Mucho se ha dicho del porqué no ser católico. Usualmente, se toman las peores referencias y se tildan de hipócritas a los que profesan esta fe. Ser católico va más allá de solo palabras y repeticiones de oraciones y, más aún, en el tiempo de la pandemia ocasionada por la covid-19.
Ser Creyente es traer el cielo a la tierra, ser solidario en un mundo de
fraternidad. Ser católico es amar en lo pequeño para poder extraer y brindar
amor. Porque, cuando uno coloca amor
sobre el odio, el amor es el que vence.
No es un conjunto de dogmas e ideas absurdas, sino más bien un conjunto de orientaciones para ser feliz, porque se sabe hijo de Dios.
Ser católico, no se trata de hacer cosas extraordinarias. Amar desde donde estamos, amar sin medida. Amar a los que nos odian. Amar en todo, y servir en todo. En lo esencial, como sonreír en todo ante el aburrimiento o animar a los que no pueden con las contradicciones de cada día.
Porque
ser católico no es más que reconocer que somos débiles, y necesitamos de ese
alguien para ser fuertes. Porque ser católicos es entender que es Cristo quien
está llamando a la puerta en todo momento, y es en él donde nos debemos mover,
vivir y existir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.