viernes, 31 de julio de 2020

AFERRARSE A LA ESPERANZA. ESPERANZA ES LO ÚLTIMO QUE SE PIERDE


Estoy seguro que lo más repetido y oído en estos meses de pandemia es el deseo de esperanza. Es lo que más nos han deseado y lo que más sinceramente hemos deseado a los demás.

Cristianamente, la esperanza es una virtud teologal que sólo se tiene por gracia y que sólo está anclada en Dios. La esperanza es una actitud radicada en nuestro ser, pero solo alcanza la calidad de virtud cuando brota de una voluntariosa  y decidida elección. Sólo es virtud teologal cuando su sincera motivación ─palabra usada profusamente por los teólogos─ es la confianza filial en Dios que deriva de la fe en él.

Pero ¿es esta esperanza la que nos desean y la que deseamos a los demás? No sé, pero dejo la cosa en el aire. En muchos casos se trata de talante optimista de las personas que ven siempre el vaso lleno aunque solo lo está a la mitad, de quienes huyen de todo mal agüero, de las que practican una confianza irracional, de quienes buscan una salida voluntarista a cualquier dificultad, de quienes cargan su cuerpo de talismanes. Que está bien, pero esa esperanza a mí no me sacia. Es el consuelo etéreo ante el mal que se avecina y que carece de empeño y esfuerzo. Es lo único que quedó cuando Pandora abrió la caja prohibida de su esposo y escaparon todos los males menos la esperanza, que es lo último que se pierde en la vida.

La esperanza teologal es esperar en una roca firme: Dios infinitamente bueno y autor de todo bien. Quien espera en Dios nunca sale defraudado. De él tenemos una vida eterna, pero también una vida terrena que se nos da para nuestro bien y en la que nada malo nos sobreviene que esté fuera de la voluntad divina. Solo hay un sitio sin esperanza y es al que introduce el lema del frontispicio del infierno según Dante: Los que entráis aquí abandonad toda esperanza.

La confianza en un Dios infinitamente bueno y que nos concede la esperanza de una felicidad sin medida es lo que deseamos a todos  los seres humanos frente al desaliento  y el desfallecimiento en las circunstancias de la vida. Es la esperanza que intento trasmitir a todos los que pasan un mal momento y es la que deseo para ellos y para mí cuando me llegan momentos de angustia y zozobra cuando se nos cierran todas las puertas. Porque sobre el deseo de que esta epidemia acabe inmediatamente  y no haya más sufrimientos en la vida, soy más bien pesimista. Solo la esperanza que está anclada en Dios es la que preserva del egoísmo y se abre a la caridad para con los demás.

Durante este proceso angustioso  que estamos pasando con tanto dolor nos recomendamos continuamente una esperanza. Pero en qué se funda esa esperanza con la que todos nos alentamos, me permito pensar que no es el ingenuo optimismo sino la fuerza que Dios inculca en nuestros corazones para hacer nuestra lo que es su voluntad.

miércoles, 29 de julio de 2020

Acoso a la fe

La libertad religiosa sufre en Eritrea
Los poco más de 200.000 católicos eritreos forman una Iglesia activa donde abundan las vocaciones, a pesar de estar viviendo una callada persecución por parte de las autoridades políticas, al igual que los creyentes de otras religiones y confesiones cristianas.

Eritrea es un pequeño país de poco más de cinco millones de habitantes a orillas del mar Rojo. Alcanzó su independencia de Etiopía en 1993 tras largos años de guerra y, desde entonces, el Gobierno comunista de Isaias Afewerki ha cerrado el país a toda influencia extranjera, por lo que el coronavirus se ha convertido en la excusa perfecta para enclaustrar todavía más a la población. El Gobierno quiere monopolizar cualquier iniciativa y el partido único tiene que controlar todo y a todos, impidiendo el desarrollo del sector privado y adoctrinando a los jóvenes en sus ideales.

Los eritreos se dividen, mitad y mitad, entre musulmanes y cristianos, sin que haya problemas particulares de convivencia entre ellos. Se podría decir que el enemigo común de ambos es el Ejecutivo, que tolera las religiones, pero busca debilitarlas y controlarlas. Para ello enarbola de forma sistemática un decreto de 1995 que prohíbe a los líderes y medios de comunicación religiosos cualquier comentario sobre cuestiones políticas. Este texto legal solo reconoce cuatro religiones en Eritrea: la mayoritaria Iglesia -ortodoxa Tewahedo; la Iglesia católica, que cuenta con aproximadamente un 4 % de la población total; la Iglesia luterana, más minoritaria; y el islam suní. Todas están controladas y vigiladas. En el caso de los ortodoxos, el Gobierno utilizan la vieja táctica del «divide y vencerás». De hecho, existen dos Iglesias ortodoxas, ambas con estructura y clero propios. Una de ellas está apoyada por el Gobierno, mientras que la otra se encuentra denostada y con su máxima autoridad espiritual, el abuna Antonios, en arresto domiciliario desde 2007. Tampoco el islam es favorecido por el Gobierno, que no ha dudado en cerrar algunas escuelas islámicas y espía regularmente la actividad de las mezquitas.

Sin embargo, la peor parte se la llevan las confesiones no reconocidas oficialmente, como las Iglesias pentecostales y evangélicas o los testigos de Jehová, víctimas del hostigamiento y la persecución gubernamental, que se ha cobrado numerosos arrestos de sus fieles.

La pequeña Iglesia católica eritrea no es ajena a la situación que vive el país y su libertad está limitada. Prueba de ello es que los católicos contactados por MUNDO NEGRO para elaborar estas páginas han preferido permanecer en el anonimato para evitar posibles
represalias. 

Orígenes cristianos
El texto bíblico de los Hechos de los apóstoles se refiere a la conversión de un eunuco originario de esta tierra, pero la historia dice que fue el naufragio de un barco en torno al año 330 lo que permitió a san Frumencio llegar hasta las costas del entonces reino de Aksum. A san Frumencio se le atribuye la conversión al cristianismo de los habitantes del reino, que ya en el siglo IV se declara oficialmente cristiano, uno de los primeros del mundo en hacerlo. Poco después, las controversias cristológicas del concilio de Calcedonia en 451 provocaron el cisma del patriarcado de Alejandría, arrastrando con él a la Iglesia presente en -Aksum, que mantenía lazos estrechos con Alejandría. Es el nacimiento de la Iglesia ortodoxa. 

Habrá que esperar hasta el siglo XVII para que la Iglesia católica inicie su misión evangelizadora a través de la Compañía de Jesús. Sin embargo, la oposición de los ortodoxos y la no siempre acertada metodología misionera de los jesuitas terminó con la expulsión de estos. La llegada en 1839 de san Justino de Jacobis a Abisinia, que comprendía no solo la Eritrea actual, sino también Etiopía, cambió las cosas. San Justino aprendió de los errores del pasado y, con humildad y un sabio esfuerzo de inculturación, puso los cimientos de la Iglesia católica actual, que retiene su nombre como padre y fundador. San Justino adoptó el rito oriental de tradición alejandrina y fue muy abierto en la formación del clero y con los sacerdotes ortodoxos que querían abrazar el catolicismo. La liturgia en rito ge’ez hermana a los católicos eritreos y etíopes, a pesar de las fronteras que los separan desde 1993. El ge’ez es una lengua semítica no hablada en la actualidad –algo parecido al latín para la Iglesia latina– que da gran solemnidad y belleza a la liturgia en este rito, cuyo centro es la eucaristía, siempre cantada. Los colores litúrgicos son solamente blanco u oro, y existen hasta 17 plegarias eucarísticas diferentes.

Vida de la Iglesia
Los católicos eritreos –también los ortodoxos– son gente que reza y que confía en el Dios de la Vida. Las vocaciones son numerosas tanto para abrazar la vida consagrada –en alguna de las 26 congregaciones religiosas de derecho pontificio o diocesano presentes en Eritrea– como para entrar en los seminarios de las cuatro diócesis del país. Las parroquias desarrollan un enorme esfuerzo evangelizador, y desde la vieja pero funcional imprenta franciscana de Asmara se publican regularmente comentarios bíblicos y devocionales o textos para la catequesis, entre otros, cuando es posible burlar al Ejecutivo y hacer llegar el papel desde el extranjero.

Las mayores dificultades vienen del Gobierno, que hace todo lo posible para desanimar este trabajo. Consciente de que no puede oponerse frontalmente a los creyentes, actúa con astucia y organiza eventos deportivos o culturales los domingos, justo a la hora de las celebraciones litúrgicas, para obligar a los jóvenes a elegir, normalmente bajo el chantaje de perder el trabajo o de ser castigados.

