miércoles, 31 de agosto de 2022

Oración de cercanía

 POBRE COMO TÚ

Siempre que me he acercado a ti

y he visto que no tuviste

“donde reclinar la cabeza”

y que tuviste por lecho de muerte una cruz,

me siento traidor

al ver que tengo cada día más,

que me siento víctima

de una sociedad de consumo

y que necesito cada día más cosas.

Y sin embargo, “sólo una cosa es necesaria”.

Me parece que comienzo a intuir

lo que es ser “pobre como Tú”.

Sé que la condición de seguirte

es dejarlo todo.

“El que no deje todo lo que posee,

no puede ser mi discípulo”.

Siento que me dices

que me despoje de todo y que confíe en Ti.

Me pides que me lance a tu Providencia

con los ojos cerrados

y que todo lo demás

se me dará por añadidura,

incluso la verdadera eficacia

de nuestro apostolado.

Que tú eres la gran seguridad,

el gran “seguro” del “inseguro”.

Ese salto en el vacío oscuro de la fe

es muy difícil

y supone confianza ciega.

(Arrupe)

Miércoles de la 22ª Semana del Tiempo Ordinario

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (3,1-9):

Hermanos, no pude hablaros como a hombres de espíritu, sino como a gente carnal, como a niños en Cristo. Por eso os alimenté con leche, no con comida, porque no estabais para más. Por supuesto, tampoco ahora, que seguís los instintos carnales. Mientras haya entre vosotros envidias y contiendas, es que os guían los instintos carnales y que procedéis según lo humano. Cuando uno dice «yo soy de Pablo» y otro, «yo de Apolo», ¿no estáis procediendo según lo humano? En fin de cuentas, ¿qué es Apolo y qué es Pablo? Ministros que os llevaron a la fe, cada uno como le encargó el Señor. Yo planté, Apolo regó, pero fue Dios quien hizo crecer; por tanto, el que planta no significa nada ni el que riega tampoco; cuenta el que hace crecer, o sea, Dios. El que planta y el que riega son una misma cosa; si bien cada uno recibirá el salario según lo que haya trabajado. Nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros campo de Dios, edificio de Dios.

Palabra de Dios

Salmo 32,R/. Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad

Santo Evangelio según san Lucas (4,38-44):

En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, entró en casa de Simón. La suegra de Simón estaba con fiebre muy alta y le pidieron que hiciera algo por ella. Él, de pie a su lado, increpó a la fiebre, y se le pasó; ella, levantándose en seguida, se puso a servirles. Al ponerse el sol, los que tenían enfermos con el mal que fuera se los llevaban; y él, poniendo las manos sobre cada uno, los iba curando. De muchos de ellos salían también demonios, que gritaban: «Tú eres el Hijo de Dios.» Los increpaba y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Mesías. Al hacerse de día, salió a un lugar solitario. La gente lo andaba buscando; dieron con él e intentaban retenerlo para que no se les fuese. Pero él les dijo: «También a los otros pueblos tengo que anunciarles el reino de Dios, para eso me han enviado.» Y predicaba en las sinagogas de Judea.

Palabra del Señor

Compartimos:

Aunque vivimos en una época en la que el tacto se ve con recelo y miedo -ya sea por las historias de abusos o por la pandemia-, el tacto humano cura física, psicológica y espiritualmente. En algunas culturas existe la tradición de que los niños toquen los pies de sus padres y maestros para pedir su bendición y que éstos les bendigan poniendo sus manos sobre sus cabezas. ¡Qué espectáculo tan conmovedor! "Jesús puso las manos sobre cada uno y los curó". No fue necesario que Jesús hiciera nada más que imponer sus manos suavemente sobre ellos y susurrar una oración. Nosotros también podemos hacer lo mismo y sanar a los que nos rodean: una suave mano en el hombro o un cálido abrazo cuando alguien está dolido, una palmadita en la espalda cuando alguien hace algo bueno, la imposición de nuestras manos y una oración sobre los que están enfermos - estos gestos hacen increíbles milagros en sus vidas.

martes, 30 de agosto de 2022

Oración de luz

Porque, Señor, yo te he visto

y quiero volverte a ver,

quiero creer.


Te vi, sí, cuando era niño

y en agua me bauticé,

y, limpio de culpa vieja,

sin velos te pude ver.


Devuélveme aquellas puras

transparencias de aire fiel,

devuélveme aquellas niñas

de aquellos ojos de ayer.


Están mis ojos cansados

de tanto ver luz sin ver;

por la oscuridad del mundo,

voy como un ciego que ve.


Tú que diste vista al ciego

y a Nicodemo también,

filtra en mis secas pupilas

dos gotas frescas de fe.

(Liturgia de las horas)

Martes de la 22ª semana del Tiempo Ordinario.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (2,10b-16):

El Espíritu lo sondea todo, incluso lo profundo de Dios. ¿Quién conoce lo íntimo del hombre, sino el espíritu del hombre, que está dentro de él? Pues, lo mismo, lo íntimo de Dios lo conoce sólo el Espíritu de Dios. Y nosotros hemos recibido un Espíritu que no es del mundo, es el Espíritu que viene de Dios, para que tomemos conciencia de los dones que de Dios recibimos. Cuando explicamos verdades espirituales a hombres de espíritu, no las exponemos en el lenguaje que enseña el saber humano, sino en el que enseña el Espíritu, expresando realidades espirituales en términos espirituales. A nivel humano, uno no capta lo que es propio del Espíritu de Dios, le parece una necedad; no es capaz de percibirlo, porque sólo se puede juzgar con el criterio del Espíritu. En cambio, el hombre de espíritu tiene un criterio para juzgarlo todo, mientras él no está sujeto al juicio de nadie. «¿Quién conoce la mente del Señor para poder instruirlo?» Pues bien, nosotros tenemos la mente de Cristo.

Palabra de Dios

Salmo144, R/. El Señor es justo en todos sus caminos

 Santo Evangelio según san Lucas (4,31-37):

En aquel tiempo, Jesús bajó a Cafarnaún, ciudad de Galilea, y los sábados enseñaba a la gente. Se quedaban asombrados de su doctrina, porque hablaba con autoridad.

Había en la sinagoga un hombre que tenía un demonio inmundo, y se puso a gritar a voces: «¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios.» Jesús le intimó: «¡Cierra la boca y sal!» El demonio tiró al hombre por tierra en medio de la gente, pero salió sin hacerle daño. Todos comentaban estupefactos: «¿Qué tiene su palabra? Da órdenes con autoridad y poder a los espíritus inmundos, y salen.» Noticias de él iban llegando a todos los lugares de la comarca.

Palabra del Señor

Compartimos:

Hoy vemos cómo la actividad de enseñar fue para Jesús la misión central de su vida pública. Pero la predicación de Jesús era muy distinta a la de los otros maestros y esto hacía que la gente se extrañara y se admirara. Ciertamente, aunque el Señor no había estudiado (cf. Jn 7,15), desconcertaba con sus enseñanzas, porque «hablaba con autoridad» (Lc 4,32). Su estilo de hablar tenía la autoridad de quien se sabe el “Santo de Dios”.

Precisamente, aquella autoridad de su hablar era lo que daba fuerza a su lenguaje. Utilizaba imágenes vivas y concretas, sin silogismos ni definiciones; palabras e imágenes que extraía de la misma naturaleza cuando no de la Sagrada Escritura. No hay duda de que Jesús era buen observador, hombre cercano a las situaciones humanas: al mismo tiempo que le vemos enseñando, también lo contemplamos cerca de las gentes haciéndoles el bien (con curaciones de enfermedades, con expulsiones de demonios, etc.). Leía en el libro de la vida de cada día experiencias que le servían después para enseñar. Aunque este material era tan elemental y “rudimentario”, la palabra del Señor era siempre profunda, inquietante, radicalmente nueva, definitiva.

lunes, 29 de agosto de 2022

Oración de presencia Divina

 Guíame, Luz Amable, entre tanta tiniebla espesa,

¡llévame Tú!

Estoy lejos de casa, es noche prieta y densa,

¡ llévame Tú!

Guarda mis pasos; no pido ver

Confines ni horizontes, sólo un paso más me basta.

Yo antes no era así, jamás pensé en que

Tú me llevaras.

Decidía, escogía, agitado; pero ahora,

¡llévame Tú!

