viernes, 31 de enero de 2025

Viernes de la III Semana del Tiempo Ordinario

Primera Lectura

Lectura de la carta a los Hebreos (10,32-39):

HERMANOS: Recordad aquellos días primeros, en los que, recién iluminados, soportasteis múltiples combates y sufrimientos: unos, expuestos públicamente a oprobios y malos tratos; otros, solidarios de los que eran tratados así. Compartisteis el sufrimiento de los encarcelados, aceptasteis con alegría que os confiscaran los bienes, sabiendo que teníais bienes mejores y permanentes.

No renunciéis, pues, a vuestra valentía, que tendrá una gran recompensa.

Os hace falta paciencia para cumplir la voluntad de Dios y alcanzar la promesa.

«Un poquito de tiempo todavía

y el que viene llegará sin retraso;

mi justo vivirá por la fe,

pero si se arredra le retiraré mi favor».

Pero nosotros no somos gente que se arredra para su perdición, sino hombres de fe para salvar el alma.

Palabra de Dios

Salmo 36,R/. El Señor es quien salva a los justos

Santo Evangelio según san Marcos (4,26-34):

EN aquel tiempo, Jesús decía al gentío:

«El reino de Dios se parece a un hombre que echa semilla en la tierra. Él duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra va produciendo fruto sola: primero los tallos, luego la espiga, después el grano. Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la siega».

Dijo también:

«¿Con qué podemos comparar el reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después de sembrada crece, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros del cielo pueden anidar a su sombra».

Con muchas parábolas parecidas les exponía la palabra, acomodándose a su entender. Todo se lo exponía con parábolas, pero a sus discípulos se lo explicaba todo en privado.

Palabra del Señor

Compartimos:

El evangelista Marcos nos hace comprender que la llegada del Reino no se realiza de una manera prodigiosa acabando con todas la injusticias y desigualdades. Jesús no piensa así.  La irrupción del Reino es una acción gratuita de Dios.


Dos parábolas sencillas de comprender en la cultura agraria de Galilea. Hoy podríamos decir que son parábolas “para tiempos de crisis” en los tiempos que nos ha tocado vivir.


La primera viene a decir que el Reinado de Dios crece, tiene una fuerza, una vitalidad y una energía, en sí mismo y por sí mismo, que, no solo se mantiene, sino que sobre todo crece y crece, sin que nos demos cuenta y mientras que nosotros llevamos nuestra vida diaria.


La parábola del Reino como un grano de mostaza es la crítica más dura, que se puede hacer, a las ambiciones de grandeza que suelen acompañar a personas e instituciones. El Reinado de Dios es, y será siempre, como una cosa pequeña, casi insignificante que pasa inadvertida. Y de ahí, de la pequeñez, es de donde brota y crece la realización del Reino.


Hemos de aprender a construir un mundo mejor sembrando gestos pequeños de bondad, compasión, solidaridad. No vale el desaliento sino firmeza de mantenerse como los pequeños, los que no cuentan, los niños, los últimos. Estos lo que enseñó Jesús.

jueves, 30 de enero de 2025

CARTA DE GRATITUD

 Muy estimados benefactores:

 

En nombre de la comunidad dominicana de Torredonjimeno y en el mío propio, deseo expresar nuestro más sincero agradecimiento por su invaluable apoyo en la restauración de nuestra Iglesia.

 

El año pasado, gracias a la gestión incansable del entonces alcalde, D. Manuel Anguita, y a la generosidad de la Fundación Caja Rural y su patrona, Dª Mª Dolores Aguayo, pudimos llevar a cabo la restauración de la fachada principal. Su compromiso y visión nos permitieron contar con un equipo de expertos, encabezado por la talentosa restauradora Natividad Poza, quien ha dejado una huella imborrable en nuestro patrimonio.

 

Este año, hemos continuado con esta importante labor gracias a la colaboración de la actual corporación municipal, que ha facilitado el acceso a los trabajos de restauración. Asimismo, queremos expresar nuestra gratitud al Sr. Fernando Chica y a su Estudio de Fotografía y Vídeo “El Llanete” por su altruista contribución a la difusión de nuestro proyecto.

 

La comunidad de Torredonjimeno ha demostrado una vez más su gran corazón, ofreciéndonos su apoyo incondicional y sus mejores deseos. Su cercanía y solidaridad nos han llenado de alegría y esperanza.

 

Agradecemos profundamente a cada una de las personas que han hecho posible esta restauración. Su generosidad ha permitido preservar un tesoro histórico y cultural para las generaciones futuras.

 

Con nuestra más profunda gratitud,

           MM. Dominicas

          Sor María Pilar Cano Sánchez, O.P

 

Jueves de la III Semana del Tiempo Ordinario

Primera Lectura

Lectura de la carta a los Hebreos (10,19-25):

Teniendo entrada libre al santuario, en virtud de la sangre de Jesús, contando con el camino nuevo y vivo que él ha inaugurado para nosotros a través de la cortina, o sea, de su carne, y teniendo un gran sacerdote al frente de la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero y llenos de fe, con el corazón purificado de mala conciencia y con el cuerpo lavado en agua pura. Mantengámonos firmes en la esperanza que profesamos, porque es fiel quien hizo la promesa; fijémonos los unos en los otros, para estimularnos a la caridad y a las buenas obras. No desertéis de las asambleas, como algunos tienen por costumbre, sino animaos tanto más cuanto más cercano veis el Día.

Palabra de Dios

Salmo 23,R/. Este es el grupo que viene a tu presencia, Señor

Santo Evangelio según san Marcos (4,21-25):

En aquel tiempo, dijo Jesús a la muchedumbre: «¿Se trae el candil para meterlo debajo del celemín o debajo de la cama, o para ponerlo en el candelero? Si se esconde algo, es para que se descubra; si algo se hace a ocultas, es para que salga a la luz. El que tenga oídos para oír, que oiga.»

Les dijo también: «Atención a lo que estáis oyendo: la medida que uséis la usarán con vosotros, y con creces. Porque al que tiene se le dará y al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene.»

Palabra del Señor

Compartimos:

Siguen teniendo actualidad las parábolas de Jesús porque son atractivas, cautivadores, novedosas, atrayentes. Con pocas palabras invitan a la genta a “entrar” en el Reino de Dios y a construir con paciencia y esperanza un mundo más diferente, más fraterno. Tal como lo quiere Dios.


El Reino, como Jesús mismo, no es para quedarse escondido, en secreto, sino para ser vivido, proclamo y testimoniado. Jesús huye de las cosas escondidas y que quedan en secreto, no quiere que nos convirtamos en una secta, en un mundo separado.


Con frecuencia repetía: “Quien tenga oídos para oír, que oiga” “Si se esconde algo es para que se descubra si algo se hace a ocultas, es para que salga a la luz”. Jesús viene a decir que no tengamos nada que ocultar, que seamos transparentes, que todos vean y palpen nuestra forma de vivir y ésta mueva a los demás a creer en los que nosotros creemos y a vivir como nosotros vivimos. Tenemos que saber valorar el gran don que es la luz del Evangelio y rendir los dones que hemos recibido.


