Para conmemorar los 101 años de natalicio del beato Óscar Arnulfo Romero, asesinado el 24 de marzo de 1980 y que será canonizado en el Vaticano en octubre próximo.
El cardenal salvadoreño, Gregorio Rosa Chávez, fue el encargado de presidir una misa de acción de gracias en la que participaron familiares de Romero, feligreses y alumnos del Complejo Educativo San Francisco.
Durante su homilía, Rosa Chávez invitó a todos los asistentes a "llenar el mundo del nombre de Romero", y a "orar para que la pronta canonización del beato traiga consigo bendiciones para este país, que tanto lo necesita".
"Feliz cumpleaños monseñor Romero (...) en este día tan especial tus hermanos, por lo que diste la vida, honramos tu memoria y te elevamos plegarias para que derrames bendiciones sobre este pueblo tan sufrido", expresó el religioso.
Rosa Chávez recordó la vida de monseñor Romero, nacido un 15 de agosto de 1917 en la oriental Ciudad Barrios, y leyó algunas de las homilías del beato en las que denunciaba las violaciones a los derechos humanos que sufría la población y las injusticias sociales a las que eran sometidos en El Salvador.
Tras el evento religioso, el cardenal Rosa Chávez y jerarcas de la Iglesia Católica lanzaron la campaña "En mi casa una planta de Romero y el santo en mi corazón", con la que buscan que todos los salvadoreño tengan en sus hogares una planta de romero en honor al beato.
Romero se caracterizó por constantemente denunciar en sus homilías los ataques de los cuerpos de seguridad contra la población civil y otras violaciones a los derechos humanos.
Romero fue asesinado el 24 de marzo de 1980 por un escuadrón armado de la derecha mientras oficiaba misa en la capilla del hospital de cáncer Divina Providencia de San Salvador, en los días previos al estallido del conflicto armado salvadoreño (1980-1992).
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