Yo amaba el lustre fascinante de la vida y, aun temiendo,

Sedujo mi alma el amor propio: no guardes cuentas del pasado.

Si me has librado ahora con tu amor, es que tu Luz

Me seguirá guiando

Entre páramos barrizos, cárcavas y breñales, 

hasta que la noche huya

Y con el alba, estalle la sonrisa de los ángeles,

La que perdí, la que anhelo desde siempre.

( Cardenal John Henry Newman)

Oremos para Aceptar la gracia

La oración no se hace; se recibe. Y sin embargo, persistimos en una manera equivocada de lenguaje, la de ‘hacer oración Y aunque parece una ingenuidad perdonable, es una barrera que, en otro momento del proceso interior, impide el progreso en la oración, lo malinterpreta, lo rechaza. El ‘hacer’ tiene que pasar a ‘dejar hacer*. La más profunda forma de ‘escuchar’, es la ‘pasividad’; ‘dejar que algo nos llegue’, que nos llegue Dios... Aceptar nuestra condición de aprendices de Dios y ‘dejar de querer apoderarse de Dios para acogerlo y contemplado’.

Tarea pedagógica es crear condiciones de pobreza, de simplicidad, en que pueda revelarse el amor de Dios (Rm. 5,5). Dios está ocurriendo en nosotros. Despertar pobremente a ese acontecimiento que nos ocurre ahora, es la gracia de la oración.

Despertar a ese Acontecimiento de un Dios que vive en nosotros es la oración. Y la clave -poco entendida- es entender el propio despertar ante el rostro de Dios, es el nivel de nuestra propia ‘desapropiadón’-dice Juan de la Cruz-; despojo, pobreza, sencillez... Tal despojo afecta a toda la persona: ‘el hombre todo entero, cuerpo y alma, corazón y conciencia, inteligencia y voluntad’ (GS 3). Realizar la aproximación al misterio es cuestión de fe, de pedagogía adecuada y de paciencia para caminar siempre...

¡Cosa de pocos...! (Noche I, 9,9).

Es recurrente -aunque siempre válida- la anécdota:

Maestro, ¿por qué el camino de la interioridad es tan difícil?

El maestro responde: - Porque pasa por uno mismo.

Al no saber quiénes somos de verdad, -nuestra gran confusión sobre nuestra identidad- nos hace preguntamos sobre quién, o qué, o cómo ponerse en la presencia de Dios. A esto responde san Juan de la Cruz quien, paradójicamente afirma que hay que ponerse en la presencia de Dios sin cómo, sin manera ni modo (Subida II, 4,5). Hay que pasar, dice, al no saber... Entenderlo esto es un modelo especial de pobreza que, tarde o temprano, nos ha de ocurrir... Tal pobreza también ha de afectar al cuerpo de quien ora... ¡También el cuerpo tiene que entrar en esa ámbito necesario de ‘no saber’.

Entonces puede ‘padecer’ la influencia secreta del Dios que lo habita (1 Co 3,16).

¡Dios habla sin parar; sólo se oye cuando uno se detiene... Son pocos, al parecer, los que se detienen... No saben darle pobreza a su cuerpo...

Martirio de San Juan Bautista

Lectura del libro de Jeremías (1,17-19):

En aquellos días, recibí esta palabra del Señor: «Cíñete los lomos, ponte en pie y diles lo que yo te mando. No les tengas miedo, que si no, yo te meteré miedo de ellos. Mira; yo te convierto hoy en plaza fuerte, en columna de hierro, en muralla de bronce, frente a todo el país: frente a los reyes y príncipes de Judá, frente a los sacerdotes y la gente del campo. Lucharán contra ti, pero no te podrán, porque yo estoy contigo para librarte.» Oráculo del Señor.

Palabra de Dios

Salmo 70,R/. Mi boca contará tu auxilio

Santo evangelio según san Marcos (6,17-29):

En aquel tiempo, Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel, encadenado. El motivo era que Herodes se había casado con Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan le decía que no le era lícito tener la mujer de su hermano. Herodías aborrecía a Juan y quería quitarlo de en medio; no acababa de conseguirlo, porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre honrado y santo, y lo defendía. Cuando lo escuchaba, quedaba desconcertado, y lo escuchaba con gusto. La ocasión llegó cuando Herodes, por su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea. La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a Herodes y a los convidados. El rey le dijo a la joven: «Pídeme lo que quieras, que te lo doy.» Y le juró: «Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino.» Ella salió a preguntarle a su madre: «¿Qué le pido?»

La madre le contestó: «La cabeza de Juan, el Bautista.» Entró ella en seguida, a toda prisa, se acercó al rey y le pidió: «Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista.» El rey se puso muy triste; pero, por el juramento y los convidados, no quiso desairarla. En seguida le mandó a un verdugo que trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre. Al enterarse sus discípulos, fueron a recoger el cadáver y lo enterraron.

Palabra del Señor

Compartimos:

«En la persecución Dios corona a sus soldados; en la paz corona la buena conciencia» (San Cipriano)

«San Juan Bautista fue fiel al Señor hasta el final. Atrajo a multitudes de pecadores hacia Dios. Lo que más atraía de él era su ejemplo de fidelidad y su entrega total a Dios, hasta el punto de derramar su sangre antes que traicionar su conciencia» (Francisco)

«San Juan Bautista es el precursor inmediato del Señor (…). Precediendo a Jesús ‘con el espíritu y el poder de Elías’ (Lc 1,17), da testimonio de Él mediante su predicación, su bautismo de conversión y finalmente con su martirio» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 523)

domingo, 28 de agosto de 2022

Oración de irradiación

 Jesús mío: ayúdame a esparcir tu fragancia donde quiera que vaya;

inunda mi alma con tu espíritu y tu vida;

llena todo mi ser y toma de él posesión

de tal manera que mi vida no sea en adelante

sino una irradiación de la tuya.


Quédate en mi corazón en una unión tan íntima

que quienes tengan contacto conmigo

puedan sentir en mí tu presencia;

y que al mirarme olviden que yo existo

y no piensen sino en Ti.


Quédate conmigo.

Así podré convertirme en luz para los otros.

Esa luz, oh Jesús, vendrá toda de Ti;

ni uno solo de sus rayos será mío.


Te serviré apenas de instrumento

para que Tú ilumines a las almas a través de mí.


Déjame alabarte en la forma que te es más agradable:

llevando mi lámpara encendida para disipar las sombras

en el camino de otras almas.


Déjame predicar tu nombre sin palabras…

Con mi ejemplo, con mi fuerza de atracción

con la sobrenatural influencia de mis obras,

con la fuerza evidente del amor que mi corazón siente por Ti.

(San John Henry Newman)

sábado, 27 de agosto de 2022

Domingo 22º del Tiempo Ordinario - Ciclo C

Primera lectura

Lectura del libro del Eclesiástico (3,17-18.20.28-29):

Hijo, actúa con humildad en tus quehaceres, y te querrán más que al hombre generoso. Cuanto más grande seas, más debes humillarte, y así alcanzarás el favor del Señor. «Muchos son los altivos e ilustres, pero él revela sus secretos a los mansos». Porque grande es el poder del Señor y es glorificado por los humildes. La desgracia del orgulloso no tiene remedio, pues la planta del mal ha echado en él sus raíces. Un corazón prudente medita los proverbios, un oído atento es el deseo del sabio.

Palabra de Dios

Salmo 67,R/. Tu bondad, oh, Dios, preparó una casa para los pobres.

Segunda lectura

Lectura de la carta a los Hebreos (12,18-19.22-24a):

Hermanos:

No os habéis acercado a un fuego tangible y encendido, a densos nubarrones, a la tormenta, al sonido de la trompeta; ni al estruendo de las palabras, oído el cual, ellos rogaron que no continuase hablando.

Vosotros, os habéis acercado al monte Sion, ciudad del Dios vivo, Jerusalén del cielo, a las miríadas de ángeles, a la asamblea festiva de los primogénitos inscritos en el cielo, a Dios, juez de todos; a las almas de los justos que han llegado a la perfección, y al Mediador de la nueva alianza, Jesús. 

Palabra de Dios

Santo Evangelio según san Lucas (14,1.7-14):

En sábado, Jesús entró en casa de uno de los principales fariseos para comer y ellos lo estaban espiando. Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les decía una parábola:

«Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y venga el que os convidó a ti y al otro, y te diga: “Cédele el puesto a este”.

Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto. Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga: “Amigo, sube más arriba”. Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales.

Porque todo el que se enaltece será humillado; y el que se humilla será enaltecido». Y dijo al que lo había invitado: «Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado. Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; y serás bienaventurado, porque no pueden pagarte; te pagarán en la resurrección de los justos».

Palabra del Señor

Compartimos:

Pues ahí tenemos el estilo diferente de Jesús: «No invites a tus amigos y parientes y amigos ricos, porque te corresponderán y quedarás pagado».  Es decir: Invierte a fondo perdido; regala y regálate...porque así es y actúa tu Padre Dios y desea que te parezcas a él.  Hazlo así porque es urgente que cambiemos este mundo de intereses, en el que se hacen las cosas para sacar algo a cambio.

           Jesús nos invita y recomienda lo que él mismo hizo y hará: «Cuando des un banquete invita a los pobres, a los ciegos, a los que no pueden, ni tienen, ni valen». Sentarles en mi mesa sería sinónimo de hacerles un hueco digno en mi vida: no es un simple asunto «gastronómico», no es sólo darles de comer, sino que coman conmigo. Se trataría de acoger, interesarnos, atender, darles nuestro tiempo y cercanía... 

          La Eucaristía siempre se ha considerado el «banquete del Señor», la Cena festiva de los hermanos. Una mesa en la que nunca tenemos derechos ni méritos suficientes como para sentarnos a ella. Como dice esa oración antes de comulgar: «no soy digno de que entres en mi casa». Pero sin merecerlo, sin tener derecho a estar en esta mesa, siendo un pecador... el Señor continuamente me invita.... para que hagamos nosotros lo mismo. Hacer de nuestra vida, de nuestras relaciones, de nuestro corazón una mesa universal abierta a todos... y especialmente a los que menos se lo merecerían. Porque lo de «merecer»... es algo que Dios ha quitado de su diccionario.... y del nuestro. 

Sábado de la 21ª semana del Tiempo Ordinario

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (1,26-31):

Fijaos en vuestra asamblea, no hay en ella muchos sabios en lo humano, ni muchos poderosos, ni muchos aristócratas; todo lo contrario, lo necio del mundo lo ha escogido Dios para humillar a los sabios, y lo débil del mundo lo ha escogido Dios para humillar el poder. Aún más, ha escogido la gente baja del mundo, lo despreciable, lo que no cuenta para anular a lo que cuenta, de modo que nadie pueda gloriarse en presencia del Señor. Por él vosotros sois en Cristo Jesús, en este Cristo que Dios ha hecho para nosotros sabiduría, justicia, santificación y redención. Y así –como dice la Escritura– «el que se gloríe, que se gloríe en el Señor.»

Palabra de Dios

Salmo 32 R/. Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad

Santo Evangelio según san Mateo (25,14-30):

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «Un hombre que se iba al extranjero llamó a sus empleados y los dejó encargados de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos de plata, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó. El que recibió cinco talentos fue enseguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió uno, hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor. Al cabo de mucho tiempo volvió el señor de aquellos empleados y se puso a ajustar cuentas con ellos. Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo: "Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco." Su señor le dijo: "Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor." Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo: "Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos." Su señor le dijo: "Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor." Finalmente se acercó el que había recibido un talento y dijo: "Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces; tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo." El señor le respondió: "Eres un empleado negligente y holgazán; ¿con que sabías que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque el que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese empleado inútil echadlo fuera, a las tinieblas, allí será el llanto y el rechinar de dientes."»

Palabra del Señor

Compartimos:

Lo que Pablo dice de los corintios es cierto para muchos de nosotros. Si nos examinamos honestamente, ¿hemos merecido ser quienes somos y donde hemos llegado ahora? Si Dios te ha concedido una vocación o posición especial, no es por tu mérito, sino puramente por Su Gracia, para Sus propósitos. Como dice Pablo y la Madre María en el Magnificat, si en algún momento nos jactamos, sólo podemos hacerlo de las maravillas que Dios ha obrado en nuestras vidas. Una vez que somos conscientes de tales maravillas, la respuesta espontánea sólo puede ser de gratitud. Quien está tan lleno de tal gratitud por las bendiciones de Dios, nunca puede imaginar el desperdicio de los talentos y recursos que Dios ha dado, y trabajará día y noche para poner esos talentos en buen uso y devolver el favor, aunque sea inconmensurablemente inadecuado, a Dios cuando venga a llamarlo. Esta es la dinámica interior de todo santo y de toda alma santa. 

viernes, 26 de agosto de 2022

Viernes de la 21ª semana del Tiempo Ordinario

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (1,17-25):

No me envió Cristo a bautizar, sino a anunciar el Evangelio, y no con sabiduría de palabras, para no hacer ineficaz la cruz de Cristo. El mensaje de la cruz es necedad para los que están en vías de perdición; pero para los que están en vías de salvación, para nosotros, es fuerza de Dios. Dice la Escritura: «Destruiré la sabiduría de los sabios, frustraré la sagacidad de los sagaces.» ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el sofista de nuestros tiempos? ¿No ha convertido Dios en necedad la sabiduría del mundo? Y como, en la sabiduría de Dios, el mundo no lo conoció por el camino de la sabiduría, quiso Dios valerse de la necedad de la predicación, para salvar a los creyentes. Porque los judíos exigen signos, los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles; pero para los llamados a Cristo, judíos o griegos, un Mesías que es fuerza de Dios y sabiduría de Dios. Pues lo necio de Dios es más sabio que los hombres; y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.

Palabra de Dios

Salmo  32 R/. La misericordia del Señor llena la tierra

Santo Evangelio según san Mateo (25,1-13):

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «El Reino de los cielos se parecerá a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar al esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas. Las necias, al tomar las lámparas, se dejaron el aceite; en cambio, las sensatas se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz: "¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!" Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las sensatas: "Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas." Pero las sensatas contestaron: "Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis." Mientras iban a comprarlo llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras doncellas, diciendo: "Señor, señor, ábrenos." Pero él respondió: "Os lo aseguro: no os conozco." Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora.»

Palabra del Señor

Compartir:

La actitud y el comportamiento de las cinco doncellas sabias podrían parecer bastante poco cristianos. ¿Por qué no compartieron un poco de lo que tenían para que todos pudieran encender sus lámparas y recibir al novio? ¿No fueron egoístas? Si bien es cierto que compartir los recursos de uno es el camino cristiano, aparentemente hay ciertas cosas que simplemente no se pueden compartir, especialmente en el ámbito espiritual: uno debe cultivarlas por sí mismo, con la gracia de Dios. En el viaje espiritual, uno debe recorrer el camino por sí mismo. Uno debe generar el aceite de la perseverancia y el compromiso por sí mismo. Los demás sólo pueden estar al lado, aconsejar y animar. Un director espiritual sólo puede mostrar el camino, el dirigido debe hacer el recorrido. Un amigo puede rezar, exhortar y apoyar a otro, pero éste debe comprometerse personalmente. Nadie puede vivir la vida de otro. 

jueves, 25 de agosto de 2022

Oración de hijos

 Gracias, Señor, porque de día o de noche tú eres mi amigo fiel. Gracias porque tú nunca me abandonas, puedo confiar plenamente en ti. Cúbreme con tu paz en esta noche y renueva mis fuerzas con un sueño restaurador, mi Señor y mi Dios.

 Señor y Dios mío, son muchas las preocupaciones en mi mente y en mi corazón. ¡Te las entrego todas a ti! Tú eres el Dios todopoderoso que me ama y en ti pongo toda mi confianza. ¡Lléname de tu paz! Ayúdame a descansar y a confiar que todo está bajo tu control. ¡En ti tus hijos estamos seguros! Ayúdanos a sentir tu Espíritu Santo en nuestros corazones y a descansar en tus brazos de amor. En el nombre de Jesús, tu Hijo querido. Amén.

del Jueves de la 21ª semana del Tiempo Ordinario

Comienzo de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (1,1-9):

Yo Pablo, llamado a ser apóstol de Cristo Jesús por designio de Dios, y Sóstenes, nuestro hermano, escribimos a la Iglesia de Dios en Corinto, a los consagrados por Cristo Jesús, a los santos que él llamó y a todos los demás que en cualquier lugar invocan el nombre de Jesucristo, Señor de ellos y nuestro. La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo sean con vosotros. En mi acción de gracias a Dios os tengo siempre presentes, por la gracia que Dios os ha dado en Cristo Jesús. Pues por él habéis sido enriquecidos en todo: en el hablar y en el saber; porque en vosotros se ha probado el testimonio de Cristo. De hecho, no carecéis de ningún don, vosotros que aguardáis la manifestación de nuestro Señor Jesucristo. Él os mantendrá firmes hasta el final, para que no tengan de qué acusaros en el día de Jesucristo, Señor nuestro. Dios os llamó a participar en la vida de su Hijo, Jesucristo Señor nuestro. ¡Y él es fiel!