Para seguir a Jesús hay que “tener oído”, escuchar su mensaje, abrir el corazón y sintoniza con Él. Así se empieza a ser cristino.

miércoles, 29 de enero de 2025

Miércoles de la III Semana del Tiempo Ordinario

Primera Lectura

Lectura de la carta a los Hebreos (10,11-18):

Cualquier otro sacerdote ejerce su ministerio, diariamente, ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, porque de ningún modo pueden borrar los pecados. Pero Cristo ofreció por los pecados, para siempre jamás, un solo sacrificio; está sentado a la derecha de Dios y espera el tiempo que falta hasta que sus enemigos sean puestos como estrado de sus pies. Con una sola ofrenda ha perfeccionado para siempre a los que van siendo consagrados. Esto nos lo atestigua también el Espíritu Santo. En efecto, después de decir: Así será la alianza que haré con ellos después de aquellos días dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones y las escribiré en su mente; añade: Y no me acordaré ya de sus pecados ni de sus crímenes. Donde hay perdón, no hay ofrenda por los pecados.

Palabra de Dios

Salmo 109, R/. Tú eres sacerdote eterno,según el rito de Melquisedec

Santo Evangelio según san Marcos (4,1-20):

En aquel tiempo, Jesús se puso a enseñar otra vez junto al lago. Acudió un gentío tan enorme que tuvo que subirse a una barca; se sentó, y el gentío se quedó en la orilla. Les enseñó mucho rato con parábolas, como él solía enseñar: «Escuchad: Salió el sembrador a sembrar; al sembrar, algo cayó al borde del camino, vinieron los pájaros y se lo comieron. Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra; como la tierra no era profunda, brotó en seguida; pero, en cuanto salió el sol, se abrasó y, por falta de raíz, se secó. Otro poco cayó entre zarzas; las zarzas crecieron, lo ahogaron, y no dio grano. El resto cayó en tierra buena: nació, creció y dio grano; y la cosecha fue del treinta o del sesenta o del ciento por uno.»

Y añadió: «El que tenga oídos para oír, que oiga.»

Cuando se quedó solo, los que estaban alrededor y los Doce le preguntaban el sentido de las parábolas.

Él les dijo: «A vosotros se os han comunicado los secretos del reino de Dios; en cambio, a los de fuera todo se les presenta en parábolas, para que por más que miren, no vean, por más que oigan, no entiendan, no sea que se conviertan y los perdonen.»

Y añadió: «¿No entendéis esta parábola? ¿Pues, cómo vais a entender las demás? El sembrador siembra la palabra. Hay unos que están al borde del camino donde se siembra la palabra; pero, en cuanto la escuchan, viene Satanás y se lleva la palabra sembrada en ellos. Hay otros que reciben la simiente como terreno pedregoso; al escucharla, la acogen con alegría, pero no tienen raíces, son inconstantes y, cuando viene una dificultad o persecución por la palabra, en seguida sucumben. Hay otros que reciben la simiente entre zarzas; éstos son los que escuchan la palabra, pero los afanes de la vida, la seducción de las riquezas y el deseo de todo lo demás los invaden, ahogan la palabra, y se queda estéril. Los otros son los que reciben la simiente en tierra buena; escuchan la palabra, la aceptan y dan una cosecha del treinta o del sesenta o del ciento por uno.»


¿Cuál es mi actitud ante la Palabra de Dios?: receptiva, impermeable, acogedora, superficial, honda, gozosa, constante, inquieta… ¿Qué tipo de tierra soy frente a la semilla que el Señor quiere sembrar en mi vida?: abierta, cerrada, hostil, seca, fértil…


El sembrador siembra la semilla para que dé el máximo fruto posible, pero esto no siempre ocurre y algunas semillas se pierden ¡Qué alegría cuando la semilla se convierte en grano abundante en la espiga!


Jesús contó la “parábola del sembrador” para explicar que el evangelio no se puede acoger de cualquier manera ni puede fructificar en cualquier vida. Pero quería también mostrar con qué confianza trabajaba él para construir un mundo nuevo. Sabía que muchas veces su trabajo se echaba a perder, pero sabía también que sería fecundo en muchas vidas.


Muchas veces tus desvelos de una madre, los esfuerzos de un educador, el trabajo en la comunidad parroquial o entre vecinos, te parece un fracaso:  ¿No necesitas trabajar con la confianza de Jesús? . Como apostilla J.A. Pagola: “Lo nuestro no es cosechar éxitos, conquistar la calle, dominar la sociedad, llenar las iglesias, imponer nuestra fe religiosa. Lo que nos hace falta son sembradores de esperanza”. Jesús nos dejó la parábola del sembrador, no la del cosechador”

martes, 28 de enero de 2025

Las frases y reflexiones más memorables de Santo Tomás de Aquino


1. El bien puede existir sin el mal, mientras que el mal no puede existir sin el bien

De alguna u otra forma cada polo necesita de la sombra del otro


2. Teme al hombre de un solo libro

Esta frase de Santo Tomás de Aquino, se refiere a las personas que tiene un ideal fijo y lo muestran con franqueza.


3. Los seres dotados de inteligencia desean existir siempre y un deseo natural no puede existir en vano

Es por eso que trascienden a través de sus obras.


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4. El estudioso es el que lleva a los demás a lo que él ha comprendido: la verdad

Esta frase de frase de Santo Tomás de Aquino, valora el poder de las personas que dedican su vida al estudio ya que resuenan en los demás.


5. Existen bienes particulares que no poseen relación necesaria con la felicidad, ya que sin ellos uno puede ser feliz. A tales bienes no se adhiere la voluntad necesariamente

Y ese tipo de cosas no aparecen sin forzarlas.


6. Para ser voluntario un acto, ha de proceder de un principio intrínseco con algún conocimiento del fin

Si vamos a ofrecer nuestra ayuda debe ser de libre y espontánea.


7. Si el objetivo más alto de un capitán fuera preservar su barco, lo mantendría en el puerto por siempre.

Esta frase nos indica que si no arriesgamos no veremos las resultados de lo que nos propongamos.


8. Creer es un acto del entendimiento que asiente a la verdad divina por imperio de la voluntad movida por Dios mediante la gracia.

En esta de Santo Tomás de Aquino podemos apreciar la reafirmación de su fe.

9. La fe se refiere a las cosas que no se ven, y la esperanza a las cosas que no están al alcance de la mano.

Una forma sencilla de conceptualizar estos dos elementos.


10. El derecho es lo justo o ajustado a otro conforme cierta clase de igualdad

No todos tenemos la misma perspectiva de lo que es justo.


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11. La ley es la prescripción de la razón, ordenada al bien común, dada por aquel que tiene a su cargo el cuidado de la comunidad

Esta frase de Santo tomás de Aquino está centrada a situaciones de convivencia civil.


12. Dios ama todo lo existente

En esta frase de Santo Tomás de Aquino, centra la razón de su fe.


13. Ya que las ciencias particulares dejan sin tratar algunas cosas que necesitan investigación, se hace necesaria la existencia de una ciencia universal y primera que estudie esas cuestiones de las que no se ocupan las ciencias particulares

Acerca del estudio de diferentes tipos de temas que en su época eran poco tomadas en cuenta.


