Abre tu corazón y deja que ellos te hablen “al estilo del Señor”. Algo se transformará dentro de ti, dentro de mí, dentro de nosotros. Tal vez, aprenderemos un lenguaje nuevo “al estilo del Señor”.
Oremos:
Dios de misericordia, fortalece nuestra débil condición y, al recordar en este día a la Madre de tu Hijo, concédenos, por su intercesión, vernos libres de todas nuestras culpas.
Haz Señor, que nos veamos libres de todo peligro y podamos vivir en tu paz sabiendo perdonar y acogiéndonos al perdón que nos ofreces Tú.
Buscamos libertad y justicia y somos los primeros en alterar la paz del hogar, de las amistades. Estos gestos de protestas nos hacen perder la estima de los demás. danos sentido del pecado, porque hoy todo pasa y no nos paramos a reflexionar para poder mejorar las actitudes profundas.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
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