Otra dificultad es la desagregación familiar, que dificulta la transmisión de la fe. Muchos eritreos abandonan el país. Los acuerdos de paz de 2018 con la vecina Etiopía no han dado, hasta ahora, demasiado fruto, y las fronteras entre los dos países siguen cerradas, pero la gente sigue escapando. Cuando la Iglesia católica se opuso al servicio militar obligatorio de los presbíteros, el Gobierno prohibió a todos los sacerdotes salir del territorio nacional antes de los 50 años, y a las religiosas antes de los 40. Los seminaristas que estudian en el extranjero saben que volver a casa puede suponer una grave sanción. La inmensa mayoría de los agentes pastorales en Eritrea son nativos, y solo quedan algunos misioneros ancianos porque el Gobierno deniega sistemáti-camente toda solicitud de visado para los misioneros. Tampoco le gustan las oenegés extranjeras. En 2018, casi de milagro, la superiora general de las Misioneras Combonianas, la Hna. Luigia Coccia, obtuvo un visado para encontrarse con sus hermanas de Eritrea. Más recientemente, en febrero de este año, el arzobispo católico de Adís Abeba, el cardenal Berhaneyesus Demerew Suraphiel, que iba para una visita fraterna a sus hermanos de rito ge’ez, fue retenido en el aeropuerto de Asmara y obligado a regresar.

Nacionalización
El episodio más grave de esta persecución silenciosa contra la Iglesia es la nacionalización de numerosas escuelas y clínicas. En este aspecto, la Iglesia católica está siendo la más perjudicada, aunque también es notable la repercusión que está teniendo entre las comunidades ortodoxas. En diciembre de 2017 comenzaron las expropiaciones, que han afectado a 29 estructuras sanitarias arrebatadas de la gestión de la Iglesia bajo pretextos falaces.

También las instituciones educativas han sufrido nacionalizaciones. En 2017, el Gobierno decretó el cierre de la Escuela Secundaria Santísimo Redentor de Asmara, una institución fundada en 1860 y con una larga tradición educativa en el país. Siguieron muchas otras, hasta que el 4 de septiembre de 2019 los cuatro obispos eritreos escribieron una larga carta de protesta al ministro de Instrucción Pública: «Consideramos contrarias al derecho y a la legítima libertad de la Iglesia las acciones que se están llevando a cabo para perjudicar nuestras instituciones educativas y sanitarias, lo que limita enormemente su misión y su servicio social. Pedimos que las recientes resoluciones sean revocadas… y que le sea concedido poder continuar su precioso y altamente apreciado servicio al pueblo». Los obispos siguen esperando una respuesta.

Las escuelas y clínicas estaban abiertas a todos, no solo a los católicos, y detrás de su nacionalización se esconde el objetivo de cortar a la Iglesia el contacto con el pueblo, dificultando así su acción pastoral.

Las principales comunidades de la diáspora eritrea están en Suiza, Holanda, Estados Unidos, Canadá, Alemania, Inglaterra, Suecia y Noruega. Para los cristianos del país africano, es un duro golpe constatar el secularismo y materialismo en el que viven las sociedades europeas y norteamericanas. Tenían otra idea al recordar a los viejos misioneros que llegaron a Eritrea desde estos países. Los ortodoxos, lo primero que hacen es comprar un espacio y convertirlo en templo para sus liturgias. Los católicos, más minoritarios, suelen acercarse a las parroquias, aunque su integración no es fácil. Al ser cristianos orientales no quieren perder su identidad ni la especificidad de la liturgia ge’ez y, en cuanto pueden, también ellos habilitan un local como iglesia. Fuera de sus países, los católicos eritreos y etíopes son como hermanos. Desde Eritrea, las diócesis y congregaciones religiosas envían sacerdotes y religiosas para acompañar a las comunidades, y también los obispos eritreos las visitan con regularidad, animándolas a mantener lazos de comunión con las Iglesias locales en las que residen.

La segunda generación lo tiene más difícil para guardar la fe de sus mayores. Muchos ya no conocen la lengua litúrgica ge’ez ni tampoco el tigrino, lengua oficial de Eritrea, y algunos abandonan la práctica religiosa. Otros participan del rito latino de las comunidades en las que se han integrado.   

martes, 28 de julio de 2020

Isabel y la evangelización de América

Quienes desconocen las verdades de nuestros pasados históricos son frágiles y vulnerables a las manipulaciones, bien por modas, bien por intereses de los tiempos. La verdad siempre prevalecerá, tarde o temprano, aunque el daño en ocasiones es irreparable

La gesta más grande jamás contada, sin lugar a dudas, es el descubrimiento y la evangelización de aquel inmenso y nuevo continente americano. Son tiempos más que nunca necesarios para conocer las verdades desnudas y dejar atrás mitos, leyendas negras, mentiras y populismos. Quienes desconocen las verdades de nuestro pasado histórico son frágiles y vulnerables a las manipulaciones, bien por modas, bien por intereses de los tiempos. La verdad siempre prevalecerá, tarde o temprano, aunque el daño originado en ocasiones es irreparable.

Decía Hernán Mathieu, rector de la Universidad Católica de La Plata, que «la evangelización de las tierras descubiertas por Isabel a través de Colón importa e incorpora culturalmente Occidente a los pueblos allí encontrados». Esta actitud del conquistador español revela el ser del hombre grecorromano, que como parte del pueblo agricultor basaba su economía y toda su organización social en la relación con la tierra, y sublimaba esta mentalidad agrícola en la fundación de ciudades como células esenciales del mundo organizado. Además, no eran un mero amontonamiento de viviendas, sino que estaban encaradas también desde un punto de vista espiritual.

Está claro que la providencia pone en manos de Isabel esta extraordinaria buena ventura. De su vocación misionera y apostólica nace su inmenso legado religioso, cultural y político. Y de la concepción de la libertad jurídica de la condición de súbditos viene la política isabelina del buen trato a los indios, libres y súbditos en igualdad de condiciones; aunque expuestos, por sus condiciones, a los desmanes –de difícil control–, de los personajes de la ocupación.

Este buen trato de Isabel tuvo un comentario del Papa Pío XI, que recuerda «aquella tierra del Nuevo Mundo hacia la que volvieran los ojos moribundos de la gran Isabel, cuyo espíritu singular querríamos evocar, no tanto de fortaleza de la visión política cuanto de las ansías maternales de paz, dictadas por un concepto profundamente cristiano de la vida que pedía, para los que llamaba sus hijos de América, un trato de dulzura y devoción». (Acta apostolicae sedis 1951, p.794).

En la Edad Moderna no existe un personaje real que haya dado tanta gloria a Dios y a su Iglesia, reflejada en el legado de santos y personas ejemplares, cada vez mayor en aquel continente. Me pregunto cómo es posible que Isabel no esté aún en los altares. Solo se podría entender esta pregunta en los conceptos espirituales y teológicos de la providencia: Dios entrega a sus santos en el momento en el que los necesita el mundo.

Un punto que debemos subrayar, como diamante de la más depurada documentación que poseemos, es la condición de preeminencia y principalidad que tiene, en el ánimo y en las instituciones de Isabel, la predicación de la fe cristiana y la implantación de la Iglesia en el Nuevo Mundo. Ella inaugura y da la norma del nuevo código español de las leyes de Indias, que continuaron sus sucesores dinásticos.

El virus de la mentira

Así fue el vuelco de aquel imperio español, para engrandecer aún más el mestizaje de ambas civilizaciones con un cristianismo que era lo más avanzado de ese tiempo. Luego llegarían las leyendas negras cargadas de envidias y mentiras. Si no se conoce la verdad, si no se acude a las fuentes correctas, y si no se analizan y estudian los hechos en los tiempos que ocurrieron, el resultado es la más grande injusticia histórica, con cierto barniz populista, y lo que es peor: que intenta, sin escrúpulos, reescribir la historia.

