Procesión de las Almas, en la tarde víspera del 2 de noviembre, organizada por la Cofradía de la Virgen del Carmen, que también se acuerda de las Almas Benditas del Purgatorio la víspera del 16 de julio, cuando la realiza no de noche, sino en plena jornada estival llevando la imagen de la Virgen por el Paseo Marítimo entre gran cantidad de bañistas y haciendo las protocolarias tres estaciones y el canto de los antiquísimos Gozos, que han recuperado Gojistes Valencianas recogidos de los que se entonaban en la Iglesia del Carmelo Calzado y canturreaban los ciegos por las calles, que dio nombre al populoso Barrio del Carmen.

“Oid, mortales piadosos,/ y ayudadnos a alcanzar/ Que Dios nos saque de penas/ y nos lleve a descansar”/.

1 de Noviembre: Todos los Santos

Evangelio (Mt 5,1-12a): En aquel tiempo, viendo Jesús la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo: «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos».
PALABRA DE DIOS

COMPARTIMOS:
Hoy celebramos la realidad de un misterio salvador expresado en el “credo” y que resulta muy consolador: «Creo en la comunión de los santos». Todos los santos, desde la Virgen María, que han pasado ya a la vida eterna, forman una unidad: son la Iglesia de los bienaventurados, a quienes Jesús felicita: «Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios» (Mt 5,8). Al mismo tiempo, también están en comunión con nosotros. La fe y la esperanza no pueden unirnos porque ellos ya gozan de la eterna visión de Dios; pero nos une, en cambio el amor «que no pasa nunca» (1Cor 13,13); ese amor que nos une con ellos al mismo Padre, al mismo Cristo Redentor y al mismo Espíritu Santo. El amor que les hace solidarios y solícitos para con nosotros. Por tanto, no veneramos a los santos solamente por su ejemplaridad, sino sobre todo por la unidad en el Espíritu de toda la Iglesia, que se fortalece con la práctica del amor fraterno.

Por esta profunda unidad, hemos de sentirnos cerca de todos los santos que, anteriormente a nosotros, han creído y esperado lo mismo que nosotros creemos y esperamos y, sobre todo, han amado al Padre Dios y a sus hermanos los hombres, procurando imitar el amor de Cristo.

Los santos apóstoles, los santos mártires, los santos confesores que han existido a lo largo de la historia son, por tanto, nuestros hermanos e intercesores; en ellos se han cumplido estas palabras proféticas de Jesús: «Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos» (Mt 5,11-12). Los tesoros de su santidad son bienes de familia, con los que podemos contar. Éstos son los tesoros del cielo que Jesús invita a reunir (cf. Mt 6,20). Como afirma el Concilio Vaticano II, «su fraterna solicitud ayuda, pues, mucho a nuestra debilidad» (Lumen gentium, 49). Esta solemnidad nos aporta una noticia reconfortante que nos invita a la alegría y a la fiesta.

miércoles, 30 de octubre de 2019

«No queremos minicuras ni maxilaicos»

El Sínodo de la Amazonía no ha terminado. Queda la parte más importante: la aplicación. Entre los retos pendientes, el español David Martínez de Aguirre, secretario especial de la asamblea, destaca la concreción de esas «nuevas formas ministeriales» para laicos, mujeres y varones, o la propuesta de un rito propio indígena

Fue el anfitrión del encuentro del Papa con comunidades indígenas en Puerto Maldonado (Perú), en el que oficialmente quedó convocado del Sínodo de la Amazonía. Trabajó en las cocinas, como miembro del consejo presinodal, y posteriormente Francisco le nombró secretario especial de la asamblea de obispos. Ahora, formará parte del grupo encargado de estudiar su aplicación. David Martínez de Aguirre (Vitoria, 1970), obispo del Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado (Perú) es una de las voces más autorizadas para hacer balance del Sínodo de la Amazonía. También porque su diócesis ejemplifica los retos y dificultades de la Iglesia en esta región: con solo 42 sacerdotes (incluido él mismo), debe atender un territorio con la mitad del tamaño de Italia.

Ha dicho usted: «Que no nos roben el Sínodo». ¿En qué sentido?

Es lo que el Papa ha pedido a los periodistas. Y lo que advirtió antes de comenzar el Sínodo: que no perdamos el foco, porque, aunque pueda tener consecuencias para toda la Iglesia, este era un Sínodo sobre la Amazonía, una respuesta a la devastación ambiental y a la asfixia sobre los pueblos amazónicos. También se trataba de responder a la necesidad que tiene la Iglesia para reorganizarse y encontrar nuevos caminos para la misión en la Amazonía.

¿Qué va a cambiar en el día a día de la Amazonía a partir de ahora?

El Sínodo nos va a empujar a trabajar más en red, en conexión con el resto de la Iglesia amazónica. Y va a reforzar los procesos sinodales paralelos en marcha desde hace tiempo en las diócesis, en los que planteamos cómo hacer para que nuestras comunidades no se vean privadas de la Eucaristía y facilitar que esa vivencia de la Eucaristía provoque una transformación personal y comunitaria que nos lleve a dar una respuesta a los problemas socioambientales que estamos viviendo.

¿Qué son esas nuevas formas ministeriales para laicos de las que habla el documento final?

Son ministerios que ya existen. Lo que se le pide al Papa es que tengan un reconocimiento. En muchas comunidades tenemos por ejemplo el coordinador de la comunidad, que es quien resuelve las disputas. Y otro ministerio es el del catequista, que prepara a las personas que van a recibir un sacramento. Y se ha hablado de nuevos ministerios relacionados con el cuidado de la creación.

Para implantar la Laudato si. ¿Cómo?

Habrá que verlo. La cuestión es que no falte en las comunidades el ministro que aglutine esta preocupación y que implique a la comunidad en el cuidado de la casa común. Asignar este tipo de responsabilidades ayuda también a una desclericalización, a dejar de poner al sacerdote en un puesto casi sagrado, como si todo girara en torno a él. El Bautismo nos hace a todos iguales en dignidad.

Con esos argumentos precisamente se ha criticado la propuesta de ordenar a varones casados, como una nueva forma de clericalismo.

En Puerto Maldonado, al hablar de estas cuestiones, decíamos: no queremos hacer minicuras ni maxilaicos. Ni tampoco curas de segunda categoría. Pero el centro en este debate no es el clérigo, sino la comunidad y la Eucaristía. Solo así se entiende la propuesta que le hemos presentado al Santo Padre. Estamos mirando a una comunidad que necesita la Eucaristía, en lugares muy remotos que el sacerdote visita tal vez una vez cada dos años. Esto ha generado respuestas creativas. Hay lugares donde se ha dado el ministerio del diaconado a personas casadas, a varones probados. Llevan años dirigiendo bien las comunidades, bautizan y presiden los matrimonios, organizan las celebraciones de la Palabra, reparten la comunión… Entonces, el obispo se pregunta: ¿es posible que a estos diáconos en estas comunidades apartadas les podamos dar el orden? El argumento no es que el celibato no se entienda en las culturas indígenas. Hoy, en Europa, tampoco se entiende. ¿Y es que no se pueden trabajar las vocaciones indígenas de modo que surjan vocaciones sacerdotales como las entendemos en Europa? Nadie dice que se vaya a renunciar a seguir trabajando en esa línea. Pero como decía un obispo en el Sínodo, «mis diáconos cumplen todos los requisitos que en la Carta a Timoteo se pide para los obispos».

A esa propuesta se suma la de un rito propio para la Amazonía. ¿Hace falta tanto para incorporar elementos culturales propios de las culturas indígenas? ¿No bastaría con pequeñas alteraciones en el rito latino?

En la Iglesia existen hoy 23 ritos –en España tenemos el mozárabe–, pero no todos tienen un estatuto propio. Otros sí, como el oriental, que permite también que los sacerdotes puedan casarse. El tema va más por ahí.

¿No tanto por la liturgia?

También. Una liturgia en el Vaticano es algo bellísimo, pero responde a la cultura europea; todos esos cantos y símbolos te elevan, te permiten ver el cielo en la tierra. Eso es la liturgia. Pero tenemos que pensar también en cómo expresar la fe cristianas a través de las formas rituales de los pueblos indígenas.

Se ha felicitado usted por la mayor participación de mujeres en este Sínodo, si bien advirtiendo de que estamos en un proceso en el que hay que seguir avanzando.

Yo personalmente pienso que hubiera sido importante que las superioras hubieran podido votar, pero ha habido una participación activa de las mujeres. Y el momento de la votación ha sido casi lo de menos. Este Sínodo es algo que hemos ido construyendo entre todos y todas. Es cierto que al final un grupo ha sentenciado, pero no ha hecho más que formalizar lo que entre todos habíamos construido.

También se pide que se reconozca un papel más activo a la mujer en la Amazonía. ¿De qué manera?

