Los más de 180 obispos provenientes de los cinco continentes y reunidos en el Vaticano para discutir sobre los retos de la evangelización en la Amazonía y los desafíos de la ecología integral han presentado este lunes 21 de octubre, primer día de la tercera y última semana de la asamblea sinodal, un borrador del documento final. Pero el Vaticano ha dejado claro que el proceso de escucha continúa
Los más de 180 obispos provenientes de los cinco continentes y reunidos en el Vaticano para discutir sobre los retos de la evangelización en la Amazonía y los desafíos de la ecología integral presentaron el lunes 21 de octubre, comienzo de la tercera y última semana de la asamblea sinodal, un borrador del documento final, pero el Vaticano ha dejado claro que el proceso de escucha continúa.
«Hoy se presentó el borrador de lo que será el documento final del Sínodo, pero el proceso de escucha aún no ha terminado, este proceso continúa», declaró ante la prensa el prefecto del dicasterio para la Comunicación del Vaticano, Paolo Ruffini. El documento final será votado el sábado por los padres sinodales y recogerá el sentir de todas las opiniones de los más de 280 participantes entre obispos, líderes indígenas, científicos, expertos y ecologistas.
Según ha puesto de manifiesto el cardenal Christoph Schönborn, de Austria, el documento final pondrá el acento en «la búsqueda de nuevos caminos para la Iglesia en la Amazonía», si bien no ha aclarado si estos caminos pasan por la ordenación de los viri probati, ancianos casados, una posibilidad que sí se contemplaban en el instrumentum laboris, el documento que ha guiado los trabajos del Sínodo.
Apuesta por los diáconos permanentes
«El diaconado permanente existe en la Iglesia desde hace tiempo, es muy útil para la vida de la Iglesia», apuntó el cardenal. «Es una de las propuestas para esta zona del mundo, para ayudar a la pastoral en este inmenso territorio. El tema ministerial es importante en este Sínodo, forma parte de los nuevos caminos. El papel de las mujeres en nuestras comunidades, junto al de los ministros instituidos y los ministros ordenados, es ciertamente un tema del que se discute en el Sínodo. Veamos cuáles serán finalmente las propuestas que se presentarán al Santo Padre».
Al terminar la rueda de prensa, en un encuentro con periodistas, abundó en esta cuestión. «He sugerido –no doy lecciones a la Amazonía– que antes de pensar en viri probatipresbíteros hagan la experiencia de viri probatidiáconos» permanentes, a modo de «laboratorio para ver lo que significa tener familia, vida profesional y una implicación intensa, sacramental, en la Iglesia».
Sobre la falta de vocaciones, durante la rueda de prensa el cardenal austriaco centró más bien su atención en la distribución del clero. «Europa tiene ciertamente una sobreabundancia». Por ejemplo, recordó que hay 1.200 sacerdotes colombianos trabajando en Estados Unidos, Canadá y Europa. «Agradecemos la ayuda de presbíteros de otros países, pero al mismo tiempo se plantea una cuestión de justicia» respecto a otras regiones.
«El Papa quiere dar voz a estos pueblos»
Respecto a las críticas al Pontífice que ha suscitado la convocatoria de esta cita eclesial, Schönborn ha aclarado que las «críticas no siempre son cualificadas». En todo caso, considera que «ser Papa es también eso, recibir las críticas es parte de su ser y misión».
A este respecto, declaró que el Papa «busca dar voz a estos pueblos amazónicos, dar voz a aquellos que son olvidados por la política de este mundo». «Tenemos el gran desafío de la evangelización de estas poblaciones», añadió. El purpurado austriaco señaló que del Sínodo ha aprendido a «dar atención a aquellos que no tienen voz, a los pueblos indígenas». «En este Sínodo he aprendido mucho sobre las comunidades indígenas que viven amenazadas desde hace 500 años. Sobre todo la amenaza de la extinción», añadió.
Para Schönborn, la cuestión amazónica «se debe discutir en diversos niveles, sobre todo si se habla de su desarrollo y progreso, no solo a nivel político». «Este Sínodo es para dar voz a esta región muy importante para el mundo. No debemos administrar la Amazonía, sino ver cuál es nuestra aportación a la Amazonía», argumentó.
Una solución a la extracción minera
Por su parte, el sacerdote brasileño Dario Bossi, que centró su reflexión en el abuso de las empresas extractivistas en esta región, dijo que es «urgente poner una alternativa de solución a la extracción minera sobre todo en la Amazonía». Tras considerar que «la extracción minera es un mal común en la Amazonía», explicó que «existen empresas mineras que extraen minerales causando la tala de árboles, contaminación de los ríos y tierras, y causando graves consecuencias para sus pobladores».
«El extractivisno no tiene nada de sostenible ni permanente. Las comunidades se están organizando para reclamar sus derechos a nivel de la ONU. La respuesta de la Amazonía está en sus comunidades», subrayó. Por eso defendió que hay en marcha una reflexión «sobre el uso del oro no solo en la Iglesia, sino también en la sociedad». «El oro representa la riqueza, el control del consumo podría ayudar a evitar las consecuencias de la extracción», dijo.
Por otro lado, la líder indígena Marcivana Rodrigues, del pueblo étnico sateré mawé, una de las 35 mujeres que participan en el Sínodo, ha explicado que ha traído al Sínodo «el problema de la urbanización en la Amazonía». Así, incidió en que la pastoral indígena «trabaja en el campo y la ciudad, pero no reciben ninguna ayuda del Gobierno y de las instituciones, solo la ayuda de las comunidades». De este modo, hizo hincapié en que «la pastoral indígena llega donde los servicios públicos no llegan» y concluyó que «la espiritualidad del pueblo étnico sateré mawé se centra en la tierra». «Queremos que el grito que viene de la tierra sea escuchado, este grito no viene solo de mi pueblo, que se respete la madre tierra», enfatizó.
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