14. El amor divino, sin comparación, es fuerza de fusión, pues quiere el bien para los demás

Esta frase de Santo tomás de Aquino habla sobre el amor incondicional.

15. En esto consiste propiamente amar a alguien: querer para él el bien. Por eso, en aquello que alguien ama, quiere un bien para sí mismo

Acerca de ese amor que alimenta a ambas personas.


16. La esencia del amor es hacerse amigo de Dios, en tanto que Él es feliz y la fuente de la felicidad."

Otra frase de Santo Tomás de Aquino, centra en el amor a Dios, como expresión de su fé


17. Es preciso admitir algo que sea absolutamente necesario, cuya causa de su necesidad no esté en otro, sino que él sea causa de la necesidad de los demás. Todos le dicen Dios

Santo Tomás de Aquino, en esta frase, hace apología del cristianismo.


18. La existencia de Dios es evidente en sí misma, pero no para nosotros, por tanto, debe demostrarse"

Sobre la lucha e importancia de abrir un camino hacia la religión.


19. Jesucristo es la imagen de Dios en lo humano

En esta frase de Santo Tomás de Aquino refuerza la idea de que Jesús emana directamente de Dios, algo que caracteriza al cristianismo y su concepción de lo divino.


20. La espiritualidad cristiana no tiene más norma que la de seguir a Cristo maestro

Otra frase dedicada a la fe religiosa.

21. Contemplar y dar a los demás lo contemplado

Esta frase de Santo Tomás de Aquino enfatiza la importancia de la solidaridad.


22. En sí misma la misericordia es la más grande de las virtudes, ya que a ella pertenece volcarse en otros y, más aún, socorrer sus carencias.

Sobre dogmas basados en la misericordia.


23. Esto es peculiar del superior, y por eso se tiene como propio de Dios tener misericordia, en la cual resplandece su omnipotencia de modo máximo

En esta frase de Santo Tomás de Aquino humaniza a Dios, y ese peso lo traslada al deber de cada persona.


24. Si alguien no ama la verdad no es hombre

La verdad como rasgo inherente y pura de la humanidad.


25. La raíz de la libertad se encuentra en la razón. No hay libertad sino en la verdad

La mentira siempre nos esclaviza.


26. Educar es promover a la prole el estado perfecto del hombre en cuanto hombre, esto es, al estado de virtud

Para Santo Tomás de Aquino, la dedicación al estudio era lo más importante después de la fe.


27. El obrar sigue al ser

Esta frase de Santo Tomás de Aquino se refiere a la búsqueda de


28. La ley es la prescripción de la razón, ordenada al bien común, dada por aquel que tiene a su cargo el cuidado de la comunidad

Una de las frases de Santo Tomás de Aquino que invitan a la reflexión profunda.


29. El ser de las cosas, no su verdad, es la causa de la verdad en el entendimiento

En esta frase de Santo Tomás de Aquino alude a la esencia de todo lo que existe como lo que importa.


30. Es evidente que existe la verdad. Porque el que niega que existe la verdad, conoce que la verdad existe. Si, pues, no existe la verdad, es verdad que la verdad no existe

Lo que se niega es porque de alguna forma se está tomando como algo que existe.


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31. El pecado ofende a Dios lo que perjudica al hombre

En esta frase de Santo Tomás de Aquino, trae la idea de que la base de la relación con Dios involucra al pecado.


32. Todo lo que es verdad, sea quien sea quien lo haya dicho, tiene su origen en el espíritu

Esta frase de Santo Tomás de Aquino, coloca el origen del conocimiento en lo divino.


33. Cada hombre tiene que inventar su camino

Se refiere a que cada persona puede modificar episodios de su vida como él desee.

34. A todo movimiento de la voluntad es necesario que le preceda un conocimiento. Pero no a la inversa: no a todo conocimiento precede una noción voluntaria

Sobre el origen de la razón por la cual decidimos hacer las cosas.


35. Tratad a los demás como deseáis que los demás os traten a vosotros

Esta frase habla sobre la empatía y benevolencia.


36. La acción de entender consiste en que la formalidad o concepto de la cosa conocida se encuentre en el cognoscente; en cambio, el acto de la voluntad se perfecciona por el movimiento hacia la cosa tal como es en sí.

Cada cosa toma forma de acuerdo a como se vaya moviendo.


38. Dios, que es acto puro y no tiene nada de potencialidad, tiene un poder activo infinito sobre las demás cosas

Frase de Santo tomás de Aquino que fortalece su creencia.


39. Como individuo, la mujer es un ser endeble y defectuoso

Posición de Santo Tomás de Aquino respecto a la figura femenina.


40. El amor ocupa el sitio que el conocimiento deja

En esta frase de Santo Tomás de Aquino se refiere a que amor y lo cognitivo muchas veces van por el mismo camino.


41. Ley mala, ley nula

Si no tiene utilidad la ley no existe.

42. Toda verdad, dígala quien la diga, es del Espíritu Santo

Para Santo Tomás de Aquino, el origen del valor es lo divino.


43. A aquel que tiene fe, ninguna explicación le es necesaria. Para uno sin fe, ninguna explicación es posible

Si no crees en algo pues no crees.


44. El amor no es una pasión, porque ninguna virtud es pasión, y todo amor es "cierta virtud

En esta frase de Santo Tomás de Aquino exalta el amor ante cualquier otra expresión de afecto.

45. En esta vida, es mejor amar a Dios que conocerlo

Para Santo Tomás de Aquino Dios es la razón principal de cualquier razón.


46. El bien común supera al bien particular

Es mejor pelear por las causas del otro ya que nos permite crecer en espíritu.


47. Sea cual fuere el don que hagamos a alguien, el primer regalo que le hacemos es el de amarle

Frase de Santo Tomás de Aquino sobre la solidaridad y amor al prógimo.


48 . El padre debe ser más amado que la madre, pues él es el principio activo de la procreación, mientras que la madre es tan sólo el principio pasivo

Esta frase de Santo Tomás de Aquino sería muy cuestionada hoy en día.


49. El verdadero amor crece con las dificultades; el falso, se apaga. Por experiencia sabemos que, cuando soportamos pruebas difíciles por alguien a quien queremos, no se derrumba el amor, sino que crece

Acerca del amor honesto que construye.


50. El amor conduce a la felicidad. Sólo a los que lo tienen se les promete la bienaventuranza eterna. Y sin él, todo lo demás resulta insuficiente

Este filósofo nos habla del amor.

51. El que ama sale de su interior y se traslada al del amado en cuanto que quiere su bien y se entrega por conseguirlo, como si fuera para sí mismo

Sobre la tolerancia y el apoyo incondicional en la pareja.


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52. Cualquier amigo verdadero quiere para su amigo: 1- que exista y viva; 2- todos los bienes; 3- el hacerle el bien; 4- el deleitarse con su convivencia; y 5- finalmente, el compartir con él sus alegrías y tristezas, viviendo con él en un solo corazón.

En esta frase Santo Tomás de Aquino nos habla sobre la amistad.


53. El amigo es mejor que la honra, y el ser amado, mejor que el ser honrado

Por sobre todo debe prevalecer el afecto y la amistad.