Palabra de Dios

Salmo 144,R/. Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey

Santo Evangelio según san Mateo (24,42-51):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa. Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre. ¿Dónde hay un criado fiel y cuidadoso, a quien el amo encarga de dar a la servidumbre la comida a sus horas? Pues, dichoso ese criado, si el amo, al llegar, lo encuentra portándose así. Os aseguro que le confiará la administración de todos sus bienes. Pero si el criado es un canalla y, pensando que su amo tardará, empieza a pegar a sus compañeros, y a comer y a beber con los borrachos, el día y la hora que menos se lo espera, llegará el amo y lo hará pedazos, mandándolo a donde se manda a los hipócritas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.»

Palabra del Señor

Compartimos:

Es una gran ironía que los seres humanos vivan como si la muerte le ocurriera a otro. Por supuesto, sabemos que somos mortales; pero de alguna manera, vivimos como si fuéramos a vivir en esta tierra para siempre. La conciencia de nuestra mortalidad o la falta de ella influye en nuestro modo de vida. Como dijo Samuel Johnson, la perspectiva de la muerte concentra maravillosamente la mente de un ser humano. En épocas anteriores, muchos monjes solían cavar sus propias tumbas y sentarse en ellas a meditar. Incluso en estos días, algunas órdenes contemplativas continúan la práctica de que cada monje prepare su propia tumba. Esto les da perspectiva. Quien es consciente de la muerte y de la realidad de dar cuenta de su vida al Creador se mantendrá despierto y estará alerta en todo lo que haga. Esa persona no será encontrada en falta cuando llegue su hora de encontrarse con el Señor de la Vida. 

miércoles, 24 de agosto de 2022

AUDIENCIA GENERAL DEL PAPA FRANCISCO

 Queridos hermanos y hermanas:

Hoy concluimos el ciclo de catequesis sobre la vejez, y lo hacemos recordando la Asunción de la Virgen María a los cielos. Este misterio se pone en relación con la Resurrección de Jesús, y nos anticipa el destino que nos espera cuando resucitemos. En las llagas de Jesús, que permanecen ya resucitado ―conserva las llagas―, vemos que Él no perdió su humanidad ni la memoria de su vida, ni de su historia. Nosotros, aunque no podemos imaginarnos cómo será la transformación de nuestro cuerpo al resucitar, sabemos que reconoceremos nuestros rostros y las personas que amamos. Nos encontraremos.

Nuestra vida es como una semilla que debe ser enterrada para que nazca y pueda dar fruto. Esto sucederá, aunque no sin tribulación, como lo indica san Pablo al hablar de los dolores de parto que sufre la creación. Pero Jesús nos espera con amor, nos prepara un lugar a la mesa en su Reino, del cual disfrutaremos al pasar a la otra vida. Queridos hermanos, queridas ancianas, queridos ancianos, confiemos en las promesas del Señor, lo mejor de la vida está aún por llegar.

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española. Pidamos al Señor que, en el camino de esta vida terrena, sepamos sembrar con gestos de amor y ternura lo que cosecharemos en el Reino de los cielos. Que Dios los bendiga. Muchas gracias.

Oración de confianza

Espero oír tu voz el resto de mi vida,

quizá sea pedirte mucho

-que me acompañes hasta el final

y exploremos juntos la luz del mundo-

pero es todo cuanto busco.

Dios de amor

Espero que me acompañes antes

y después del mundo,

cuando ya no quede nada aquí

y el destierro sea inevitable.

Dios de amor

Espero sentir siempre tu presencia,

en los océanos o en el desierto,

en el corazón o en la quietud de la tristeza,

allá donde puedas recogerme

con tus abrazos de esperanza.

Dios de amor

En cualquier región de mi destino

espero sentir la llamada de tu amor infinito.

Dios de amor

Ser, sin más, en ti, en tu luz,

vida encontrada, búsqueda

amanecida.

José Manuel Martínez

San Bartolomé, apóstol

Lectura del libro del Apocalipsis (21,9b-14):

El ángel me habló así: «Ven acá, voy a mostrarte a la novia, a la esposa del Cordero.» Me transportó en éxtasis a un monte altísimo, y me enseñó la ciudad santa, Jerusalén, que bajaba del cielo, enviada por Dios, trayendo la gloria de Dios. Brillaba como una piedra preciosa, como jaspe traslúcido. Tenía una muralla grande y alta y doce puertas custodiadas por doce ángeles, con doce nombres grabados: los nombres de las tribus de Israel. A oriente tres puertas, al norte tres puertas, al sur tres puertas, y a occidente tres puertas. La muralla tenía doce basamentos que llevaban doce nombres: los nombres de los apóstoles del Cordero.

Palabra de Dios

Salmo 144,R/. Que tus fieles, Señor, proclamen la gloria de tu reinado

 Santo Evangelio según san Juan (1,45-51):

En aquel tiempo, Felipe encuentra a Natanael y le dice: «Aquel de quien escribieron Moisés en la Ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret.» Natanael le replicó: «¿De Nazaret puede salir algo bueno?» Felipe le contestó: «Ven y verás.» Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño.» Natanael le contesta: «¿De qué me conoces?» Jesús le responde: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.» Natanael respondió: «Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.» Jesús le contestó: «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has ver cosas mayores.» Y le añadió: «Yo os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.»

Palabra del Señor

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¿Qué hacía Natanael (Bartolomé) bajo la higuera? No lo sabemos con certeza. Sin embargo, hay indicios en el Antiguo Testamento. Cuando Dios establezca su reino de paz, la gente "se sentará bajo sus propias vides y bajo sus propias higueras" (Miq. 4:4), indicando un tiempo de paz y confianza, libre de miedo. No era una práctica inusual que los eruditos leyeran y estudiaran la ley bajo las higueras, y en raras ocasiones, incluso que rezaran. El erudito Al Garza señala que en el diccionario siríaco se menciona que la madre de Natanael lo puso bajo una higuera para salvarlo cuando Herodes estaba en un alboroto matando niños para deshacerse del niño Jesús. Jesús, en su infinita sabiduría, conocía el íntimo vínculo entre la higuera y Natanael, y no es de extrañar que los rígidos estereotipos de este último sobre cualquier cosa buena en Belén estallaran inmediatamente y reconociera al Mesías en Jesús. 

martes, 23 de agosto de 2022

Martes de la 21 Semana del Tiempo Ordinario

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (2,1-3a.14-17):

Os rogamos, hermanos, a propósito de la venida de nuestro Señor Jesucristo y de nuestra reunión con él, que no perdáis fácilmente la cabeza ni os alarméis por supuestas revelaciones, dichos o cartas nuestras, como si afirmásemos que el día del Señor está encima. Que nadie en modo alguno os desoriente. Dios os llamó por medio del Evangelio que predicamos, para que sea vuestra la gloria de nuestro Señor Jesucristo. Así, pues, hermanos, manteneos firmes y conservad las tradiciones que habéis aprendido de nosotros, de viva voz o por carta. Que Jesucristo, nuestro Señor, y Dios, nuestro Padre que nos ha amado tanto y nos ha regalado un consuelo permanente y una gran esperanza, os consuele internamente y os dé fuerzas para toda clase de palabras y de obras buenas.

Palabra de Dios

Salmo 95,R/. Llega el Señor a regir la tierra

Santo Evangelio según san Mateo (23,23-26):

En aquel tiempo, habló Jesús diciendo: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el décimo de la menta, del anís y del comino, y descuidáis lo más grave de la ley: el derecho, la compasión y la sinceridad! Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello. ¡Guías ciegos, que filtráis el mosquito y os tragáis el camello! ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis rebosando de robo y desenfreno! ¡Fariseo ciego!, limpia primero la copa por dentro, y así quedará limpia también por fuera.»

