que diste paz a los apóstoles,
reunidos en oración, diciéndoles:
“La paz esté con ustedes»,
concédenos el don de la paz.
Defiéndenos del mal
y de todas las formas de violencia
que agitan a nuestra sociedad,
para que tengamos una vida digna,
humana y fraterna.
Oh Jesús,
que moriste y resucitaste por amor,
aleja de nuestras familias y de la sociedad
todas las formas de desesperación y desánimo,
para que vivamos como personas resucitadas
y seamos portadores de tu paz.
¡Amén!
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