54. El amor produce en el hombre la perfecta alegría. En efecto, sólo disfruta de veras el que vive en caridad

Otra frase sobre el amor.


55. Dios, causa de todo, por lo inmenso de su bondad amorosa, sale de su propio interior para colmar todas las cosas

Para Santo Tomás de Aquino, Dios es la respuesta a todo tipo de pregunta.


56. El único instrumento que los hombres tenemos tanto para perfeccionarnos como para vivir dignamente es la educación

Reflexiones sobre la importancia del estudio y conocimiento.

57. El verdadero maestro es aquel que ayuda al alumno a alcanzar la perfección de la ciencia

Sobre el rol del maestro.


58. Todos los hombres por naturaleza desean saber.

Acerca de la necesidad de conocimiento.


59. El maestro que se limita a responder un problema solamente con argumentos (citando autores) deja al discípulo con la cabeza vacía

El uso de la experiencia al compartir un conocimiento tiene mayor poder.


60. Un hombre tiene libre elección en la medida en que es racional.

Una de las claves de la naturaleza humana.


61. Justicia sin misericordia es crueldad.

Una buena definición de lo que debería ser un sistema justo.


62. Todos los esfuerzos de la mente humana no pueden agotar la esencia de una sola mosca.

El prodigio de

 la mente fue ampliamente debatido por Santo Tomás.


63. La inconstancia es un pecado especial de la prudencia.

Sobre las debilidades del ser humano.

64. Es necesario que la diversidad de naturaleza en las potencias se establezca en razón de la diversidad de los actos, lo que a su vez se establece en razón de la diversidad de los objetivos.

Algunas de las aportaciones de Santo Tomás siguen siendo verdaderos tratados de filosofía.


65. Es posible demostrar la existencia de Dios, aunque no a priori, sino a posteriori, a través de sus actos, los cuáles son más factibles para nosotros.

La existencia de Dios fue uno de los temas que abordó a lo largo de su carrera.


66. El alma se conoce por sus actos.

El alma humana fue ampliamente debatida por los teólogos y filósofos de la edad media.


67. Vivir es más perfecto que ser, y saber es más perfecto que vivir.

Durante su vida puso gran énfasis en la importancia del conocimiento y el saber.


68. Tú, que eres la verdadera fuente de luz y de sabiduría y el principio supremo.

El principio de una de sus oraciones más célebres.


69. Dígnate infundir sobre las tinieblas de mi inteligencia el resplandor de tu claridad, apartando de mí la doble oscuridad en que he nacido: el pecado y la ignorancia.

lunes, 27 de enero de 2025

Martes de la III Semana del Tiempo Ordinario

Primera Lectura

Lectura de la carta a los Hebreos (10,1-10):

HERMANOS: La ley, que presenta solo una sombra de los bienes futuros y no la realidad misma de las cosas, no puede nunca hacer perfectos a los que se acercan, pues lo hacen año tras año y ofrecen siempre los mismos sacrificios.

Si no fuera así, ¿no habrían dejado de ofrecerse, porque los ministros del culto, purificados de una vez para siempre, no tendrían ya ningún pecado sobre su conciencia?

Pero, en realidad, con estos sacrificios se recuerdan, año tras año, los pecados. Porque es imposible que la sangre de los toros y de los machos cabríos quite los pecados.

Por eso, al entrar él en el mundo dice:

«Tú no quisiste sacrificios ni ofrendas, pero me formaste un cuerpo;

no aceptaste

holocaustos ni víctimas expiatorias.

Entonces yo dije: He aquí que vengo

—pues así está escrito en el comienzo del libro acerca de mí—

para hacer, ¡oh, Dios!, tu voluntad».

Primero dice: «Tú no quisiste sacrificios ni ofrendas, ni holocaustos, ni víctimas expiatorias», que se ofrecen según la ley.

Después añade: «He aquí que vengo para hacer tu voluntad».

Niega lo primero, para afirmar lo segundo.

Y conforme a esa voluntad todos quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha una vez para siempre.

Palabra de Dios

Salmo 39,R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad

 Santo Evangelio según san Marcos (3,31-35):

En aquel tiempo, llegaron la madre de Jesús y sus hermanos y, desde fuera, lo mandaron llamar.

La gente que tenia sentada alrededor le dice:

«Mira, tu madre y tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan».

Él les pregunta:

«¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?».

Y mirando a los que estaban sentados alrededor, dice:

«Estos son mi madre y mis hermanos. El que haga la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre».

Palabra del Señor

Compartimos:

Este relato se encuentra en los tres evangelios sinópticos (Mt 12,46-50; Mc 3,31-35; Lc 8,19-21). Lo que indica que las comunidades primitivas concedieron importancia a lo que aquí se quiere transmitir. Jesús ha venido como mediador de la reunión de los hijos e hijas de Dios para que el ¡Abbá! sea ¡Abbá! de todos.


Jesús no reconoce como familia suya a quienes no hacen la voluntad de su Padre Dios. Jesús no desprecia los vínculos de sangre, pero sí subraya que son insuficientes para formar parte de su nueva familia. María pertenece a la nueva familia de Jesús: es su madre y también su discípula. De ella tenemos que aprender a ser “madres, hermanos y hermanas” de Jesús en su nueva familia.


Todos los que buscan y hacen la voluntad de Dios forman parte de la gran familia de Dios.  En los evangelios, cumplir “la voluntad de Dios” es anteponer a todo lo demás “el amor al Padre y al prójimo”. Unidos a Dios nos hacemos más hermanos. ¿Nos sentimos hermanados y comprometidos mutuamente? ¿Buscamos la voluntad de Dios sen nuestras vidas?  En el Padre Nuestro no pedimos que nos ayude a hacer la voluntad de Dios, sino que esta voluntad se haga en nosotros. María nos da el ejemplo: “Hágase en mí, según tu Palabra”

Lunes de la III Semana del Tiempo Ordinario

Primera Lectura

Lectura de la carta a los Hebreos (9,15.24-28):

HERMANOS: Cristo es mediador de una alianza nueva: en ella ha habido una muerte que ha redimido de los pecados cometidos durante la primera alianza; y así los llamados pueden recibir la promesa de la herencia eterna.

Cristo entró no en un santuario construido por hombres, imagen del auténtico, sino en el mismo cielo, para ponerse ante Dios, intercediendo por nosotros.

Tampoco se ofrece a sí mismo muchas veces como el sumo sacerdote, que entraba en el santuario todos los años y ofrecía sangre ajena. Si hubiese sido así, tendría que haber padecido muchas veces, desde la fundación del mundo. De hecho, él se ha manifestado una sola vez, al final de los tiempos, para destruir el pecado con el sacrificio de sí mismo.

Por cuanto el destino de los hombres es morir una sola vez; y después de la muerte, el juicio.

De la misma manera, Cristo se ofreció una sola vez para quitar los pecados de todos.

La segunda vez aparecerá, sin ninguna relación al pecado, para salvar a los que lo esperan.

Palabra de Dios

Salmo 97,R/. Cantad al Señor un cántico nuevo,porque ha hecho maravillas

Santo Evangelio según san Marcos (3,22-30):

En aquel tiempo, los escribas que habían bajado de Jerusalén decían:

«Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los demonios».