Lo que ocurre es que en la Amazonía las mujeres y las religiosas ya ejercen el diaconado de muchas formas, incluso de facto el diaconado ministerial, al celebrar la Palabra, llevar la comunión a los enfermos, asistir a los matrimonios, bautizar o incluso oír las confesiones –sin absolver– a personas cercanas ya a la muerte, ayudándolas a bien morir. Ejercen la ministerialidad de los diáconos, pero la Iglesia no termina de institucionalizar el diaconado de la mujer. Y es uno de los puntos que se le ha pedido al Papa que lo siga estudiando. Y él, con mucha sabiduría, nos ha dicho: «Está bien, pero no reduzcan el papel de la mujer solo a lo funcional». Yo creo que al Papa le hubiera gustado que fuéramos más allá, en lugar de quedarnos en cuestiones como el voto de las superioras generales o el diaconado.

Eso requeriría otro Sínodo.

Claro, y este no era el tema, ni mucho menos.

martes, 29 de octubre de 2019

Las grandes religiones monoteístas firman una declaración en rechazo a la eutanasia

Sufrimiento y muerte. Católicos, musulmanes y judíos, unidos ante el final de la vida. Las tres religiones monoteístas abrahámicas han firmado hoy en el Vaticano una declaración conjunta para rechazar la eutanasia y el suicidio asistido «sin excepción». Del mismo modo, llaman a promover los cuidados paliativos.

Persiguen tres objetivos: presentar su posición «con respecto a los valores y las prácticas relevantes para el enfermo terminal, en beneficio de los pacientes, las familias, el personal sanitario y los responsables políticos que se adhieren a una de estas religiones»; «mejorar la capacidad de los profesionales de la salud para comprender, respetar, guiar, ayudar y consolar mejor al paciente creyente y a su familia al final de la vida»; y «promover una comprensión recíproca y sinergias de los diferentes enfoques entre las tradiciones religiosas monoteístas y la ética laica con respecto a las creencias, valores y prácticas relevantes para el paciente en fase terminal».

Las tres confesiones comparten que «la eutanasia y el suicidio asistido por un médico son intrínsecamente y por lo tanto moral y religiosamente equivocadas y deberían prohibirse sin excepción». «Cualquier presión y acción sobre los pacientes para inducirles a que pongan fin a sus vidas es categóricamente rechazada», explican.

El texto señala que «ningún agente sanitario debería ser coaccionado o presionado para ayudar directa o indirectamente a la muerte deliberada e intencional de un pacientemediante el suicidio asistido o cualquier forma de eutanasia, especialmente cuando esa praxis va en contra de sus creencias religiosas».

«Se ha aceptado favorablemente, a lo largo de los años, que debe ser respetada la objeción de conciencia a actos que entren en conflicto con los valores éticos de una persona –continúan-. Esto también sigue siendo válido incluso si tales actos han sido declarados legales a nivel local, o por ciertos grupos de ciudadanos». Porque «las creencias personales sobre la vida y la muerte ciertamente caen dentro de la categoría de objeción de conciencia que debería ser respetada universalmente», destacan.

Las religiones coinciden en alentar y apoyar los cuidados paliativos «de calidad y profesionales en todas partes y para todos. Aun cuando alejar la muerte parezca un peso razonablemente insoportable, tenemos el deber moral y religioso de proporcionar consuelo, alivio del dolor, compañía y asistencia espiritual al paciente y a su familia».

«Nos comprometemos a sensibilizar a la opinión pública sobre los cuidados paliativos mediante la formación apropiada y el suministro de recursos sobre los tratamientos para los que sufren y los moribundos», aseveran.

Asimismo, muestran su apoyo a «las leyes y políticas públicas que protejan los derechos y la dignidad del paciente, con el fin de evitar la eutanasia y promover los cuidados paliativos». Y hacen un llamamiento a los políticos y a los profesionales de la salud para que «se familiaricen con esta amplia perspectiva y con la enseñanza de las religiones abrahámicas a fin de proporcionar la mejor asistencia a los pacientes moribundos y a sus familias que se adhieren a las normas religiosas y a las indicaciones de sus respectivas tradiciones religiosas».

En otro de los puntos, las confesiones mantienen que, «como sociedad, debemos comprometernos para que el deseo de los pacientes de no ser una carga no los tiente a elegir la muerte en lugar de recibir la atención y el apoyo que les permita vivir el tiempo que les queda con comodidad y tranquilidad».

Por otro lado, se comprometen a «utilizar los conocimientos e investigaciones para dar forma a políticas que promuevan el cuidado y el bienestar relacional y emocional, físico y espiritual, proporcionando la máxima información y atención a quienes se enfrentan a enfermedades graves y a la muerte».

Del mismo modo, involucrarán a sus comunidades «en los temas de bioética relacionados con el paciente en fase terminal, así como a familiarizarles con técnicas de acompañamiento compasivo para aquellos que sufren y mueren».

lunes, 28 de octubre de 2019

"Siento que mi vocación no es solo mía"


Juan Manuel febles y Cecilio Arturo Molina, dos amigos de El Seybo (Republica Dominicana) que ya forman parte de la Orden de Predicadores. La vocación de ambos ha estado marcada, en buena parte, por el dominico español Miguel Ángel Gullón.
En conversación con Vida Nueva, relata cómo empezó todo para él: "Mi familia es la artífice de mi vocación. De mi infancia recuerdo la ternura con que mis padres me cuidaban y, sobre todo, el ejemplo de sacrificio y tesón en el trabajo, en la vida de cada día, para que mi hermana y yo pudiésemos tener lo que necesitábamos. La vivencia de la fe, el descubrimiento de Dios, fueron de la mano".

Y cruzó el océano

También insiste en que "debo mucho a los frailes, algunos descansando junto a Dios quienes nos formaron primero como personas. Sin prisas, pero al paso, nos ayudaron a descubrir nuestro lugar en el mundo". Tras concluir el Noviciado
Y encarnar su vivencia en la Comunidad de Babilafuente, dio a luz a su sueño: "Cruzar el Océano".
"Republica Dominicana-concluye-ha acrisolado mi vocación. Más fuerte  unas veces y más débil otras, pero sabiendo de la mirada de Dios y del espíritu de la Familia Dominicana, que la fortalecen siempre. Siento que mi vocación no es solo mía, que se la debo a muchas personas. Y que voy encontrando mi lugar donde vivo ahora, echando raíces de donde tomo la fuerza que necesito para acompañar a los demás. La familia Dominicana y las personas  más sencillas acrecientan mi fe".

Flores de anuncio

Por lo mismo, destaca la "alegría" que siente al "acompañar a Cecilio y Juan Manuel, vocaciones de nuestra misión, semillas que van germinando en flores de anuncio de la dignidad para nuestra provincia de El Seybo, donde se dan violaciones sistemáticas a los derechos humanos por parte de las azucareras Central Romana y Grupo Vicini. Ellos nos animan a seguir en la lucha por un mundo más justo y fraterno, buscando la felicidad dentro de sí mismos para compartir con los preferidos de Jesús".

domingo, 27 de octubre de 2019

ÁNGELUS DEL PAPA FRANCISCO

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

La misa celebrada esta mañana en San Pedro concluyó la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para la Región Pan-Amazónica. La primera lectura, del Libro de Sirach, nos recordó el punto de partida de este viaje: la invocación de los pobres, que "cruzan las nubes", porque "Dios escucha la oración de los oprimidos" ( Sir 35: 21.16). El grito de los pobres, junto con el de la tierra, nos llegó desde el Amazonas. Después de estas tres semanas, no podemos pretender no haberlo escuchado. Las voces de los pobres, junto con las de muchos otros dentro y fuera de la Asamblea del Sínodo (pastores, jóvenes, científicos) nos instan a no permanecer indiferentes. A menudo hemos escuchado la frase "más tarde es demasiado tarde": esta oración no puede seguir siendo un eslogan.

¿Qué fue el sínodo? Fue, como dice la palabra, un paseo juntos , consolado por el coraje y los consuelos que provienen del Señor. Caminamos mirándonos a los ojos y escuchándonos sinceramente, sin ocultar las dificultades, experimentando la belleza de avanzar juntos para servir. El apóstol Pablo nos estimula en esta segunda lectura de hoy: en un momento dramático para él, mientras sabe que "está a punto de ser pagado en la oferta, es decir, ejecutado, y que ha llegado el momento de abandonar esta vida" (ver 2 Tm4,6), escribe, en ese momento: "El Señor estaba cerca de mí y me dio fuerzas para que yo pudiera completar la proclamación del Evangelio y todas las naciones lo escucharan" (v. 17). Aquí está el último deseo de Pablo: no algo para sí mismo o para algunos, sino para el Evangelio, para que pueda ser anunciado a todos los pueblos. Esto viene primero y cuenta sobre todo. Cada uno de nosotros nos habremos preguntado muchas veces qué hacer bien por nuestras vidas; hoy es el momento; preguntémonos: "Yo, ¿qué puedo hacer bien por el Evangelio?"

Nos preguntamos en el Sínodo, ansiosos por abrir nuevos caminos para la proclamación del Evangelio. Solo se anuncia lo que se vive. Y para vivir de Jesús, para vivir del Evangelio debemos salir de nosotros mismos. Luego nos sentimos alentados a despegar, a dejar las cómodas costas de nuestros puertos seguros para adentrarnos en las aguas: no en las aguas pantanosas de las ideologías, sino en el mar abierto donde el Espíritu nos invita a tirar las redes.

