viernes, 31 de mayo de 2019

ORACIÓN DEL PADRENUESTRO, SALUDO DEL SANTO PADRE

VIAJE APOSTÓLICO DE SU SANTIDAD EL PAPA FRANCISCO
A RUMANÍA

Nueva Catedral Ortodoxa, Bucarest

Santidad, querido Hermano,
Queridos hermanos y hermanas:

Quisiera expresarles mi gratitud y mi emoción al encontrarme en este templo santo, que nos reúne en unidad. Jesús invitó a los hermanos Andrés y Pedro a abandonar las redes para convertirse en pescadores de hombres (cf. Mc 1,16-17). La llamada de uno de ellos no está completa sin la de su hermano. Hoy queremos elevar, los unos junto a los otros, desde el corazón de este país, la oración del Padrenuestro. En ella está contenida nuestra identidad de hijos y, hoy de manera particular, de hermanos que rezan uno al lado del otro. La oración del Padrenuestro contiene la certeza de la promesa hecha por Jesús a sus discípulos: «No os dejaré huérfanos» (Jn 14,18), y nos brinda la confianza para recibir y acoger el don del hermano. Por eso, quisiera compartir algunas palabras como preparación para la oración que pronunciaré por nuestro camino de fraternidad y para que Rumania siempre pueda ser hogar de todos, tierra de encuentro, jardín donde florezca la reconciliación y la comunión.

Cada vez que decimos “Padre nuestro” reiteramos que la palabra Padre no puede ir sin decir nuestro. Unidos en la oración de Jesús, nos unimos también en su experiencia de amor y de intercesión que nos lleva a decir: Padre mío y Padre vuestro, Dios mío y Dios vuestro (cf. Jn 20,17). Es la invitación a que lo “mío” se transforme en nuestro y lo nuestro se haga oración. Ayúdanos, Padre, a tomar en serio la vida del hermano, a hacer nuestra su historia. Ayúdanos, Padre, a no juzgar al hermano por sus acciones y sus límites, sino a acogerlo sobre todo como hijo tuyo. Ayúdanos a vencer la tentación de sentirnos como hijos mayores, que a fuerza de estar en el centro se olvidan del don que es el otro (cf. Lc 15,25-32).

A ti, que estás en el cielo, un cielo que abraza a todos y en el que haces salir el sol sobre buenos y malos, justos e injustos (cf. Mt 5,45), te pedimos aquella concordia que en la tierra no hemos sabido custodiar. Te la pedimos por intercesión de tantos hermanos y hermanas en la fe que viven juntos en tu Cielo, después de haber creído, amado y sufrido mucho, incluso en nuestros días, por el simple hecho de ser cristianos.

Como ellos, también nosotros queremos santificar tu nombre, poniéndolo en el centro de todos nuestros intereses. Que sea tu nombre, Señor, y no el nuestro el que nos mueva y despierte a vivir la caridad. Cuántas veces, mientras oramos, nos limitamos a pedir gracias y a enumerar peticiones, olvidándonos que lo primero es alabar tu nombre, adorarte, para poder reconocer en la persona del hermano que nos has puesto al lado tu vivo reflejo. En medio de tantas cosas que pasan y por las que nos afanamos, ayúdanos, Padre, a buscar lo que permanece: tu presencia y la del hermano.

Estamos a la espera de que venga tu reino: lo pedimos y lo deseamos porque vemos que las dinámicas del mundo no lo facilitan. Dinámicas orientadas por la lógica del dinero, de los intereses, del poder. Cuando nos encontramos sumergidos en un consumismo cada vez más desenfrenado, que cautiva con resplandores deslumbrantes pero efímeros, ayúdanos, Padre, a creer en lo que imploramos: a renunciar a las cómodas seguridades del poder, a las engañosas seducciones de la mundanidad, a las vanas presunciones de creernos autosuficientes, a la hipocresía de guardar las apariencias. De esta manera no perderemos de vista ese Reino al que tú nos llamas.

Hágase tu voluntad, no la nuestra. «La voluntad de Dios es que todos se salven» (S. Juan Casiano, Colaciones, IX, 20). Necesitamos, Padre, ampliar nuestros horizontes para no reducir a nuestros límites tu misericordiosa voluntad de salvación, que quiere abrazar a todos. Ayúdanos, Padre, enviándonos como en Pentecostés al Espíritu Santo, autor de la valentía y del gozo, para que nos aliente a anunciar la alegre noticia del evangelio más allá de los límites de nuestra pertenencia, lenguas, culturas y naciones.

Todos los días necesitamos de él, nuestro pan de cada día. Él es el pan de vida (cf. Jn 6,35.48), que nos hace sentir como hijos amados y que alivia toda nuestra soledad y orfandad. Él es el pan del servicio: que partiéndose para hacerse nuestro siervo nos pide que nos sirvamos los unos a los otros (cf. Jn 13,14). Padre, mientras nos das el pan de cada día, alimenta en nosotros el anhelo por nuestro hermano, la necesidad de servirlo. Pidiéndote el pan de cada día, te imploramos también el pan de la memoria, la gracia de que fortalezcas las raíces comunes de nuestra identidad cristiana, indispensables en este tiempo en el que la humanidad, y las jóvenes generaciones en particular, corren el riesgo de sentirse desarraigadas en medio de tantas situaciones líquidas, incapaces de cimentar la existencia. Que el pan que pedimos, con su larga historia, que va desde la siembra hasta la espiga, de la cosecha hasta la mesa, nos inspire el deseo de ser pacientes cultivadores de comunión, que no se cansan de hacer germinar semillas de unidad, de dejar crecer el bien, de trabajar siempre al lado del hermano: sin sospechas y sin distancias, sin forzar y sin uniformar, en la convivencia de las diferencias reconciliadas.

El pan que pedimos hoy, es también el pan del que muchos carecen cada día, mientras que unos pocos poseen lo superfluo. El Padrenuestro no es una oración que tranquiliza, sino un grito ante las carestías de amor de nuestro tiempo, ante el individualismo y la indiferencia que profanan tu nombre, Padre. Ayúdanos a tener hambre de darnos. Recuérdanos, cada vez que rezamos, que para vivir no tenemos necesidad de conservarnos, sino de partirnos; de compartir, en vez de atesorar; de sustentar a los demás, en lugar de saciarnos a nosotros mismos, porque el bienestar es tal si pertenece únicamente a todos.

Cada vez que rezamos pedimos que nuestras ofensas sean perdonadas. Se necesita valor, porque al mismo tiempo nos comprometemos a perdonar a los que nos han ofendido. Debemos, por tanto, encontrar la fuerza para perdonar de corazón al hermano (cf. Mt 18,35) como tú, Padre, perdonas nuestros pecados, para dejar atrás el pasado y abrazar juntos el presente. Ayúdanos, Padre, a no ceder al miedo, a no ver la apertura como un peligro; a tener la fuerza para perdonarnos y caminar, el valor de no contentarnos con una vida tranquila, y a buscar siempre, con transparencia y sinceridad, el rostro del hermano.

Y cuando el mal, agazapado ante la puerta del corazón (cf. Gn 4,7), nos induzca a encerrarnos en nosotros mismos; cuando la tentación de aislarnos se haga más fuerte, ocultando la sustancia del pecado, que es alejamiento de ti y de nuestro prójimo, ayúdanos nuevamente, Padre. Anímanos a encontrar en el hermano el apoyo que tú pusiste a nuestro lado para caminar hacia ti, y tener el valor de decir juntos: “Padre nuestro”. Amén.

Y ahora recitamos la oración que el Señor nos enseñó.

VIAJE APOSTÓLICO DE SU SANTIDAD EL PAPA FRANCISCO A RUMANÍA

ENCUENTRO CON LAS AUTORIDADES, LA SOCIEDAD CIVIL Y EL CUERPO DIPLOMÁTICO
DISCURSO DEL SANTO PADRE

Señor Presidente,
Señora Primer Ministro,
Santidad,
Excelentísimos Miembros del Cuerpo Diplomático,
Distinguidas Autoridades,
Distinguidos Representantes de las diversas Confesiones religiosas y de la sociedad civil,
Queridos hermanos y hermanas:

Dirijo un cordial saludo y mi agradecimiento al señor Presidente y a la señora Primer Ministro por su invitación a visitar Rumania, y por las amables palabras de bienvenida que me ha dirigido, también en nombre de las demás Autoridades de la Nación y de vuestro querido pueblo. Saludo a los miembros del Cuerpo Diplomático y a los representantes de la sociedad civil aquí reunidos.

Saludo con amor fraterno a mi hermano Daniel; saludo con deferencia a todos los Metropolitanos y Obispos del Santo Sínodo, y a todos los fieles de la Iglesia Ortodoxa rumana. Hago extensivo un saludo afectuoso a los obispos, a los sacerdotes, a los religiosos y religiosas, y a todos los miembros de la Iglesia católica, a los que he venido a confirmar en la fe y a alentar en su camino de vida y de testimonio cristiano.