Palabra del Señor

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"Purifica primero el interior, entonces el exterior también se purificará". ¡Qué fácilmente olvidamos esto, y qué convenientemente! Todos estamos ansiosos por cambiar el mundo exterior: basta con observar nuestras conversaciones en las mesas de los comedores o en los mercados o incluso en las reuniones y conferencias para llegar a esta conclusión. Rara es la gente que trabaja en sí misma, en su interior. Predicamos la fe y la moral desde las azoteas y somos ajenos, inocente o deliberadamente, al desorden interior. Esta desconexión entre el interior y el exterior explica, no sólo muchas de nuestras enfermedades físicas y emocionales, sino también todo tipo de historias de abuso, sexual, financiero, pastoral, etc., que escuchamos por ahí. Incluso en muchas casas religiosas, el examen de conciencia diario se ha convertido en algo del pasado. Es hora de hacer del examen al final del día una práctica diaria no negociable, para todo cristiano. 

lunes, 22 de agosto de 2022

Vida de Santa Rosa de Lima

El Papa Inocencio IX dijo de esta santa un elogio admirable: "Probablemente no ha habido en América un misionero que con sus predicaciones haya logrado más conversiones que las que Rosa de Lima obtuvo con su oración y sus mortificaciones". Lo cual es mucho decir.

Isabel Flores de Oliva, hija de Gaspar de Flores y María de Oliva, que por su belleza recibió popularmente el nombre de "Rosa" al que ella añadió "de Santa María" En el bautizo le pusieron el nombre de Isabel, pero luego la mamá al ver que al paso de los años su rostro se volvía sonrosado y hermoso como una rosa, empezó a llamarla con el nombre de Rosa. Y el Sr. Arzobispo al darle la confirmación le puso definitivamente ese nombre, con el cual es conocida ahora en todo el mundo.

En los años en que nació Santa Rosa de Lima, la sociedad de su época, propia de un periodo colonial, esta orientada en varios aspectos por el ideal de tener más. Hay allí familias pudientes, otras de pequeños propietarios y la gran mayoría de campesinos, negros y mulatos, que son tratados como esclavos. La familia de Rosa es de pequeños propietarios. Los padres de Rosa se esfuerzan en darle una seria educación humana además de proporcionarle una sólida formación en la fe.

Lima tiene una comunidad pionera en la evangelización: el convento de Santo Domingo. Allí los seglares pueden participar en la liturgia, reunirse a meditar la Palabra de Dios y colaborar temporalmente en los puestos misionales o "doctrinas".

Desde pequeñita Rosa tuvo una gran inclinación a la oración y a la meditación. Un día rezando ante una imagen de la Virgen María le pareció que el niño Jesús le decía: "Rosa conságrame a mí todo tu amor". Y en adelante se propuso no vivir sino para amar a Jesucristo. Y al ir a su hermano decir que si muchos hombres se enamoraban perdidamente era por la atracción de una larga cabellera ó de una piel muy hermosa, se cortó el cabello y se propuso llevar el rostro cubierto con un velo, para no ser motivo de tentaciones para nadie. Quería dedicarse únicamente a amar a Jesucristo.

Rosa en su interior vive un dilema: por un lado siente vocación de religiosa contemplativa y, por otros, percibe la imperiosa llamada a realizar esta vocación en el interior de su familia, trabajando por el Reino de Dios desde fuera del convento, esto sucedió así:

Se había propuesto irse de monja agustina. Pero el día en que fue a arrodillarse ante la imagen de la Virgen Santísima para pedirle que le iluminara si debía irse de monja ó no, sintió que no podía levantarse del suelo donde estaba arrodillada. Llamó a su hermano a que le ayudara a levantarse pero él tampoco fue capaz de moverla de allí. Entonces se dio cuenta de que la voluntad de Dios era otra y le dijo a Nuestra Señora: "Oh Madre Celestial, si Dios no quiere que yo me vaya a un convento, desisto desde ahora de su idea". Tan pronto pronunció estas palabras quedó totalmente sin parálisis y se pudo levantar del suelo fácilmente.

A sus 20 años encuentra el camino: ser pobre por la fraternidad universal ingresando en la Orden de Predicadores, en su movimiento seglar, había sucedido que ella vino a saber que la más famosa terciaria dominica es Santa Catalina de Siena (29 de abril) y se propuso estudiar su vida e imitarla en todo. Y lo logró de manera admirable. Se fabricó una túnica blanca y el manto negro y el velo también negro para la cabeza, y así empezó a asistir a las reuniones religiosas del templo.

Su padre fracasó en el negocio de una mina y la familia quedó en gran pobreza. Entonces Rosa se dedicó durante varias horas de cada día a cultivar un huerto en el solar de la casa y durante varias horas de la noche a hacer costuras, para ayudar a los gastos del hogar. Como dominica seglar da clases a los niños, incluyendo aprendizaje de instrumentos musicales (guitarra, arpa, cítara). En aquel hogar la vida es sencilla, pero lo necesario nunca falta.

Participa en la Eucaristía en el Convento de Santo Domingo. Al fondo de su casa, en la huerta de sus padres, construye una cabaña, una ermita, con el fin de asimilar más el Evangelio en la oración; allí entra en comunión con Dios, con los hombres y con la naturaleza. Sólo Dios la va retribuyendo y ella se va forjando como mujer de "contemplación en lo secreto". A esto une una serie de mortificaciones. Explica en sus escritos que la mortificación es necesaria para ser saciados por el Espíritu de Dios, para vivir orientados por el Espíritu Santo, para renovar la faz de la tierra a partir de uno mismo. Frente a sus prójimos es una mujer comprensiva: disculpa los errores de los demás, persona las injurias, se empeña en hacer retornar al buen camino a los pecadores, socorre a los enfermos. Se esfuerza en la misericordia y la compasión.

Es difícil encontrar en América otro caso de mujer que haya hecho mayores penitencias, lo primero que se propuso mortificar fue su orgullo, su amor propio, su deseo de aparecer y de ser admirada y conocida. Y en ella, como en todas las cenicientas del mundo se ha cumplido lo que dijo Jesús: "quien se humilla será enaltecido".-

Una segunda penitencia de Rosa de Lima fue la de los alimentos. Su ayuno era casi continuo. Y su abstinencia de carnes era perpetua. Comía lo mínimo necesario para no desfallecer de debilidad. Aún los días de mayores calores, no tomaba bebidas refrescantes de ninguna clase, y aunque a veces la sed la atormentaba, le bastaba mirar el crucifijo y recordar la sed de Jesús en la cruz, para tener valor y seguir aguantando su sed, por amor a Dios.

Dormía sobre duras tablas, con un palo por almohada. Alguna vez que le empezaron a llegar deseos de cambiar sus tablas por un colchón y una almohada, miró al crucifijo y le pareció que Jesús le decía: "Mi cruz, era mucho más cruel que todo esto". Y desde ese día nunca más volvió a pensar en buscar un lecho más cómodo.

Los últimos años vivía continuamente en un ambiente de oración mística, con la mente casi ya más en el cielo que en la tierra. Su oración y sus sacrificios y penitencias conseguían numerosas conversiones de pecadores, y aumento de fervor en muchos religiosos y sacerdotes. En la ciudad de Lima había ya una convicción general de que esta muchacha era una verdadera santa.-

Rosa de Lima, pasó los tres últimos años de su vida en la casa de Don Gonzalo de Massa, desde 1614 a 1617. Don Gonzalo era un empleado rico del gobierno y su esposa, María de Uzategui, tenía un gran aprecio por Rosa. Durante la penosa y larga enfermedad que precedió a su muerte, la oración de la joven era: "Señor, auméntame los sufrimientos, pero auméntame en la misma medida tu amor".

Desde 1614 ya cada año al llegar la fiesta de San Bartolomé, el 24 de agosto, demuestra su gran alegría. Y explica el porqué de este comportamiento: "Es que en una fiesta de San Bartolomé iré para siempre a estar cerca de mi redentor Jesucristo". Y así sucedió. El 24 de agosto del año 1617, después de terrible y dolorosa agonía, expiró con la alegría de irse a estar para siempre junto al amadísimo Salvador a los 31 años.