Aquellos que no tienen inquietud de conocimiento y de verdad son víctimas del virus de la mentira. Un virus tan extendido como el COVID-19, pero con una diferencia: que la vacuna del coronavirus aun no se ha descubierto y la vacuna del virus de la mentira existe desde hace muchos siglos. Esta vacuna se recibe consultando páginas fiables, libros de historiadores serios, archivos, diccionarios digitales fiables... La Biblioteca de Autores Cristianos (BAC), por ejemplo, es una editorial pionera en coleccionar saberes de muy diferentes autores y géneros en la luz, y no en las sombras. Isabel la Católica y la evangelización de América es un libro académico de diferentes autores donde las verdades históricas resplandecen gracias a la colección de actas del simposio internacional sobre Isabel celebrado en la ciudad de Valladolid durante octubre de 2018. Las verdades puras y duras están servidas para engrandecer aún más la santidad de una reina que esperamos ver pronto en los altares como ejemplo de gran política y estadista, mujer avanzada a su tiempo y ejemplo de que se puede ser fiel a tu civilización y a la religión cristiana sin ideologías falsas y antinaturales.

José Luis Rubio Willen
Coordinador del volumen Isabel la Católica y la evangelización de América

lunes, 27 de julio de 2020

Quim Torra anuncia sanciones contra el cardenal

Omella por celebrar un funeral por el coronavirus
Quim Torra, presidente de la Generalitat de Cataluña, ha anunciado en la mañana de este lunes que ha ordenado a la conselleria de Salud abrir un expediente sancionador contra el arzobispado de Barcelona por haber celebrado este domingo un funeral por las víctimas del coronavirus en la basílica de la Sagrada Familia (con capacidad para unas 9.000 personas). La Generalitat estableció un límite de no más de 10 personas para el culto (si bien para las visitas turísticas sí permite grupos más grandes).

En el enorme templo diseñado por Gaudí, con capacidad para 9.000 personas, se congregaron unas 200 personas, convocadas por el cardenal Omella con muchas medidas de seguridad, pero no acudieron políticos del Gobierno autonómico (nacionalista-independentista) ni del Ayuntamiento barcelonés (socialista-izquierda populista).

Torra ha proclamado que "todo el mundo" debe respetar las medidas decretadas por la Generalitat "pensadas para la salud de las personas", ya sea "un ciudadano, una empresa o la Iglesia". "Lamento que se hiciera esa ceremonia ayer porque no estaba autorizada. Se ha incumplido la normativa y por eso se abrirá el expediente", ha apostillado.

En ocasiones anteriores Torra ha subrayado que él se considera católico, pero que sus referentes son teólogos de la liberación, como Ernesto Cardenal y Pere Casaldàliga. "Para mí la Iglesia es la que trabaja para los pobres, para los vulnerables y los que están presos", ha dicho en ocasiones, aunque por lo general para referirse sólo a los presos de su tendencia política, especialmente los condenados por el "procés" independentista.

De hecho, Torra ha hablado en las mismas declaraciones de este lunes acerca del papel del cardenal Omella respecto al "procés", y diciendo que lamenta que "se haya olvidado estos años de los derechos fundamentales de la Constitución y de las cartas de derechos humanos, que protegen la libertad de expresión y manifestación, y que no haya alzado ni una vez la voz para condenar la represión que vive Cataluña".

Torra ha anunciado multas para el arzobispado de Barcelona y se ha quejado de Omella (por no "alzar la voz contra la represión") en la misma mañana que avisaba de nuevas medidas contra el coronavirus

Torra ahondaba así en la crítica de los políticos independentistas contra el cardenal por razones políticas. Esa misma idea lanzó este domingo Carles Puigdemont, predecesor de Torra al frente de la Generalitat -y, según muchos, aún "jefe" de Torra- durante una entrevista en TV3, asegurando que en otoño de 2017, cuando el cardenal intentó mediar en la Generalitat y el Gobierno central no actuó "como un hombre de Iglesia", sino "como un hombre de Estado" (una forma de acusarlo de apoyar el 'status quo' del Estado español).

¿No a un funeral, pero sí a mil turistas diarios en la basílica?

El cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, difundió un comunicado contundente este domingo contra la "injusta y discriminatoria" limitación a 10 personas en los actos religiosos y por el hecho de no recibir ni siquiera un permiso especial para el funeral por las víctimas del COVID en el enorme templo de la Sagrada Familia.

Omella se adelantó a Torra en anunciar que el arzobispado emprenderá acciones legales contra "la arbitrariedad y la indefensión que sufren el derecho a la libertad religiosa y la libertad de culto".

Hay en la actualidad en toda España un fuerte debate sobre cuál es la capacidad real y legal de las autoridades autonómicas para limitar una libertad constitucional de primer orden como es la libertad de culto.

Torra salió al paso respondiendo que "no se trata ni mucho menos de limitar el derecho de culto". Añadió: "Nosotros no limitamos derechos, al contrario, queremos que se ejerzan todos. Pero esto va de asegurar la salud de todos los ciudadanos. Cuando se hace una resolución, mi deber es hacerla cumplir", ha aseverado el político.

La consellera de Salut, Alba Vergés (de Esquerra Republicana de Catalunya, partido socio de gobierno de Torra), firmó el viernes a última hora una resolución que prohibía la celebración en la Sagrada Familia, señalando la resolución de la Generalitat del 17 de julio que limita a diez personas la presencia en los actos religiosos.

Las autoridades del Govern de la Generalitat comunicaron que no acudirían a la ceremonia. El mismo domingo por la mañana, los representantes del Ayuntamiento de Barcelona decidieron no acudir basándose en esta resolución, según anunció el concejal Albert Batlle (católico que militó muchos años en el Partit dels Socialistes y desde 2019 en Units, heredera de la democristiana UDC). Sí acudió, sin embargo, el exconseller de Interior Ramon Espadaler, dirigente de Units y antiguo miembro de la democristiana UDC.

Juan José Omella, que no sólo es el cardenal arzobispo de Barcelona sino que en la actualidad preside la Conferencia Episcopal Española, ofició en la tarde del domingo un funeral por las víctimas del conoravirus.

El arzobispado añadió medidas extraordinarias de seguridad, como la toma de temperatura a las 200 personas que acudieron al templo (fueron invitadas unas 500).

En una nota, el arzobispado lamentó que el Govern pusiera trabas a la celebración de la eucaristía y que en cambio sí avale que los turistas visiten el templo. “Es una previsión que nos parece injusta y discriminatoria teniendo en cuenta que hemos sido muy cuidadosos y respetuosos para mantener las normas sanitarias exigidas para los espacios cerrados”. Así, recuerda la nota, en los restaurantes sí se permite un 50% del aforo.

"Las medidas de seguridad para el funeral son incluso más rígidas que las aplicadas desde ayer por la mañana a las visitas del turismo”, añadía la nota.

El sábado, por ejemplo, pasaron por la Sagrada Familia uno 1.200 turistas llegados de los más diversos lugares, mientras que Torra ahora amenaza con expedientar al arzobispado por juntar más de 10 personas en un acto perfectamente controlado.

La nota arzobispal ya avisaba de que “ante el poco previsible cambio de actitud” del Departament de Salut, se tomarán “las acciones legales oportunas contra la arbitrariedad e indefensión que sufren el derecho a la libertad religiosa y a la libertad de culto, constitucionalmente protegidos”. La resolución del Procicat llegó el viernes a última hora y, según los asesores legales del Arzobispado, no la podrán recurrir hasta mañana lunes.

Esta tarde solo podían acudir de forma presencial a la basílica las personas invitadas, que son familiares de los difuntos –la mayoría– así como representantes del sector de la alimentación, de las residencias de ancianos, personal médico, de los tanatorios, cementerios, periodistas y vendedores de prensa, hoteleros, entidades caritativas, las autoridades que lo deseen y feligreses que recibieron una invitación.

Dado el embrollo, en el comunicado se instaba a las personas invitadas al funeral y que quieran acudir de forma presencial “que consideren la conveniencia de asistir o participar a través de los medios”.

Un sermón que buscaba limar asperezas

En su sermón del funeral, el cardenal Omella trató de limitar asperezas con las autoridades políticas diciendo que “no son momentos para perder el tiempo en discusiones inútiles, para buscar culpables” o “para aumentar la división”. “Son tiempos para tender las manos, para acariciar, para perdonar, para acompañar, para caminar juntos y tratar de evitar más sufrimientos”, declaró el domingo por la tarde. Pero no bastó para evitar que Torra anunciara al día siguiente su voluntad de multar al arzobispado.

Por lo demás, la ceremonia tuvo lugar sin mayores dificultades y fue transmitida por 8TV, 13TV, Ràdio Estel e internet.

El cardenal oró por los difuntos y sus allegados y dio gracias a los que han luchado contra el virus. «Estamos con vosotros y queremos compartir el dolor, el sufrimiento de todos y rezar con esperanza a Dios de la misericordia», predicó Omella. Expresó que «a pesar de todas las dificultades de la pandemia y a pesar de otras dificultades que hemos tenido para celebrar esta eucaristía, con gozo, confianza y esperanza la celebramos hoy».

