viernes, 6 de mayo de 2022

¿Qué es el Rosario? ¿Cómo se reza y qué beneficios tiene para las almas? ¿Puedo ganar indulgencias?

Los católicos siempre han tenido en el rezo del Santo Rosario una de las mejores formas de honrar a la Virgen María. Pero, ¿de dónde viene esta tradición tan arraigada entre los fieles, qué han dicho los Papas sobre su uso y cómo se reza de forma correcta esta plegaria

-¿Qué es el Rosario?


-¿Por qué es importante rezar el Rosario?


-¿Cuál es el origen del Rosario?


- ¿Puedo ganar indulgencias si rezo el Rosario?


-¿Cómo se reza el Rosario?


-¿Qué misterios se reza cada día?


-¿Qué dice la Virgen María sobre el Rosario?


-¿Qué dicen los santos sobre el Rosario?


-¿Qué dicen los Papas sobre el Rosario?


-¿Qué es el Rosario?


-El Rosario es, sin duda, una de las oraciones más apreciadas y utilizadas por los católicos para honrar a la Virgen María. Durante su rezo, que consiste en formular una serie de Padrenuestros y Avemarías, se recuerdan los misterios de la vida, muerte y resurrección de Jesús y la asunción y coronación de la Madre de Dios.

La palabra Rosario, que quiere decir "corona de rosas" ofrecidas a la Virgen, hace referencia no solo a la tradicional oración ya mencionada sino también al característico objeto formado de cuentas que se utiliza para recitar dicha plegaria.

El rezo del Rosario está compuesto, principalmente, de dos elementos: la oración mental y la oración verbal. La parte de la oración mental consiste en la meditación sobre los principales misterios de la vida de Jesús y de María, mientras que la parte verbal se basa en el rezo de los veinte misterios con sus correspondientes oraciones.

-¿Por qué es importante rezar el Rosario?

-El Santo Rosario es una de las herramientas devocionales más utilizadas por los cristianos a lo largo de la historia y su rezo ha sido fomentado en numerosas ocasiones por el Magisterio de la Iglesia, los diferentes Papas e incluso por mensajes de la propia Virgen María.

Considerándola como una oración que resume perfectamente la enseñanza del Evangelio, la Iglesia siempre ha defendido el rezo del Santo Rosario, especialmente en momentos de crisis, guerras o grandes persecuciones, además de estimarla como una de las principales armas que tienen los cristianos para luchar contra las tentaciones, la enfermedad, el sufrimiento, o la desesperanza.

Fueron las memorias del monje dominico Alan de la Roche, en el siglo XV, el codificador más importante del rezo del Rosario, las que recogerían una serie de beneficios que concede la Virgen a todos aquellos que lo recen. En la lista, revelada personalmente por María al religioso francés, entre otras cosas, se promete especial protección para todos los que cumplan con la plegaria, así como hacerlos dignos de la Vida Eterna y concederles todo lo que pidan mediante su rezo.

-¿Cuál es el origen del Rosario?

-Es muy probable que la idea del Rosario se remonte a los albores de la propia Iglesia. El uso de cordones de oración anudados era ya algo habitual en el cristianismo de los Padres del Desierto, en los siglos III y IV. Estos monjes solían utilizarlos para rezar la conocida Oración de Jesús. Otro momento importante para comprender la posterior llegada del Rosario fue la propagación entre los fieles de la devoción a las oraciones marianas. Algo que se disparó a raíz del primer Concilio de Éfeso, en el 431, y que toma un impulso definitivo con la aparición del Avemaría algunos siglos después.

La difusión del Rosario por Europa corrió ciertamente a cargo de la Orden de Predicadores. En este sentido, la tradición católica celebra la entrega en 1214 del Santo Rosario por parte de la misma Virgen María a Santo Domingo de Guzmán, como arma especialmente poderosa para la conversión de herejes y pecadores.

Un momento de la historia de la Iglesia, y de la propia Europa, en el que se pudo percibir el protagonismo del Rosario fue, sin duda, la Batalla de Lepanto en 1571. Se dice que mientras transcurría la contienda, el Papa Pío V recitaba en Roma el Santo Rosario. Durante uno de los rezos, el Papa salió de su capilla y, por aparente inspiración, anunció que la Virgen le había concedido la victoria a los cristianos. Como este importante hito había tenido lugar el primer domingo de octubre, la victoria fue atribuida a la Virgen del Rosario. Tras la batalla, la Cristiandad, sobre todo los países del sur de Europa, adoptó en masa el rezo del Rosario.

-¿Puedo ganar indulgencias si rezo el Rosario?

-El Manual de Indulgencias de la Iglesia Católica indica que se concede indulgencia plenaria al fiel que "recite devotamente el Rosario mariano en una iglesia u oratorio, o en familia, en una comunidad religiosa, en una reunión de fieles y en general, cuando varios se reúnen para un fin honesto".  Así mismo, la indulgencia plena se obtiene cuando el fiel "se una devotamente a la recitación de esa misma devoción cuando es hecha por el Sumo Pontífice y es difundida por medio de un instrumento televisivo o radiofónico. En otras circunstancias la indulgencia será parcial". 

