Padre celestial, mientras me acuesto para dormir,
relaja la tensión de mi cuerpo, calma la inquietud de mi mente
y aquieta los pensamientos que me preocupan y me desconciertan.
Ayúdame a reposar mi ser y todos mis problemas en tus fuertes
y amorosos brazos.
Permite que tu Espíritu Santo ministre mi mente
y mi corazón mientras duermo, para que,
cuando me despierte por la mañana,
sienta que he recibido luz para mi camino, fuerza para mis tareas,
paz para mis preocupaciones y perdón de mis pecados.
Concédeme esta noche el sueño y mañana
la fuerza para vivir. En el nombre de Jesús.
Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.