Padre Celestial, Santo es Tu nombre.
Es un verdadero privilegio ser reconocido como un hijo tuyo.
Venimos ante ti humildemente después de un arduo día de trabajo a honrarte y darte gracias por el día que pasó
A pesar de muchas preocupaciones, tenemos la certeza que solo en Ti puede hallar paz nuestra alma. Tu eres mi fortaleza y mi salvación.
Señor, Tu conoces nuestros problemas, tanta enfermedad, tantas guerras. Lo ponemos todo aquello bajo tu voluntad para que nos liberes de esa dura carga, rogamos de manera que a ti Padre amado, para que intervengas y des solución a nuestros problemas.
Confiamos plenamente en que Tú nos brindas refugio ante la adversidad. Porque escrito está en tu palabra, que vayan a ti todos los que estén cansados y agobiados, porque Tú nos darás descanso.
Bendice a nuestras familias, que mañana sea un maravilloso día de bendición en Cristo Jesús.
¡Te lo pedimos todo esto en el nombre de tu hijo nuestro Señor Jesucristo, Amen!
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