¡Oh Padre nuestro! ¡Oh Padre Celestial! Mirad las llagas de Vuestro Hijo y dignaos recibirlas para que las almas se abran a los toques de la gracia.
Que los clavos que taladraron Sus manos y Sus pies traspasen los corazones endurecidos… que Su Sangre los ablande y los mueva a hacer penitencia.
Que el peso de la Cruz sobre los hombros de Vuestro Divino Hijo mueva a las almas a descargar el peso de sus delitos en el tribunal de la penitencia,y puedan gustar de tu misericordia y encuentren la paz.
`Os ofrecemos ¡oh Padre Celestial! La corona de espinas de vuestro amado Hijo. Por este dolor os pedimos que las almas se dejen traspasar por una sincera contrición y puedan sanar sus heridas.
`Os ofrecemos el desamparo que vuestro Hijo padeció en la Cruz … Su ardiente sed y todos los demás tormentos de Su agonía, a fin de que los pecadores encuentren paz y consuelo en el dolor de sus culpas, encuentren la verdadera alegría de amar y ser amados.
Amén
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.