Para el viaje por venir, invoquemos a la Virgen María, venerada y amada como Reina del Amazonas. No llegó a conquistar, sino a "inculturarse": con el humilde valor de su madre, se convirtió en la protectora de sus hijos, en la defensa de los oprimidos. Siempre yendo a la cultura de los pueblos. No hay una cultura estándar, no hay una cultura pura que purifique a los demás; está el Evangelio, puro, que está inculturado. A ella, que cuidaba de Jesús en la pobre casa de Nazaret, le confiamos a los niños más pobres y nuestro hogar común.

Después del angelus

Queridos hermanos y hermanas:

Dirijo un pensamiento especial al querido pueblo libanés, en particular a los jóvenes, que en los últimos días han hecho oír sus gritos frente a los desafíos y problemas sociales, morales y económicos del país. Insto a todos a buscar las soluciones correctas en el camino del diálogo, y rezo a la Virgen María, Reina del Líbano, para que, con el apoyo de la comunidad internacional, ese país continúe siendo un espacio de convivencia pacífica y respeto por la dignidad y la libertad de todos. persona, en beneficio de toda la región del Medio Oriente, que sufre tanto.

Los saludo cariñosamente a todos, a los peregrinos italianos y a los de varios países, especialmente a los de Sao Paulo, Brasil y Polonia, así como al grupo Céntro Académico Romano Fundación de España.

Saludo a los Apóstoles del Sagrado Corazón, que recuerdan el centenario de su fundación; la comunidad siro-malabar de la diócesis de Patti; y los seminaristas de la diócesis de Reggio Emilia-Guastalla, que esta mañana sirvieron misa en la basílica. Y también veo que hay candidatos para la confirmación de Galimignano: ¡los saludo!

Este es el último domingo de octubre, un mes misionero, que este año tuvo un carácter extraordinario, y también es el mes del Rosario. Renuevo la invitación para rezar el Rosario por la misión de la Iglesia hoy, especialmente por los misioneros y misioneros que enfrentan mayores dificultades. Y al mismo tiempo seguimos rezando el Rosario por la paz. El Evangelio y la paz caminan juntos.

Les deseo a todos un feliz domingo. Por favor no olvides rezar por mí. ¡Buen almuerzo y adiós!

viernes, 25 de octubre de 2019

Una alternativa a Halloween para jóvenes de 15 a 29 años: Nuevo Horizonte, del 31-O a 3 de noviembre

"¿Estás listo para lo inesperado?", dice el lema del encuentro Nuevo Horizonte. Se trata de unas jornadas acogedoras de música, amistad y oración, del jueves 31 de octubre al 3 de noviembre, para jóvenes de 15 a 29 años, incluyendo jóvenes que se consideren poco o nada religiosos, aquellos que se han ido alejando de la iglesia por mil motivos o los que dicen que "algo creo, pero a mi manera".

Se espera que aproximadamente un centenar de jóvenes, o más, participen en este intenso encuentro en el Colegio-Seminario de Rozas de Puerto Real, en la montaña, a 86 kilómetros de Madrid. La inscripción cuesta 95 euros para los que se alojen en sacos de dormir (en las aulas del colegio) y 120 para los que se alojen en cama.
Organiza el encuentro el Ministerio de Jóvenes de la Renovación Carismática Católica, en el que participan jóvenes de toda España.

"A diferencia de otros encuentros para jóvenes, en esta cita buscamos facilitar un ambiente en el que también los jóvenes que se han alejado de la fe o de la Iglesia se sientan en casa", explica la organización. Esperan que muchos jóvenes "que viven una fe heredada o entienden la religión más como una carga que como algo liberador, puedan encontrarse con un Dios vivo y que actúa con poder hoy".
Como en otros encuentros similares, abundará la música en directo, las actividades desenfadadas y las largas noches con espacios para hablar en profundidad, en la que los jóvenes pueden hablar con sus iguales de sus inquietudes, o bien buscar algún sacerdote para profundizar si así lo desean. Es una gran ocasión para hacer amistades intensas con jóvenes de toda España y también para dar pasos de oración y de exploración de la fe.

Domingo XXX (Ciclo C) del tiempo ordinario

 Evangelio (Lc 18,9-14): En aquel tiempo, a algunos que se tenían por justos y despreciaban a los demás, Jesús les dijo esta parábola: «Dos hombres subieron al templo a orar; uno fariseo, otro publicano.

»El fariseo, de pie, oraba en su interior de esta manera: ‘¡Oh Dios! Te doy gracias porque no soy como los demás hombres, rapaces, injustos, adúlteros, ni tampoco como este publicano. Ayuno dos veces por semana, doy el diezmo de todas mis ganancias’.

»En cambio el publicano, manteniéndose a distancia, no se atrevía ni a alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: ‘¡Oh Dios! ¡Ten compasión de mí, que soy pecador!’. Os digo que éste bajó a su casa justificado y aquél no. Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado».
PALABRA DE DIOS

COMPARTIMOS:

Hoy leemos con atención y novedad el Evangelio de san Lucas. Una parábola dirigida a nuestros corazones. Unas palabras de vida para desvelar nuestra autenticidad humana y cristiana, que se fundamenta en la humildad de sabernos pecadores («¡Oh Dios! ¡Ten compasión de mí, que soy pecador!»: Lc 18,13), y en la misericordia y bondad de nuestro Dios («Todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado»: Lc 18,14).

La autenticidad es, ¡hoy más que nunca!, una necesidad para descubrirnos a nosotros mismos y resaltar la realidad liberadora de Dios en nuestras vidas y en nuestra sociedad. Es la actitud adecuada para que la Verdad de nuestra fe llegue, con toda su fuerza, al hombre y a la mujer de ahora. Tres ejes vertebran a esta autenticidad evangélica: la firmeza, el amor y la sensatez (cf. 2Tim 1,7).

La firmeza, para conocer la Palabra de Dios y mantenerla en nuestras vidas, a pesar de las dificultades. Especialmente en nuestros días, hay que poner atención en este punto, porque hay mucho auto-engaño en el ambiente que nos rodea. San Vicente de Lerins nos advertía: «Apenas comienza a extenderse la podredumbre de un nuevo error y éste, para justificarse, se apodera de algunos versículos de la Escritura, que además interpreta con falsedad y fraude».

El amor, para mirar con ojos de ternura —es decir, con la mirada de Dios— a la persona o al acontecimiento que tenemos delante. San Juan Pablo II nos anima a «promover una espiritualidad de la comunión», que —entre otras cosas— significa «una mirada del corazón sobre todo hacia el misterio de la Trinidad que habita en nosotros, y cuya luz ha de ser reconocida también en el rostro de los hermanos que están a nuestro lado».

Y, finalmente, sensatez, para transmitir esta Verdad con el lenguaje de hoy, encarnando realmente la Palabra de Dios en nuestra vida: «Creerán a nuestras obras más que a cualquier otro discurso» (San Juan Crisóstomo).

miércoles, 23 de octubre de 2019

Presentación de “El Libro de la oración de María de Santo Domingo”

En el marco del Congreso “En torno a las Místicas: textualidad, teatralidad, espiritualidad” que se ha llevado a cabo en O_LUMEN del 15 al 17 de octubre de 2019, se ha presentado un texto del mayor interés para la historia de la espiritualidad y que enriquece el patrimonio cultural de la Familia Dominica: El Libro de la oración de María de Santo Domingo, edición y estudio introductorio de la profesora de la Universidad Complutense de Madrid Rebeca Sanmartín y de María Victoria Curto, en la editorial de prestigio internacional Iberoameicana-Vervuert. Rebeca Sanmartín ya había publicado anteriormente las “Revelaciones” de la beata de Piedrahita y otros estudios científicos sobre esta mujer que tuvo gran popularidad en el primer cuarto del siglo XVI, resaltando sus valores literarios, históricos y espirituales. En esta ocasión, el estudio introductorio no sólo presenta a la beata en su contexto histórico, sino que profundiza en el estudio filológico y literario del Libro de Oración y especialmente en su lenguaje musical.

  En la presentación intervinieron, además de las autoras, la catedrática de Historia Medieval de la Universidad Carlos III de Madrid, María Jesús Fuente Pérez, y el dominico Javier Carballo, presidente de la Facultad de Teología “San Esteban” de Salamanca y director de O_LUMEN, y autor del prólogo. La profesora Fuente Pérez resaltó el interés y calidad de los estudios de las investigadoras, clave para entender y contextualizar El Libro de Oración, y resaltó la importancia histórica de la figura de la terciaria dominica y posteriormente monja dominica de clausura, así como las numerosas cuestiones que siguen abiertas respecto a su vida y actuaciones. Javier Carballo insistió en que este texto no sólo contribuye a resaltar el valor de esta mística dominica y su lugar en la historia de la espiritualidad, sino que abre una nueva etapa en su interpretación, superando las concepciones anteriores que la veían simplemente como una mujer manipulada y utilizada por los clérigos en sus luchas internas, sino resaltando su personalidad propia y su aportación espiritual específica y original. Por otro lado, subrayó la finalidad pedagógica de esta literatura como iniciación a la contemplación, que tiene que ver con una mirada atenta y orientada, unificada y amorosa, a Jesucristo y a la humanidad, situando la mirada contemplativa no sólo en el contexto de los frailes y monjas sino en el ámbito de los seglares y de lo cotidiano.   