Añadió que «la Iglesia hace suyo el dolor, el sufrimiento de los familiares, de los difuntos y quiere pedir a Dios misericordia por todos los muertos, no solo por el coronavirus sino también por los que han muerto por otras causas y que durante el tiempo de confinamiento no han podido recibir la despedida merecida, hoy los recordamos a todos» ha querido recordar el cardenal. Así mismo se ha mostrado impresionado por el dolor que ha provocado, no solo la muerte de esta pandemia sino «también las condiciones de su partida, lejos de sus familiares y amigos, sin poder conversar, sin poder despedirse de ellos» ha asegurado.

Siendo el día de San Joaquín y Santa Ana, abuelos de Jesucristo, el cardenal recordó también «a muchos abuelos y abuelas que han muerto en las residencias y rezamos también por todos aquellos que todavía están en estos hogares de abuelos. Sois el gran regalo de una vida entregada para hacer una sociedad más desarrollada, más humana, más buena y más fraterna».

domingo, 26 de julio de 2020

Domingo XVII ( Ciclo A) del tiempo ordinario

Evangelio (Mt 13,44-52): En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo que, al encontrarlo un hombre, vuelve a esconderlo y, por la alegría que le da, va, vende todo lo que tiene y compra el campo aquel.

»También es semejante el Reino de los Cielos a un mercader que anda buscando perlas finas, y que, al encontrar una perla de gran valor, va, vende todo lo que tiene y la compra.

»También es semejante el Reino de los Cielos a una red que se echa en el mar y recoge peces de todas clases; y cuando está llena, la sacan a la orilla, se sientan, y recogen en cestos los buenos y tiran los malos. Así sucederá al fin del mundo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de entre los justos y los echarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes.

»¿Habéis entendido todo esto?». Dícenle: «Sí». Y Él les dijo: «Así, todo escriba que se ha hecho discípulo del Reino de los Cielos es semejante al dueño de una casa que saca de sus arcas lo nuevo y lo viejo».
PALABRA DE DIOS

COMPARTIMOS:

Hoy oímos hablar del Reino de los Cielos. Jesús dedicó tiempo y esfuerzo para explicar este “tesoro”. Es algo tan sublime que el Maestro sólo podía describirlo con parábolas o comparaciones.

—El Reino de Jesús es mucho más bonito de lo imaginable. Pero sabemos algo fundamental: es el tesoro de nuestra vida, que podemos empezar ya a gustarlo aquí. ¿No irás a cambiarlo por algún “tesorito” mundano?

sábado, 25 de julio de 2020

«¡Jesús es más barato y más seguro!»: palabras que hicieron reaccionar a Monette, su vida se perdía


Monette cedió a la presión de su marido y abortó dos veces. Sintiéndose condenada al infierno, se alejó de Dios y acudió al esoterismo. Ella misma cuenta en L'1visible cómo salió de él:

¡Jesús es más barato y más seguro!

Nací en una familia bretona muy católica. Me casé my joven, con 18 años. Tuve un primer hijo. Muy pronto volví a quedarme embarazada, pero mi marido no quería tener otro hijo tan rápido. Yo era muy joven y no pude resistir a su voluntad. Lloré mucho, muchísimo, al salir de aquella operación, que me arrancó el corazón. Así que, muy poco después, se anunció otro embarazo, y le dije: “¡No, esta vez vamos a tener este hijo!” Y nació nuestra hija. Algún tiempo después, volví a quedar embarazada. Una vez más, mi marido no quiso tenerlo. En aquel momento me sentí con muchas menos fuerzas para defender a ese pequeño y aborté. Y de nuevo, enseguida lo lamenté mucho… “¡Voy a ir derecha al infierno…” Fue entonces un drama para mí, y aún lo es hoy.

A partir de ese momento me alejé de la Iglesia, pues pensaba: “¡Soy una desgraciada! Me voy a condenar en cualquier caso, el Señor ya no me quiere. No vale la pena que piense en Dios, ni que vaya a la iglesia y a misa, se acabó. ¡Voy a ir derecha al infierno!”

Así que comencé a buscar mi felicidad en otra parte. La sociedad me decía que podía encontrarla en los bienes materiales, pero eso no funcionó. Así que visité otros lares. Toqué un poco todas las teclas: en las sectas, en el esoterismo, etc. Mi búsqueda de la felicidad a diestro y siniestro duró dos años. Pero me daba cuenta perfectamente de que la felicidad que nos ofrecen el mundo o las sectas es un engaño. ¡Eso no es la felicidad!

Palabras que surtieron efecto

Un día me encuentro a una amiga y le cuento todas mis experiencias en el esoterismo. Me dice sin más: “¡Oh, la la! ¡Monette, me das miedo! ¡Jesús es más barato y más seguro!” Su reacción me cautivó, literalmente. Un auténtico electrochoque. ¡Como si un rayo hubiese caído ante mis pies! Así que cambié de rumbo y me acerqué de nuevo a la Iglesia. Comencé a seguir toda la rutina, pero todavía sin creer demasiado.

Luego conocí a un sacerdote a quien conté mi “conversión”. Me dijo: “Monette, todo eso está muy bien. ¡Pero no has venido a confesarte!” ¡Nuevo electrochoque! Me tiré de la silla, lloré, grité… Esa confesión fue un momento extraordinario.

Finalmente, este sacerdote me sugirió: “Dale un nombre a tus hijos”. Lo hice. Desde entonces, rezo por mis hijos. Es un gran consuelo.

A partir de esa confesión, me acerqué aún más al Señor. Todos los años hago un retiro. Un año, el último día del retiro el sacerdote dijo: “Hay aquí alguien que sufre en su matrimonio. El Señor está sanando su corazón”. Tomé estas palabras como dirigidas a mí, porque era exactamente lo que estaba viviendo. Al día siguiente, ya en el tren de regreso a casa, sentí que el amor de Dios inundaba todo mi ser. Sentí que el Señor curaba las heridas de mi alma, que restañaba los moratones. Fue muy dulce, muy bello, como una caricia.

Hoy, 25 años después, soy cada vez más feliz. Al acercarme a Jesús y a la Iglesia encontré lo que buscaba: la felicidad. Vivo cada día un poco más esta fuerte relación con Dios. Con Él, mi vida es agradable. En ocasiones también puede ser dura, porque las cosas no salen siempre como yo quisiera. Pero lo cierto es que ya no podría vivir sin Dios. ¡Si Él no estuviese ahí, sería una vieja divorciada y amargada!

viernes, 24 de julio de 2020

Cardenal Omella: la Iglesia ahorra al Estado 3500 millones de euros al año con su labor educativa

En su Carta Dominical de este 19 de julio, titulada Un encargo precioso, el cardenal Juan José Omella, arzobispo de Barcelona, ha recordado que "prácticamente un 10% de la población española recibió algún tipo de servicio de la Iglesia" a lo largo de 2018, y que su acción educativa "ha colaborado con las arcas del Estado y ha generado un ahorro de más de 3.500 millones de euros a la administración pública".

El presidente de la Conferencia Episcopal Española recogía así algunos de los datos más relevantes contenidos en la Memoria anual de actividades de la Iglesia católica en España en 2018, presentada a principios del mes de junio, y que cifra en 4,1 millones de personas los destinatarios en ese periodo de la labor asistencial (2,8 millones) y sanitaria (1,3 millones) de instituciones católicas.

"La Iglesia ha recibido del mismo Jesucristo un encargo precioso", afirma Omella: "Somos portadores de una realidad que nos sobrepasa", pues, como dice San Pablo, "portamos el misterio de Dios en vasijas de barro".

"Ya sabemos que somos imperfectos", añade el purpurado, "que fácilmente tropezamos con la misma piedra, que no siempre somos coherentes con el testimonio que hemos recibido de Jesucristo, pero, a pesar de ello, no perdemos la esperanza ni las ganas de seguir siendo frágiles instrumentos de Dios al servicio de la humanidad".

Por descubrir "nuestra condición de hijos e hijas amados... cada uno de nosotros somos hermanos", y por eso "los católicos somos llamados a ser transmisores de esperanza y generadores de cohesión social en el mundo". Sobre todo en medio de "una pandemia que está provocando una profunda crisis social y económica".