Me complace estar en vuestra tierra hermosa, veinte años después de la visita de san Juan Pablo II, y en el momento en que Rumania, por primera vez desde que se unió a la Unión Europea, preside en este semestre el Consejo Europeo.

Este es un momento propicio para dirigir una mirada de conjunto sobre los últimos treinta años desde que Rumania se liberó de un régimen que oprimía la libertad civil y religiosa, la aislaba de otros países europeos y la llevaba también al estancamiento económico y al agotamiento de sus fuerzas creadoras. Durante este tiempo, Rumania se ha comprometido en la construcción de un proyecto democrático a través del pluralismo de las fuerzas políticas y sociales, y del diálogo recíproco en favor del reconocimiento fundamental de la libertad religiosa y la plena integración del país en el amplio escenario internacional. Es importante reconocer lo mucho que se ha avanzado en este camino, aun en medio de grandes dificultades y privaciones. El deseo de progresar en los diversos campos de la vida civil, social, cultural y científica ha puesto en marcha tantas energías y proyectos, ha liberado numerosas fuerzas creativas que antes estaban retenidas y ha dado un nuevo impulso a las numerosas iniciativas emprendidas, conduciendo el país al siglo XXI. Los aliento a seguir trabajando para consolidar las estructuras e instituciones necesarias que no sólo den respuesta a las justas aspiraciones de los ciudadanos, sino que estimulen y permitan a su pueblo plasmar todo el potencial e ingenio del que sabemos es capaz.

Al mismo tiempo, es necesario reconocer que las transformaciones requeridas tras la apertura de una nueva etapa han comportado —junto a logros positivos— la aparición de obstáculos inevitables que hay que superar y los efectos colaterales que no siempre son fáciles de gestionar para la estabilidad social y para la misma administración del territorio. Ante todo, pienso en el fenómeno de la emigración, que ha afectado a varios millones de personas que han abandonado sus hogares y sus países de origen para buscar nuevas oportunidades de trabajo y de una vida digna. Pienso en la despoblación de tantas aldeas, que en pocos años han visto marcharse a un número considerable de sus habitantes; pienso en las consecuencias que todo esto puede tener sobre la calidad de vida en esos territorios y el debilitamiento de sus más ricas raíces culturales y espirituales que los sostuvieron en los momentos más difíciles, en la adversidad. Rindo homenaje a los sacrificios de tantos hijos e hijas de Rumania que enriquecen con su cultura, su idiosincrasia y su trabajo, los países donde emigraron y ayudan con el fruto de su empeño a sus familias que quedaron en casa. Pensar en los hermanos y hermanas que están en el extranjero es un acto de patriotismo, es un acto de hermandad, es un acto de justicia. Continuad a hacerlo.

Para afrontar los problemas de esta nueva fase histórica, para hallar soluciones efectivas y encontrar la fuerza para aplicarlas, hay que aumentar la colaboración positiva de las fuerzas políticas, económicas, sociales y espirituales; es necesario caminar juntos, caminar en unidad, y decidirse todos con convicción a no renunciar a la vocación más noble a la que un Estado debe aspirar: hacerse cargo del bien común de su pueblo. Caminar juntos, como forma de construir la historia, requiere la nobleza de renunciar a algo del propio punto de vista, o del interés personal específico, en favor de un proyecto más amplio, de tal manera que se pueda forjar una armonía que permita avanzar con seguridad hacia metas comunes. Esta es la nobleza básica.

De esta manera es posible construir una sociedad inclusiva, en la que cada uno, poniendo a disposición sus propios talentos y capacidades, con educación de calidad y trabajo creativo, participativo y solidario (cf. Exhort. ap. Evangelii gaudium, 192), se transforme en protagonista del bien común donde los más débiles, los más pobres y los últimos no sean vistos como indeseados, como obstáculos que impiden que la “máquina” camine, sino como ciudadanos, como hermanos para ser plenamente insertados en la vida civil; es más, sean considerados como la mejor verificación de la bondad real del modelo de sociedad que se está construyendo. De hecho, cuanto más una sociedad se responsabiliza del destino de los más desfavorecidos, tanto más puede llamarse verdaderamente civil.

Todo esto debe tener un alma y un corazón y una clara dirección de marcha, que no esté impuesta por consideraciones extrínsecas o por el poder desenfrenado de los más importantes centros financieros, sino por la conciencia de la centralidad de la persona humana y sus derechos inalienables (cf. ibíd., 203). Para un desarrollo sostenible y armonioso, para la reactivación concreta de la solidaridad y la caridad, para la sensibilización de las fuerzas sociales, civiles y políticas hacia el bien común, no es suficiente con actualizar las teorías económicas, ni con las técnicas y las habilidades profesionales, aunque sean necesarias. Se trata en efecto de desarrollar, junto con las condiciones materiales, el alma de vuestro pueblo; porque los pueblos tienen un alma, tienen un modo de entender la realidad, de vivir la realidad. Volver siempre a esta alma del propio pueblo: esto hace ir adelante al pueblo.

En este sentido, las Iglesias cristianas pueden ayudar a redescubrir y alimentar ese corazón palpitante del que brote una acción política y social que partiendo de la dignidad de la persona lleve a comprometerse con lealtad y generosidad por el bien común de la comunidad. Al mismo tiempo, se esfuerzan por convertirse en un reflejo creíble y en un testimonio atractivo de la acción de Dios, y así se promueve entre ellas una verdadera amistad y colaboración. La Iglesia Católica quiere situarse en este cauce, quiere contribuir a la construcción de la sociedad, quiere ser un signo de armonía, de esperanza y de unidad y ponerse al servicio de la dignidad humana y el bien común. Desea colaborar con las Autoridades, con las demás Iglesias y con todos los hombres y mujeres de buena voluntad para caminar juntos y poner sus talentos al servicio de toda la comunidad. La Iglesia Católica no es extranjera, sino que participa plenamente en el espíritu nacional rumano, como lo demuestra la participación de sus fieles en la formación del destino de la nación, en la creación y el desarrollo de estructuras de educación integral y formas de asistencia típicas de un Estado moderno. Por eso, desea contribuir a la construcción de la sociedad y la vida civil y espiritual de vuestra hermosa tierra de Rumania.

Señor Presidente: Al mismo tiempo que le deseo a Rumania prosperidad y paz, invoco abundantes Bendiciones divinas y la protección de la Santa Madre de Dios sobre usted, sobre su familia, sobre todos los presentes, así como sobre toda la población de este país.

Que Dios bendiga a Rumania.

miércoles, 29 de mayo de 2019

AUDIENCIA GENERAL DEL PAPA FRANCISCO

Queridos hermanos y hermanas:

Iniciamos hoy una serie de catequesis sobre el Libro de los Hechos de los Apóstoles. Este libro fue escrito por el evangelista san Lucas, y narra la difusión del Evangelio a través de dos protagonistas: la Palabra de Dios y el Espíritu Santo. La Palabra de Dios es dinámica y eficaz; y a través del Espíritu Santo purifica la palabra humana, haciéndola portadora de vida, capaz de inflamar los corazones, derribar muros y abrir nuevas vías de entendimiento y de fraternidad.

El Evangelio se concluye con la resurrección y ascensión de Jesús, y a partir de ahí el libro de los Hechos de los Apóstoles nos narra la sobreabundancia de la vida del Resucitado en la Iglesia. El bautismo en el Espíritu Santo permite que entremos en una comunión personal con Dios y que participemos en su voluntad salvífica universal, adquiriendo la capacidad de pronunciar una palabra que sea limpia, libre, eficaz, llena de amor a Dios y a los demás.

El Resucitado hace que vivamos el tiempo presente sin temor ante lo que acontecerá, porque Dios se manifiesta en el hoy de la historia y nos invita a reconocerle allí. Nos enseña a no fabricarnos una misión particular a nuestra medida, sino a pedir mediante la oración perseverante que el Padre nos dé la fuerza misionera para llegar a todo el mundo y vivir en comunión con los hermanos.

Saludos:

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española venidos de España y DE Latinoamérica. Pidamos a Dios el don del Espíritu Santo que nos asista en nuestra vida y nos dé la fuerza para que con nuestras palabras y obras podamos ser testigos misioneros de su amor con todos los que están a nuestro alrededor.