Él los invitó a acercarse y les hablaba en parábolas:

«¿Cómo va a echar Satanás a Satanás? Un reino dividido internamente no puede subsistir; una familia dividida no puede subsistir. Si Satanás se rebela contra sí mismo, para hacerse la guerra, no puede subsistir, está perdido. Nadie puede meterse en casa de un hombre forzudo para arramblar con su ajuar, si primero no lo ata; entonces podrá arramblar con la casa.

En verdad os digo, todo se les podrá perdonar a los hombres:

los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre».

Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo.

Palabra del Señor

Compartimos:

Letrados y fariseos quedan alarmados por la actuación de Jesús. ¿Qué está sucediendo con el aquel nuevo profeta que tanto atractivo ejercía sobre el pueblo? La reacción de alarma se disparó ante las cosas que hacía y decía Jesús.  Ellos estaban convencidos de que eran los responsables de la verdad absoluta, que nunca se podía poner en cuestión.


¿Qué hicieron los escribas? Impedir el mal que procedía de Jesús atribuyendo sus curaciones al poder del jefe de los demonios.


Los letrados se niegan a reconocer la novedad del Espíritu, que actúa por cauces que no son los que ellos establecieron “oficialmente”. Como Jesús se sale de esos cauces, concluyen que el Espíritu no actúa en él y sí actúa por los caminos que ellos han establecido. Se cerraron a la sorpresa, pusieron límites a la acción del Espíritu. ¿Caemos nosotros en esa tentación?


El pecado contra el Espíritu consiste en no reconocer la acción de Dios allí donde se manifiesta. Las altas autoridades del templo permanecieron en su ceguera para no acoger ninguna novedad del Espíritu y desautorizar a Jesús.


El año jubilar que hemos iniciado es una llamada a peregrinar en esperanza, a estar atentos, a escuchar la Palabra, a captar la acción de Dios en la historia: “Aquel día los sordos oirán las palabras de un libro; liberados de las tinieblas, lo ojos de los ciegos verán” (Is 29,18)


¿Qué espero de este año jubilar?  ¿Tenemos los cristianos una “visión de esperanza” para este mundo o, por el contrario, el cristianismo se ha fundido de tal modo con nuestra sociedad que compartimos las ambigüedades y contracciones de esta y ya no tenemos ningún mensaje de esperanza que ofrecer a nuestros contemporáneos?

domingo, 26 de enero de 2025

ÁNGELUS DEL PAPA FRANCISCO

Plaza de San Pedro

Queridos hermanos y hermanas, ¡feliz domingo!:

El evangelista Lucas nos presenta este domingo a Jesús en la sinagoga de Nazaret, el pueblo donde creció. Jesús lee el pasaje del profeta Isaías que anuncia la misión evangelizadora y liberadora del Mesías, y luego, en medio del silencio general, dice: «Hoy se ha cumplido esta Escritura» (cfr. Lc 4,21).

Imaginemos la sorpresa y el desconcierto de los conciudadanos de Jesús, que lo conocían como el hijo del carpintero José y que nunca hubieran pensado que Él pudiera presentarse como el Mesías. Hubo desconcierto. Y, sin embargo, sucede precisamente esto: Jesús proclama que, con su presencia, ha llegado «el año de gracia del Señor» (v. 19). Es un feliz anuncio para todos, especialmente para los pobres, los prisioneros, los ciegos, los oprimidos; así dice el Evangelio (cfr. v. 18).


Aquel día, en Nazaret, Jesús puso a sus interlocutores ante una elección sobre su identidad y su misión. En la sinagoga, nadie pudo dejar de preguntarse: ¿Él es solamente el hijo del carpintero que se atribuye un papel que no le corresponde, o es verdaderamente el Mesías, enviado para salvar al pueblo del pecado?


El evangelista nos dice que los nazarenos no consiguieron reconocer en Jesús al consagrado del Señor. Creían conocerlo demasiado bien, y eso, en lugar de facilitar la apertura de sus mentes y de sus corazones, los bloqueó, como un velo que oscurece la luz.  


Hermanos y hermanas, este acontecimiento, con las debidas analogías, nos sucede también hoy a nosotros. La presencia y las palabras de Jesús nos interpelan; también nosotros estamos llamados a reconocer en Él al Hijo de Dios, a nuestro Salvador. Pero puede sucedernos, como sucedió entonces a sus compaisanos, que creamos que ya lo conocemos, que ya sabemos todo de Él: hemos crecido con Él en la escuela, en la parroquia, en el catecismo, en un país de cultura católica… Y, de este modo, también para nosotros es una Persona cercana, es más, “demasiado” cercana.


Pero probemos a preguntarnos: ¿advertimos la autoridad única con la que habla Jesús de Nazaret? ¿Reconocemos que Él es portador de un anuncio de salvación que nadie más puede darnos? Y yo, ¿me siento necesitado de esta salvación? ¿Siento que, de algún modo, yo también soy pobre, prisionero, ciego, oprimido? ¡Entonces, solo entonces, el “año de gracia” será también para mí!


Dirijámonos con confianza a María, Madre de Dios y Madre nuestra, para que nos ayude a reconocer a Jesús.


Queridos hermanos y hermanas:


El conflicto actual en Sudán, iniciado en abril de 2023, está provocando la crisis humanitaria más grave del mundo, con consecuencias dramáticas también en Sudán del Sur. Deseo manifestar mi cercanía a las poblaciones de ambos países, y las invito a la fraternidad, a la solidaridad, a evitar cualquier tipo de violencia y a no dejarse instrumentalizar. Renuevo el llamamiento a las partes en guerra en Sudán para que cesen las hostilidades y acepten sentarse a una mesa de negociación. Exhorto a la comunidad internacional a que haga todo lo posible para hacer llegar las ayudas humanitarias necesarias a los desplazados, y para ayudar a los beligerantes a encontrar pronto caminos hacia la paz.


Veo con preocupación la situación en Colombia, especialmente en la región de Catatumbo, donde los enfrentamientos entre grupos armados han provocado numerosas víctimas civiles y más de 30.000 desplazados. Les expreso mi cercanía y rezo por ellos.


Hoy se celebra la Jornada mundial de los Enfermos de Lepra. Animo a todos los que operan en favor de los afectados por esta enfermedad a proseguir en su compromiso, y a que ayuden a quienes sanan a reincorporarse a la sociedad. ¡Que no sean marginados!


Mañana se celebra la Jornada Internacional de Conmemoración en memoria de las víctimas del Holocausto: han pasado ochenta años desde la liberación del campo de concentración de Auschwitz. El horror del exterminio de millones de personas hebreas y de otras fes que tuvo lugar en aquellos años no se puede olvidar ni negar. Recuerdo a la poetisa húngara Edith Bruck, que vive en Roma. Ella sufrió todo esto. Hoy, si lo desean, pueden escucharla en el programa “Che tempo che fa” [Qué tiempo hace]. Es una gran mujer. Recordemos también a los muchos cristianos, entre ellos numerosos mártires. Renuevo mi llamamiento para que todos colaboren a debelar la lacra del antisemitismo y cualquier forma de discriminación y de persecución religiosa. Construyamos juntos un mundo más fraternal, más justo, educando a los jóvenes a tener un corazón abierto a todos, en la lógica de la fraternidad, del perdón y de la paz.