  No cabe duda que esta publicación, fruto de un minucioso trabajo riguroso y científico de las profesoras Rebeca Sanmartín y Victoria Curto, es una gran aportación para la Familia Dominicana, ayudándonos a conocer mejor nuestra propia tradición. Igualmente contribuye a impulsar el estudio de calidad para sacar a la luz el patrimonio místico de tantas mujeres, dominicas y de otras familias religiosas, todavía por descubrir. Sin duda, estamos ante una edición referente imprescindible no sólo para la historia de la espiritualidad y para la teología espiritual, sino también para la filología y literatura españolas.

martes, 22 de octubre de 2019

Con un borrador del documento final sobre la mesa, continúa la escucha en el Sínodo

Los más de 180 obispos provenientes de los cinco continentes y reunidos en el Vaticano para discutir sobre los retos de la evangelización en la Amazonía y los desafíos de la ecología integral han presentado este lunes 21 de octubre, primer día de la tercera y última semana de la asamblea sinodal, un borrador del documento final. Pero el Vaticano ha dejado claro que el proceso de escucha continúa

Los más de 180 obispos provenientes de los cinco continentes y reunidos en el Vaticano para discutir sobre los retos de la evangelización en la Amazonía y los desafíos de la ecología integral presentaron el lunes 21 de octubre, comienzo de la tercera y última semana de la asamblea sinodal, un borrador del documento final, pero el Vaticano ha dejado claro que el proceso de escucha continúa.

«Hoy se presentó el borrador de lo que será el documento final del Sínodo, pero el proceso de escucha aún no ha terminado, este proceso continúa», declaró ante la prensa el prefecto del dicasterio para la Comunicación del Vaticano, Paolo Ruffini. El documento final será votado el sábado por los padres sinodales y recogerá el sentir de todas las opiniones de los más de 280 participantes entre obispos, líderes indígenas, científicos, expertos y ecologistas.

Según ha puesto de manifiesto el cardenal Christoph Schönborn, de Austria, el documento final pondrá el acento en «la búsqueda de nuevos caminos para la Iglesia en la Amazonía», si bien no ha aclarado si estos caminos pasan por la ordenación de los viri probati, ancianos casados, una posibilidad que sí se contemplaban en el instrumentum laboris, el documento que ha guiado los trabajos del Sínodo.

Apuesta por los diáconos permanentes

«El diaconado permanente existe en la Iglesia desde hace tiempo, es muy útil para la vida de la Iglesia», apuntó el cardenal. «Es una de las propuestas para esta zona del mundo, para ayudar a la pastoral en este inmenso territorio. El tema ministerial es importante en este Sínodo, forma parte de los nuevos caminos. El papel de las mujeres en nuestras comunidades, junto al de los ministros instituidos y los ministros ordenados, es ciertamente un tema del que se discute en el Sínodo. Veamos cuáles serán finalmente las propuestas que se presentarán al Santo Padre».

Al terminar la rueda de prensa, en un encuentro con periodistas, abundó en esta cuestión. «He sugerido –no doy lecciones a la Amazonía– que antes de pensar en viri probatipresbíteros hagan la experiencia de viri probatidiáconos» permanentes, a modo de «laboratorio para ver lo que significa tener familia, vida profesional y una implicación intensa, sacramental, en la Iglesia».

Sobre la falta de vocaciones, durante la rueda de prensa el cardenal austriaco centró más bien su atención en la distribución del clero. «Europa tiene ciertamente una sobreabundancia». Por ejemplo, recordó que hay 1.200 sacerdotes colombianos trabajando en Estados Unidos, Canadá y Europa. «Agradecemos la ayuda de presbíteros de otros países, pero al mismo tiempo se plantea una cuestión de justicia» respecto a otras regiones.

«El Papa quiere dar voz a estos pueblos»

Respecto a las críticas al Pontífice que ha suscitado la convocatoria de esta cita eclesial, Schönborn ha aclarado que las «críticas no siempre son cualificadas». En todo caso, considera que «ser Papa es también eso, recibir las críticas es parte de su ser y misión».

A este respecto, declaró que el Papa «busca dar voz a estos pueblos amazónicos, dar voz a aquellos que son olvidados por la política de este mundo». «Tenemos el gran desafío de la evangelización de estas poblaciones», añadió. El purpurado austriaco señaló que del Sínodo ha aprendido a «dar atención a aquellos que no tienen voz, a los pueblos indígenas». «En este Sínodo he aprendido mucho sobre las comunidades indígenas que viven amenazadas desde hace 500 años. Sobre todo la amenaza de la extinción», añadió.

Para Schönborn, la cuestión amazónica «se debe discutir en diversos niveles, sobre todo si se habla de su desarrollo y progreso, no solo a nivel político». «Este Sínodo es para dar voz a esta región muy importante para el mundo. No debemos administrar la Amazonía, sino ver cuál es nuestra aportación a la Amazonía», argumentó.

Una solución a la extracción minera

Por su parte, el sacerdote brasileño Dario Bossi, que centró su reflexión en el abuso de las empresas extractivistas en esta región, dijo que es «urgente poner una alternativa de solución a la extracción minera sobre todo en la Amazonía». Tras considerar que «la extracción minera es un mal común en la Amazonía», explicó que «existen empresas mineras que extraen minerales causando la tala de árboles, contaminación de los ríos y tierras, y causando graves consecuencias para sus pobladores».

«El extractivisno no tiene nada de sostenible ni permanente. Las comunidades se están organizando para reclamar sus derechos a nivel de la ONU. La respuesta de la Amazonía está en sus comunidades», subrayó. Por eso defendió que hay en marcha una reflexión «sobre el uso del oro no solo en la Iglesia, sino también en la sociedad». «El oro representa la riqueza, el control del consumo podría ayudar a evitar las consecuencias de la extracción», dijo.

Por otro lado, la líder indígena Marcivana Rodrigues, del pueblo étnico sateré mawé, una de las 35 mujeres que participan en el Sínodo, ha explicado que ha traído al Sínodo «el problema de la urbanización en la Amazonía». Así, incidió en que la pastoral indígena «trabaja en el campo y la ciudad, pero no reciben ninguna ayuda del Gobierno y de las instituciones, solo la ayuda de las comunidades». De este modo, hizo hincapié en que «la pastoral indígena llega donde los servicios públicos no llegan» y concluyó que «la espiritualidad del pueblo étnico sateré mawé se centra en la tierra». «Queremos que el grito que viene de la tierra sea escuchado, este grito no viene solo de mi pueblo, que se respete la madre tierra», enfatizó.

domingo, 20 de octubre de 2019

La Feria de la Fe, la alegría de vivir en Cristo

Más de diez mil personas han pasado a lo largo de toda la jornada por la Feria de la Fe, organizada por la Diócesis de Jaén como clausura al Año de la Misión diocesana.

La mañana comenzaba con una oración en el pabellón semicubierto de IFEJA. Los cientos de personas congregadas a esa hora eran el presagio de que la convocatoria hecha por el Obispo de Jaén, Don Amadeo Rodríguez Magro, iba a tener una muy buena respuesta. La Virgen de la Cabeza y el Santo Rostro encabezaban la procesión de entrada a la que seguían medio centenar de sacerdotes y el Obispo diocesano. Ese ha sido el comienzo de una jornada en la que más de 500 voluntarios, 50 stands y la acción del Espíritu Santo se ha derramado por doquier en todos los rincones de la Institución Ferial.

Al término, el Prelado ha acogido a las autoridades locales y provinciales, entre ellas, el Presidente de la Diputación, el Alcalde de Jaén y la Subdelegada del Gobierno en la provincia, quienes han conocidos, guiados por Don Amadeo, algunos stands.

Todas las realidades de la Iglesia que peregrina en esta tierra de olivares han estado presentes en esta Feria de la Fe, que ha pretendido ser un escaparate de como late el corazón del pueblo cristiano.

Como si de un pueblo se tratara, las distintas Delegaciones, Secretariados y Servicios de la Iglesia estaban divididos en distintos barrios y zonas: a lo largo de su recorrido, los visitantes han descubierto cómo es el día a día de la Iglesia. Stands de instituciones tan conocidas como Cáritas o Manos Unidas y otras de nueva creación por el Obispo, Don Amadeo, como “La Parroquia Misionera”, “El Catecumenado”, o “la Pastoral de la Discapacidad”, así como las Delegaciones como Catequesis, Enseñanza, Juventud, Infancia y Adolescencia o Familia.

DSC_0668Ha habido momentos para el encuentro con el Señor en dos oratorios con adoración perpetua al Santísimo. Muchos han aprovechado la Feria para reconciliarse con Cristo y con los hermanos en el Sacramento del Perdón. Y la música en directo ha estado presente durante toda la jornada con cantautores y grupos católicos.