El cardenal Omella recuerda que la Iglesia, "además de anunciar a Jesucristo e invitar al encuentro personal y comunitario con Él, realiza una gran labor social a pie de calle". Y así, en la última década, que incluye los efectos de la Gran Recesión de 2008, los centros socio-asistenciales gestionados por la Iglesia han aumentado un 71%. 

Ataque a la enseñanza de iniciativa social

Los datos referidos a la Educación tienen especial relevancia en estos momentos, en los que en España el gobierno socialcomunista prepara una nueva ley educativa dirigida directamente contra la enseñanza concertada, cercenando la libertad de creación y de elección de centro: "Uno de cada cuatro alumnos va a un colegio concertado católico. Nuestra acción educativa ha colaborado con las arcas del Estado y ha generado un ahorro de más de 3.500 millones de euros a la administración pública".

La ofensiva gubernamental contra los centros de iniciativa social no se limita a la futura Lomloe (Ley Orgánica de Modificación de la LOE). El ejecutivo de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias ha decidido excluir a los centros concertados del fondo de 2000 millones de euros en ayudas compensatorias por la crisis del coronavirus, algo que José María Alvira, secretario general de Escuelas Católicas, consideró propio de un "sistema dictatorial".

25 de Julio: Santiago apóstol, patrón de España

Evangelio (Mt 20,20-28): En aquel tiempo, se acercó a Jesús la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, y se postró como para pedirle algo. Él le dijo: «¿Qué quieres?». Dícele ella: «Manda que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu derecha y otro a tu izquierda, en tu Reino». Replicó Jesús: «No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber?». Dícenle: «Sí, podemos». Díceles: «Mi copa, sí la beberéis; pero sentarse a mi derecha o mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es para quienes está preparado por mi Padre».

Al oír esto los otros diez, se indignaron contra los dos hermanos. Mas Jesús los llamó y dijo: «Sabéis que los jefes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las oprimen con su poder. No ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será vuestro esclavo; de la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos».
PALABRA DE DIOS

COMPARTIMOS:

Hoy, el episodio que nos narra este fragmento del Evangelio nos pone frente a una situación que ocurre con mucha frecuencia en las distintas comunidades cristianas. En efecto, Juan y Santiago han sido muy generosos al abandonar su casa y sus redes para seguir a Jesús. Han escuchado que el Señor anuncia un Reino y que ofrece la vida eterna, pero no logran entender todavía la nueva dimensión que presenta el Señor y, por ello, su madre va a pedir algo bueno, pero que se queda en las simples aspiraciones humanas: «Manda que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu derecha y otro a tu izquierda, en tu Reino» (Mt 20,21).

De igual manera, nosotros escuchamos y seguimos al Señor, como lo hicieron los primeros discípulos de Jesús, pero no siempre logramos entender a cabalidad su mensaje y nos dejamos llevar por intereses personales o ambiciones dentro de la Iglesia. Se nos olvida que al aceptar al Señor, tenemos que entregarnos con confianza y de manera plena a Él, que no podemos pensar en obtener la gloria sin haber aceptado la cruz.

La respuesta que les da Jesús pone precisamente el acento en este aspecto: para participar de su Reino, lo que importa es aceptar beber de su misma «copa» (cf. Mt 20,22), es decir, estar dispuestos a entregar nuestra vida por amor a Dios y dedicarnos al servicio de nuestros hermanos, con la misma actitud de misericordia que tuvo Jesús. El Papa Francisco, en su primera homilía, recalcaba que para seguir a Jesús hay que caminar con la cruz, pues «cuando caminamos sin la cruz, cuando confesamos un Cristo sin cruz, no somos discípulos del Señor».

Seguir a Jesús exige, por consiguiente, gran humildad de nuestra parte. A partir del bautismo hemos sido llamados a ser testigos suyos para transformar el mundo. Pero esta transformación sólo la lograremos si somos capaces de ser servidores de los demás, con un espíritu de gran generosidad y entrega, pero siempre llenos de gozo por estar siguiendo y haciendo presente al Señor.

«No sabéis lo que pedís. (…) sentarse a mi derecha o a mi izquierda (…) es para quienes está preparado por mi Padre»

jueves, 23 de julio de 2020

El Vaticano desmiente a Pedro Sánchez cuando dijo que Francisco le ayudó en la exhumacion de Franco

La Santa Sede desmiente la afirmación de Pedro Sánchez de que Francisco le "ayudó" en la exhumación de Francisco Franco, llevada a cabo el pasado 24 de octubre.

"Francisco es un Papa carismático, espero poder encontrarme con él", declaró el presidente del Gobierno al Corriere della Sera el pasado 8 de julio: "Le cuento una cosa: en el asunto del cuerpo de Franco, me ayudó. En el Valle de los Caídos había una comunidad de benedictinos muy contraria a la exhumación. Pedí la intervención del Vaticano. Y todo se resolvió".

Este lunes, la Oficina de Prensa vaticana difundió con comunicado desmintiendo a Sánchez: "La Santa Sede, sobre el asunto de la exhumación de Francisco Franco, ha reiterado en varias ocasiones su respeto a la legalidad y a las decisiones de las autoridades gubernativas y judiciales competentes, ha instado al diálogo entre la familia y el Gobierno y no se ha pronunciado nunca sobre la oportunidad de la exhumación ni sobre el lugar de la sepultura, porque no es de su competencia".

Es la segunda vez que la Santa Sede tiene que desmentir a La Moncloa sobre esta cuestión. El 30 de octubre de 2018, la vicepresidente Carmen Calvo, tras entrevistarse en Roma con el cardenal Pietro Parolin, había filtrado el supuesto acuerdo del secretario de Estado vaticano con las decisiones del Gobierno sobre el enterramiento. El entonces portavoz de la Santa Sede, Greg Burke, matizó que el purpurado "en ningún momento se pronunció sobre el lugar de la inhumación".

Las palabras de Sánchez al Corriere, además de la afirmación desmentida por el Vaticano, incluían otra inexactitud, pues la comunidad de benedictinos no era "muy contraria a la exhumación", sino a que ésta se produjese sin el requisito legal del acuerdo de la familia, la cual por ese motivo había presentado un recurso judicial. Según recordó reiteradamente el prior de la abadía de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, Santiago Cantera, fue la misma Sección Cuarta de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo la que indicó claramente "que la última decisión sobre la exhumación de los restos corresponde al órgano judicial competente".

miércoles, 22 de julio de 2020

Llevar la teología más allá de las aulas presenciales

La Escuela de Teología en Internet (ETI), perteneciente a la Facultad de San Esteban, empezará un nuevo curso académico el próximo mes de septiembre, y lo hará con una serie de nuevos proyectos que servirán para seguir desarrollando esta iniciativa que lleva más de una década dedicada a la enseñanza de la teología en internet. Hemos conversado con su nuevo director, Fr. Rodrigo Hidalgo O.P., quien nos cuenta de los desafíos que tienen por delante.

¿Cómo asumes la nueva responsabilidad?

  Lo primero agradeciendo a las personas que por años han estado al frente de este proyecto. La intuición de crear una escuela así, hace unos casi quince años, cuando no existía nada de esto, tiene mucho mérito; fue ver una nueva posibilidad de llevar el estudio de la teología más allá de las aulas físicas. Pero como todas las intuiciones, o las grandes ideas, se tienen que actualizar si quieren ser significativas en el tiempo, y éste será el gran desafío para los próximos tres años: poner al día toda la plataforma para ofrecer una moderna, versátil y actual enseñanza de la teología, a la altura de las otras ofertas educativas online que tienen actualmente muchos centros de educación superior. Por tanto, asumo este reto con ilusión.

¿Cuáles serán las fases del proceso?

  Como decía antes, será algo de años. Ahora mismo lo más urgente es organizar el nuevo curso, atender a los alumnos haciéndoles sentir que forman parte de una gran tradición teológica, dentro de una facultad con historia y prestigio como es San Esteban; los cambios serán, en esta primera fase, más bien en el modo y en la presencia de la ETI en los medios de comunicación y en las redes sociales, presentando también una nueva imagen de la misma; la ETI carece, ahora mismo de visibilidad, necesitamos darla a conocer más en España y sobretodo, en Hispanoamérica, que es donde más alumnos tenemos. En paralelo con la Oficina de Internet de dominicos iremos estudiando, diseñando e implementando la nueva plataforma que incorpore lo que son actualmente las grandes revoluciones de la comunicación: el mundo audiovisual, las redes sociales, los podcasts, las apps móviles y por supuesto, las clases, conferencias, seminarios, charlas y ¡ejercicios espirituales! en modo vídeo conferencias, online. Como ves la tarea es grande y no de un día, por eso que lo ideal será poder contar en un futuro con un equipo de comunicación y gestión con seglares de Familia Dominicana que quieran implicarse en este nuevo desafío. La ETI unifica en un mismo espacio dos grandes pilares de la Orden: el estudio de la teología y la predicación, enseñanza en el "continente digital" que te abre una ventana universal de comunicación.
fr rodrigo hidalgo etiFr. Rodrigo Hidalgo, O.P., director de la Escuela de Teología en Internet

Si tuvieras que destacar elementos diferenciadores de la ETI, ¿cuáles serían?