Que Dios los bendiga.

martes, 28 de mayo de 2019

proyectos de cooperación en 14 países del continente

Cáritas Española impulsa actualmente 48 proyectos de cooperación en 14 países del continente

 Con motivo de la celebración, el 25 de mayo, del Día de África –una jornada que conmemora en todo el mundo la fundación en 1963 de la Organización para la Unidad Africana (OUA)–, Cáritas Española refirma su apuesta por el fortalecimiento del liderazgo de las Cáritas africanas y de su propias capacidades con un doble objetivo: conseguir que sean actores de su propio desarrollo y garantizar la sostenibilidad de todos los procesos de cooperación fraterna que se impulsan.

Cáritas Española apoya actualmente un total de 48 proyectos en 14 países de África: Burkina Faso, Burundi, Chad, Eritrea, Etiopía, Kenia, Malí, Marruecos, Mozambique, Níger, República Democrática del Congo, Senegal, Sudán del Sur y Yibuti.

Desarrollo, respuesta humanitaria y paz

La labor de acompañamiento que Cáritas lleva a cabo en estos países se centra en unos ámbitos de trabajo muy concretos:

–       El desarrollo rural de las poblaciones más vulnerables y afectadas por el cambio climático y las sequías, con particular atención a las mujeres.

–       La construcción de la paz a través del apoyo a defensores de derechos y al diálogo interreligioso.

–       La contribución al buen gobierno mediante acciones de sensibilización y observación dirigidas a garantizar la calidad de los procesos electorales.

–       La garantía de los derechos de las personas en movilidad que se encuentran en esta región dentro de su proceso migratorio, ya sea en países de origen, en las rutas de tránsito o en los lugares de destino.

–       La respuesta humanitaria inmediata en desastres naturales y conflictos, y en una fase posterior, en la recuperación de los medios de vida de las poblaciones afectadas por estos desastres para lograr su vuelta a la normalidad.

Mozambique, Sahel y Cuerno de África

En los primeros meses de 2019, las prioridades del trabajo en África se han centrado, en el apartado de emergencias, la respuesta las catástrofes declaradas en Mozambique por el impacto consecutivo de los ciclones Idai y Kenneth en menos de 1 mes y que ocasionó serios daños en la mitad del país. Cáritas Española ha destinado a sendas emergencia un total de 636.000 euros, con el apoyo financiero de la AECID (Agencia Española de Cooperación Internacional).

Asimismo, Cáritas está proporcionando apoyo humanitario a los afectados por el grave deterioro de la seguridad en una parte del Sahel, donde el aumento de la violencia contra la Iglesia católica en Burkina, Mali y Níger ha provocado el desplazamiento de miles de personas. En Burkina faso, Cáritas Española apoya un programa de ayuda de emergencia por importe de 253.000 euros con fondos de la AECID.

Sur Sudán y Etiopía son otros focos de atención prioritaria, donde, a las dificultades para lograr una paz estable, se suma la situación de inseguridad alimentaria severa. Ambos países son el escenario de dos de las mayores crisis de desplazados internos en el mundo. En esa región, Cáritas Española llevan a cabo, en Etiopía, un convenio de seguridad alimentaria en Etiopía (2.876.000 euros) y otro proyecto financiado por la AECID en ese mismo ámbito (339.000 euros). En Sudán del Sur se han aportado 100.000 euros al llamamiento de emergencia humanitaria lanzado por la Cáritas local.

Junto a estas situaciones marcadas por las dificultades y la precariedad, cabe señalar el importante avance que supone para el futuro del Cuerno de Africa la firma del acuerdo de paz entre Eritrea y Etiopia tras 20 años de conflicto.

A este signo de esperanza se suma el cambio político que se ha producido en la República Democrática del Congo, que se ha llevado a cabo de manera pacífica por primera vez desde su independencia, si bien el país afronta el azote del ébola, que ha provocado ya 1.124 muertos.

Otras acciones significativas a las que Cáritas Española presta apoyo en Africa son un convenio de desarrollo rural en Mauritania (2.840.000 euros); dos proyectos de seguridad alimentaria en Senegal (110.000 euros y 274.000 euros, respectivamente) y otro de apoyo a la infancia (125.500 euros); un proyecto de formación profesional en Mauritania (150.000 euros); otro de acceso al agua, saneamiento y resiliencia en Kenia (342.000 euros); y un proyecto financiado por la Unión Europea de defensa de los derechos humanos en República Democrática del Congo (1.185.000 euros).

Angel Arriví
Ana Abril 

lunes, 27 de mayo de 2019

Ramaphosa, el preferido de Mandela a las puertas de la victoria en Sudáfrica

Este miércoles los sudafricanos han acudido a las urnas 25 años después de los comicios con los que se dio por finalizado el apartheid. En 1994, la victoria de Nelson Mandela fue abrumadora. Ahora todo hace indicar que Cyril Ramaphosa revalidará una victoria, aunque menos clara que aquella.
Según los datos avanzados este jueves por la Comisión Electoral sudafricana, con el 75% de los votos escrutados, el CNA obtendría la mayoría absoluta, con casi el 57% de los sufragios. La segunda formación sería la Alianza Democrática, con cerca del 21% de los votos, mientras que casi un 10% de los sudafricanos se habrían decantado por los Luchadores por la Libertad Económica.

Estos 25 años han sido un monólogo del Congreso Nacional Africano, aunque la corrupción y la mala gestión han debilitado una relación que comenzó siendo idílica. Ahora, como telón de fondo, el país deberá hacer frente a tres grandes retos: la corrupción, el desempleo y la redistribución de la tierra.

Ofrecemos a continuación algunas claves que ayudarán a comprender los comicios, cuyos resultados definitivos pueden conocerse este sábado:

El descenso del CNA, 5 puntos porcentuales, mantendrá la mayoría absoluta en el Parlamento. Podría perder hasta 1.600.000 votos en relación a los sufragios de 2014. Esta caída se debe principalmente a la corrupción, al bajo crecimiento económico del país, a un alto desempleo y a una inconsistente reducción de la pobreza y la desigualdad en el país.
El candidato a la Presidencia del CNA, Cyril Ramaphosa, al igual que le aconteció a Nelson Mandela, es más popular que su propio partido.

Zuma, el anterior presidente, consiguió hacerse con el control del aparato del partido a través de su Comité Ejecutivo nacional (NEC, siglas en inglés), donde todavía sus partidarios ostentan posiciones estratégicas. El reto de Ramaphosa será cómo liderar un partido en el que partidarios de Zuma todavía tienen poder en los órganos del CNA.
Es la primera vez en la historia del CNA que ha concurrido a las elecciones sin el apoyo incondicional de los sindicatos.

En estos 25 años, el CNA no ha alcanzado una reducción suficiente de la desigualdad ni de la pobreza (49,2% de la población vive bajo el umbral de la pobreza). Los servicios públicos son deficientes, pero se sigue votando al CNA, el partido que trajo la democracia al país tras el apartheid.
La Alianza Democrática (AD), con el 21% de los votos, se estanca, y podría perder hasta 620.000 electores respecto a las anteriores presidenciales. Esta formación es considerada todavía como un partido de blancos con algunas caras negras. La AD mantiene, sin embargo, la mayoría absoluta en la provincia de Ciudad del Cabo, donde ya gobernaba.

Los Luchadores por la Libertad Económica, el partido de Julius Malema, han crecido mucho menos de lo esperado. No han logrado la confianza de un electorado que parece que no busca cambios radicales en el país. Estos resultados para Malema se podrían deber, en parte, a una baja participación de los jóvenes, que se sienten desencantados ante la falta de oportunidades laborales.

48 partidos políticos han concurrido a las elecciones, 19 más que en las anteriores. 26,8 millones de votantes se registraron en 22.925 colegios electorales. Ha participado el 65% de los votantes registrados, aunque 10 millones de ciudadanos con derecho a voto no se registraron para votar.
Las elecciones se han celebrado en un clima de serenidad y eso supone un gran triunfo para la estabilidad democrática del país. Sin embargo, algunos partidos minoritarios han denunciado a la Comisión Electoral que ha habido electores que han votado dos veces.

domingo, 26 de mayo de 2019

REGINA COELI DEL PAPA FRANCISCO

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

El Evangelio de este VI Domingo de Pascua nos presenta un pasaje del discurso que Jesús dirigió a los Apóstoles en la Última Cena (ver Jn 14 : 23-29). Habla de la obra del Espíritu Santo y hace una promesa: "El Paráclito, el Espíritu Santo que el Padre enviará en mi nombre, te enseñará todas las cosas y te recordará todo lo que te he dicho" (v. 26). Cuando se acerca el momento de la cruz, Jesús les asegura a los apóstoles que no se quedarán solos: con ellos siempre estará el Espíritu Santo, el Paráclito, que los apoyará en la misión de llevar el Evangelio a todo el mundo. En el idioma griego original, el término "Paraclite" significa el que está al lado del soporte y la consola.. Jesús regresa al Padre, pero continúa instruyendo y animando a sus discípulos a través de la acción del Espíritu Santo.