La indulgencia plenaria se puede ganar una vez al día, excepto en peligro de muerte, y se puede obtener para un difunto. Para recibirla se debe cumplir con una serie de requisitos: confesarse, comulgar y rezar por las intenciones del Papa. Además, es indispensable que se recen las cinco decenas del Rosario sin interrupción, que las oraciones sean recitadas y los misterios meditados, y en el caso de tratarse de un Rosario público, los misterios deberán ser anunciados.

Sobre los rosarios bendecidos, el Papa Pablo VI estableció que "el fiel que emplea con devoción un objeto de piedad (crucifijo, cruz, Rosario, escapulario o medalla), bendecido debidamente por cualquier sacerdote, gana una indulgencia parcial". Además, "si hubiese sido bendecido por el Sumo Pontífice o por cualquier Obispo, el fiel, empleando devotamente dicho objeto, puede ganar también una indulgencia plenaria en la fiesta de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, añadiendo alguna fórmula legítima de profesión de fe".

-¿Cómo se reza el Rosario?

-Señal de la cruz

Rezo del Credo de los apóstoles o el acto de contrición 

-Anuncio del primer misterio.

Rezo del Padrenuestro

Rezo de diez Avemarías, Gloria.

Jaculatoria: María, Madre de gracia, Madre de piedad, amor y misericordia. Defiéndenos del enemigo y ampáranos, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

-Anuncio del segundo misterio.

Rezo del Padrenuestro. 

Rezo de diez Avemarías, Gloria y Jaculatoria. 

-Anuncio del tercer misterio.

Rezo del Padrenuestro.

Rezo de diez Avemarías, Gloria y Jaculatoria.

-Anuncio del cuarto misterio

Rezo del Padrenuestro. 

Rezo de diez Avemarías, Gloria y Jaculatoria. 

-Anuncio del quinto misterio.

Rezo del Padrenuestro.

Rezo de diez Avemarías, Gloria y Jaculatoria.

-Una vez terminados los cinco misterios (5 Padrenuestros, 50 Avemarías y 5 Glorias) se recitan las letanías:

Señor, ten piedad

Cristo, ten piedad

Señor, ten piedad.

Cristo, óyenos.

Cristo, escúchanos.

Dios, Padre celestial, 

ten piedad de nosotros.

Dios, Hijo, Redentor del mundo, 

Dios, Espíritu Santo, 

Santísima Trinidad, un solo Dios,

Santa María, 

ruega por nosotros.

Santa Madre de Dios,

Santa Virgen de las Vírgenes,

Madre de Cristo, 

Madre de la Iglesia, 

Madre de la misericordia, 

Madre de la divina gracia, 

Madre de la esperanza, 

Madre purísima, 

Madre castísima, 

Madre siempre virgen,

Madre inmaculada, 

Madre amable, 

Madre admirable, 

Madre del buen consejo, 

Madre del Creador, 

Madre del Salvador, 

Virgen prudentísima, 

Virgen digna de veneración, 

Virgen digna de alabanza, 

Virgen poderosa, 

Virgen clemente, 

Virgen fiel, 

Espejo de justicia, 

Trono de la sabiduría, 

Causa de nuestra alegría, 

Vaso espiritual, 

Vaso digno de honor, 

Vaso de insigne devoción, 

Rosa mística, 

Torre de David, 

Torre de marfil, 

Casa de oro, 

Arca de la Alianza, 

Puerta del cielo, 

Estrella de la mañana, 

Salud de los enfermos, 

Refugio de los pecadores, 

Consuelo de los migrantes,

Consoladora de los afligidos, 

Auxilio de los cristianos, 

Reina de los Ángeles, 

Reina de los Patriarcas, 

Reina de los Profetas, 

Reina de los Apóstoles, 

Reina de los Mártires, 

Reina de los Confesores, 

Reina de las Vírgenes, 

Reina de todos los Santos, 

Reina concebida sin pecado original, 

Reina asunta a los Cielos, 

Reina del Santísimo Rosario, 

Reina de la familia, 

Reina de la paz.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, 

perdónanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, 

escúchanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, 

ten misericordia de nosotros.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. 

Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

ORACIÓN. 

Te rogamos nos concedas, 

Señor Dios nuestro, 

gozar de continua salud de alma y cuerpo, 

y por la gloriosa intercesión 

de la bienaventurada siempre Virgen María, 

vernos libres de las tristezas de la vida presente 

y disfrutar de las alegrías eternas. 

Por Cristo nuestro Señor. 

Amén.

-Posteriormente se realiza una oración por las intenciones del Papa (un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria), una Salve y se concluye con la jaculatoria final que cierra el Rosario: "Ave María Purísima. Sin pecado concebida".

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