Desde todos los puntos geografía de la provincia han llegado autobuses. Aunque la finalidad última de esta Feria no era llegar solo a los cristianos, sino a toda la sociedad. Mostrar la alegría del Evangelio, del mensaje salvífico de Cristo a todos los jiennenses.

El Obispo ha hecho un largo recorrido por todos los stands. Haciéndose fotos con todos los que se lo pedían. Ha bailado con los miembros de del Secretariado de Familia y Vida, ha asistido a trucos de magia, ha cogido el romero que le ofrecían desde el Servicio de Santuarios… El Pastor diocesano ha sido un peregrino más por el recorrido de ese pueblo creyente que hoy se asentaba en IFEJA.

Una multitudinaria Eucaristía ha sido la conclusión de una gran fiesta. De la fiesta de la alegría de la fe. En el fin de semana del DOMUND, el Obispo ha recordado que ahora comienza la Misión permanente de cada uno de los creyentes, de las parroquias y las comunidades, desde su día a día. El envío misionero de todos los congregados ha sido el fin de un año de siembra de semillas de misión, que dará los frutos del Evangelio.

ÁNGELUS DEL PAPA FRANCISCO


 Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!


La segunda lectura de la liturgia de hoy nos propone la exhortación que el apóstol Pablo dirige a su fiel colaborador Timoteo: " Anuncia la Palabra , insiste en el momento oportuno y no oportuno, amonesta, reprocha, exhorta con toda magnanimidad y enseñanza" ( 2Tm 4,2). El tono es sincero: Timothy debe sentirse responsable del anuncio de la Palabra.

El Día Mundial de las Misiones , que se celebra hoy, es una buena oportunidad para que todos los bautizados toma conciencia viva más de la necesidad de cooperar anuncio de la Palabra, el anuncio del Reino de Dios a través de un compromiso renovado. El Papa Benedicto XV , hace cien años, para dar un nuevo impulso a la responsabilidad misionera de toda la Iglesia promulgó la Carta Apostólica Máxima ilusión . Sintió la necesidad de mejorar evangélicamente la misión en el mundo, para que pudiera ser purificada de cualquier incrustación colonial y libre del condicionamiento de las políticas expansionistas de las naciones europeas.

En el contexto cambiante de hoy, el mensaje de Benedicto XV sigue siendo relevante y nos anima a superar la tentación de cualquier cierre autorreferencial y cualquier forma de pesimismo pastoral, para abrirnos a la alegre novedad del Evangelio. En nuestro tiempo, marcado por una globalización que debería ser solidaria y respetuosa de la particularidad de los pueblos, y en cambio todavía sufre de homologación y los viejos conflictos de poder que alimentan las guerras y arruinan el planeta, los creyentes están llamados a llevar a todas partes, con nuevos ímpetu, la buena noticia de que la misericordia vence al pecado en Jesús, la esperanza vence al miedo, la fraternidad vence a la hostilidad. Cristo es nuestra paz y en él se supera toda división, solo en él está la salvación de cada hombre y de cada pueblo.

Para vivir plenamente la misión hay una condición indispensable: la oración , una oración ferviente e incesante, según la enseñanza de Jesús proclamada también en el Evangelio de hoy, en la que cuenta una parábola «sobre la necesidad de orar siempre, sin cansarse. nunca "( Lc 18, 1 ). La oración es el primer apoyo del pueblo de Dios para los misioneros, lleno de afecto y gratitud por su difícil tarea de anunciar y dar la luz y la gracia del Evangelio a quienes aún no lo han recibido. También es una buena oportunidad hoy para preguntarnos: ¿oro por los misioneros? ¿Ruego por los que llegan lejos para traer la Palabra de Dios con un testigo? Pensar en ello.

María, Madre de todos los pueblos, acompaña y protege a los misioneros del Evangelio todos los días.

Después del Ángelus

Queridos hermanos y hermanas :

ayer, en Crema, el mártir Don Alfredo Cremonesi, sacerdote misionero del Instituto Pontificio para las Misiones Extranjeras, fue proclamado Beato. Asesinado en Birmania en 1953, fue un incansable apóstol de la paz y un celoso testigo del Evangelio, hasta el derramamiento de sangre. Su ejemplo nos insta a ser trabajadores valientes y misioneros valientes en todos los entornos; Su intercesión apoya a aquellos que luchan hoy para sembrar el Evangelio en el mundo. ¡Todos aplaudimos al Beato Alfredo juntos!

Y ahora les doy una cordial bienvenida a todos ustedes, peregrinos de Italia y de varios países. En particular, saludo y bendigo con cariño a la comunidad peruana de Roma, reunida aquí con la venerada Imagen del Señor de los Milagros : ¡conserve siempre la fe y las tradiciones de su pueblo! -; las Hermanas Enfermeras de Nuestra Señora de los Dolores que celebraron su Capítulo General; Los participantes en la marcha "Seamos humanos", que en los últimos meses ha viajado a ciudades y territorios de Italia para promover una confrontación constructiva sobre temas de inclusión y aceptación. ¡Gracias por esta gran iniciativa!

Dirijo un pensamiento especial a los muchachos de Catholic Action, que vinieron con sus educadores de todas las diócesis italianas, con motivo del 50 aniversario de la ACR. Queridos niños y niñas, ustedes son protagonistas en la evangelización, especialmente entre sus compañeros. La Iglesia tiene confianza en ti; ¡adelante con alegría y generosidad!

Les deseo a todos un buen domingo. Por favor no olvides rezar por mí. Buen almuerzo y adios.

sábado, 19 de octubre de 2019

EL ROSARIO DIGITAL

Apartir de ahora rezar va a estar en tu mano y nunca mejor dicho. El Vaticano ha lanzado mundialmente ‘Click to Pray eRosary’ (Haz click para rezar con eRosary), una suerte de gadget «portátil interactivo, inteligente que sirve como herramienta para aprender a rezar el rosario por la paz en el mundo».

Al colocárselo de pulsera, se activa en el momento de hacer la señal de la cruz y se sincroniza con una aplicación gratuita del mismo nombre. Dentro de la app hay una audioguía, imágenes exclusivas y contenido personalizado sobre la oración del rosario.

El eRosary pretende atraer a los más jóvenes a «rezar el rosario por la paz y contemplar el Evangelio». Según el Vaticano han pretendido reunir lo mejor de la «Tradición espiritual de la Iglesia y los últimos avances del mundo tecnológico».

El proyecto ‘Click To Pray eRosary’ es una iniciativa de la Red Mundial de Oración del Papa, una obra pontificia con la misión de movilizar a los católicos a través de la oración y la acción, frente a los desafíos que enfrenta la humanidad y la misión de la Iglesia.

Físicamente, el dispositivo consta de diez cuentas del rosario consecutivas, fabricadas con hematita y ágata negra, y de una cruz inteligente que almacena todos los datos tecnológicos conectados a la aplicación.

Cuando se activa, el usuario tiene la posibilidad de elegir entre rezar el rosario estándar (tradicional), un rosario contemplativo y diferentes tipos de rosarios temáticos que se actualizarán cada año. Una vez que el usuario comienza a rezar, el rosario inteligente muestra su progresión a medida que avanza sobre los diferentes misterios y lleva un registro de cada rosario rezado.

El dispositivo está disponible a la venta por 99 euros en varias páginas asociadas y en Amazon. En esta plataforma está dentro de los productos de Deporte y Ocio y también en Caza (deporte y tiempo libre).

Pesa 299 gramos y viene en un único color, negro. Asociado al eRosary viene la funcionalidad de conteo de pasos y consumo de calorías. Las funciones de conteo de pasos, consumo de calorías y el registro de viajes realizados a pie, monitorean los hábitos diarios del usuario y fomentan una vida más saludable.

Fue guardia suizo y reza a diario con un Rosario que utilizaba Juan Pablo II: «Haz buen uso de él»

El profesor Mario Enzler enseña Economía en la Busch School of Business de la Catholic University of America (UCA), con sede en Washington, D.C. Además de ser músico, trabajó durante años en la banca de inversión. Sin embargo, el periodo que realmente marcó su vida fue el que pasó en la Guardia Suiza y sobre todo un momento y un regalo muy especial que recibió de San Juan Pablo II. Lo cuenta él mismo en su blog , tal como recoge Cari Filii News: 

Mi arma más poderosa

En el calendario litúrgico, el 7 de octubre es la Fiesta de Nuestra Señora del Rosario. Esta fiesta celebra la victoria naval de la flota de la Liga Santa en Lepanto que en 1571 salvó la civilización cristiana de la derrota ante el Imperio Otomano.

El Papa San Pío V conocía bien la tremenda importancia de resistir la expansión agresiva de los turcos y las seguras consecuencias de una derrota a sus manos. La batalla era espiritual y la existencia del Occidente cristiano estaba en juego, así que el Santo Padre llamó a los fieles de la católica Europa a unirse a él para rezar el Rosario pidiendo la victoria de la Liga Santa, dividida internamente por celos y rivalidades y mucho menos numerosa que los invasores. La posterior victoria cristiana, obtenida por la valiente lucha de los hombres y la poderosa intercesión de Nuestra Señora, invocada por los cristianos de Europa, es un hecho histórico bien conocido.

