Las Islas Baleares llevan ya dos días sin muertos por coronavirus y en Formentera se permite el baño en el mar. La isla de Formentera es "Fase 1" (según las fases de desescalada marcadas por el Gobierno español) y ha retomado las misas con público.
La isla tiene 12.000 habitantes (un 31% son extranjeros). Dos sacerdotes atienden las 3 parroquias de Formentera (en Sant Francesc de Formentera, Sant Ferran de Ses Roques y El Pilar de la Mola).
A la primera misa de Formentera tras el confinamiento han acudido unos 20 feligreses, según ha explicado el párroco, Miguel Ángel Riera, en declaraciones a Europa Press. Era una misa de diario y espera que a las misas del domingo acudan más fieles.
Las novedades en la misa en Fase 1
El párroco ha explicado que la celebración "fue muy bien", aunque con algunas variantes distintas a lo habitual.
Para empezar, los lugares del templo donde se podía colocar la gente estaban marcados con flechas.
El aforo, recordó, estaba limitado a un 30% del habitual en la parroquia.
No se formaba fila para ir a comulgar: se salía de uno en uno. Y se comulgaba en la mano.
La salida del templo se hacía muy ordenadamente. Al finalizar la misa, el templo "se cierra tras la misa y se desinfecta", añade el párroco.
Las confesiones se realizan en la oficina parroquial, donde es factible guardar las distancias de seguridad.
"Se aconseja", dice el sacerdote, acudir a misa con mascarilla y utilizar gel desinfectante.
El párroco asegura, después de la experiencia de esta primera misa, que "la gente entendió bien las nuevas indicaciones".
Los sacerdotes de Formentera van a seguir retransmitiendo sus misas y servicios por redes sociales, para ayudar a los grupos de riesgo que no deberían acudir a la iglesia.
Miguel Ángel Riera cree que en la isla la pandemia "no ha aumentado la religiosidad", pero sí ha hecho que la fe que ya existía se manifestase, que algunos fieles exteriorizasen más su fe.
La iglesia de San Francesc en Formentera
Así fue el confinamiento del párroco
En una entrevista en el Diario de Ibiza este párroco explicó en abril cómo encaró el confinamiento.
Aunque residía en la parroquia del Pilar de la Mola se trasladó a la de Sant Francesc para "estar más céntrico". Empezó a retransmitir la misa en su página de Facebook y los domingos por la emisora pública insular, Ràdio Illa.
Durante el confinamiento estricto celebraba la misa en Sant Francesc sin cerrar la puerta "porque me parece de mal gusto, pero no viene gente", declaraba en abril.
Miguel Ángel Riera explicaba que mantenía el ritmo de la catequesis para los niños, que hacía online. También, dijo, «llamo a los mayores y hablo con la gente, intento mantener la cercanía». Añade que la sensación que percibe «es de tranquilidad y también se muestran muy agradecidos por cosas como que suene la campana cada día a las ocho de la tarde, que se les nombre en la misma o que incorpore las peticiones de los niños».
En abril, la cadena IB3 recogía la Semana Santa de confinamiento en Formentera; el otro sacerdote de la isla, Vicente Baudilio Piedra, explicaba cómo daba el salto a Internet
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