  Primero, como dije anteriormente, estudiar en una Escuela de Teología perteneciente a la Facultad de San Esteban, en Salamanca, es vincularse a una gran tradición teológica, reconocida a nivel mundial; también, la vida universitaria y cultural en la ciudad es muy intensa y enriquecedora. El profesorado, es variado, me atrevería a decir, joven, que traen una reflexión teológica actual, viva, en consonancia con los tiempos que nos tocan vivir. También quisiera destacar la relevancia del convento y sus instalaciones: sólo la biblioteca tiene casi doscientos mil volúmenes; un fondo bibliográfico impresionante; en teología y humanidades es una de las bibliotecas más grandes que se pueden encontrar hoy. Otro elemento a considerar es cómo el artístico y hermoso convento, con su iglesia y claustro, sumando a la huerta, en un clima de silencio, invitan a la reflexión. San Esteban es un lugar ideal para todos aquellos alumnos que quieran investigar, y hacer estudios de grados y post. grados; los laicos y consagrados que quieran formarse tienen aquí una gran posibilidad. Nos gustaría en el futuro, también, incorporar a laicos formados teológicamente y a más teólogas dominicas en el proyecto ETI.

¿Crees que la COVID ayudó a consolidar estas iniciativas?

  Sí, rotundamente. Como bien sabemos, internet ya funcionaba desde hace décadas y la clases online, también, pero la pandemia hizo que ahora todosvieran a las nuevas tecnologías de la comunicación como la gran herramienta para poder tener algún contacto con la realidad (nunca nos hubiésemos imaginado transmitir una Semana Santa en streaming, por ejemplo). Afortunadamente en San Esteban llevábamos años trabajando en esta línea: estábamos transmitiendo en streaming pro (más allá de un móvil) el ciclo de las prestigiosas conferencias: "Las Conversaciones de San Esteban", implementamos desde Pastoral Juvenil, #EnOración,  un novedoso encuentro de oración y reflexión online (abrimos un nuevo camino en esta ciudad, y más allá), por primera vez veíamos cómo se podía, a la misma hora, rezar, tanto los de estábamos aquí y los cientos de personas que se conectaban con nosotros desde otros países, tendimos puentes desde la fe. Semanalmente, asociado mis proyectos de nueva evangelización en las redes sociales, se sube un vídeo con la reflexión del evangelio dominical: Palabra Compartida (cuando empecé no había casi nadie que fuera por ese camino); todo lo anterior ha ido preparando el camino para poder transitar algo más rápido en las "autopistas" digitales y plantearnos un desarrollo de todo este mundo asociado a las nuevas tecnologías; la transformación digital, tiene que llegar a la iglesia y la Orden tal cual ha llegado a la sociedad civil. Los dominicos, Orden de Predicadores, de la palabra y la comunicación, debemos estar con solidez en este presente que llegó para quedarse y que nos desafía para involucrarnos en la nueva evangelización a la cual nos invita el papa Francisco, proyectándonos al futuro.

lunes, 20 de julio de 2020

Lidia, la mujer que se encontró con Jesús


"Zarpando, pues, de Troas, vinimos con rumbo directo a Samotracia, y el día siguiente a Neápolis; y de allí a Filipos, que es la primera ciudad de la provincia de Macedonia, y una colonia; y estuvimos en aquella ciudad algunos días. Y un día de reposo salimos fuera de la puerta, junto al rio, donde solía hacerse la oración; y sentándonos, hablamos a  las mujeres que se había reunido. Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía. Cuando fue bautizada con toda su familia, nos rogó diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, venid a hospedaros en mi casa. Y nos invitó a quedarnos" (Hch 16,11-15).

La historia de Lidia y de un grupo de mujeres es una hermosa parábola de la oración en común. los sábados, día de descanso para los judíos, se reunían para orar a orillas del rio, en una sinagoga improvisada; en la ciudad de Filipos.  Así adoraban a Dios y se ponían en sus manos. Lidia no era judía, pero se interesaba por las oraciones de los Salmos y las lecturas de la Biblia, el Espíritu la guiaba  ella de dejaba guiar.

Lidia, artesana que trabajaba en la industria de la púrpura, un tinte que se extraía de moluscos marinos y de plantas, con el que se tejía mantos muy caros, había venido desde Tiatira, ciudad de Asia Menor, a Filipos una de las ciudades más prósperas de Grecia.
Un sábado, mientras el grupo de mujeres está orando, reciben la visita de Pablo y Silas, se sientan, se integran en el grupo y entablan conversación con las mujeres.

Estando Lidia escuchando a Pablo, algo le pasa por dentro. Siente cómo se le abre el corazón, o mejor, experimenta que el Señor le abre el corazón. El anuncio que hace Pablo de Jesús de Nazaret toca sus entrañas y engendra en ella una vida nueva. Pronto pide ser bautizada para entregar su vida al Evangelio, siendo la primera persona convertida a Jesús en el continente europeo.

¿Qué fue lo que conmovió la vida de Lidia? ¿Acaso el mensaje de Jesús de Nazaret acerca de la igualdad e integración de la mujer en la nueva comunidad? ¿Fue la e en el ser humano en un ambiente en que las mujeres eran marginadas y tachadas de pecadoras perennes? ¿O fue el mensaje de amor de la  buena noticia, lleno de la ternura de Dios?

Lidia, agradecida fuerza a Pablo y a Silas, que no querían, a que se hospeden en su casa, cosa nada fácil por el ambiente de persecución hacia los judíos que se vive en la ciudad. Pone su casa y recursos al servicio del Evangelio, a  la vez que anima a los de su casa a seguir a Jesús. Su hospitalidad es una muestra de su fe y de su valentía. Su casa queda convertida en iglesia doméstica donde se reúne el grupo de oración.

Cuando Pablo y Silas sean encarcelados la casa de Lidia seguirá siendo el lugar de encuentro y oración de los seguidores del camino de Jesús en la ciudad. Y Lidia será la mujer responsable de la pequeña comunidad, la fundadora de la comunidad, la que acoge, acompaña, anima al grupo de oración. Más adelante, cuando Pablo les escriba una carta de consolación y ánimo, dirá que se siente orgulloso de su fe y generosidad; recordará con emoción a aquellas mujeres, que trabajaron con él en el Evangelio.

domingo, 19 de julio de 2020

ÁNGELUS DEL PAPA FRANCISCO


Plaza de San Pedro
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

En el Evangelio de hoy (cfr. Mt 13, 24-43) nos volvemos a encontrar a Jesús hablando a la multitud en parábolas sobre el Reino de los cielos. Me detengo solamente en la primera, la de la cizaña, a través de la cual nos hace conocer la paciencia de Dios, abriendo nuestro corazón a la esperanza.

Jesús cuenta que, en el campo en el que se ha sembrado la semilla buena, brota también la cizaña, un término que resume todas las malas hierbas, que infestan el terreno. Entre nosotros, podemos decir que también hoy el terreno está devastado por muchos herbicidas y pesticidas, que al final también hacen mal tanto a la hierba, como a la tierra y a la salud. Pero esto, entre paréntesis. Los siervos entonces van donde el amo para saber de dónde viene la cizaña, y él responde: «Algún enemigo ha hecho esto» (v. 28). ¡Porque nosotros hemos sembrado trigo bueno! Un enemigo, uno que hace la competencia, ha venido a hacer esto. Ellos quieren ir enseguida a arrancar la cizaña que está creciendo, sin embargo el amo dice que no, porque se corre el riesgo de arrancar juntas las malas hierbas —la cizaña— y el trigo. Es necesario esperar el momento de la cosecha: solo entonces se separan y la cizaña será quemada. Es también una historia de sentido común.

