Queridos hermanos:
Hacemos un alto en el camino de la vida, del consumo y de
producción para mirarnos a los ojos, estar en casa y valorarla tal cual es y
sentir lo mucho que necesitamos unos de otros.
Para tomar conciencia de lo importante que es cuidar
nuestras relaciones interpersonales con los que tengo a mi lado y
reflexionar... Hay virus que nos quita toda capacidad para amar lo real y
valorar todo lo que Dios nos ha dado.
No apreciamos la cercanía de los otros y el apoyo que dan
a nuestra estabilidad emocional, para funcionar mejor , con alegría de sentirte
querido, amada y valorada. Descuidamos nuestras formas de estar en relación y
juzgamos.
Todo esto y mucho más sucede cuando nos hemos alejado de
Dios, no contamos con Él, no le doy participación en mi casa interior, está bloqueada
la puerta y no le dejamos estar con
nosotros. Dios nos hace hermanos cercanos y misericordiosos en caridad y
ternura y es la única vía para construir
una sociedad y un mundo limpio de virus que nos destruyen lentamente.
Recuperemos la virtud, la vida de oración y el Espíritu
Santo se encargará de dar nueva vida que florezca armoniosa en nuestros hogares
y en el mundo para gloria de Dios Padre.
