sábado, 12 de septiembre de 2020

DOMINGO XXIV TIEMPO ORDINARIO (Ciclo A)

Lectura del santo evangelio según san Mateo 18,21-35

En aquel tiempo, se adelantó Pedro y preguntó a Jesús: "Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?" Jesús le contesta: "No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.

Y a propósito de esto, el reino de los cielos se parece a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: "Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo." El señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero, al salir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo: "Págame lo que me debes." El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba diciendo: "Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré." Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: "¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?" Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda.

Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su hermano."

PALABRA DE DIOS.

COMPARTIMOS:

Pedro pregunta a Jesús cuántas veces ha de perdonar. Simbólicamente usa el número siete, para indicar una cantidad colmada de perdón. En Génesis 4 se usa el mismo significado del número, aunque para la acción contraria al perdón: Dios avisa que Caín será vengado siete veces si alguien le hace daño.

Jesús responde con una multiplicación simbólica para indicar que siempre se ha de perdonar. En Génesis 4 Laméc indica que se vengará setenta veces de quien le haga daño.

Jesús lo ilustra con una semejanza en la que la enseñanza viene al final de la historia, con una advertencia muy dura: Dios Padre retirará su perdón a aquel que no perdone de corazón (es decir, de verdad) a su hermano.

En la historia que cuenta no podemos hacer semejanzas en cada cosas: Dios no se comporta como el rey, excepto en lo que indica la enseñanza final.

La narración habla de una deuda de diez mil talentos y otra de cien denarios. En Mateo se dice que un denario era el jornal de un trabajador del campo; así que la deuda era bastante importante, unos cuatro meses de jornal. Pero el talento era la moneda de plata, la de más valor, por lo que tal deuda es una cantidad completamente desorbitada. Eso nos enseña lo mucho que Dios nos perdona y lo relativamente poco que cada uno ha de perdonar a su hermano.

Hoy el Señor nos habla del perdón, y no solo de perdonar sino de hacerlo “siempre” No me resulta fácil hablar del perdón porque durante tiempo me ha creado sensación de culpabilidad, Cuantas veces he oído que el perdón verdadero es “perdonar y olvidar”... No poder perdonar de esa manera me generaba sentimientos negativos y me producía desasosiego. Porque a veces es complicado perdonar, porque no todas las ofensas tienen la misma gravedad, ni la misma repercusión. A veces la ofensa produce heridas que el perdón no las puede borrar del todo, quedan pequeñas cicatrices, pero con eso se puede vivir. Pero sin perdón no hay posibilidad de continuar, ni  posibilidad de reconciliación, por eso la necesidad de perdonar.  Además no puedo olvidar que yo también cometo errores, me han perdonado y me han aceptado con mis defectos, por eso también siento la necesidad de perdonar.

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