Y a esta muchacha de condición económica pobre y sin muchos estudios, le hicieron un funeral poco común en la ciudad de Lima. La primera cuadra llevaron su ataúd los monseñores de la catedral, como lo hacían cuando moría un arzobispo. La segunda cuadra lo llevaron los senadores (u oidores), como lo hacían cuando moría un virrey. Y la tercera cuadra lo llevaron los religiosos de las Comunidades, para demostrarle su gran veneración. El entierro hubo que postponerlo porque inmensas multitudes querían visitar su cadáver, y filas interminables de fieles pasaban con devota veneración frente a él. Después la sepultaron en una de las paredes del templo

Su cuerpo se venera en la Basílica dominicana de Santo Domingo en Lima. Fue canonizada por Clemente X el 12 de abril de 1671. Desde ese año Toda América Meridional y Filipinas la veneran como patrona.

Así es, como es celebrada como la primera flor de santidad de América, insigne por la fragancia de su penitencia y oración. Dotada de brillantes cualidades y dotes de ingenio que tuvo ya desde niña se consagra al Señor con voto de virginidad. Sintió profunda veneración por Santa Catalina de Siena, con quien se advierte una sorprendente afinidad, así fue como por ello decidió en 1606, inscribirse en la Orden Seglar Dominicana para darse más plenamente a la perfección evangélica.

Oración humilde ante el Señor

 Mi amado Señor, se Tú mi maestro y enséñame a hacer tu voluntad, a hacer el bien a mi mismo y el bien a cuántos me rodean.

Enséñame a guardar silencio y a orar contigo, a perdonar y olvidar las ofensas.

Enséñame a ser humilde  y sencillo, enséñame los sentimientos de María y amar desde tu amor compartiendo tu sabiduría.

Cúrame las heridas que yo mismo me hago y las que otros me hacen, en especial cura las heridas que sin querer provoco a los demás.


Dame sabiduría, para llenar mi vida con tu vida y repartirla a manos llenas, dame tu paz, tu alegría y tu amor, derrámalos dentro de mí y enséñame a derranarlo en todos los hermanos.

Mi amado Señor, abre mis labios para  agradecerte por todo y cantar tu alabanzas, enséñame a escribir tus maravillas de obras divinas, para compartirlas con toda la humanidad... Amén.

Lunes de la 21ª semana del Tiempo Ordinario

Comienzo de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (1,1-5.11b-12):

Pablo, Silvano y Timoteo a los tesalonicenses que forman la Iglesia de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. Os deseamos la gracia y la paz de Dios Padre y del Señor Jesucristo. Es deber nuestro dar continuas gracias a Dios por vosotros, hermanos; y es justo, pues vuestra fe crece vigorosamente, y vuestro amor, de cada uno por todos y de todos por cada uno, sigue aumentando. Esto hace que nos mostremos orgullosos de vosotros ante las Iglesias de Dios, viendo que vuestra fe permanece constante en medio de todas las persecuciones y luchas que sostenéis. Así se pone a la vista la justa sentencia de Dios, que pretende concederos su reino, por el cual bien que padecéis. Nuestro Dios os considere dignos de vuestra vocación, para que con su fuerza os permita cumplir buenos deseos y la tarea de la fe; para que así Jesús, nuestro Señor, sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, según la gracia de Dios y del Señor Jesucristo.

Palabra de Dios

Salmo 95,R/. Contad las maravillas del Señor a todas las naciones

Santo Evangelio según san Mateo (23,13-22):

En aquel tiempo, habló Jesús diciendo: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el reino de los cielos! Ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que quieren. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que viajáis por tierra y mar para ganar un prosélito y, cuando lo conseguís, lo hacéis digno del fuego el doble que vosotros! ¡Ay de vosotros, guías ciegos, que decís: "Jurar por el templo no obliga, jurar por el oro del templo sí obliga"? ¡Necios y ciegos! ¿Qué es más, el oro o el templo que consagra el oro? O también: "Jurar por el altar no obliga, jurar por la ofrenda que está en el altar sí obliga." ¡Ciegos! ¿Qué es más, la ofrenda o el altar que consagra la ofrenda? Quien jura por el altar jura también por todo lo que está sobre él; quien jura por el templo jura también por el que habita en él; y quien jura por el cielo jura por el trono de Dios y también por el que está sentado en él.»

Palabra del Señor

Compartimos:

Pablo elogia a la Iglesia de Tesalónica por su fe, su amor y su resistencia en medio de las persecuciones. Ha vivido bien su fe. Sin embargo, también reza para que Dios la haga digna de su llamada. Esta es la naturaleza de la llamada de Dios: Nos llama cuando todavía somos indignos; a pesar de nuestra indignidad y no por nuestra valía. Dios, pues, sigue trabajando en nosotros -siempre que nos abramos a su gracia- para hacernos dignos de la llamada que ya nos había hecho gratuitamente. Somos una obra inacabada hasta nuestro último aliento y hasta que lleguemos a Él. La Madre María, cuya reinado celebramos hoy, es nuestro principal ejemplo del destino que nos espera si cooperamos con la Gracia de Dios en su obra de hacernos dignos. Y si nos resistimos, lo hacemos por nuestra cuenta y riesgo: los males pronunciados por Jesús serían entonces nuestro destino. 

domingo, 21 de agosto de 2022

Oración al caer la tarde

 Señor, te doy las gracias porque me has llevado sin ningún contratiempo hasta el final de este día. Protégeme de los peligros de la noche.

 Que descanse en tu paz. Que descanse plácidamente, como para el sueño de la muerte, sabiendo que en todo momento puedes pedir cuentas a mi espíritu. 

 Dame tu gracia para que, cuando llegue aquel momento me encuentre preparado y, cuando mi alma se separe de este cuerpo, pueda oír, las palabras divinas; "Muy bien, siervo bueno y , fiel entra en el gozo de tu Señor" (Mt 25: 21 y 23).

Cardenal John Henry Newman

sábado, 20 de agosto de 2022

Oración de San Bernardo

 Acordaos

Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!

que jamás se ha oído decir

que ninguno de los que han acudido a vuestra protección,

implorando vuestro auxilio,

haya sido desamparado.

Animado por esta confianza, a Vos acudo,

oh Madre, Virgen de las vírgenes,

y gimiendo bajo el peso de mis pecados

me atrevo a comparecer ante Vos.

Oh madre de Dios, no desechéis mis súplicas,

antes bien, escuchadlas y acogedlas benignamente.

 Amén.

Domingo 21º del Tiempo Ordinario - Ciclo C

Lectura del libro de Isaías (66,18-21):

Esto dice el Señor: «Yo, conociendo sus obras y sus pensamientos, vendré para reunir las naciones de toda lengua; vendrán para ver mi gloria. Les daré una señal, y de entre ellos enviaré supervivientes a las naciones: a Tarsis, Libia y Lidia (tiradores de arco), Túbal y Grecia, a las costas lejanas que nunca oyeron mi fama ni vieron mi gloria. Ellos anunciarán mi gloria a las naciones. Y de todas las naciones, como ofrenda al Señor, traerán a todos vuestros hermanos, a caballo y en carros y en literas, en mulos y dromedarios, hasta mi santa montaña de Jerusalén —dice el Señor—, así como los hijos de Israel traen ofrendas, en vasos purificados, al templo del Señor. También de entre ellos escogeré sacerdotes y levitas —dice el Señor—».

Palabra de Dios

Salmo 116 R/. Id al mundo entero y proclamad el Evangelio

Segunda lectura

Lectura de la carta a los Hebreos (12,5-7.11-13):

Hermanos: Habéis olvidado la exhortación paternal que os dieron: «Hijo mío, no rechaces la corrección del Señor, ni te desanimes por su reprensión; porque el Señor reprende a los que ama y castiga a sus hijos preferidos». Soportáis la prueba para vuestra corrección, porque Dios os trata como a hijos, pues ¿qué padre no corrige a sus hijos? Ninguna corrección resulta agradable, en el momento, sino que duele; pero luego produce fruto apacible de justicia a los ejercitados en ella. Por eso, fortaleced las manos débiles, robusteced las rodillas vacilantes, y caminad por una senda llana: así el pie cojo, no se retuerce, sino que se cura.