En esta parábola se puede leer una visión de la historia. Junto a Dios —el amo del campo— que esparce siempre y solo semilla buena, hay un adversario, que esparce la cizaña para obstaculizar el crecimiento del trigo. El amo actúa abiertamente, a la luz del sol, y su propósito es una buena cosecha; el otro, el adversario, sin embargo, aprovecha la oscuridad de la noche y obra por envidia, por hostilidad, para arruinar todo. El adversario tiene un nombre: es el diablo, el opositor de Dios por antonomasia. Su intención es obstaculizar la obra de salvación, para que el Reino de Dios sea obstaculizado por trabajadores injustos, sembradores de escándalos. De hecho, la buena semilla y la cizaña no representan el bien y el mal de forma abstracta, sino a nosotros los seres humanos, que podemos seguir a Dios o al diablo. Muchas veces, hemos escuchado que una familia que estaba en paz, después han comenzado las guerras, las envidias… Un barrio que estaba en paz, después han empezado cosas feas… Y nosotros estamos acostumbrados a decir: “Alguien ha venido ahí a sembrar cizaña”, o “esta persona de la familia, con los chismes, siembra cizaña”. Siempre es sembrar el mal lo que destruye. Y esto lo hace siempre el diablo o nuestra tentación: cuando caemos en la tentación de chismorrear para destruir a los otros.

La intención de los siervos es la de eliminar enseguida el mal, es decir a las personas malvadas, pero el amo es más sabio, ve más lejos: estos deben saber esperar, porque soportar las persecuciones y las hostilidades forma parte de la vocación cristiana. El mal, por supuesto, debe ser rechazado, pero los malvados son personas con las que hay que tener paciencia. No se trata de esa tolerancia hipócrita que esconde ambigüedad, sino de la justicia mitigada por la misericordia. Si Jesús ha venido a buscar a los pecadores más que a los justos, a curar a los enfermos antes que a los sanos (cfr. Mt 9,12-13), también nuestra acción como sus discípulos debe estar dirigida no para suprimir a los malvados, sino para salvarlos. Y ahí, la paciencia.

El Evangelio de hoy presenta dos modos de actuar y de vivir la historia: por un lado, la mirada del amo, que ve lejos; por otro, la mirada de los siervos, que ven el problema. Los criados se preocupan por un campo sin malezas, el amo se preocupa por el buen trigo. El Señor nos invita a asumir su misma mirada, la que mira al buen trigo, que sabe custodiarlo también en las malas hierbas. No colabora bien con Dios quien se pone a la caza de los límites y de los defectos de los otros, sino más bien quien sabe reconocer el bien que crece silenciosamente en el campo de la Iglesia y de la historia, cultivándolo hasta la maduración. Y entonces será Dios, y solo Él, quien premie a los buenos y castigue a los malvados. La Virgen María nos ayude a comprender e imitar la paciencia de Dios, que no quiere que ninguno de sus hijos se pierda, que Él ama con amor de Padre.

Después del Ángelus

Queridos hermanos y hermanas,

en este tiempo en el que la pandemia no muestra signos de detenerse, deseo asegurar mi cercanía a los que están afrontando la enfermedad y sus consecuencias económicas y sociales. Mi pensamiento va especialmente a esas poblaciones, cuyos sufrimientos se agravan por situaciones de conflicto.

En base de una reciente Resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, renuevo el llamamiento a un alto el fuego global e inmediato, que permita la paz y la seguridad indispensables para proveer la asistencia humanitaria necesaria.

En particular, sigo con preocupación el agudizarse, en los días pasados, de las tensiones armadas en la región del Cáucaso, entre Armenia y Azerbaiyán. Mientras aseguro mi oración por las familias de aquellos que han perdido la vida durante los enfrentamientos, deseo que, con el compromiso de la comunidad internacional y a través del diálogo y la buena voluntad de las partes, se pueda alcanzar una solución pacífica duradera, que se preocupe por el bien de esas amadas poblaciones.

Dirijo mi saludo a todos vosotros, fieles de Roma y peregrinos procedentes de Italia y de otros países.

Os deseo a todos un buen domingo. Por favor, no os olvidéis de rezar por mí. Buen almuerzo y hasta pronto.

«Si no es por vosotras, nadie»: la impresionante labor de unas monjas de Oviedo en plena pandemia

"Si no es por vosotras, nadie”, les decían a las Hijas de la Caridad de la Cocina Económica de Oviedo las personas que acudían, día tras día, en pleno confinamiento, a recoger sus raciones diarias de comida. No tenían a dónde ir. Muchos de los que vivían en la calle, en Oviedo, no quisieron confinarse en ningún otro lugar, y los que vivían en “chupanos” o casas abandonadas, se quedaron en el mismo sitio.

Aquellos que cobraban una pensión y vivían en una pequeña habitación alquilada,  salían antes de tiempo para hacer cola en la Cocina Económica, a pesar de los esfuerzos que realizaban las religiosas, abriendo media hora antes de lo habitual, para que no se concentrara tanta gente en la calle al mismo tiempo, pero “es que la gente es más que comida y techo”, reflexionaba sor Esperanza Romero, la superiora de la Comunidad de la Cocina Económica, “y después de un día entero entre cuatro paredinas, muchas veces en condiciones lamentables, se entiendan que salieran, pues las personas necesitan relacionarse”.

No fueron días fáciles, aquellos del confinamiento, para la Cocina Económica. Al principio, como le sucedió a todo el mundo, fueron tanteando la situación: “El primer día les pusimos a lavarse las manos y les situamos a cada uno en una mesa para comer” –recuerda Sor Esperanza–. Al día siguiente ya decidimos que había que cambiar de táctica, pues la situación estaba empeorando drásticamente, y decidimos entonces que era mejor ofrecer la comida y la cena en tuppers de plástico y entregárselos a cada uno individualmente en bolsas, para que se las llevaran”.

Así han venido haciendo desde hace meses, y aunque la situación ha mejorado sustancialmente, todavía “quedan muchas necesidades”, señala la religiosa. Y es que al principio “fue una auténtica avalancha”, recuerda Sor Esperanza. “Vino muchísima gente, con diferentes situaciones. Llegamos a dar 350 comidas y cenas al día. También recibíamos por la tarde a familias que pedían comida para llevarse. De las veinte o treinta que atendemos ahora mismo, tuvimos días de recibir a cien familias. Venían derivadas de los servicios sociales, de Asturias Acoge y otras instituciones. 

Todas estas personas que llegaban por primera vez a la Cocina Económica eran, en general, personas que habían perdido su trabajo, o tenían un ERTE y no lo estaban cobrando y se encontraban en situaciones económicas muy difíciles”.

El gasto en tuppers se disparó, al igual que en bolsas de plástico. “Había días en que cada uno se llevaba a casa tres diferentes. Efectivamente supuso un gasto extra –reconoce Sor Esperanza–, pero llegamos a tener donativos exclusivamente para los tuppers. Al principio les decíamos que los tirasen al terminar, pero luego nos dimos cuenta de que el lavavajillas desinfecta, y que podíamos darles una segunda vida, además de que no hacíamos tanto daño al medio ambiente, así que les pedimos que nos los trajeran de vuelta”.     

A pesar de todos los gastos extra, las Hijas de la Caridad de la Cocina Económica se muestran muy agradecidas por el comportamiento de los ovetenses y de sus instituciones. “Oviedo se volcó con la Cocina Económica”, afirma Sor Esperanza. “Tuvimos muchísimas donaciones. Al principio, cuando no se podía salir, llamaban por teléfono para preguntar por un número de cuenta. Después, fueron trayendo ya donativos en mano, y nos ayudaron tanto particulares, como empresas o instituciones. Hemos recibido donativos en un porcentaje mucho mayor que el de otros años por estas fechas. El Banco de Alimentos se volcó con nosotras, y el Ayuntamiento de Oviedo se puso a nuestra disposición y hasta nos dio ayuda para que pudiéramos incrementar el personal de cocina y almacén”.

De todo eso, las personas que reciben ayuda diaria en la Cocina Económica, son conscientes, y por eso les decían “Si no es por vosotras, nadie”. “Y nosotras también éramos conscientes de cómo Dios nos estaba ayudando”, afirma Sor Esperanza. Pues de la noche a la mañana se vieron ellas solas, las siete de la comunidad, sin voluntarios, pues nadie podía salir. “Y Dios nos dio energías. Y eso que todas somos mayores, pero a las más mayores no las dejábamos bajar abajo, así que subían al piso de arriba y desde allí pelaban huevos o hacían lo que podían para ayudar, por lo que todo el mundo colaboró”.  