¿Cuál es la misión del Espíritu Santo que Jesús promete como un regalo? Él mismo lo dice: "Él te enseñará todo y te recordará todo lo que te he dicho". En el curso de su vida terrenal, Jesús ya ha transmitido todo lo que quería encomendar a los Apóstoles: completó la Revelación divina, es decir, todo lo que el Padre quería decirle a la humanidad con la encarnación del Hijo. La tarea del Espíritu Santo es hacer que las personas recuerden, es decir, que comprendan e induzcan completamente para implementar de manera concreta las enseñanzas de Jesús. Y esta es también la misión de la Iglesia, que la realiza a través de un estilo de vida preciso, caracterizado por ciertas necesidades. : la fe en el Señor y la observancia de su Palabra; docilidad a la acción del Espíritu, que continuamente hace que el Señor resucitado esté vivo y presente;

Para lograr todo esto, la Iglesia no puede permanecer estática, pero, con la participación activa de cada persona bautizada, está llamada a actuar como una comunidad en movimiento, animada y apoyada por la luz y la fuerza del Espíritu Santo que hace que todas las cosas sean nuevas. Se trata de liberarnos de los vínculos mundanos representados por nuestros puntos de vista, nuestras estrategias, nuestras metas, que a menudo cargan el camino de la fe y nos colocan en una escucha dócil de la Palabra del Señor. Así es el Espíritu de Dios que nos guía y guía a la Iglesia, para que brille el rostro auténtico, hermoso y luminoso, deseado por Cristo.

El Señor hoy nos invita a abrir nuestros corazones al don del Espíritu Santo, para guiarnos por los caminos de la historia. Día a día nos enseña la lógica del Evangelio, la lógica de recibir el amor, "enseñarnos todo" y "recordarnos todo lo que el Señor nos dijo". María, que en este mes de mayo veneramos y oramos con especial devoción como nuestra madre celestial, siempre protegemos a la Iglesia y a toda la humanidad. Quien, con fe humilde y valiente, ha cooperado plenamente con el Espíritu Santo para la Encarnación del Hijo de Dios, también nos ayuda a dejarnos instruir y guiar por el Paráclito, para que podamos acoger la Palabra de Dios y testimoniarla con nuestras vidas.


Después de la Regina Coeli

Queridos hermanos y hermanas!

Os saludo a todos vosotros, romanos y peregrinos: familias, grupos parroquiales, asociaciones.

En particular, saludo a los fieles de Malta y Madrid, la "Banda Juvenil 504" de Honduras, la Ópera Kolping de Alemania.

Saludo a los muchachos de la Confirmación de Génova, ¡son muchos! -, los alumnos de la escuela "Caterina di Santa Rosa" en Roma, los niños y niñas de Torre Gaia y los fieles de Berchiddeddu con el coro "Laudato sii".

Les envío un saludo y una bendición a los peregrinos polacos, que participan en la gran peregrinación al Santuario Mariano de Piekari Slaskie. Con motivo del "Día del Alivio", dirijo un pensamiento especial a los reunidos en el Policlínico Gemelli para promover iniciativas de fraternidad con los enfermos.

Les deseo a todos un buen domingo. Por favor, no olvides orar por mí. Buen almuerzo y adiós! Gracias!

Los desafíos más importantes para Europa

En una reunión reciente de Frailes Promotores de Justicia, Paz e Integridad de la Creación, reflexionamos sobre la importancia de las próximas elecciones al Parlamento Europeo, al igual que lo están haciendo otras Comisiones de Justicia y Paz de Europa. Al mismo tiempo, decidimos compartir nuestra preocupación con todos los Promotores de JPIC de nuestra región. Para ello, redactamos un texto que les fue enviado para recabar sus opiniones. El resultado final es esta carta que presenta lo que la mayoría de los promotores consideramos los desafíos más importantes para Europa.

  Las actuales circunstancias nos recuerdan la responsabilidad de la Familia Dominicana a la hora de proponer una lectura de los signos de los tiempos que contribuyan al bien común. Queremos sugerir algunos temas fundamentales, que sirvan como punto de partida para la reflexión en nuestras comunidades y nuestros apostolados. Los presentamos brevemente siguiendo la metodología del “ver, juzgar, actuar”, y sugiriendo al final, una referencia a algunos testigos de la Familia Dominicana.

Migración, xenofobia y racismo
La migración es un fenómeno complejo de nuestra época. En primer lugar, nos invita a tomar conciencia de sus causas: la injusticia, la violencia y la explotación económica en los países de origen. La migración voluntaria, segura, regular y bien gestionada contribuye al desarrollo y al enriquecimiento cultural.

El desafío de las migraciones nos invita a aceptar el mensaje evangélico de la hospitalidad, la responsabilidad hacia los más vulnerables y la apertura al encuentro.

Ser fiel al Evangelio requiere un cambio de mentalidad y estilo de vida y el rechazo de la xenofobia, la hostilidad y esas formas de racismo que consideran a los migrantes como el chivo expiatorio de los problemas de nuestras sociedades europeas.

El testimonio de Dominique Pire nos sirve de inspiración en este campo.

Desigualdades sociales y económicas y justa distribución de los bienes
Incluso en nuestras sociedades europeas vemos una creciente desigualdad, exclusión social y económica. El predominio del capitalismo financiero neoliberal, basado en la idolatría del dinero (cf. Evangelii Gaudium 55) promueve una cultura del descarte y genera condiciones laborales y de vida precarias. En este contexto, especialmente las mujeres son víctimas de explotación, discriminación y violencia.

Esta situación nos invita a retomar la predicación de los profetas contenida en la Enseñanza Social de la Iglesia sobre relaciones justas y trabajo decente para cada persona.

Es una invitación a mostrar solidaridad con aquellos que sufren, a proponer modelos económicos y laborales alternativos que protejan los derechos sociales, y a promover leyes que reconozcan estos derechos.

El testimonio de Giorgio La Pira nos inspira en esta tarea.

Políticas familiares y protección de la vida
Vemos que las políticas familiares son generalmente inadecuadas cuando se trata de promover tasas de natalidad más altas, la educación de los niños, el cuidado de los enfermos y los ancianos  y el apoyo a la conciliación de la vida laboral y familiar.

Esta situación nos recuerda que Jesús no veía a cada persona como un “objeto”, sino como un “sujeto”. Jesús vivió acogiendo a todos y entregando su vida para nuestra salvación.

Su acogida y entrega nos invitan a desarrollar políticas que promuevan el cuidado, el don de sí mismo, la solidaridad y la promoción de la vida humana en todas sus fases.

El testimonio de muchas hermanas dominicanas en todo el mundo comprometidas con el cuidado de los más débiles inspira a toda la Familia Dominicana.

La crisis de la democracia y los populismos
Observamos una crisis general de la democracia constitucional. Los populismos promueven formas de nacionalismo excluyente y, a veces, manipulan la fe cristiana o los derechos humanos, al tiempo que proponen soluciones simplistas a problemas complejos.

Esta situación nos impulsa a poner en práctica la llamada de Jesús a la fraternidad universal.

También nos invita a abordar los conflictos en la verdad, buscando formas de reconciliación, a vivir la misericordia y descubrir nuestra identidad no en oposición frente a otras.

El testimonio del Beato Pierre Claverie nos inspira en este compromiso.

Crisis ecológica
Somos conscientes de que estamos experimentando una crisis ecológica que amenaza el futuro de nuestro planeta y las generaciones futuras. La contaminación ambiental, el cambio climático y la explotación excesiva de los recursos naturales tienen un profundo impacto en la salud de las poblaciones y en la integridad de la Creación.

Esta situación nos invita a acoger el mensaje de la Biblia sobre la Creación y a conocer mejor la invitación a la acción que encontramos en la encíclica Laudato Si´. Más particularmente, la  llamada a la conversión ecológica y la protección de nuestra Casa común.

También nos invita a repensar nuestros estilos de consumo y a tomar medidas concretas para lograr los objetivos descritos en la Agenda 2030 de la ONU (17 Objetivos de Desarrollo Sostenible).

El testimonio de la Delegación de la Familia Dominicana en la ONU en Ginebra y Nueva York y el trabajo de nuestros hermanos y hermanas en la Amazonía y otras regiones del mundo, nos inspiran ante estos desafíos.

  Pensamos que nuestra reflexión debería desarrollar estos elementos, para la renovación de "una Europa capaz de dar a luz a un nuevo humanismo basado en tres capacidades: la capacidad de integración, la capacidad de diálogo y la capacidad de generar". (Papa Francisco, Discurso pronunciado en la Conferencia del Premio Carlomagno, 6 de mayo de 2016).

