Padre celestial, me inclino en adoración y alabanza delante de ti.
Me entrego totalmente y sin reservas en cada área de mi vida a ti mismo.
Reconozco que eres digno de recibir toda gloria y honor y alabanza.
Quiero renovar mi lealtad a ti y ruego que el bendito Espíritu Santo
me ilumine en este tiempo de oración.
Gracias Padre celestial, que me has amado desde la eternidad
que enviaste al Señor Jesucristo al mundo
para servir y enseñarnos a vivir el amor hecho entrega.
Padre celestial, ven y abre mis ojos que pueda ver lo grande que eres
y cómo debe ser mi disposición siempre.
Padre amado, ponme el cinturón de la verdad, la coraza de justicia,
las sandalias de la paz, el casco de la salvación.
levantar el escudo de la fe contra todos los dardos de fuego del enemigo
y tomar en mi mano la espada del espíritu, la palabra de Dios para
que te conozcan como eres en verdad.
Quiero vivir en vuestro corazón Divina Trinidad
para alabaros por los siglos.
Amén
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