Niña María, Madre y compañera
de nuestra adolescencia en el Colegio,
con el cariño y el amor de siempre
a tus plantas, otro año, nos ponemos
para vivir contigo una jornada
de gozos y suspiros y embelesos,
una jornada de memorias íntimas,
y de vibrantes y álgidos recuerdos.
Niña María de nuestros clamores,
Niña María de nuestros silencios,
ayúdanos a ser como tú fuiste,
a cumplir de verdad los mandamientos,
a poner las promesas del bautismo
y cuanto nos exige el Evangelio
por encima de vanas fantasías
que, al primer soplo, se las lleva el viento.
Niña María de las esperanzas,
Niña María de los dulces sueños,
que sepamos nadar contra corriente,
que seamos testigos de tu ejemplo,
que nuestras vidas y nuestras acciones
nunca desdigan de tu amor materno
porque sólo contigo y de tu mano
la salvación eterna alcanzaremos.
Mantén siempre, en nosotras, encendida
Poema ante el mes de mayo, el mes de María
la llama de tu gracia y que lleguemos
luchando día y noche, sin descanso,
a las gloriosas puertas de tu reino,
porque las cosas de este mundo pasan
y, como ellas, nosotras pasaremos
y la gracia de Dios es lo que importa,
pues todo lo demás es lo de menos.
Niña María, Niña, no nos dejes
de tus divinas manos ni un momento
porque vivir la fe, como se debe,
es hoy un ejercicio de alto riesgo.
¡De verdad, no nos dejes, que ya sabes
lo mucho que nosotras te queremos!
fin
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