Fr. Xabier Gómez op, Promotor Regional de JPIC-Europa
Fr. Alessandro Cortesi op, Promotor de JPIC, Provincia Santa Catalina de Siena (Italia)
Fr. Ivan Attard op, Promotor de JPIC, Provincia de Malta

El arzobispo de Toledo lamenta que los políticos no expliquen por qué estar en Europa es importante

Concretamente, el arzobispo toledano resalta que los partidos políticos «casi nunca» han señalado qué significa España en la realidad de la unión política, económica, social y de relaciones entre europeos, «en esta Europa que comparte espacios y vida con muchas otras partes del mundo». «No nos hablan nuestros elegibles ni de la etapa completamente nueva de la historia de Europa que estamos contemplando, ni del desvanecimiento cada vez más evidente del interés por la realidad histórica en que vive el Viejo Continente», subraya.

«¿No merece la pena que nos hubieran hablado, por ejemplo, de cómo vivir con tantos hombres y mujeres que vienen a Europa para quedarse, que llegan de tantos modos, algunos tan peligrosos, ni cómo convivir con el que es diferente por cultura y costumbres?», se pregunta. «Solo escuchamos en los medios juicios ideológicos y, eso sí, hablar de la bondad de los candidatos que presentan sus partidos no sabemos para qué. Nadie o muy pocos desarrollan una reflexión que indique por qué formar parte de Europa es importante, por ejemplo, para formar una familia, o por qué establecer relaciones duraderas entre hombre y mujer y no esos compromisos que duran un mes, tres meses o un año, a los que se está acostumbrando nuestra sociedad», argumenta.

Tampoco hablan, añade, de cómo educar a los hijos. «Ni siquiera nos dicen qué sentido tiene comprometerse por el bien común». «¿No están un tanto desorientados cuando en verdad nos interesa que haya seguridad existencial para que no muera la enseñanza y la capacidad de encuentro, de diálogo y de iniciativa a todos los niveles, que sí buscaron los iniciadores de este proyecto de Unión Europea?», se pregunta.

«La fe, sin embargo, lleva al creyente a ver en el otro un hermano que debe sostener y amar. Por la fe en Dios, que ha creado el universo, las criaturas y todos los seres humanos, el creyente está llamado a expresar esta fraternidad humana, protegiendo la creación y ayudando a todas las personas, especialmente las más necesitadas y pobres. Imaginen ustedes la importancia de este aspecto para la vida de Europa», añade.

El laicismo excluyente, otro «problema»

Bajo su punto de vista, otro de los «problemas» de Europa es el «laicismo excluyente», que no hay que confundir con una sana laicidad. «Si Dios es irrelevante en la vida pública, la sociedad podrá plasmarse según una perspectiva carente de Dios», propone.

«Sin embargo, la experiencia enseña que el alejamiento del designio de Dios creador provoca un desorden que tiene repercusiones inevitables sobre el resto de la creación», apunta, para señalar, citando a Benedicto XVI, que «es precisamente el olvido de Dios lo que sumerge a las sociedades humanas en una forma de relativismo que genera ineludiblemente la violencia».

«¿Han escuchado ustedes en los candidatos hablar de algo de esto? Desgraciadamente, todo se queda tantas veces en insultos y en comparaciones de las bondades o maldades de populismo de izquierda o de derecha», lamenta el arzobispo de Toledo.

Es por lo que asegura que, si en el horizonte de Europa no existe el poder creer en Dios, el «malestar general» continuará y los problemas «renacerán una y otra vez». «¿Seremos capaces de superar el impasse de una Europa sin alma, lejos de su raíz cristiana?», concluye.

Arzobispado de Toledo

sábado, 25 de mayo de 2019

Domingo VI de Pascua (Ciclo C)

Evangelio (Jn 14,23-29): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él. El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que escucháis no es mía, sino del Padre que me ha enviado. Os he dicho estas cosas estando entre vosotros. Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho. Os dejo la paz, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón ni se acobarde. Habéis oído que os he dicho: ‘Me voy y volveré a vosotros’. Si me amarais, os alegraríais de que me fuera al Padre, porque el Padre es más grande que yo. Y os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis».
PALABRA DE DIOS

COMPARTIMOS:

Hoy, antes de celebrar la Ascensión y Pentecostés, releemos todavía las palabras del llamado sermón de la Última Cena, en las que debemos ver diversas maneras de presentar un único mensaje, ya que todo brota de la unión de Cristo con el Padre y de la voluntad de Dios de asociarnos a este misterio de amor.

A Santa Teresita del Niño Jesús un día le ofrecieron diversos regalos para que eligiera, y ella —con una gran decisión aun a pesar de su corta edad— dijo: «Lo elijo todo». Ya de mayor entendió que este elegirlo todo se había de concretar en querer ser el amor en la Iglesia, pues un cuerpo sin amor no tendría sentido. Dios es este misterio de amor, un amor concreto, personal, hecho carne en el Hijo Jesús que llega a darlo todo: Él mismo, su vida y sus hechos son el máximo y más claro mensaje de Dios.

Es de este amor que lo abarca todo de donde nace la “paz”. Ésta es hoy una palabra añorada: queremos paz y todo son alarmas y violencias. Sólo conseguiremos la paz si nos volvemos hacia Jesús, ya que es Él quien nos la da como fruto de su amor total. Pero no nos la da como el mundo lo hace (cf. Jn 14,27), pues la paz de Jesús no es la quietud y la despreocupación, sino todo lo contrario: la solidaridad que se hace fraternidad, la capacidad de mirarnos y de mirar a los otros con ojos nuevos como hace el Señor, y así perdonarnos. De ahí nace una gran serenidad que nos hace ver las cosas tal como son, y no como aparecen. Siguiendo por este camino llegaremos a ser felices.

«El Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho» (Jn 14,26). En estos últimos días de Pascua pidamos abrirnos al Espíritu: le hemos recibido al ser bautizados y confirmados, pero es necesario que —como ulterior don— rebrote en nosotros y nos haga llegar allá donde no osaríamos.

viernes, 24 de mayo de 2019

Los vecinos de las localidades salmantinas de Las Villas dan un paso al frente por Camerún

 El pasado domingo 12 de mayo, los vecinos de Las Villas se sumaron a la tradicional marcha solidaria de la ONG de los dominicos Acción Verapaz. En su vigésimo novena edición, el evento ha recaudado fondos para financiar un centro para mujeres embarazadas en Camerún.

  La marcha comenzó a las 10 de la mañana en Babilafuente. Los participantes pasaron por Villoruela, Villoria, Moríñigo, Arabayona de Mógica y Cantalpino, para terminar volviendo a Babilafuente, donde se leyó el manifiesto.

  Judith María, miembro de la junta directiva de la ONG Acción Verapaz en Salamanca, fue la encargada este año de leer el manifiesto:

"He sido voluntaria internacional de la ONG Acción Verapaz durante meses en los años 2007, 2009, 2010 y 2011. Mi experiencia como voluntaria en la República Dominicana y Haití me hizo abrir los ojos hacia una realidad que nunca habría podido imaginar. Cambia tu visión del mundo y se alteran tus prioridades cuando ves a un niño chupando piedras porque tiene hambre, o escuchas a los haitianos contar cómo recogían a las personas muertas de cólera por los caminos después del terremoto para depositarlos en una fosa común abierta en el campo de fútbol de su comunidad.

A la vuelta de mi última visita a estos países empecé a participar de forma activa en la Comisión de Proyectos de Acción Verapaz. Por ella pasan cada año más de 50 proyectos de países diferentes que nos llegan por distintas vías. Todos los proyectos que aprobamos en esa Comisión tienen un objetivo común: la búsqueda de una vida un poquitín más digna para un pequeño grupo de personas en países empobrecidos.
Seleccionados los proyectos, toca buscar financiación, y en eso la Delegación de Acción Verapaz en Salamanca en la que nos incluimos la comarca de Las Villas, ha tenido y tiene mucho que decir. Solo durante los últimos 10 años, hemos recaudado más de 300.000 euros para ejecutar 39 proyectos en 14 países distintos. Además de la colaboración económica que hacemos a Manos Unidas y Cáritas Salamanca.

El proyecto que financiaremos este año consiste en la construcción de una sala dentro de un hospital para atender a mujeres embarazadas en Camerún. Se trata de ayudar a dar los cuidados y atenciones necesarios para garantizar la buena salud de la madre y del futuro bebé.

las villas 2019 solidaridad

Por todo lo que acabo de recordar quisiera que este manifiesto fuera en realidad un reconocimiento, no solo a todos los que cada año participáis en esta Marcha, sino también a todos los voluntarios que organizan otras tantas actividades en nuestros pueblos: rastrillos, cenas solidarias de navidad, madres y niños en la escuela, niños y educadores de catequesis y tiempo libre, los grupos que ahora mismo están preparando las comidas, las Asociaciones y Ayuntamientos de cada pueblo, el grupo de mujeres que todos los años preparáis y nos regaláis las famosas perronillas de la Marcha.