Es muy significativo que los cristianos acudiesen a la batalla bajo una bandera con la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, enarbolada por el sobrino-nieto del almirante Andrea Doria. La Madre de Dios se había aparecido en México cuarenta años antes y una reproducción de su imagen milagrosa se conservaba en la catedral de Génova, uno de los estados miembros de la Liga Santa. Este hecho, menos conocido, me lo contó un fraile agustino ya fallecido que trabajaba en la habitación contigua al magnífico mural de la Batalla de Lepanto en la Sala Regia del Vaticano.

Sirviendo en la Guardia Suiza pasé muchas horas contemplando ese mural, encargado por el Papa y pintado por Giorgio Vasari en conmemoración de la batalla. Muchas veces me encontré allí rezando el Santo Rosario (aunque fuese "a cachos": la Santísima Madre de Dios habrá sabido bien cómo juntarlos) con el rosario que el Papa San Juan Pablo II me dio una tarde que caminaba en solitario por la Loggia, algo inusual porque normalmente había alguien con él.

Cuando se acercó a mi posición, antes de cuadrarme me di cuenta de que llevaba el rosario en la mano. Debí quedarme mirándolo, porque el Santo Padre pasó primero por delante de mí sin reparar en mi presencia, y luego, repentinamente… ¡me lo encontré delante de mí! Me miró intensamente con sus profundos ojos azules y dijo: “Mario, el rosario es mi oración favorita, maravillosa por su simplicidad y profundidad. Toma este rosario y haz buen uso de él”.

Aquel día decidí que también sería soldado de Nuestra Señora, y me he asegurado de llevar siempre conmigo aquel rosario.

No he olvidado esa decisión, y hoy, muchos años después, cuando cada mañana conduzco por la Avenida New Hampshire de Washington camino de mi despacho en la Busch School of Business and Economics en la Universidad Católica de América, aprovecho para rezar mi rosario diario.

La pasada semana, cuando estaba parado en un semáforo en rojo, alcé la mano con el rosario en ella para coger algo. ¡Para mi sorpresa, por el rabillo del ojo capté la mirada de otro “soldado” de Nuestra Señora! Un hombre típicamente vestido como un hombre de negocios, a los mandos de un coche caro, me miró, levantó la mano también con el rosario y me hizo el signo de levantar el pulgar.

 "Revelación a San Pío V de la victoria de la Santa Liga en Lepanto", cuadro atribuido a Juan de Toledo (1611-1665). Se conserva en el Museo Naval de Madrid.

Por inspiración divina, el Papa San Pío V supo mientras rezaba el rosario, mucho antes de que llegase la noticia a Roma –y así lo anunció desde la iglesia de Santa Sabina, en la colina del Aventino en Roma-, que en el golfo de Patras, al oeste de Grecia, la Cruz había triunfado. Hoy también necesitamos un triunfo de la Cruz en nuestras familias, en nuestros lugares de trabajo y en nuestra sociedad.

Queridos amigos, el arma de paz más poderosa que tenemos los laicos, que somos llamados a santificar el mundo entero –empezando por ser santos y luego moldeando nuestras obras a la luz de nuestra fe, de forma que la fe anime cada momento del día- es el Santo Rosario. No os avergoncéis, sed soldados de Nuestra Señora por Cristo en la Iglesia. Rezadlo a menudo; rezadlo con devoción; rezadlo bien.

Domingo XXIX (Ciclo C) del tiempo ordinario

Evangelio (Lc 18,1-8): En aquel tiempo, Jesús les decía una parábola para inculcarles que es preciso orar siempre sin desfallecer. «Había un juez en una ciudad, que ni temía a Dios ni respetaba a los hombres. Había en aquella ciudad una viuda que, acudiendo a él, le dijo: ‘¡Hazme justicia contra mi adversario!’. Durante mucho tiempo no quiso, pero después se dijo a sí mismo: ‘Aunque no temo a Dios ni respeto a los hombres, como esta viuda me causa molestias, le voy a hacer justicia para que no venga continuamente a importunarme’».

Dijo, pues, el Señor: «Oíd lo que dice el juez injusto; y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que están clamando a él día y noche, y les hace esperar? Os digo que les hará justicia pronto. Pero, cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará la fe sobre la tierra?».
PALABRA DE DIOS

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Hoy, Jesús nos recuerda que «es preciso orar siempre sin desfallecer» (Lc 18,1). Enseña con sus obras y con las palabras. San Lucas se nos presenta como el evangelista de la oración de Jesús. Efectivamente, en algunas de las escenas de la vida del Señor, que los autores inspirados de la Escritura Santa nos transmiten, es únicamente Lucas quien nos lo muestra rezando.

En el Bautismo en el Jordán, en la elección de los Doce y en la Transfiguración. Cuando un discípulo le pidió «Señor, enséñanos a orar» (Lc 11,1), de sus labios salió el Padrenuestro. Cuando anuncia las negaciones a Pedro: «Yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca» (Lc 22,32). En la crucifixión: «Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen» (Lc 23,34). Cuando muere en la Cruz: «Padre, en tus manos pongo mi espíritu», del Salmo 31. El Señor mismo es modelo de la oración de petición, especialmente en Getsemaní, según la descripción de todos los evangelistas.

—Puedo ir concretando cómo elevaré el corazón a Dios en las distintas actividades, porque no es lo mismo hacer un trabajo intelectual que manual; estar en la iglesia que en el campo de deportes o en casa; conducir por la ciudad que por la autopista; no es lo mismo la oración de petición que el agradecimiento; o la adoración que pedir perdón; de buena mañana que cuando llevamos todo el cansancio del día. San Josemaría Escrivá nos da una receta para la oración de petición: «Más consigue aquel que importuna más de cerca... Por tanto, acércate a Dios: esfuérzate por ser santo».

Santa María es modelo de oración, también de petición. En Caná de Galilea es capaz de avanzar la hora de Jesús, la hora de los milagros, con su petición, llena de amor por aquellos esposos y llena de confianza en su Hijo.

viernes, 18 de octubre de 2019

Dinero móvil en crecimiento

Kenia, Costa de Marfil, Senegal y Sudáfrica son los cuatros países que cuentan con las oportunidades más sólidas de crecimiento para el dinero móvil dentro de África, afirma el informe Las perspectivas de cambios en los operadores de telecomunicaciones: enfoque en los servicios financieros móviles (Les perspectives d’évolutions des opérateurs télécoms: focus sur les services financiers mobiles).
El documento ha sido realizado por Mazars, una empresa internacional de origen francés especializada en auditoría, contabilidad, fiscalidad y consultoría empresarial. En él se revela que estos cuatro países tienen el índice de pagos móviles más altos del continente.

El dinero móvil es una tecnología que permite a las personas recibir, conservar y usar dinero mediante su teléfono móvil. También se le suele conocer por monedero móvil o por el nombre de la plataforma específica. Hay más de 260 de estos por todo el mundo, aunque los más populares están en Asia, América Latina y África.

Un claro ejemplo es M-Pesa, una plataforma lanzada por Safaricom, la compañía telefónica más importante de Kenia en 2008. Según datos de la propia compañía, el 73% de la población adulta del país usaría este servicio y movería casi millón y medio de euros al mes. Transferencias de dinero, pago de servicios, de colegios o universidades, de restaurantes… con solo marcar un número de teléfono es ahora posible para miles de personas que normalmente no tienen acceso a servicios financieros. Un sistema que en África ha cambiado la forma de hacer negocios y genera nuevas iniciativas comerciales que se convierten en oportunidades económicas para los habitantes del país.

Igualmente, la petición y concesión de microcréditos está cada vez más ligada a estos servicios. Rapidez y facilidad favorecen la puesta en marcha de innovadoras iniciativas, muchas de ellas en manos de mujeres y jóvenes que son los principales usuarios de estos servicios en todo el continente.

El informe de Mazars deja claro que China ocupa el primer lugar en el mundo en el uso del dinero móvil. Kenia aparece en octava posición, justo detrás de Francia y un puesto por encima de España. Costa de Marfil está aparece en la décima y Senegal y Sudáfrica en la 14 y 15. Sorprende que estos países estén por encima de otros con mayor índice de desarrollo como México o India. Sin embargo, es Ghana el país donde más rápidamente crece el uso del dinero móvil.

Son muchos los factores que concurren en este fenómeno. Pero, quizás, entre todos ellos destaque la fuerte tasa de penetración de los teléfonos móviles en África subsahariana lo que hace posible el uso generalizado de los servicios de dinero móvil, particularmente en las zonas rurales, las más afectadas por la carencia de servicios financieros. También es digno de destacar el esfuerzo regulatorio realizado por muchos Estados para ordenar el sector y facilitar su funcionamiento, al mismo. Igualmente el enorme despliegue de las infraestructuras de telefonía móvil favorece este servicio.