Palabra de Dios

Santo Evangelio según san Lucas (13,22-30):

En Jesús pasaba por ciudades y aldeas enseñando y se encaminaba hacia Jerusalén. Uno le preguntó: «Señor, ¿son pocos los que se salvan?». Él les dijo: «Esforzaos en entrar por la puerta estrecha, pues os digo que muchos intentarán entrar y no podrán. Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta diciendo: Señor, ábrenos; pero él os dirá: “No sé quiénes sois”. Entonces comenzaréis a decir: “Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas”. Pero él os dirá: “No sé de dónde sois. Alejaos de mí todos los que obráis la iniquidad”. Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, a Isaac y a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, pero vosotros os veáis arrojados fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios. Mirad: hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos».

Palabra del Señor

Compartimos:

Con respecto al número de los que se salvan Jesús no responde directamente. Pero sí habla del «cómo» de un modo que no nos resulta muy agradable: Habla de «esfuerzo» y de "estrecheces". Tampoco nos resulta agradable -2ª lectura- que Dios nos corrija. No nos gustan esas palabras del Evangelio: «No os conozco, no sé quienes sois, alejaos de mí», a pesar de que hayamos comido en su mesa, hayamos oído mil predicaciones, nos conozcamos las doctrinas y orientaciones de la santa madre Iglesia, e incluso tengamos algún compromiso con alguien, o en alguna institución humanitaria...

              Jesús nos dice que el camino de la salvación, o de la felicidad, o de la vida que merezca la pena tiene que ver con el esfuerzo, el sacrificio y las dificultades. No nos aclara si serán pocos, aunque en otro lugar afirma que «son muchos los invitados, pero pocos los elegidos» (Mt 22, 14). Pero sí que nos invita a mirarnos a nosotros mismos y a preguntarnos: ¿Cómo está de fresca, de viva, de activa nuestra fe, nuestra experiencia de Dios? Es verdad que el camino de la oración, del estudio de las Escrituras, el camino de la justicia, del perdón, de la acogida al que no es de los nuestros... tiene muchas dificultades. Pero justamente esa es la puerta estrecha  por la que tengo que atravesar. O dicho con otras palabras de Jesús:«Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos» (Jn 10, 10). 

Sábado de la 20ª semana del Tiempo Ordinario

Lectura de la profecía de Ezequiel (43,1-7a):

En aquellos días, el ángel me condujo a la puerta oriental: vi la gloria del Dios de Israel que venia de oriente, con estruendo de aguas caudalosas: la tierra reflejó su gloria. La visión que tuve era como la visión que había contemplado cuando vino a destruir la ciudad, como la visión que había contemplado a orillas del río Quebar. Y caí rostro en tierra. La gloria del Señor entró en el templo por la puerta oriental. Entonces me arrebató el espíritu y me llevó al atrio interior. La gloria del Señor llenaba el templo.

Entonces oí a uno que me hablaba desde el templo –el hombre seguía a mi lado–, y me decía: «Hijo de Adán, éste es el sitio de mi trono, el sitio de las plantas de mis pies, donde voy a residir para siempre en medio de los hijos de Israel.»

Palabra de Dios

Salmo 84,R/. La gloria del Señor habitará en nuestra tierra

Santo Evangelio según san Mateo (23,1-12):

En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus discípulos, diciendo: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen. Ellos lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar. Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y ensanchan las franjas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias por la calle y que la gente los llame maestros. Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar maestro, porque uno solo es vuestro maestro, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo. No os dejéis llamar consejeros, porque uno solo es vuestro consejero, Cristo. El primero entre vosotros será vuestro servidor. El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.»

Palabra del Señor

Compartimos:

Un sacerdote comenzó su homilía así: "Me da vergüenza predicar lo que no practico. Sin embargo, si predicara lo que practico, sería mucho más vergonzoso y me avergonzaría doblemente". Raros son los líderes espirituales cuyas palabras y hechos coinciden perfectamente. Sólo de Jesús podemos decir que es "Palabra encarnada"; todos los demás se quedan cortos, más o menos. Esta toma de conciencia debe producir dos resultados: el líder debe ser humildemente consciente de este desajuste entre sus palabras y sus actos y buscar continuamente la Gracia de Dios para salvar la brecha; y los destinatarios de su ministerio deben mirarle con compasión y comprensión, y como aconseja Jesús hoy, deben escuchar sus palabras sin imitar necesariamente sus actos. Para la imitación, debe bastar el modelo de Jesús. También debemos rezar por los líderes, así como por nosotros mismos, pues también nos quedamos cortos.

viernes, 19 de agosto de 2022

oración de gratitud

Padre, te damos gracias por la noche
Y por lo agradable Mañana llena de luz;
Para el descanso y la comida y el cuidado amoroso,
Y todo eso hace que el día sea tan hermoso.

Ayúdanos a hacer las cosas que debemos,
Ser amable y bueno con los demás;
En todo lo que hacemos, en el trabajo o en el juego,
Para crecer más cariñoso cada día.

Ahora me acuesto a dormir,
Ruego al Señor que guarde mi alma.
Que Dios me guarde durante la noche
Y despiértame con la luz de la mañana.
 Amén.

Viernes de la 20ª semana del Tiempo Ordinario

Lectura de la profecía de Ezequiel (37,1-14):

En aquellos días, la mano del Señor se posó sobre mi y, con su Espíritu, el Señor me sacó y me colocó en medio de un valle todo lleno de huesos. Me hizo dar vueltas y vueltas en torno a ellos: eran innumerables sobre la superficie del valle y estaban completamente secos.

Me preguntó: «Hijo de Adán, ¿podrán revivir estos huesos?» Yo respondí: «Señor, tú lo sabes.» Él me dijo: «Pronuncia un oráculo sobre estos huesos y diles: "¡Huesos secos, escuchad la palabra del Señor! Así dice el Señor a estos huesos: Yo mismo traeré sobre vosotros espíritu, y viviréis. Pondré sobre vosotros tendones, haré crecer sobre vosotros carne, extenderé sobre vosotros piel, os infundiré espíritu, y viviréis. Y sabréis que yo soy el Señor."»

Y profeticé como me había ordenado y, a la voz de mi oráculo, hubo un estrépito, y los huesos se juntaron hueso con hueso. Me fijé en ellos: tenían encima tendones, la carne había crecido, y la piel los recubría; pero no tenían espíritu. Entonces me dijo: «Conjura al espíritu, conjura, hijo de Adán, y di al espíritu: "Así lo dice el Señor: De los cuatro vientos ven, espíritu, y sopla sobre estos muertos para que vivan."»

Yo profeticé como me había ordenado; vino sobre ellos el espíritu, y revivieron y se pusieron en pie. Era una multitud innumerable. Y me dijo: «Hijo de Adán, estos huesos son la entera casa de Israel, que dice: "Nuestros huesos están secos, nuestra esperanza ha perecido, estamos destrozados." Por eso, profetiza y diles: "Así dice el Señor: Yo mismo abriré vuestros sepulcros, y os haré salir de vuestros sepulcros, pueblo mío, y os traeré a la tierra de Israel. Y, cuando abra vuestros sepulcros y os saque de vuestros sepulcros, pueblo mío, sabréis que soy el Señor. Os infundiré mi espíritu, y viviréis; os colocaré en vuestra tierra y sabréis que yo, el Señor, lo digo y lo hago."» Oráculo del Señor.

Palabra de Dios

Salmo 106 R/. Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia

Santo Evangelio según san Mateo (22,34-40):

En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, formaron grupo, y uno de ellos, que era experto en la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?» Él le dijo: «"Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser." Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los profetas.»

Palabra del Señor

Compartimos:

La tercera encíclica del Papa Francisco, Fratelli Tutti, se publicó cuando el mundo entero sufría la pandemia del Covid-19, desconcertado, impotente y despistado. También era una época (y lo sigue siendo) en la que el hipernacionalismo, el estrechamiento de fronteras, el rechazo a los migrantes, la polarización extrema en el discurso nacional, la persecución religiosa, etc., estaban en auge. El mundo se sentía como los huesos secos de la visión de Ezequiel. Nos sentíamos muertos. La vida nos era succionada, literal y figuradamente. ¿Qué puede devolvernos la vida? Las lecturas del día nos dicen que sólo un retorno a los caminos del amor -amar a Dios y amar al prójimo como a nosotros mismos- puede volver a poner tendones, carne y piel en los huesos secos y darles vida. Sólo el amor puede triunfar sobre el poder de la muerte: Poner a Dios en el centro de nuestra vida y practicar la fraternidad y la amistad social con todos, superando las fronteras y compartiendo los recursos, como nos aconseja la encíclica.

jueves, 18 de agosto de 2022

Para saber orar

Dios cuenta con nuestra fragilidad para hacer lo que él quiera.