Reconocimiento también, por supuesto, a todos los que participáis en esas actividades y a los donantes anónimos. Entre todos, cada año, podemos poner nuestro granito de solidaridad. Y hacer este grito de la Marcha por la justicia y la defensa de los Derechos Humanos de los más pobres de este mundo.

Como voluntaria internacional quiero aprovechar esta ocasión para animar a otros a lanzarse a esta tarea de ir a echar una mano durante 1,2,3 meses a alguno de los proyectos que Acción Verapaz pueda patrocinar en diversas partes del mundo. Se recibe más que lo que se da.

Como en las ediciones anteriores, también se celebraron comidas solidarias en los pueblos de la zona al final de la marcha. Proyecto: Construcción de una sala prenatal en un centro hospitalario en Camerún (África). Recaudación: 15 % Manos Unidas, 15 % Cáritas Y 70 % Acción Verapaz”.

  Con la Marcha de la solidaridad se recaudan cada año unos 12.000€, que para unas poblaciones con un total inferior a los 3.000 habitantes es todo un logro solidario, que demuestra el gran compromiso que tienen sus habitantes con los más desfavorecidos.

jueves, 23 de mayo de 2019

La misionera española asesinada en África fue «víctima de la brujería»

Pocos datos han trascendido desde el asesinato la madrugada del pasado lunes de la misionera española Inés Nieves Sancho en la aldea de Nola, en la diócesis de Berberati de República Centroafricana. El obispo de Bangassou, el español Juan José Aguirre, aseguró ayer a ABC que «aún se desconoce la identidad de los autores y el motivo del crimen». Pese a ello, apuntó que la religiosa de 77 años –que apareció decapitada en la sala donde enseñaba costura a las niñas de la aldea– podría haber sido «víctima de la brujería».

«En esta zona ubicada al oeste del país, en la frontera con Camerún, hay minas de diamantes y personas que utilizan la brujería. Ellos creen que la sangre fresca, incluso de los seres humanos, les trae suerte en la búsqueda de estas piedras preciosas», indicó monseñor Aguirre. Este obispo comboniano, que lleva en el país más de 40 años, descartó que el asesinato estuviera relacionado (como se pensó en un primer momento) con el tráfico de órganos, muy habitual en este país africano.

Beatrice, la hermana superiora de la congregación francesa de las Hijas de Jesús de Massac –a la que pertenecía la misionera– se trasladó ayer a Nola para encontrarse con las autoridades y reclamar el esclarecimiento del crimen y la detención de sus autores. «Su comunidad religiosa está muy consternada por este asesinato tan cruel», aseguró monseñor Aguirre, quien describió a sor Inés como «una hormiguita trabajadora, muy querida por la gente del lugar».

«Servicio a los pobres»

Ante millares de fieles reunidos para la audiencia general en la plaza de San Pedro, el Papa Francisco rindió ayer un homenaje a sor Inés. «Es otra mujer más que da la vida por Jesús en el servicio a los pobres. Recemos juntos un avemaría», aseguró Francisco, cuyo rostro se volvió más serio por el dolor al recordar el cruel asesinato de esta religiosa burgalesa que también tenía nacionalidad francesa.

La monja, según precisó monseñor Aguirre, fue enterrada el martes por la mañana en la diócesis de Berberati –donde llevaba más de 23 años como misionera– debido «a que su cuerpo estaba muy degradado».

Profesora de costura, maestra de vida

La sacaron de la cama mientras dormía, la llevaron a su pequeño taller de costura y allí la mataron, como a los cinco sacerdotes que en lo que va de año han sido asesinados en la República Centroafricana. A uno de ellos lo quemaron vivo y al otro lo ametrallaron. Inés Nieves Sancho, natural de Burgos y de 77 años, había dedicado casi un tercio de su vida a los habitantes del país en el que fue degollada. Al margen de rezar, su misión consistía en enseñar a coser y bordar a un grupo de mujeres, la mayoría madres solteras y, como ella, víctimas de una guerra de guerrillas que en los últimos años ha provocado miles de muertos. La hermana Inés pertenecía a esa Iglesia, casi olvidada, cuya entrega llega hasta el sacrificio personal. Vivía tan lejos de todo lo que en Occidente consideramos importante que la noticia de su muerte llegó ayer. La mataron el pasado domingo.

«Llevamos dos o tres años perdiendo a demasiada gente», se queja el obispo de la diócesis de Bangassou, el también español Juan José Aguirre, para quien «la violencia no terminará con la muerte de Inés Nieves Sancho». La misión desplegada por la ONU en la República Centroafricana no ha sido capaz de frenar la matanza de inocentes que llevan a cabo las numerosas facciones que se disputan el territorio nacional.

L. Daniele y J. Vicente Boo

martes, 21 de mayo de 2019

Camerún se desmorona

Las autoridades de Camerún han torturado y mantenido en régimen de incomunicación a decenas de personas en un centro de detención en la capital, Yaundé. La gendarmería y otras fuerzas de seguridad dependientes de la Secretaría de Estado de Defensa (SED) han golpeado severamente y usado otras formas de tortura para obtener confesiones de los detenidos sospechosos de tener vínculos con los grupos que buscan la independencia de las zonas anglófonas del país, asegura Human Rights Watch (HRW).

No es la primera vez que la organización de derechos humanos denuncia el uso de la tortura y la violencia por parte de fuerzas gubernamentales camerunesas. El pasado mes de abril, también hacía publico que soldados, gendarmes y miembros de las Brigadas de Intervención Rápida (BIR) -las fuerzas especiales del Ejército camerunés- habían atacado y causado muertes y heridos en aldeas de la región Noroccidental, que junto a la Suroccidental  son las dos regiones de habla inglesa que conforman el territorio de la llamada República de Ambazonía que busca independizarse del resto de Camerún, de mayoría francófona.

En el último informe, HRW documentó 26 casos de detención en régimen de incomunicación y desaparición forzosa en las instalaciones de la SED entre enero de 2018 y enero de 2019, incluidos 14 casos de tortura. Es probable, según la organización, que el número sea mucho mayor porque los abusos se cometen en secreto y muchos ex detenidos se muestran reacios a hablar por temor a represalias.

Igualmente, son frecuentes los informes de abusos cometidos por las fuerzas de seguridad en el Extremo Norte del país donde se luchan contra Boko Haram. Ejecuciones extrajudiciales, detenciones y torturas también parecen ser comunes en esa parte del país. Baste recordar el vídeo del asesinato de dos mujeres con niños sospechosas de colaborar con el grupo yihadista que se hizo viral hace pocos meses.

Además, el pasado mes de enero, la policía detuvo al principal líder de la oposición, Maurice Kamto, junto a otros políticos en la ciudad de Douala tras días de protestas de la sociedad civil en la calle. Kamto quedó segundo en las elecciones celebradas el 7 de octubre de 2018, detrás de Paul Biya, pero alega que fue el ganador de los comicios con más votos que el actual presidente aunque nunca ha demostrado la fuente de estos datos. Amnistía Internacional denunció que la fuerte represión de las manifestaciones por parte de las fuerzas de seguridad tuvo como consecuencia siete heridos de bala y más de un centenar de detenidos. Esta organización tildó el arresto de Kamto y cuatro de sus acompañantes como una señal de la creciente represión contra los líderes de la oposición, defensores de los derechos humanos y activistas de Camerún por parte del Gobierno. Todavía hoy, el líder de la oposición camerunesa sigue en prisión.

Paul Biya gobierna Camerún desde 1982 y es el segundo presidente que más tiempo lleva en el poder en África, tras Teodoro Obiang, el  jefe de Estado de Guinea Ecuatorial, cargo al que llegó en 1979.

Para mantenerse 37 años en el poder, Biya se ha apoyado en su grupo étnico, en el ejército y en las fuerzas de seguridad del Estado. Estos grupos gozan de total impunidad, controlan los recursos del estado y, evidentemente, no quieren que nada cambie en el país. De ahí que se aferren al poder y utilicen todos los medios a su alcance para mantenerse en él. Esto explicaría la brutalidad del régimen. Además, ante los continuos rumores de enfermedad del presidente, sus círculos más cercanos recurren, cada vez más, a la represión.

Mientras, los ciudadanos no dejan de organizarse. Cada vez son más los opositores al régimen y los grupos de sociedad civil que no se callan y vocean sus reivindicaciones. Así que cada día la situación se tensa un poco más en el país.

