Queremos sentir tu poderosa intercesión en nuestras necesidades de cada día. Tú, que viviste sólo para Dios y para tus hermanos, que tan solícito fuiste en socorrer a los necesitados, escucha a quienes admiramos tus virtudes.
Confiamos en tu poderoso valimiento para que, intercediendo ante el Dios de bondad, nos sean perdonados nuestras faltas y nos veamos libre de males y desgracias.
Alcanzarnos tu espíritu de caridad y servicio para que amorosamente te sirvamos entregados a nuestros hermanos y a hacer el bien.
Padre celestial, por los méritos de tu fiel siervo San Martín, ayúdanos en nuestros problemas y no permitas que quedemos confundidos en nuestra esperanza.
Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.