Padre, cuando la vida se vuelve complicada,
y ya no nos alcanzan nuestras fuerzas,
te pido que tengas misericordia y nos guíes
más allá de nuestro entendimiento, y de nuestra rebeldía,
que podamos descansar en tus brazos,
sabiendo que eres nuestro Padre, y nos defiendes, nos ayudas,
nos sostienes y nos proteges siempre.
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