Y los saludo a todos ustedes, provenientes de Italia y de muchas partes del mundo; saludo especialmente a los periodistas y a los operadores de la comunicación que han vivido en estos días su Jubileo: los exhorto a ser siempre narradores de esperanza.


Saludo a los polacos, especialmente a los de Zabno; a los alumnos del Instituto Zurbarán de Badajoz (España), a los fieles de Siquirres (Costa Rica), al grupo de chicas quinceañeras de Panamá.


Saludo a los peregrinos de la Unidad Pastoral de Busto Garolfo y Olcella, de la archidiócesis de Milán.


Y los acojo con alegría a ustedes, chicos y chicas de la Acción Católica, de las parroquias y de las escuelas católicas de Roma. Han venido al término de la “Caravana de la Paz”, durante la que han reflexionado sobre la presencia de Jesús en sus vidas, testimoniando a sus coetáneos la belleza de la acogida y de la fraternidad. Y ahora, escuchemos a estos muchachos, que quieren decirnos algunas cosas… ¡Adelante! ¡Fuerte!


Ahora él [el chico que lee] ha dicho una palabra muy hermosa [el muchacho la relee: “Así lograrían hacer callar las armas”]. ¡El chico es bueno! Saluden de mi parte a todos los chicos y chicas.

Deseo a todos un feliz domingo. Y, por favor, no se olviden de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta la vista!

III Domingo del Tiempo Ordinario

Primera Lectura

Lectura del libro de Nehemias (8,2-4a.5-6.8-10):

En aquellos días, el día primero del mes séptimo, el sacerdote Esdras trajo el libro de la ley ante la comunidad: hombres, mujeres y cuantos tenían uso de razón. Leyó el libro en la plaza que está delante de la Puerta del Agua, desde la mañana hasta el mediodía, ante los hombres, las mujeres y los que tenían uso de razón. Todo el pueblo escuchaba con atención la lectura de la ley.

El escriba Esdras se puso en pie sobre una tribuna de madera levantada para la ocasión.

Esdras abrió el libro en presencia de todo el pueblo, de modo que toda la multitud podía verlo; al abrirlo, el pueblo entero se puso de pie. Esdras bendijo al Señor, el Dios grande, y todo el pueblo respondió con las manos levantadas:

«Amén, amén».

Luego se inclinaron y adoraron al Señor, rostro en tierra.

Los levitas leyeron el libro de la ley de Dios con claridad y explicando su sentido, de modo que entendieran la lectura.

Entonces, el gobernador Nehemias, el sacerdote y escriba Esdras, y los levitas que instruían al pueblo dijeron a toda la asamblea:

«Este día está consagrado al Señor, vuestro Dios: No estéis tristes ni lloréis» (y es que todo el pueblo lloraba al escuchar las palabras de la ley).

Y añadieron:

«Andad, comed buenas tajadas, bebed vino dulce y enviad porciones a quien no tiene, pues es un día consagrado a nuestro Dios. No estéis tristes, pues el gozo en el Señor es vuestra fortaleza».

Palabra de Dios

Salmo 18,R/. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.

Segunda Lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (12,12-30):

Hermanos:

Lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo.

Pues todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu.

Pues el cuerpo no lo forma un solo miembro sino muchos.

Si el pie dijera: «No soy mano, luego no formo parte del cuerpo», ¿dejaría por eso de ser parte del cuerpo? Si el oído dijera: «No soy ojo, luego no formo parte del cuerpo», ¿dejaría por eso de ser parte del cuerpo? Si el cuerpo entero fuera ojo, ¿cómo oiría? Si el cuerpo entero fuera oído, ¿cómo olería? Pues bien, Dios distribuyó el cuerpo y cada uno de los miembros como él quiso.

Si todos fueran un mismo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo?

Los miembros son muchos, es verdad, pero el cuerpo es uno solo.

El ojo no puede decir a la mano: «No te necesito»; y la cabeza no puede decir a los pies: «No os necesito». Más aún, los miembros que parecen más débiles son más necesarios. Los que nos parecen despreciables, los apreciamos más. Los menos decentes, los tratamos con más decoro. Porque los miembros más decentes no lo necesitan.

Ahora bien, Dios organizó los miembros del cuerpo dando mayor honor a los que menos valían.

Así, no hay divisiones en el cuerpo, porque todos los miembros por igual se preocupan unos de otros.

Cuando un miembro sufre, todos sufren con él; cuando un miembro es honrado, todos se felicitan.

Pues bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno es un miembro.

Y Dios os ha distribuido en la Iglesia: en el primer puesto los apóstoles, en el segundo los profetas, en el tercero los maestros, después vienen los milagros, luego el don de curar, la beneficencia, el gobierno, la diversidad de lenguas.

¿Acaso son todos apóstoles? ¿O todos son profetas? ¿O todos maestros? ¿O hacen todos milagros? ¿Tienen todos don para curar? ¿Hablan todos en lenguas o todos las interpretan?

Palabra de Dios

Santo Evangelio según san Lucas (1,1-4;4,14-21):

Ilustre Teófilo:

Puesto que muchos han emprendido la tarea de componer un relato de los hechos que se han cumplido entre nosotros, como nos los transmiteron los que fueron desde el principio testigos oculares y servidores de la palabra, también yo he resuelto escribírtelos por su orden, después de investigarlo todo diligentemente desde el principio, para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido.

En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea con la fuerza del Espíritu; y su fama se extendió por toda la comarca. Enseñaba en las sinagogas, y todos lo alababan.

Fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el rollo del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito:

«El Espíritu del Señor está sobre mí,

porque él me ha ungido.

Me ha enviado a evangelizar a los pobres,

a proclamar a los cautivos la libertad,

y a los ciegos, la vista;

a poner en libertad a los oprimidos;

a proclamar el año de gracia del Señor».

Y, enrollando el rollo y devolviéndolo al que lo ayudaba, se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos clavados en él.

Y él comenzó a decirles:

«Hoy se ha cumplido esta Escritura que acabáis de oír».

Palabra de Dios

Compartimos:

Hoy comenzamos a escuchar la voz de Jesús a través del evangelista que nos acompañará durante todo el tiempo ordinario propio del ciclo “C”: san Lucas. Que «conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido» (Lc 1,4), escribe Lucas a su amigo Teófilo. Si ésta es la finalidad del escrito, hemos de tomar conciencia de la importancia que tiene el hecho de meditar el Evangelio del Señor —palabra viva y, por tanto, siempre nueva— cada día.


Como Palabra de Dios, Jesús hoy nos es presentado como un Maestro, ya que «iba enseñando en sus sinagogas» (Lc 4,15). Comienza como cualquier otro predicador: leyendo un texto de la Escritura, que precisamente ahora se cumple... La palabra del profeta Isaías se está cumpliendo; más aun: toda la palabra, todo el contenido de las Escrituras, todo lo que habían anunciado los profetas se concreta y llega a su cumplimiento en Jesús. No es indiferente creer o no en Jesús, porque es el mismo “Espíritu del Señor” quien lo ha ungido y enviado.