Puede que tengamos miedo y bastante cobardía pero con confianza

se supera todo porque él está dentro de ti.

La gracia de Dios te invita a vivir despojado y libre de ataduras

 para permitirle a Dios atravesar nuestra historia y besar nuestra herida,

dejemos  que Dios convierta nuestra herida en una fuerza

hermosa para arropar a los demás.

 

En el amor que cada uno pone en cada cosa es donde nos 

jugamos la vida, no en las grandezas humanas que son humo y paja,

sino en el amor que ponemos en todo lo que haces, con serenidad, fe y constancia.


Por eso decimos: Padre Nuestro, que estás en el cielo,

santificado sea tu nombre;

venga a nosotros tu reino;

hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.


Danos hoy nuestro pan de cada día;

perdona nuestras ofensas,

como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;

no nos dejes caer en la tentación,

y líbranos del mal.

Amén.


 

Los párrocos del entorno de Vall d'Ebo y Bejís ofrecen su ayuda a los afectados por el incendio

Las lluvias han permitido extinguir prácticamente los incendios en ambos puntos de la Comunidad Valenciana. Más de una decena de poblaciones tuvieron que ser desalojadas Las lluvias de última hora de este miércoles han permitido que los incendios de Vall 'd'Ebo y Bejís, en la Comunidad Valenciana, hayan casi desaparecido. La acción del fuego ha calcinado más de 25.000 hectáreas y decenas de municipios afectados.

La Archidiócesis de Valencia, a la que pertenece Vall d'Ebo, ha informado que desde el primer momento los párrocos de las localidades cercanas mostraron su “total disponibilidad” para ayudar, así como las diferentes Cáritas de la zona. Fue el caso de la parroquia de la Asunción de Nuestra Señora en la localidad de Pego, donde desde que comenzó el incendio el pasado sábado se pusieron a disposición de todo el personal y autoridades implicadas en la extinción y desalojo y, por petición del Consistorio, abrieron una capilla “para acoger a personas evacuadas de pueblos cercanos, que finalmente no tuvo que utilizarse”, tal y como ha precisado el párroco de algunas poblaciones desalojadas en Vall de la Gallinera y Vall d’Ebo,, Ernesto Sanchís.

Sanchís ha agregado que también se ofrecieron alimentos y la casa parroquial “por si era necesario para alguna familia pero no lo fue; la ola de solidaridad ha sido enorme y todos los desalojados han sido acogidos gracias a la ayuda de muchas familias de Pego y de supermercados, farmacias, cocineros, médicos... Ha sido una respuesta preciosa y satisfactoria, y la parroquia también ha estado allí, a disposición de lo que hiciera falta”, ha detallado.

Además, el párroco de Pego ha visitado estos días en varias ocasiones a las familias desalojadas que se encuentran en el local habilitado por el Ayuntamiento para “mostrarles nuestro apoyo y que sepan que estamos a su lado”, subraya.

Numerosos párrocos de pueblos cercanos ofrecen su ayuda

En total fueron desalojados unos 2.000 vecinos, entre ellos los de los municipios de la Vall d'Alcalà y poblaciones anejas como Beniana, Alcalá de la Jovada y Beniaia; La Vall de Gallinera (Benialí, Benissivà, Benitaia, Benirrama y la Carrotja); Famorca; y urbanizaciones de Pego, Adsubia y Castell de Castells, localidades integradas en el arciprestazgo 35 “Preciosísima Sang”, en la Vicaría VIII.

A nivel arciprestal, “todos los sacerdotes se han volcado estos días y se han ofrecido para ayudar en todo lo que hiciera falta en las zonas afectadas y también por parte de Cáritas de la Vicaría VIII, a través de su coordinadora, se ofrecieron para poner a disposición del arciprestazgo lo necesario para los afectados”, asegura el arcipreste Francisco Manuel Murillo, que mantiene contacto telefónico con los presbíteros.

Igualmente, fueron desalojadas las localidades de Tollos, Fageca y Benimassot, en la comarca del Comtat, que pertenecen a la Vicaría VI Xàtiva-Alcoi-Ontinyent.

En la zona del Comtat el perímetro estaba controlado y estaban refrescando para evitar rebrotes y hoy se permitirá el regreso de los vecinos, tal y como ha informado el párroco de Tollos y Benimassot, Joaquín Gandía, que reside en Gorga.

“Queremos compartir un mensaje de esperanza porque parece que hoy está controlado el incendio y las familias podrán regresar a sus casas”, indica el párroco. Este fin de semana son las fiestas patronales en Benimassot “aunque no creo que los vecinos tengan muchas ganas y mañana veremos cómo está la situación y si podemos celebrar la procesión o se hace más adelante”, ha agregado.

Tranquilidad en Alcublas, a un paso del incendio de Bejís (Castellón)

Por su parte, el incendio de Bejís, en la provincia de Castellón, ya está estabilizado gracias a la acción de la lluvia, que redujo la llama en casi todo el perímetro hasta casi desaparecer aunque quedan zonas calientes, según el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat Valenciana.

El párroco de Alcublas (uno de los pueblos afectados) Guillermo Moret, ha informado que “el fuego llegó ayer por la mañana al término municipal y ya por la noche se veían las llamas en una loma cercana pero la lluvia que cayó prácticamente lo apagó, para mayor tranquilidad de todos los vecinos que, dentro de lo que cabe, no lo vivieron con mucho temor ya que la población está rodeada y protegida por campos y nunca ha llegado el fuego a las casas”, comenta.

Jueves de la 20ª semana del Tiempo Ordinario

Lectura de la profecía de Ezequiel (36,23-28):

Así dice el Señor: «Mostraré la santidad de mi nombre grande, profanado entre los gentiles, que vosotros habéis profanado en medio de ellos; y conocerán los gentiles que yo soy el Señor –oráculo del Señor–, cuando les haga ver mi santidad al castigaros. Os recogeré de entre las naciones, os reuniré de todos los países, y os llevaré a vuestra tierra. Derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará: de todas vuestras inmundicias e idolatrías os he de purificar. Y os daré un corazón nuevo, y os infundiré un espíritu nuevo; arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Os infundiré mi espíritu, y haré que caminéis según mis preceptos, y que guardéis y cumpláis mis mandatos. Y habitaréis en la tierra que di a vuestros padres. Vosotros seréis mi pueblo, y yo seré vuestro Dios.»

Palabra de Dios

Salmo 50,R/. Derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará de todas vuestras inmundicias

 Santo Evangelio según san Mateo (22,1-14):

En aquel tiempo, de nuevo tomó Jesús la palabra y habló en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo. Mandó criados para que avisaran a los convidados a la boda, pero no quisieron ir. Volvió a mandar criados, encargándoles que les dijeran: "Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas, y todo está a punto. Venid a la boda." Los convidados no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios; los demás les echaron mano a los criados y los maltrataron hasta matarlos. El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados: "La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encontréis, convidadlos a la boda." Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: "Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de fiesta?" El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los camareros: "Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes." Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos.»

Palabra del Señor

Compartimos:

La parábola del banquete de bodas se abre con una invitación limitada seguida de un rechazo; y luego una invitación abierta, seguida de una expulsión. ¿Qué sentido tiene esta dinámica? La salvación se ofreció primero al "pueblo elegido" de Israel. Es típico de los seres humanos no valorar lo que se ofrece gratis. Los invitados están demasiado ocupados con sus proyectos miopes para ocuparse del banquete. La invitación se ofrece entonces gratuitamente a todos: El Evangelio sale a las cuatro direcciones del mundo y todos están invitados. No basta con responder a esta invitación estando presente: hay que estar presente con la actitud correcta del corazón, el traje de bodas, que no es negociable. Puedes venir tal como eres, pero al entrar, revístete de la mentalidad de Cristo (cf. Flp 2, 4-11) para que seas identificado, recibido y servido en el banquete de la vida.