El estudio también reconoce que la llegada de la tecnología 5G representará un salto cuántico en el mundo digital que colocará a las compañías de telecomunicaciones en el centro de los desarrollos futuros. «Con el lanzamiento de los datos 5G, se pueden generar, procesar y utilizar para crear valor en el servicio de los usuarios sin retraso apreciable». La velocidad a la que 5G hace que los datos sean viables abre la puerta a una revolución de las telecomunicaciones donde los servicios financieros móviles tienen un papel que desempeñar.

La tecnología 5G llega en el momento en que se constata que el pago a través de teléfono móvil todavía cuenta con una buena capacidad de crecimiento.

jueves, 17 de octubre de 2019

«La noche que pasé en la calle fue la peor de mi vida»

Con 30 años a Enrique no le faltaba nada. Había estudiado Empresariales y tenía montado un local de cata y venta de vinos, siguiendo la estela de su padre. Vivía en Madrid de sus ingresos y su negocio prosperaba. Pero probó la cocaína y empezó a consumirla sin medida. «Era compulsivo», admite. Su adicción acabó con su negocio, su familia, sus amigos, su autoestima y su capacidad de luchar. Se vio en la calle sin ningún lugar ni familiares o amigos a los que acudir. «Les defraudas tantas veces que llega un momento que hasta ellos te cierran las puertas». Han hecho falta años, la ayuda de Cáritas y mucha fuerza de voluntad, pero ya puede decir que ha recompuesto las piezas del puzle que la droga rompió en mil pedazos. Ahora su (nueva) vida ha cambiado otras vidas, como la de Rocío, una voluntaria de Cáritas Madrid que conoció en la casa de acogida y que también decidió dar un giro a su vida profesional y propuso a Enrique montar un puesto de arroces en pleno centro de Madrid

En los últimos años has pasado por una montaña rusa. ¿Qué recuerdos tienes?

Tengo un momento terrible. El de la noche que tuve que pasar en la calle porque no tenía ningún sitio al que acudir. Ha sido la peor noche de mi vida. Me fui con mi maleta a una estación de tren pensando que estaría abierta toda la noche, pero no se me olvidará cuando a la una de la mañana cerró. Ahora sé, por los compañeros que he tenido en el centro para personas sin hogar de Cáritas Madrid –CEDIA 24horas–, que hay que irse a las salas de espera de los hospitales.

¿Qué hiciste?

Fui a Cáritas de la parroquia y allí me orientaron. Al día siguiente ya tenía un espacio en CEDIA. Fue una etapa muy dura porque tenía un sitio para dormir por las noches, pero por el día daba tumbos por Madrid.

¿Cómo saliste de esa situación?

Gracias a los voluntarios de Cáritas, a la ópera, a la hostelería… a mi socia. Me comprometí a dejar la cocaína y pude empezar a ir por el día al Centro de Tratamiento de Adicciones de Cáritas. Eso me permitió pasar de CEDIA a la casa de acogida, que ya no era un recurso de emergencia, sino un hogar. Allí fueron determinantes los voluntarios. Quise reflejarme en ellos. Consiguieron que quisiera recuperarme. Ahora son grandes amigos.

Incluso socios…

Conocí a mi socia cocinando en la casa de acogida. Ella venía una vez por semana y yo coincidía con ella en la cocina. Nos dimos cuenta de que teníamos en común nuestro gusto por la música, sobre todo por la ópera, y gracias a eso empezamos a charlar, a ir a algún concierto… Al final hemos montado un negocio juntos de arroces en el Mercado de San Fernando, en Embajadores.

¿Por eso ahora eres voluntario?

Lo soy por una cuestión de reciprocidad. Y porque volviendo cada semana a la casa de acogida no se me olvida lo que me puede pasar si tengo una recaída.

¿Hubo alguna?

Sí, a los cinco meses de empezar el tratamiento. Pasé casi una semana por ahí, toqué fondo. Supe que, o hacía el tratamiento, o me iba al cementerio. Y decidí curarme. En la vida, a veces tienes que decidir si vas para arriba o para abajo.

¿Puedes dar un consejo a alguien en tu situación?

Si de verdad te lo propones, lo consigues. Es difícil, porque tienes que superar la adicción y adaptarte a muchas cosas nuevas. Yo siempre había hecho lo que había querido, pero tuve que aprender que, si quería recibir ayuda y curarme, tenía que seguir unas normas. Fue también una cura de humildad.

¿Cómo te ves en el futuro?

La vida te puede cambiar mucho en muy poco tiempo. En mi caso ha sido para mal y para bien. Cáritas tuvo que hacer un integral conmigo: me ayudó a superar mi adicción, pero también a restablecer mi vida. Con mis padres he recuperado la relación. De mis amistades, he recuperado solo las que me han interesado. En cuanto al futuro, ya no miro a largo plazo. Mejor a medio plazo, y me veo muy bien.

Marta Palacio Valdenebro. Comunicación Cáritas Madrid

miércoles, 16 de octubre de 2019

Arreglar al hombre

Un hombre sabio vivía preocupado con los muchos problemas que aquejaban a la humanidad. Pasaba los días en busca de respuestas para sus inquietudes sobre cómo mejorar el mundo. Una mañana, un hijo suyo de nueve años entró en su despacho y se ofreció a ayudarle a trabajar. El hombre, nervioso por la interrupción, pidió al niño que se fuera a otro sitio a jugar. Viendo que no lograba que se marchara, pensó en algo que pudiese mantenerle ocupado durante un rato. Vio una revista donde había un mapa del mundo, y con unas tijeras lo recortó en numerosos pedazos. Se lo entregó a su hijo, junto con un rollo de cinta adhesiva, y le dijo: "Como te gustan los rompecabezas, te voy a dar este mundo roto en pedazos, que es como está, para que lo recompongas tú solo, sin ayuda de nadie".

        Calculó que al pequeño le podría llevar varias horas rehacer aquel mapa, si es que llegaba a conseguirlo. Sin embargo, pasados unos minutos, escuchó la voz del niño: "Papá, ya lo he acabado". Al principio no se lo tomó en serio. Era imposible que, a su edad, hubiese logrado recomponer un mapa que apenas había visto antes. Levantó la vista con la certeza de que vería el trabajo propio de un niño. Pero, para su sorpresa, el mapa estaba perfecto. Todos los pedazos estaban en su debido lugar. ¿Cómo era posible que un niño hubiera podido hacerlo?

        Le dijo: "Hijo mío, tú no sabías cómo era el mundo, ¿cómo has logrado recomponerlo?". "Papá, yo no sabía cómo era el mundo, pero, cuando sacaste el mapa de la revista para recortarlo, vi que en la otra cara del papel estaba la figura de un hombre. Así que di la vuelta a los recortes y comencé a recomponer al hombre, que sí sabía cómo era. Cuando conseguí arreglar el hombre, di vuelta la hoja y había arreglado el mundo."

        Arreglar el hombre es arreglar el mundo. Por eso son tan necesarios los santos. Los santos son la salvación de la Iglesia, el verdadero honor de la cristiandad, el hilo de oro que atraviesa la historia de los hombres, el canal limpio por el que llega a nosotros el testimonio vivo de Dios. Los santos remueven a quienes tienen alrededor y les ponen de cara a su responsabilidad delante de Dios.

        Una tarde de noviembre de 1942, en Madrid, San Josemaría Escrivá acude al único centro de mujeres del Opus Dei que por entonces existe. Todo el Opus Dei femenino se reduce por entonces a diez chicas jóvenes. Se reúne con las tres que a esa hora están en la casa. Desdobla un papel y lo extiende sobre la mesa. Es como un cuadro, un esquema donde se exponen las diversas labores de apostolado que habrán de realizar en el mundo entero. Al tiempo que explica con viveza su contenido, va señalando con el dedo cada uno de los rótulos del cuadro: escuelas para campesinas, residencias universitarias, clínicas, centros de capacitación profesional de la mujer en distintos ámbitos, actividades en el campo de la moda, librerías... Les dice también, antes y después, que lo más importante ha de ser el apostolado de amistad que cada una desarrolle con sus familias, con sus vecinas, con sus conocidas, con sus colegas. El Padre repite varias veces: "¡Soñad y os quedaréis cortas!".

        Aquellas tres le miran pasmadas, entre el asombro y el vértigo. Les parece que allí, sobre la mesa, se está desplegando un sueño. Un bello sueño para un lejano futuro. Ellas se sienten inexpertas, sin medios, sin recursos, incapaces. No se les ocurre pensar que todo eso tengan que hacerlo ellas mismas. San Josemaría capta en esas miradas la ilusión y la impotencia, el deseo y el temor, un acobardado ¡ya nos gustaría...! Muy despacio, recoge el papel y comienza a doblarlo. Su rostro ha cambiado. Ahora está serio. ¿Decepcionado? ¿Triste? Por la mente y por el corazón de San Josemaría ha cruzado, posiblemente, como un pájaro torvo, el pensamiento derrengador de que hace más de doce años que lucha por dar cuerpo y vida al Opus Dei de las mujeres, tal como vio que Dios lo quería, el 14 de febrero de 1930. Primero llegaron unas que parloteaban y trajinaban, pero no rezaban. Se fueron. Luego llegaron otras que sí rezaban, pero no trabajaban: no eran esa clase de mujeres que han de bregar en la sociedad civil para poner a Cristo en la cumbre de toda actividad humana. Eran muy buenas, pero de pasta mística. Tuvo que decirles que tampoco servían. Estas de ahora son de la tercera hornada, ¿y es posible que, a la hora de fajarse con la realidad, se queden ahí, paralizadas por el miedo? Sin desafíos, va a ponerlas de cara a su responsabilidad. Escogiendo muy bien las palabras, les dice: "Ante esto, se pueden tener dos reacciones. Una, la de pensar que es algo muy bonito pero quimérico, irrealizable. Y otra, de confianza en el Señor que, si nos pide todo esto, nos ayudará a sacarlo adelante."

