En una reunión reciente de Frailes Promotores de Justicia, Paz e Integridad de la Creación, reflexionamos sobre la importancia de las próximas elecciones al Parlamento Europeo, al igual que lo están haciendo otras Comisiones de Justicia y Paz de Europa. Al mismo tiempo, decidimos compartir nuestra preocupación con todos los Promotores de JPIC de nuestra región. Para ello, redactamos un texto que les fue enviado para recabar sus opiniones. El resultado final es esta carta que presenta lo que la mayoría de los promotores consideramos los desafíos más importantes para Europa.
Las actuales circunstancias nos recuerdan la responsabilidad de la Familia Dominicana a la hora de proponer una lectura de los signos de los tiempos que contribuyan al bien común. Queremos sugerir algunos temas fundamentales, que sirvan como punto de partida para la reflexión en nuestras comunidades y nuestros apostolados. Los presentamos brevemente siguiendo la metodología del “ver, juzgar, actuar”, y sugiriendo al final, una referencia a algunos testigos de la Familia Dominicana.
Migración, xenofobia y racismo
La migración es un fenómeno complejo de nuestra época. En primer lugar, nos invita a tomar conciencia de sus causas: la injusticia, la violencia y la explotación económica en los países de origen. La migración voluntaria, segura, regular y bien gestionada contribuye al desarrollo y al enriquecimiento cultural.
El desafío de las migraciones nos invita a aceptar el mensaje evangélico de la hospitalidad, la responsabilidad hacia los más vulnerables y la apertura al encuentro.
Ser fiel al Evangelio requiere un cambio de mentalidad y estilo de vida y el rechazo de la xenofobia, la hostilidad y esas formas de racismo que consideran a los migrantes como el chivo expiatorio de los problemas de nuestras sociedades europeas.
El testimonio de Dominique Pire nos sirve de inspiración en este campo.
Desigualdades sociales y económicas y justa distribución de los bienes
Incluso en nuestras sociedades europeas vemos una creciente desigualdad, exclusión social y económica. El predominio del capitalismo financiero neoliberal, basado en la idolatría del dinero (cf. Evangelii Gaudium 55) promueve una cultura del descarte y genera condiciones laborales y de vida precarias. En este contexto, especialmente las mujeres son víctimas de explotación, discriminación y violencia.
Esta situación nos invita a retomar la predicación de los profetas contenida en la Enseñanza Social de la Iglesia sobre relaciones justas y trabajo decente para cada persona.
Es una invitación a mostrar solidaridad con aquellos que sufren, a proponer modelos económicos y laborales alternativos que protejan los derechos sociales, y a promover leyes que reconozcan estos derechos.
El testimonio de Giorgio La Pira nos inspira en esta tarea.
Políticas familiares y protección de la vida
Vemos que las políticas familiares son generalmente inadecuadas cuando se trata de promover tasas de natalidad más altas, la educación de los niños, el cuidado de los enfermos y los ancianos y el apoyo a la conciliación de la vida laboral y familiar.
Esta situación nos recuerda que Jesús no veía a cada persona como un “objeto”, sino como un “sujeto”. Jesús vivió acogiendo a todos y entregando su vida para nuestra salvación.
Su acogida y entrega nos invitan a desarrollar políticas que promuevan el cuidado, el don de sí mismo, la solidaridad y la promoción de la vida humana en todas sus fases.
El testimonio de muchas hermanas dominicanas en todo el mundo comprometidas con el cuidado de los más débiles inspira a toda la Familia Dominicana.
La crisis de la democracia y los populismos
Observamos una crisis general de la democracia constitucional. Los populismos promueven formas de nacionalismo excluyente y, a veces, manipulan la fe cristiana o los derechos humanos, al tiempo que proponen soluciones simplistas a problemas complejos.
Esta situación nos impulsa a poner en práctica la llamada de Jesús a la fraternidad universal.
También nos invita a abordar los conflictos en la verdad, buscando formas de reconciliación, a vivir la misericordia y descubrir nuestra identidad no en oposición frente a otras.
El testimonio del Beato Pierre Claverie nos inspira en este compromiso.
Crisis ecológica
Somos conscientes de que estamos experimentando una crisis ecológica que amenaza el futuro de nuestro planeta y las generaciones futuras. La contaminación ambiental, el cambio climático y la explotación excesiva de los recursos naturales tienen un profundo impacto en la salud de las poblaciones y en la integridad de la Creación.
Esta situación nos invita a acoger el mensaje de la Biblia sobre la Creación y a conocer mejor la invitación a la acción que encontramos en la encíclica Laudato Si´. Más particularmente, la llamada a la conversión ecológica y la protección de nuestra Casa común.
También nos invita a repensar nuestros estilos de consumo y a tomar medidas concretas para lograr los objetivos descritos en la Agenda 2030 de la ONU (17 Objetivos de Desarrollo Sostenible).
El testimonio de la Delegación de la Familia Dominicana en la ONU en Ginebra y Nueva York y el trabajo de nuestros hermanos y hermanas en la Amazonía y otras regiones del mundo, nos inspiran ante estos desafíos.
Pensamos que nuestra reflexión debería desarrollar estos elementos, para la renovación de "una Europa capaz de dar a luz a un nuevo humanismo basado en tres capacidades: la capacidad de integración, la capacidad de diálogo y la capacidad de generar". (Papa Francisco, Discurso pronunciado en la Conferencia del Premio Carlomagno, 6 de mayo de 2016).
Fr. Xabier Gómez op, Promotor Regional de JPIC-Europa
Fr. Alessandro Cortesi op, Promotor de JPIC, Provincia Santa Catalina de Siena (Italia)
Fr. Ivan Attard op, Promotor de JPIC, Provincia de Malta
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.