viernes, 9 de marzo de 2018

«Un profesor puede ser un crucifijo viviente en colegios donde no puede haber cruces»

Con el lema Saber de Dios. Sabor a Dios. Compartir el Evangelio en la tarea educativa, se celebra este sábado en el colegio Divina Pastora de Madrid una nueva Jornada diocesana de Enseñanza
La Jornada diocesana de Enseñanza una convocatoria «solo para profesores de Religión, sino para todos los educadores cristianos, porque si es verdad que los profesores de Religión tienen más oportunidades de hablar directamente del Evangelio, también es cierto que el resto de profesores lo hacen presente cuando viven y trabajan al estilo de Jesús y acompañan el crecimiento de sus alumnos», dice Inmaculada Florido, delegada de Enseñanza del arzobispado de Madrid.

Para Inmaculada, esta «pedagogía de Jesús» se encarna en la escuela «cuando hablas a tus alumnos desde lo que entienden, cuando atiendes al último, cuando abrazas y sanas las heridas que puedan tener… Todo eso es compartir el Evangelio y poner sabor en las realidades en las que nos movemos cada día en las aulas».

Además, «aunque tengamos nuestras pobrezas, el comprender a cada alumno como si fuera el único, eso es un plus. Nosotros estamos llamados por vocación docente y por vocación cristiana a mirar a cada niño y a cada joven con la misma mirada que tiene Dios sobre ellos, una mirada que es acogida, posibilidad y esperanza, que les ve como imagen y semejanza de Dios, llamados a la felicidad y a la plenitud».

En realidad, vivir así la vocación docente «es ser un crucifijo viviente, y eso a lo mejor en un centro en el que a lo mejor no puede haber un crucifijo en la pared. Porque hay gestos que muestran a Jesús aunque no pronuncies su nombre de manera explícita, aunque simplemente estés explicando Matemáticas. En la escuela tenemos tantas posibilidades de compartir la alegría del Evangelio…».

Todos los profesores cristianos de la diócesis tienen la posibilidad de encontrar en la delegación distintas actividades de formación y de reflexión, tanto para educadores de la escuela pública como de la privada o concertada, tanto para profesores de Religión como de otras materias. «Aunque muchos tienen su formación y su itinerario de vida cristiana en sus centros, en sus parroquias o en sus movimientos y asociaciones, nosotros también les ofrecemos un espacio específico, con un encuentro cada trimestre para rezar y para formarnos juntos. Un profesor cristiano en Madrid está arropado, no tiene por qué sentirse solo», dice la delegada de Enseñanza.

Asimismo, en Madrid «funciona muy bien Escuelas Católicas. Los centros de ideario católico están vinculados a alguna congregación o alguna asociación, y en ellos también se acompaña la fe de los profesores que lo desean, tanto en la parte formativa como en la parte celebrativa», señala Inmaculada.

En cuanto a los profesores de Religión, esta asignatura «está presente en la escuela pública en Madrid, ya sea como Religión católica o de otras confesiones que tengan convenio con el Ministerio de Educación. La Religión católica está presente prácticamente en todos los centros educativos de la Comunidad de Madrid, sobre todo en Primaria, y menos en Secundaria, aunque a veces los padres no reciben la información adecuada de la asignatura».

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