        Calla. Las mira, deteniéndose en cada una, como si con esa mirada pudiera trasvasarles su propia fe, inundarlas con su seguridad. Después, antes de marcharse, añade: "Espero que tengáis la segunda reacción". Y la tienen. No es una utopía. Ciertamente, no están abiertos los caminos. Los harán ellas, al golpe de sus pisadas. A la vuelta de cuarenta años, todo aquello era una realidad extendida por más de setenta países en los cinco continentes. Aquellas tres se han multiplicado por más de diez mil cada una. Desplegando sueños, pero arremangándose en la faena diaria. Sin decir basta. Sin amilanarse. Martilleando sobre las resistencias. Sin detenerse en lo fácil.

        Una sociedad cristiana se mide por su capacidad de engendrar santos, es decir, personas decididas a seguir con empeño los designios de Dios. Y no me refiero a lo que se describe en esas colecciones de biografías de santos en las que se les pinta blanditos, dulcecitos, demasiado místicos. Tomados en su realidad, los santos queman. Los santos no son como los centauros o las sirenas, no son una especie de seres mitológicos que salen solo en los libros, sino seres normales, con defectos, porque los santos tenían defectos, quizá más que otros que no lo fueron, pero su santidad se plasmó sobre todo en la maravilla de dominarlos. No nacieron santos, sino que llegaron a serlo gracias a su lucha diaria por superarse.

        "Mediante el ejemplo de la vida de los santos -decía Benedicto XVI en Colonia en 2005-, Dios nos ha abierto a lo largo de la historia el Evangelio, hojeando sus páginas, y lo sigue haciendo todavía. En las vidas de esas personas se revela la riqueza del Evangelio como en un gran libro ilustrado. Son la estela luminosa que Dios ha dejando en el transcurso de la historia, y sigue dejando aún.

        "Los santos han sido personas que no han buscado obstinadamente la propia felicidad, sino que han querido simplemente entregarse, porque han sido alcanzados por la luz de Cristo. De este modo, ellos nos indican el camino para ser felices y nos muestran cómo se consigue ser personas verdaderamente humanas.

        "En las vicisitudes de la historia, los santos han sido los verdaderos reformadores que tantas veces han remontado a la humanidad de los valles oscuros en los cuales está siempre en peligro de precipitar; y la han iluminado siempre de nuevo. Los santos son los verdaderos reformadores. Solo de los santos, solo de Dios, proviene la verdadera revolución, el cambio decisivo del mundo."

        En ese mismo año 2005, todo el mundo había contemplado con asombro el vendaval de emoción que supuso el fallecimiento de Juan Pablo II. Fue una extraordinaria muestra de la fecundidad de una vida santa, de una vida de entrega absoluta a la misión que tenía encomendada por Dios. Fueron millones de personas que se conmovieron, que pedían su urgente canonización, que con aquello decidieron dar un cambio en sus vidas. Toda la biografía de Karol Wojtyla fue una lucha titánica contra las dificultades que se afanaban en impedir su avance en el camino señalado por Dios, pero su fidelidad inquebrantable ha dado luz y esperanza a nuestro mundo cansado.

        Su vida, como la de tantos otros que han salido en estas páginas, y como la de tantos otros millones de almas desconocidas que pueblan la tierra, son vidas abiertas a la respuesta personal a los requerimientos de Dios. No son vidas cerradas. Santo Tomás Moro podría haber cedido a los deseos de Enrique VIII y hoy sería un triste personaje más de un lamentable reinado de la Inglaterra del siglo XVI. Santo Tomás de Aquino o Santa Catalina de Siena podrían haber cedido a los deseos de su madre, o San Luis Gonzaga o San Estanislao de Kostka ante los de su padre. El Santo Cura de Ars o San Clemente Hofbauer podrían haberse rendido a las dificultades que tuvieron para hacer sus estudios sacerdotales, o Santa Jacinta ante las dificultades de su carácter. San Agustín podía haberse quedado enredado en sus amoríos. San Maximiliano Kolbe podría no haber tenido aquel arranque de generosidad en Auschwitz. Pero ellos, y muchos otros, fueron fieles a la llamada que Dios les hacía y, hoy, el mundo es distinto gracias a ellos.

  Alfonso Aguiló

martes, 15 de octubre de 2019

Fr. Néstor Morales,¡Cuba es mi Misión!

Néstor  Rubén Morales Gutiérrez nació en Martí, un pueblo de Matanzas (Cuba). El tercero hijo de tres hermanos, sus padres "son creyentes pero no practicantes: suelen ir a la Iglesia en fechas señaladas y poco más". "Pero enfatiza-las cosas de Dios tienen sus caminos y su tiempo". Y en ello fue capital el hecho de que la vida parroquial (tanto la misa como la catequesis) estuviera animada por unas misioneras españolas. Unas mujeres que le cambiarían radicalmente la vida...

"Eran-rememora-religiosas de la Congregación de Santo Domingo, conocidas comúnmente como 'dominicas de Granada'. Me viene a la memoria el cuadro de Santo Domingo que había en la casa, y que decía lo siguiente: 'Mandaba Domingo a los frailes a predicar para la salvación de las almas¨. 

Tenía ocho años y me encantaba contemplar la pintura de ese hombre, que se veía feliz andando por los caminos. Con los años, descubrí que se llamaba Santo Domingo, que era poco conocido y que había consagrado su vida a la  Iglesia a través de la predicación. por mi mente no había pasado la idea de ser sacerdote, y menos fraile dminico, pero el contacto con las religiosas de mi pueblo fue verdaderamente una semilla que dio su fruto".

Las dominicas de Granada-ilustra- llevan en Cuba 30 años, coincidiendo con mi edad. Prácticamente, he crecido junto a esas mujeres y, en todo este tiempo, he visto pasar por mi pueblo muchas hermanas de Colombia,Venezuela, el Congo...Aunque la gran mayoría eran españolas. Me gustaría destacar la figura de dos hermanas, que han sido las que más han influido en mi vocación: Sor Amparo Ramos Espejo, granadina, y Sor Herminia Piloñeta Fernández, asturiana. He visto en esas mujeres la pasión por la misión, la entrega sin medida, el servicio sin condiciones y la gratuidad del amor. He terminado concibiéndolas como testigos del amor de Dios en este mundo; creo que esa fue la primera catequesis que recibí, la de encontrarme con personas con un corazón generoso".

Y eso que su pastoral no ha sido ni mucho menos fácil..."La situación política del país y la escasez de recursos dificultaban mucho la misión, pero en estas hermanas siempre ha habido una palabra de esperanza y un rostro de alegría. Justamente, su testimonio de gratuidad y entrega son las mejores semillas que a su tiempo han dado fruto. Para mí, la entrega de estas hermanas, que han dejado su tierra, han venido y se han quedado en Cuba, las convierte en verdaderos testigos. Porque, como canta Silvio Rodríguez, 'solo el amor engendra la maravilla, solo el amor convierte en milagro el barrio":

Pese a su fascinación por ellas, el camino de Morales no parecía ir por la senda religiosa. Aunque ya se sabe que Dios escribe recto con renglones torcidos: "Tenia 18 años, me habían otorgado la carrera de Psilogía y me encontraba haciendo el Servivio Militar Obligatorio en la Habana. La dureza del ejercito me ayudó a madurar y a proyectar un futuro para mi vida, y fue en ese tiempo donde me planteé la posibilidad de ser fraile dominico. Los religiosos de esa comunidad vivían en  San Juan de  Letrán, en la Habana. Aún recuerdo los rostros felices de los primeros hermanos que conocí; ellos me recibieron en su convento y, desde entonces, inicié un camino de discernimiento vocacional".

Como no podía ser de otro modo, sus inspiradoras alentaban con su mero testimonio la vocación que entonces se fraguaba: "Probablemente, sor Amparo y Sor Herminia no son conscientes de que la vida compartida junto a ellas en mi pueblo fue creadora de esta experiencia de búsqueda y de  de llamado a la vida religiosa. Como buenas dominicas que son, ellas hablaban de la verdad, de la compasión con el ser humano, del deseo de Dios, de la vida fraterna...Pues todo eso y mucho más provocó en mí  el anhelo  de búsqueda y respuesta a una llamada. En mi historia vocacional, he conocido primero a las religiosas dominicas y luego a los frailes".