A partir de ahora, nadie sabe lo que va a pasar. “Vivimos al día”, dicen. De momento, el sistema de reparto de comida en bolsas continuará durante el verano, pero en invierno, habrá que valorar si, al menos, aquellas personas que viven en la calle, pueden pasar a sentarse y comer un plato de comida caliente. Mientras tanto, las Hijas de la Caridad no dejan de dar gracias a Dios por tanta generosidad, recordando, eso sí, que “podemos hacer un mundo para todos, donde no tendría que haber necesidades”.

sábado, 18 de julio de 2020

SAN AGUSTÍN, su oración

Señor, por amor de tu amor hago lo que hago (Conf. 2, 11,1).

Señor, tú que nos diste el que te encontráramos
y el ánimo para seguir buscándote,
no nos abandones al cansancio ni a la desesperanza.
Haznos buscarte siempre, y cada vez con más ardor.
Y danos fuerzas para adelantar en tu búsqueda.

Ante ti ponemos nuestra fortaleza. Y con ella nuestra
debilidad. Acreciéntanos la primera y cúranos la segunda.

Ante ti ponemos nuestra ciencia. Y con ella nuestra
ignorancia. Allí donde nos abriste, recíbenos,
pues estamos entrando. Allí donde nos cerraste,
ábrenos, pues estamos llamando.

Que nos acordemos de ti. Que te comprendamos.
Que te amemos. Aumenta en nosotros tus favores
hasta que totalmente nos reformemos en ti.

Domingo 16º del Tiempo Ordinario - Ciclo A


Lectura del santo evangelio según san Mateo (13,24-43):
En aquel tiempo, Jesús propuso otra parábola a la gente: «El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero, mientras la gente dormía, su enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó. Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga apareció también la cizaña. Entonces fueron los criados a decirle al amo: "Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde sale la cizaña?" Él les dijo: "Un enemigo lo ha hecho." Los criados le preguntaron: "¿Quieres que vayamos a arrancarla?" Pero él les respondió: "No, que, al arrancar la cizaña, podríais arrancar también el trigo. Dejadlos crecer juntos hasta la siega y, cuando llegue la siega, diré a los segadores: Arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo almacenadlo en mi granero."»
Les propuso esta otra parábola: «El reino de los cielos se parece a un grano de mostaza que uno siembra en su huerta; aunque es la más pequeña de las semillas, cuando crece es más alta que las hortalizas; se hace un arbusto más alto que las hortalizas y vienen los pájaros a anidar en sus ramas.»
Les dijo otra parábola: «El reino de los cielos se parece a la levadura; una mujer la amasa con tres medidas de harina y basta para que todo fermente.»
Jesús expuso todo esto a la gente en parábolas y sin parábolas no les exponía nada. Así se cumplió el oráculo del profeta: «Abriré mi boca diciendo parábolas; anunciaré los secretos desde la fundación del mundo.»
Luego dejó a la gente y se fue a casa. Los discípulos se le acercaron a decirle: «Acláranos la parábola de la cizaña en el campo.»
Él les contestó: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del reino; la cizaña son los partidarios del maligno; el enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha es el fin del tiempo, y los segadores los ángeles. Lo mismo que se arranca la cizaña y se quema, así será el fin del tiempo: el Hijo del Hombre enviará sus ángeles y arrancarán de su reino a todos los corruptos y malvados y los arrojarán al horno encendido; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su padre. El que tenga oídos, que oiga.»
Palabra del Señor

Compartimos:
Jesús había comenzado su tarea hablando del Reino y de la felicidad que él supone y que ya está presente (bienaventuranzas y sermón del Monte). En la cabeza de la gente y de los mismos discípulos, había muchos sueños, ideas y deseos sobre la acción de Dios en el mundo, alimentadas a veces por los mismos profetas. Pero... después de un cierto tiempo... el resultado es desalentador. No pasa lo que ellos esperaban con tanto anhelo. ¿Por qué? Aún más: ¿pueden ellos hacer algo para que las cosas mejoren? 

Jesús quiere centrarles, aclararles las cosas, invitarles a la responsabilidad, a la esperanza y a la paciencia. Para ello se sirve de algunas parábolas. Resumiendo y subrayando:

- En el mundo, en la Iglesia y en cada uno de nosotros conviven el bien y el mal. Todos tenemos sembrada semillas buenas, pero un «enemigo» ha sembrado también cizaña. Y se nota que ambas crecen juntas. ¿Hacemos una buena limpieza y quitamos estorbos para que el resultado sea mejor? Pues no. No tenemos datos ni criterios suficientes para actuar de jueces: tarea que sólo corresponde a Dios. Y de hacerlo, tendríamos el riesgo de arrancar también lo bueno. El sembrador (como en la primera lectura) prefiere seguir haciendo caer su lluvia sobre malos buenos... hasta el momento de la siega... confiando incluso que las malas yerbas se «conviertan» y produzcan frutos.

- En segundo lugar Jesús compara el Reino no con los grandes cedros del Líbano, con un ciprés o algún otro árbol majestuoso. Se sirve del humilde árbol de mostaza, que puede llegar a medir hasta tres metros en el mejor de los casos, pero es pequeño. Sin embargo tiene capacidad de acoger a todos los pájaros que busquen refugio. Es la grandeza de lo pequeño. Desmonta así los deseos de grandeza, de grandiosidad, de triunfo espectacular, de ser muchos, de arrasar con su poder. No son esos los caminos de Dios. Sino crecer, desarrollarse y acoger a los hermanos que quieran refugiarse en sus ramas. Han sido  ésas grandes tentaciones de la Iglesia de todos los tiempos. También de hoy. Pero no por ser grandes, no por tener muchos recursos o buenos contactos y pactos, no por ser muchos... se cumplen mejor los proyectos de Dios.  Puede que todo lo contrario. Cuidar la comunidad, las relaciones, la acogida, en cambio, sí que le importa al Señor. Es lo que conviene ser.

- Por último, la parábola de la «desproporción». Tres medidas de harina vendrían a ser 22 litros... menudo pedazo de pan resulta con un poco de levadura. La masa es mucha, como el mundo, y seguirá siendo masa... pero la presencia discreta y mínima, pero muy potente, de la levadura, hace posible el pan para comer, lo cambia todo. Así también el Reino, la comunidad cristiana, la Palabra de Jesús... «poca cosa»,  ni se ve, pero su tarea es que todo sea distinto. Así ha sido (y todavía), por ejemplo, la presencia callada de la Iglesia y de muchas personas buenas aliviando esta situación terrible del coronavirus. Acompañando, ofreciendo comida, orando, dando refugio en sus locales, y también esperanza. Sin hacer ruido, sin que se note, sin que una inmensa mayoría se entere. Ha sido levadura. Es lo que tenía que ser, convenía actuar así. Lo sabemos porque Jesús nos lo había dejado claro.

viernes, 17 de julio de 2020

CUANDO REZAMOS POR TODOS, ¿Qué significa "todos"?

Me ha llamado la atención, a propósito del funeral que la Conferencia Episcopal ha organizado en la Catedral de La Almudena en sufragio de todas las víctimas del covid-19, que la familia de una de las víctimas pida que expresamente se excluya a su familiar. Se comprenden los motivos de esta petición cuando se sabe que algún miembro de esta familia ha sufrido malos tratos por parte de los representantes de esa Iglesia que promueve el funeral. Pero parece difícil, como piden, “que se excluya expresamente su nombre”, cuando no se va a nombrar a nadie, porque la oración aludirá a un genérico “todos”. Y si se dice: “todos menos tal persona”, entonces se la nombra expresamente, cuando lo que se pretender evitar es que el nombre de esa persona se haga presente en el funeral.

Cuando se hacen oraciones públicas “por todos”, como ocurre por ejemplo en la plegaria eucarística cuando se ora por todos los difuntos, si se quiere orar especialmente por algunos es cuando se los nombra. Pero si no se nombra a nadie, este “todos” es tan genérico que nadie puede sentirse excluido, ni tampoco necesariamente incluido. De modo que pretender que uno es nombrado expresamente cuando se dice “todos” parece un poco exagerado.

Entiendo el dolor de muchas personas cuando no se ha hecho justicia a sus legítimas reclamaciones. Comprendo que muchas personas se sientan decepcionadas por la conducta de algunos cristianos. Pero parece muy difícil evitar determinados términos que, sin duda, son muy incluyentes (“los españoles, los valencianos, los leoneses”, o “los ciudadanos”, “los difuntos”, “los trabajadores”), pero en los que nadie que no quiera no tiene porque sentirse ni representado ni aludido.
 Martin Gelabert, O.P