Jesús Maestro, camino, verdad y vida, te doy gracias y bendigo
tu corazón por el gran regalo del Evangelio.
Haz que todos lo acojan, lo lean y lo escuchen con fe viva,
según el espíritu de la Iglesia, y que todos
los fieles, siguiendo tu ejemplo, lo difundan con el mismo
amor con que tú, Señor, lo predicaste.
Jesús, Maestro bueno, glorifica en tu Iglesia a toda persona consagrada, que
tiene capacidad para entregarse en servicio de los demás.
Jesús Maestro. camino, verdad y vida. ten piedad de nosotros.
Nos disponemos a descansar, dejamos nuestras preocupaciones
en tu corazón vela nuestro y danos fortaleza para trabajar mañana.
Bendice a todos los que tenemos en nuestra oración, y a los que
no se sienten queridos por nosotros. Amén
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