Lejos de resolver el problema de las provincias anglófonas que intentan independizarse, el régimen ha respondido con una campaña de represión que ha terminado en una guerra civil. Aunque parece que ahora, como respuesta a la presión internacional, estaría dispuesto a sentarse a hablar con los independentistas. En el Extremo Norte, la población civil se siente abandonada porque los terroristas de Boko Haram campan a sus anchas por el territorio ante la pasividad del ejército que no sale de sus cuarteles. Finalmente, la oposición política es continuamente reprimida y atemorizada. El régimen de Paul Biya hace aguas, pero quiere resistir lo máximo posible y sacar el mayor provecho de ello. Por eso, poco a poco se asistirá un incremento de la tensión en Camerún que posiblemente tenga como consecuencia la perdida de nuevas vidas y una mayor vulneración de los derechos humanos. Mientras, la comunidad internacional permanece muda, especialmente Francia, principal apoyo del presidente.

lunes, 20 de mayo de 2019

«He perdido en salud, pero he ganado la familia»

Periodista, poeta y empresario pionero en el medio audiovisual de la provincia de Salamanca y de Castilla y León. Fundó la televisión local que sirvió como germen de la actual autonómica. Es accionista y fundador del portal multimedia SalamancaRtvAldía.es. Ha vivido por y para la información con una especial sensibilidad hacia los temas sociales y religiosos. Tiene un hijo y una hija de 13 y 14 años. Hace poco más de año y medio un ictus le cambió la vida

¿Te consideras un santo?

No, no, no. No. Ni ejemplo de superación. Sí que me siento autorizado, por haber sufrido tanto, para hablar con otros enfermos con daño cerebral. De hecho estoy en ASDACE (Asociación Salmantina de Daño Cerebral Adquirido) que es una auténtica escuela de vida. Nos reírnos mucho de nosotros mismos, de nuestras situaciones.

Porque aunque naciste en 1967, en Cantalpino, intuyo que después del ictus has vuelto a nacer, ¿es así?

Casi nací en un carro. Mi madre era panadera y estaba repartiendo pan. Saltó del carro y nací en la panadería. Eso fue el 9 de julio de 1967. Y el 10 de octubre de 2017, sobre estas horas [17:30] y en este lugar [Parador de Salamanca] me dio un ictus que me tuvo 40 días en la UCI. Al tercer día entré en coma y me intervinieron para descomprimir la presión intracraneal. Es como si hubiera vuelto a nacer. Es una nueva vida.

¿Y ahora a qué te dedicas?

Pues estoy de baja. Contemplando el tiempo [silencio largo].

¿Cómo estás?

Este año y medio ha sido un infierno. De verte siempre muy activo, sin parar, a tener que verte a veces con la mano caída y, sobre todo, psicológicamente bajo… Y las microsecuelas que te deja el ictus, no solo la hemiplejia izquierda… Es que no puedo abrir el brazo… Te miro y me da envidia verte escribir con las dos manos [transcribo sus respuestas en el portátil].

Pero yo te veo sereno, con mucho optimismo y sentido del humor.

He recuperado la conducción. Ahora estoy en el mejor momento. También por el optimismo que llevo dentro. He tenido épocas bajísimas. Todo el mes de marzo he estado fatal. Desde que salí del hospital he estado en distintas terapias. Me he tenido que enfrentar a la tristeza. Convivo con ella permanentemente. Es como si la vida te hubiese expulsado de algo que te apasiona, que has creado tú, que te daba una vida impresionante…

¿Qué papel ha jugado la fe en este proceso?

Esencial, ha sido esencial. El refugiarme en lecturas, el ir todos los sábados a la Eucaristía, para mí es una isla semanal que me llena de fuerza. Y estar en contacto con gente de fe, también.

¿Y la fe ha cambiado con el ictus?

Me he depurado un poco. Quizá ahora busco lo esencial. Lo sencillo. Valoro, sobre todo, el tiempo con mi familia. He ganado la familia. He perdido en salud pero he ganado la familia. Antes ni pisaba por casa porque estaba todo el santo día trabajando. De hecho eso fue la causa del ictus: el estrés, el sedentarismo, los nervios…

Alguien me ha dicho que la santa es tu mujer…

Mi mujer es una verdadera santa, sobre todo desde que me dio el ictus. Antes apenas la veía y me lo reprochaba con toda la razón, pero ahora estamos muy unidos. Mira, una de las consecuencias del ictus es que me sudan mucho las manos y los pies y ella me cambia de calcetines tres o cuatro veces al día. Y, cuando me los seca, le digo: «Esto lo hacía Jesús» [se le iluminan los ojos y sonríe mientras lo cuenta]. Es una santa. Bromeo con ella y le digo que voy a pedir al obispo que le hagan una imagen para colocarla en la plaza de Cantalpino.

Acabamos como empezamos: ¿Te consideras un santo?

No, no, por supuesto. Esto ha sido un palo de la vida que me va a ayudar mucho a afrontarla hasta que muera. Pero en rehabilitación he estado con tetrapléjicos que tardaban un mes en mover un centímetro un dedo. Y entonces te consideras hasta un afortunado.

Santiago Riesco Pérez

domingo, 19 de mayo de 2019

REGINA COELI, DEL PAPA FRANCISCO

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

El Evangelio de hoy nos lleva al Cenáculo para hacernos escuchar algunas de las palabras que Jesús dirigió a los discípulos en el "discurso de despedida" antes de su pasión. Después de lavar los pies de los Doce, Él les dice: "Les doy un nuevo mandamiento: que se amen unos a otros. Como te he amado, así que también amémonos unos a otros "( Jn 13, 34). Pero, ¿en qué sentido Jesús llama a este mandamiento "nuevo"? Porque sabemos que ya en el Antiguo Testamento Dios había ordenado a los miembros de su pueblo que amaran a su prójimo como a sí mismos (véase Lv 19:18). Jesús mismo, a quienes le preguntaron cuál era el mayor mandamiento de la ley, respondió que el primero es amar a Dios con todo el corazón y el segundo amar al prójimo como a uno mismo (ver Mt 22 : 38-39).

Entonces, ¿cuál es la novedad de este mandamiento que Jesús confía a sus discípulos? ¿Por qué lo llamas un "nuevo mandamiento"? El antiguo mandamiento del amor se ha vuelto nuevo porque se completó con esta adición: " como te amaba»,« Te quiero como te he amado ». La novedad está en el amor de Jesucristo, con quien dio su vida por nosotros. Se trata del amor de Dios, universal, sin condiciones y sin límites, que encuentra su ápice en la cruz. En ese momento de extrema reducción, en ese momento de abandono al Padre, el Hijo de Dios ha mostrado y dado al mundo la plenitud del amor. Reflexionando sobre la pasión y agonía de Cristo, los discípulos entendieron el significado de esas palabras suyas: "Como te he amado, así que también amémonos unos a otros".

Jesús nos amó primero, nos amó a pesar de nuestras debilidades, nuestras limitaciones y nuestras debilidades humanas. Fue Él quien nos hizo dignos de su amor, que no conoce límites y nunca termina. Al darnos el nuevo mandamiento, nos pide que nos amemos no solo y no tanto con nuestro amor, sino con el suyo , que el Espíritu Santo infunde en nuestros corazones si lo invocamos con fe. De esta manera, y solo de esta manera, podemos amarnos unos a otros no solo como nos amamos a nosotros mismos, sino como a ÉlÉl nos amó, eso es inmensamente más. Dios nos ama mucho más de lo que nos amamos a nosotros mismos. Y así podemos difundir en todas partes la semilla del amor que renueva las relaciones entre las personas y abre horizontes de esperanza. Jesús siempre abre horizontes de esperanza, su amor abre horizontes de esperanza. Este amor nos hace nuevos hombres, hermanos y hermanas en el Señor, y nos hace el nuevo Pueblo de Dios, es decir, la Iglesia, en la que todos están llamados a amar a Cristo y en Él a amarnos unos a otros.

El amor que se manifiesta en la cruz de Cristo y que Él nos llama a vivir es la única fuerza que transforma nuestro corazón de piedra en un corazón de carne; La única fuerza capaz de transformar nuestro corazón es el amor de Jesús, si también amamos con este amor. Y este amor nos hace capaces de amar a nuestros enemigos y perdonar a quienes nos han ofendido. Te haré una pregunta, todos responderán en su corazón. ¿Soy capaz de amar a mis enemigos? Todos tenemos gente, no sé si son enemigos, pero eso no se lleva bien con nosotros, que está "al otro lado"; o alguien tiene personas que los lastiman ... ¿soy capaz de amar a esas personas? Ese hombre, esa mujer que me lastimó, ¿quién me ofendió? ¿Soy capaz de perdonarlo? Todos responden en su corazón. El amor de Jesús nos hace ver al otro como un miembro presente o futuro de la comunidad de amigos de Jesús; nos estimula a dialogar y nos ayuda a escucharnos y conocernos. El amor nos abre al otro, convirtiéndose en la base de las relaciones humanas. Nos hace capaces de superar las barreras de nuestras debilidades y prejuicios. El amor de Jesús en nosotros crea puentes, enseña nuevas formas, desencadena el dinamismo de la fraternidad. Que la Virgen María nos ayude, con su intercesión materna, a recibir de su Hijo Jesús el don de su mandamiento y del Espíritu Santo la fuerza para practicarlo en la vida cotidiana.