El mensaje que quiere transmitir Dios a la humanidad mediante su Palabra es una buena noticia para los desvalidos, un anuncio de libertad para los cautivos y los oprimidos, una promesa de salvación. Un mensaje que llena de esperanza a toda la humanidad. Nosotros, hijos de Dios en Cristo por el sacramento del bautismo, también hemos recibido esta unción y participamos en su misión: llevar este mensaje de esperanza por toda la humanidad.


Meditando el Evangelio que da solidez a nuestra fe, vemos que Jesús predicaba de manera distinta a los otros maestros: predicaba como quien tiene autoridad (cf. Lc 4,32). Esto es así porque principalmente predicaba con obras, con el ejemplo, dando testimonio, incluso entregando su propia vida. Igual hemos de hacer nosotros, no nos podemos quedar sólo en las palabras: hemos de concretar nuestro amor a Dios y a los hermanos con obras. Nos pueden ayudar las Obras de Misericordia —siete espirituales y siete corporales— que nos propone la Iglesia que, como una madre, orienta nuestro camino.

sábado, 25 de enero de 2025

Conversión de San Pablo, apóstol

Primera Lectura

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (22,3-16):

En aquellos días, dijo Pablo al pueblo: «Yo soy judío, nací en Tarso de Cilicia, pero me crié en esta ciudad; fui alumno de Gamaliel y aprendí hasta el último detalle de la ley de nuestros padres; he servido a Dios con tanto fervor como vosotros mostráis ahora. Yo perseguí a muerte este nuevo camino, metiendo en la cárcel, encadenados, a hombres y mujeres; y son testigos de esto el mismo sumo sacerdote y todos los ancianos. Ellos me dieron cartas para los hermanos de Damasco, y fui allí para traerme presos a Jerusalén a los que encontrase, para que los castigaran. Pero en el viaje, cerca ya de Damasco, hacia mediodía, de repente una gran luz del cielo me envolvió con su resplandor, caí por tierra y oí una voz que me decía: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?» Yo pregunté: «¿Quién eres, Señor?» Me respondió: «Yo soy Jesús Nazareno, a quien tú persigues.» Mis compañeros vieron el resplandor, pero no comprendieron lo que decía la voz. Yo pregunté: «¿Qué debo hacer, Señor?» El Señor me respondió: «Levántate, sigue hasta Damasco, y allí te dirán lo que tienes que hacer.» Como yo no veía, cegado por el resplandor de aquella luz, mis compañeros me llevaron de la mano a Damasco. Un cierto Ananías, devoto de la Ley, recomendado por todos los judíos de la ciudad, vino a verme, se puso a mi lado y me dijo: «Saulo, hermano, recobra la vista.» Inmediatamente recobré la vista y lo vi. Él me dijo: «El Dios de nuestros padres te ha elegido para que conozcas su voluntad, para que vieras al Justo y oyeras su voz, porque vas a ser su testigo ante todos los hombres, de lo que has visto y oído. Ahora, no pierdas tiempo; levántate, recibe el bautismo que, por la invocación de su nombre, lavará tus pecados.»»

Palabra de Dios

Salmo 116,R/. Id al mundo entero y proclamad el Evangelio

Santo Evangelio según san Marcos (16,15-18):

En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: «ld al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado. A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos.»

Palabra del Señor

Compartimos:

No sé muy bien por qué todos damos por sentado que Pablo se cayó del caballo cuando tuvo ese encuentro misterioso con Jesús que le recriminaba su persecución a los cristianos. Tanto es así que en nuestra lengua ha quedado la expresión “caerse del caballo” o “caerse del burro”, vehículo de transporte un poco más humilde. Pero la verdad es que en la Biblia no se dice por ningún lado que Pablo fuese ni a caballo ni en burro en aquel camino a Damasco. Lo único que se dice es que se cayó.


Fuerte debió ser la caída porque su vida cambió radicalmente. Lo que era negro se le hizo blanco y viceversa. El ortodoxo fariseo perseguidor de los cristianos se convirtió en apóstol de Jesús. Atendiendo a lo que dicen los Hechos de los Apóstoles y las cartas que se le atribuyen, es a Pablo al que le tenemos que agradecer que el mensaje de Jesús saliese de los estrechos límites del mundo judío de la época y se extendiese por todo el mundo romano de aquel tiempo e incluso más allá. Y los seguidores de Jesús pasaron de ser un grupúsculo heterodoxo judío a ser iglesia, comunidad de creyentes, en la que todos tienen cabida porque “ya no tiene importancia ser judío o griego, esclavo o libre, hombre o mujer, porque unidos a Cristo Jesús, todos sois uno solo” (Gal 3,28).


Hoy celebramos su conversión pero no debería ser motivo solo para admirarnos del cambio radical de vida que asumió Pablo a partir de aquella “caída”. No basta con dar gracias a Dios por habernos regalado en Pablo al apóstol que llevo el mensaje de Jesús hasta las fronteras del mundo conocido de entonces. Todo esto está bien. Y es bueno que lo hagamos. Pero diría que este día nos invita a nosotros a dar un paso adelante en el camino de nuestra conversión.


Como Pablo tuvo que dejar los caminos en los que se sentía seguro para dar un nuevo rumbo a su vida, quizá también nosotros tengamos que dejar las seguridades de siempre para encontrarnos con el Jesús real y auténtico, el que nos habla al corazón desde los evangelios, y comenzar a caminar por caminos de fraternidad, de justicia, de amor, de perdón.

viernes, 24 de enero de 2025

Viernes de la II Semana del Tiempo Ordinario

Primera Lectura

Lectura de la carta a los Hebreos (8,6-13):

HERMANOS: Ahora a nuestro sumo Sacerdote, Cristo, le ha correspondido un ministerio tanto más excelente cuanto mejor es la alianza de la que es mediador: una alianza basada en promesas mejores.

Si la primera hubiera sido perfecta, no habría lugar para una segunda.

Pero les reprocha:

«Mirad que llegan días —oráculo del Señor—

en que haré

con la casa de Israel y con la casa de Judá

una alianza nueva;

no como la alianza que hice con sus padres,

cuando los tomé de la mano

para sacarlos de Egipto.

Ellos fueron infieles a mi alianza

y yo me desentendí de ellos —oráculo del Señor—.

Así será la alianza que haré con la casa de Israel

después de aquellos días —oráculo del Señor—:

pondré mis leyes en su mente

y las escribiré en sus corazones;

yo seré su Dios

y ellos serán mi pueblo.

Y no tendrá que enseñar uno a su prójimo,

el otro a su hermano, diciendo:

“Conoce al Señor”,

porque todos me conocerán,

del menor al mayor,

pues perdonaré sus delitos

y no me acordaré ya de sus pecados».

Al decir alianza “nueva”, declaró antigua la anterior; y lo que envejece y queda anticuado, está para desaparecer.

Palabra de Dios

Salmo 84,R/. La misericordia y la fidelidad se encuentran.

 Santo Evangelio según san Marcos (3,13-19):

En aquel tiempo, Jesús subió al monte, llamó a los que quiso y se fueron con él.

