1. Debemos sufrir los roces, molestias y contratiempos que origina la vida social y de comunidad. Esta es una mortificación de paciencia. Debemos enseñarles con caridad, lo importante que es ser correctos, educados, sufridos.
2.-Favorece grandemente la caridad el alegrarnos de los éxitos de los demás: felicitarles por ellos, el usar siempre una palabra amable, contagiar buen humor, agradecer las pequeñas cosas que saben compartir, los servicios que nos ofrecen. El trato cariñoso con todos es una fuente de suave y amoroso bálsamo. En el matrimonio el ver juntos una buena película para después compartir puntos de vista y una reflexión.
3.- El estar dispuesto a dar una ayuda. Las personas que siempre y en cualquier hora son disponible son requeridos en todas partes
VICIOS CONTRA LA CARIDAD FRATERNA
1.-Emitir juicios contra los demás y murmuraciones. Si son falsas doble temeridad, porque desconocemos la realidad de las personas. Aunque fuese verdad lo dicho es ilícito porque no produce bien alguno y sí mucho daño.
2.-los resentimientos y las enemistades que se traducen huyendo del trato de alguno, por silencios buscados, por comunicación fría, poco cariñosa...Este es un hielo que apaga la llama de la caridad y del amor que Jesús nos ha enseñado.
3.-Las palabras fuertes y picantes de la conversación, las bromas pesadas, las chanzas a expensas de los demás. Todo ello es fuente de penas, de molestias y de disgustos con que los otros se amargan y el amor se entibia.
Como consecuencia lógica y natural, no podemos dejar de estar unidos entre nosotros mismos. Si lo que nos une al Señor es la fe y el Amor, entre nosotros lo ha de ser también la caridad.
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