Los pasados 30 y 31 de julio estuvimos con Fr. Miguel Ángel Gullón, OP en Asturias, su tierra natal. Aprovechando su paso por España. para el descaso merecido, le propusimos hacer dos charlas en Oviedo y Colunga sobre su labor misionera en El Seibo (Rep. Dominicana).
La intención de estos encuentros era que, además de a través de sus escritos, las personas amigas y colaboradoras (de Selvas Amazónicas y del propio Miguel Ángel) pudieran escuchar en primera persona las alegrías y logros, las tristezas y soledades, las luchas y en definitiva, el trabajo de este misionero tan querido para Selvas Amazónicas y para quienes le conocen.
Escuchar a Miguel Ángel es escuchar palabras sobre lucha y justicia, sobre solidaridad, sobre comunidad y campesinado. Los campesinos del Seibo con el apoyo de la radio que los misioneros dominicos tienen allí, llevan varios años luchando para que dejen de cometerse desalojos y otros atropellos por parte de dos grandes corporaciones empresariales: Central Romana y Grupo Vicini. Ambas empresas son dueñas del 80% del negocio de la caña de azúcar de todo el país y de gran parte de la tierra en el caso de El Seibo.
La fecha clave en la exposición de Miguel Ángel es el 26 de enero de 2016, cuando se produce el desalojo, por parte de Central Romana, de 60 familias que vivían en pobreza extrema y que fueron abordadas en mitad de la noche, sin previo aviso y con violencia. Ante este hecho, Radio Seybo se desplaza hasta el lugar, y después de hablar con las personas que habían sufrido ese brutal desalojo, de ver algunos de los videos que pudieron grabar y de comprobar personalmente el estado en que se encontraban las viviendas, el equipo de Radio Seybo decide que no pueden quedarse en dar la noticia y pasar a otra cosa, sino que deben ser apoyo y altavoz de denuncia para estas familias.
Así empieza una lucha a la que se han unido otras denuncias, como el uso de pesticidas (como el glisofato) en las zonas de Mata de Palma, la Piñita y Vientecillo; con el fin de destruir las tierras del campesinado y contaminar el área para poder después ampliar los terrenos de sus plantaciones de caña de azúcar. Y hace apenas unos meses denunciaban también el asesinato de un niño de 12 años, Carlitos, del que hemos hablado ya en esta web.
Miguel Ángel nos habló de todas estas atrocidades y de la lucha diaria para intentar que no queden impunes ante la justicia. Ante tanta desesperanza ha habido algunos logros, como llevar a una de las víctimas del desalojo de 2016 a la ONU, donde se presentó el caso y se denunció la violación de derechos humanos sufrida por estas familias. También el haber podido aprovechar una visita de la Reina Letizia a Rep. Dominicana para poner en conocimiento esta situación y pedirle su apoyo. Pero, sobre todo, Miguel Ángel nos habló de unión y comunidad; de los campesinos y campesinas con todo el equipo de Radio Seybo, con personas particulares y asociaciones que, sensibles a esta causa, muestran su apoyo.
Ante la pregunta de cómo lograba seguir luchando cada día ante tanta injusticia y de si alguna vez tenia miedo de las consecuencias de enfrentarse a grandes intereses económicos, Miguel Ángel se refirió al cuidado. Al cuidado a quienes sufren, al cuidado entre quienes luchan, al cuidado que proviene de los que están a su lado (campesinos, campesinas, parroquia, equipo de Radio Seybo…) y también de los que aun estando mucho más lejos nos preocupamos, animamos y apoyamos en todo lo posible.
Fue un lujo para quienes formamos Selvas Amazónicas acompañar estos dos días a Miguel Ángel; un lujo y una suerte para quienes pudieron escuchar su testimonio de primera mano. Ojalá podamos repetir esta experiencia con otros misioneros y misioneras, porque finalmente el alma y la razón de ser de Selvas Amazónicas son ellos y ellas, su trabajo, sus luchas, su palabra.
Y desde aquí aprovechamos para agradecer a la comunidad de Dominicos de Oviedo por acogernos y darnos oportunidad de descanso en la primera tarde, así como un espacio para el primer encuentro con Miguel Ángel. Gracias también a las Dominicas de la Anunciata de Lastres por su alojamiento y cuidado durante los dos días que estuvimos allí, ¡y por el café madrugador antes de irnos el jueves!. Gracias al Ayuntamiento de Colunga por dejarnos la Sala Loreto donde realizamos el segundo encuentro con Miguel Ángel. Pero, sobre todo, un gracias enorme a la familia de Miguel Ángel, que nos cuidó, acompañó, alimentó y facilitó en todo momento nuestros días en esa tierra preciosa, ¡os enviamos todo nuestro cariño!
Si no pudiste asistir pero quieres saber más de la misión en El Seibo sigue pendiente de nuestra web y nuestras rr.ss., seguiremos contándote. Y, además, el 20 de noviembre presentaremos el informe «Flores de Dignidad en Tierra de Sangre: Explotación de la caña de azúcar en RD, una violación sistemática y continua de DD.HH» y tendremos la suerte de volver a tener aquí a Miguel Ángel Gullón, que lo ha elaborado con el esfuerzo y el cariño que le pone siempre a su trabajo.
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