E instituyó doce para que estuvieran con él y para enviarlos a predicar, y que tuvieran autoridad para expulsar a los demonios:

Simón, a quien puso el nombre de Pedro, Santiago el de Zebedeo, y Juan, el hermano de Santiago, a quienes puso el nombre de Boanerges, es decir, los hijos del trueno, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el de Caná y Judas Iscariote, el que lo entregó.

Palabra del Señor

Compartimos:

El evangelio de hoy nos relata la elección de los que le iban a seguir. Y de entre ellos escoge a doce, los doce apóstoles con tres misiones concretas: estar con él, enviarlos a predicar y expulsar demonios. Se entiende que iban a ser sus colaboradores más cercanos. Lo que hoy llamaríamos el núcleo duro de aquel movimiento difuso que fueron los seguidores de Jesús durante el tiempo de su ministerio público.


De esas tres misiones la más sencilla era la primera: estar con él. Jesús no quiere hacer el camino solo. Ya desde el principio quiere una comunidad, un grupo con el que compartir dolores y penas, con los que poder hablar y vivir y comer, con los que poder ir haciendo realidad el reino de que hablaba, con los que también poder ir compartiendo esa especial relación con su Padre que era el centro de su mensaje. Las otras dos misiones son importantes también: predicar, o lo que es lo mismo, anunciar el Reino de Dios.  Y la última, pero no la menos importante, expulsar a los demonios que esclavizan a las personas y les impiden realizarse en plenitud de libertad.


Es bueno que tengamos presentes estas tres misiones porque son las que marcan el camino a cualquier seguidor de Jesús: estar con él, anunciar el reino y liberar a los que sufren porque cualquier causa. En cada época se hará de una manera concreta pero la esencia debe ser la misma. Los cristianos no estamos para establecer normas y leyes. Tampoco estamos para excluir y condenar a los “malos”. Lo nuestro es acoger, abrir puertas, tender la mano, liberar, compartir la vida. Todo desde ese estar con Jesús, que es lo primero y fundamental.


Una última precisión: Jesús no hizo una elección muy buena. Le salieron rana la mayoría de los elegidos. De hecho, en el momento de la cruz todos salieron corriendo. Nosotros no somos mejores. Como dice Pablo llevamos “este tesoro en vasijas de barro” (2Cor 4,7) para que brille la gracia de Dios. Conclusión: los cristianos no somos mejores que nadie pero se nos han encomendado esas misiones y no podemos menos que intentar realizarlas.

jueves, 23 de enero de 2025

Jueves de la II Semana del Tiempo Ordinario

Primera Lectura

Lectura de la carta a los Hebreos (7,25–8,6):

HERMANOS:

Jesús puede salvar definitivamente a los que se acercan a Dios por medio de él, pues vive siempre para interceder a favor de ellos.

Y tal convenía que fuese nuestro sumo sacerdote: santo, inocente, sin mancha, separado de los pecadores y encumbrado sobre el cielo.

Él no necesita ofrecer sacrificios cada día como los sumos sacerdotes, que ofrecían primero por los propios pecados, después por los del pueblo, porque lo hizo de una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.

En efecto, la ley hace sumos sacerdotes a hombres llenos de debilidades. En cambio, la palabra del juramento, posterior a la ley, consagra al Hijo, perfecto para siempre.

Esto es lo principal de todo el discurso: Tenemos un sumo sacerdote que está sentado a la derecha del trono de la Majestad en los cielos, y es ministro del Santuario y de la Tienda verdadera, construida por el Señor y no por un hombre.

En efecto, todo sumo sacerdote está puesto para ofrecer dones y sacrificios; de ahí la necesidad de que también Jesús tenga algo que ofrecer.

Ahora bien, si estuviera en la tierra, ni siquiera sería sacerdote, habiendo otros que ofrecen los dones según la ley.

Estos sacerdotes están al servicio de una figura y sombra de lo celeste, según el oráculo que recibió Moisés cuando iba a construir la Tienda:

«Mira», le dijo Dios, «te ajustarás al modelo que te fue mostrado en la montaña».

Mas ahora a Cristo le ha correspondido un ministerio tanto más excelente cuanto mejor es la alianza de la que es mediador: una alianza basada en promesas mejores.

Palabra de Dios

Salmo 39,R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad

 Santo Evangelio según san Marcos (3,7-12):

En aquel tiempo, Jesús se retirá con sus discípulos a la orilla del mar y lo siguió una gran muchedumbre de Galilea.

Al enterarse de las cosas que hacía, acudía mucha gente de Judea, Jerusalén, Idumea, Transjordania y cercanías de Tiro y Sidón.

Encargó a sus discípulos que le tuviesen preparada una barca, no lo fuera a estrujar el gentío.

Como había curado a muchos, todos los que sufrían de algo se le echaban encima para tocarlo.

Los espíritus inmundos, cuando lo veían, se postraban ante él y gritaban:

«Tú eres el Hijo de Dios».

Pero él les prohibía severamente que lo diesen a conocer.

Palabra del Señor

Compartimos:

En los días anteriores hemos visto que el enfrentamiento entre las autoridades religiosas y Jesús ha ido subiendo de nivel. Tanto que en el evangelio de ayer se decía al terminar que los fariseos se confabularon con los herodianos para acabar con Jesús. A tanto llegó el enfrentamiento que Jesús se tuvo que retirar de las ciudades y pueblos por los que iba a la orilla del mar, como dice el evangelio. Se entiende que es el mar de Galilea, un gran lago que atraviesa la región.


Pero si fariseos y herodianos se habían enfrentado con Jesús, y Jesús con ellos, el pueblo llano no entendía de esas discusiones sobre normas y leyes abstrusas. El pueblo lo único que entendía era que en Jesús se abría un camino a la esperanza para los que sufrían a causa de la enfermedad o los espíritus inmundos. Así que las gentes se dijeron que si Jesús no iba a pasar por sus ciudades y pueblos, ellos se acercarían a él. Tantos fueron y de tantas partes que los discípulos temieron que le fuera a estrujar el gentío.


Aquella gente sencilla no entendía más que lo que veía. Les importaba poco la ortodoxia de las leyes. Les importaba que con Jesús sus males, sus sufrimientos, sus dolores, podían llegar a su fin y tenían la oportunidad de comenzar una nueva vida. No es poco. ¿Qué nos hace falta para poder seguir adelante en el camino de la vida sino alguien que nos dé esperanza? A veces, no hace falta siquiera que se nos pasen milagrosamente los dolores o las dificultades. Basta con que recobremos a esperanza. Ni siquiera nos hace falta ver la luz a la salida del túnel. Es suficiente con que creamos firmemente que el túnel tiene salida, aunque no la veamos, Solo con eso ya nuestro caminar se hace más firme y somos más capaces de soportar los dolores del camino.


Es tiempo de mirar a Jesús, de levantar la cabeza y de volver a caminar llenos de fe., como hicieron todas aquellas gentes de que habla el evangelio. El cambio, el Reino, es posible. Tenemos que ser, como nos propone el lema de este año jubilar, “Peregrinos de la Esperanza”, aunque en medio del túnel no alcancemos todavía a ver la salida.