Después de la Regina Coeli

Queridos hermanos y hermanas!

Ayer, en Madrid, fue beatificada María Guadalupe Ortiz de Landázuri, laica fiel del Opus Dei, que sirvió alegremente a sus hermanos al combinar la enseñanza y la proclamación del Evangelio. Su testimonio es un ejemplo para mujeres cristianas involucradas en investigaciones sociales y científicas. ¡Aplaudamos al nuevo Beato, todos juntos!

Dirijo mis cordiales saludos a ustedes, peregrinos de Italia y de diferentes países. En particular los de México, California, Haití; a los fieles de Córdoba (España) y de Viseu (Portugal); A los alumnos de pamplona y lisboa.

Saludo a las canónicas de la cruz en el centenario de su fundación; los líderes de la Comunidad de San Egidio de diferentes países; los peregrinos polacos, en particular los exploradores, acompañados por el Ordinario Militar, que llegó en el 75 aniversario de la batalla de Montecassino.

Saludo a los fieles de Biancavilla y Cosenza; los de Pallagorio con el coro; los chicos de la Confirmación de Senigallia y Campi Bisenzio; el coro de San Marzano sul Sarno y el de San Michele en Bolzano; la Escuela de las Hijas de Santa Ana en Bolonia y los ciclistas del Hospital Bambino Gesù.

Les deseo a todos un buen domingo. Por favor, no olvides orar por mí. Buen almuerzo y adiós!

sábado, 18 de mayo de 2019

Alejandro Rodríguez de la Peña: “Si los benedictinos crearon Europa los dominicos cambiaron el mundo”

El pasado día 16 de mayo tuvo lugar la XI Conferencia de Santa Catalina, con el título Desde ‘la opción benedictina’ a la opción dominicana, título tomado a partir del libro del escritor y periodista norteamericano Rod Dreher “La opción benedictina: una estrategia para los cristianos en una sociedad poscristiana", calificado por el New York Times como el "libro religioso más discutido e importante de la última década".

  El ponente fue D. Manuel Alejandro Rodríguez de la Peña, profesor titular de Historia Medieval en la Universidad CEU San Pablo (Madrid) y doctor en Historia Medieval (Universidad Autónoma de Madrid).

  Rodríguez de la Peña inició su relato hablando del libro de R. Dreher y de su enorme resonancia en el cristianismo actual, así como de la importancia para su autor de algunas tesis del filósofo británico Alasdair MacIntyre, quien encontraba numerosas similitudes entre la civilización cristiana occidental actual y el desmoronamiento del Imperio Romano hace 15 siglos. Si bien hoy en día los bárbaros no están al otro lado de las fronteras sino que están dentro del territorio y nos gobiernan. Ante aquel derrumbe y como respuesta surgió un orden sólido, fundado en Cristo, en la oración a Dios, en la vida de comunidad evangélica, en la virtud cristiana, en nuevas relaciones sociales, educativas y políticas incluso, en el culto a Dios en el ora et labora, un orden que reconstruyó Occidente y puso los cimientos de Europa, y ante lo cual MacIntyre afirmó a mediados del siglo XX: “Esperamos la llegada de un nuevo san Benito.”

  El ponente, como especialista en la Edad Media, ofreció numerosos ejemplos de cómo los benedictinos y sus abadías significaron la preservación de la cultura latina así como la revitalización y creación de nuevas ciudades; incluso sin estos monjes no pudieron prosperar las estructuras administrativas, de hacienda, acuñación de moneda, legislativas, en fin, políticas, de entonces.

  Si bien Rod Dreher es en muchos casos pesimista, en cuanto a la pervivencia del cristianismo en Europa o en América, algo en lo que el ponente no coincidía del todo, no se pueden negar multitud de indicadores que hablan de una amplia extinción, y no solo numérica, sino también de profundidad y vivencia. Es lo que Dreher, y otros antes, denominan el “deísmo moralista terapéutico”, una enfermedad mortal consistente en creer que Dios es bueno, y suponer que el cristianismo, que al final es similar a las demás religiones, consiste en ser feliz y sentirse bien consigo mismo, y hacer el bien, viviendo al margen de Dios la mayoría del tiempo, junto con la creencia de que al morir todos iremos al Cielo porque Dios lo perdona todo.

  Esta creencia, tan extendida e incluso difundida muchas veces por las mismas estructuras cristianas, anula a los creyentes e invalida el mensaje más novedoso de Jesucristo de amor incluso en el sufrimiento a los enemigos.

Es evidente el fracaso de los centros educativos católicos en todo el mundo
  Por otro lado, como el ponente indicó, es evidente el fracaso de los centros educativos católicos en todo el mundo, desde colegios a universidades. A pesar de los millones de alumnos que pasan por nuestros centros, casi ninguno vive como católico, afirmó el doctor Rodríguez de la Peña. Y lo mismo vale para las clases de religión, apartadas por los alumnos cuando empiezan a madurar y vistas como ideas infantiles. Por otro lado, la cultura va siendo menos católica, menos cristiana, e incluso existe una gran orfandad a la hora de buscar partidos políticos con ideas cristianas. La propuesta cristiana desaparece del espectro de las ideas de la polis, de la ciudadanía. “Y todo esto se está haciendo con el aplauso y aprobación de la mayoría de la población. Hemos fracasado”, afirmaba el profesor Rodríguez de la Peña.

  Rodríguez de la Peña, tras repasar la opción benedictina, de entones y de ahora, indicó que él considera que existen una serie de errores en la propuesta de Dreher, y que reflexionando durante la preparación de esta conferencia había podido ver cómo eran solventados por las propuestas mendicantes de san Francisco de Asís y de santo Domingo de Guzmán, lo que podríamos llamar las opciones franciscana y dominicana. Novedosas propuestas, cuando surgieron, no afincadas en los campos y en los bosques sino en medio de las ciudades, donde estaban resurgiendo las urbes, en mitad de las plazas y mercados.

  En concreto, consideró el ponente que de ambas la opción de los dominicos es quien mejor consigue resolver las carencias de la opción benedictina, porque si san Benito fundó su Orden para dar gloria a Dios, ahora Domingo convertiría el mundo en su claustro, siendo su llamada divina la predicación en pobreza, y dando una importante nunca antes conocida, y posiblemente nunca después imitada, al estudio, el saber, y ello porque el conocimiento de la realidad creada es también consecuencia de la alabanza al Creador, y porque por el estudio se puede predicar con solvencia dando razón de la fe.

Santo Domingo envió a sus primeros frailes a las principales universidades del momento
  El ponente relató cómo santo Domingo envió a sus primeros frailes a las principales universidades del momento, París, Bolonia y Oxford, que es tanto como decir, que un fundador católico de hoy en día mandara a sus primeros seguidores, vosotros a Cambridge, vosotros a Harvard y vosotros a Stanford; algo que tan llamativo nos sería hoy y que mucho más debió de serlo entonces. Lo que siguió de aquí fueron las multitudes de conversiones de numerosos estudiantes, profesores, académicos de todas las disciplinas, rectores… ante el testimonio de vida de aquellos frailes que vivían lo que predicaban.

  Serán los dominicos quienes desde su pensamiento filosófico y teológico crearán el humanismo cristiano, frente al mayor teocentrismo benedictino, consecuencia del misterio de la Encarnación de Dios en Cristo Jesús. Pondrán los siguientes pilares sobre los que se asentará el mundo entonces, y así, como afirmó el ponente, “si los benedictinos crearon Europa los dominicos cambiaron el mundo”, en referencia al pensamiento escolástico, humanista, los conceptos de ley natural, ciudadanía, democracia, Derechos Humanos y Derecho Internacional, la unidad y relación entre razón y revelación,…

  El libro de Rod Dreher está siendo leído en todo el mundo, debatido y analizado. Es la propuesta de la opción benedictina, que ya se está llevando a la práctica en multitud de lugares, tal y como se relata y comprueba en su libro. El doctor D. Alejandro Rodríguez de la Peña apunta a la necesaria propuesta de una opción dominicana, capaz de resolver los aspectos que aquella deja sin solucionar. Podemos así concluir parafraseando al filósofo Alasdair MacIntyre diciendo que “esperamos a un nuevo san Benito [y a un nuevo santo Domingo]”, y al mismo Rod Dreher, que escribe “quizás, quién sabe, ese nuevo Benito [o Domingo] al que Dios llama a renovar y fortalecer su Iglesia puedes ser tú”.