Quiero vivir con fuerza y alegría;
Quiero estrujar mi vida y llegar hasta el fondo
y, la verdad, Señor, no sé lo que es vivir a veces;
y busco caminos, aunque no he encontrado el sendero cierto.
Quiero vivir y buscar mi libertad en lo que hago;
quiero sentir y probar hasta lo más profundo lo que es la vida
quiero tocar, palpar, hacer mío todo lo que encuentre en mi camino
quiero, Señor, dar sentido a esta única vida que tengo.
Hay cosas, Señor, que no vale la pena volver de nuevo a ellas;
hay cosas que al tocarlas se marchitan entre las manos
hay sabores que son agradables sólo por un momento;
hay colores que atraen y ciegan como la luz a la mariposa
hay experiencias que al final te quedas solamente con la cáscara
hay momentos fuertes que te dejan vacío, desilusionado y roto.
Yo sé, Señor, que hay cosas que me llevan a perder el rumbo;
yo sé que cuando vivo mi egoísmo con rabia y desenfreno,
me desoriento; yo sé que cuando vive mi orgullo y prepotencia,
quiero ser yo el que guíe a la estrella;
yo sé que cuando busco satisfacer mi instinto en el otro,
me escondo en él; yo sé que cuando me entrego a la evasión del juego,
me estoy perdiendo; yo sé que cuando huyo en alas de la velocidad, me estoy perdiendo;
yo sé que cuando vivo de cosas, de objetos...!me pierdo en un laberinto sin salida!
Quiero vivir, Señor: hacer de la verdad el camino para mis pasos.
Quiero vivir, Señor: hacer del amor limpio la norma de mi conducta.
Quiero vivir, Señor: hacer de la libertad espacio para mi búsqueda.
Quiero vivir, Señor: hacer del servicio la constante de mi vida.
Quiero vivir, Señor: hacer de la reconciliación un camino de paz.
Quiero vivir, Señor: hacer de la Belleza una luz para mis ojos.
Quiero vivir, Señor: hacer de la esperanza una fuerza hacia adelante.
Quiero vivir, Señor: hacer de la oración un lugar de encuentro contigo.
Quiero vivir, Señor: hacer de la justicia un camino hacia el hermano herido.
Quiero vivir, Señor: hacer de la humildad la base de cuanto soy.
Aquí me tienes en busca y en decisión de vivir el bien.
Aquí me tienes con mi propia vida, con mi corazón.
Aquí me tienes con ganas de ser auténtico, sencillamente yo.
Aquí me tienes junto a ti, Señor Jesús, Señor de la VIDA.
Este blog quiere transmitir el don de la gracia, el regalo que Dios me ha concedido en mi vocación de Orante-contemplativa en la Iglesia y en el mundo, de manera que puedo decir con San Pablo: Sierva de Cristo Jesús, enviada por vocación, escogida para el Evangelio de Dios (…) por quien recibimos la gracia (cf. Rm 1,1.5). La vida contemplativa nos capacita para estar en el corazón de las cosas, en las raíces profundas del ser humano.
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