«Recuerdo haber discutido con un chico de mi facultad que me dijo que me fuera de España. Cuando se lo conté al profesorado que en ese momento pasaba por allí me dijeron: “estamos en una universidad libre y aquí se respeta la libertad de expresión”». Esta fue una más de las experiencias racistas que ha vivido Lisa Okpala Poprawa, afrodescendiente y estudiante del Grado de Traducción e Interpretación en la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Uno más de los comportamientos relacionados con las diferencias étnico-raciales -agresiones más o menos sutiles-, que sufren, con frecuencia, los estudiantes afrodescendientes, tanto en el ámbito universitario como fuera de él. Para poner fin a sucesos como este, insignificantes para la mayoría, pero dolorosos y peligrosos para las personas afectadas, el pasado 21 de marzo se presentó en la Facultad de Educación de la UCM la guía Estrategias para incorporar la perspectiva étnica en la Universidad, que incluye un descriptivo subtítulo: Las historias cuentan, cuéntanos la tuya: la voz del alumnado universitario afrodescendiente. El evento (ver vídeo), que llenó la sala de conferencias de la facultad por completo, coincidía con el Día Internacional contra la Discriminación Racial.
Patricia Rocu, profesora universitaria, ha coordinado el proceso de elaboración de este documento que explica, en un estilo directo y práctico, qué es el racismo, cuáles son sus diferentes manifestaciones, qué consecuencias tiene para quienes lo sufren , cómo puede detectarse y qué posibles soluciones hay para erradicarlo del contexto universitario. Aunque el primer destinatario de este trabajo es el profesorado y el alumnado de la universidad, el contenido de la guía está dirigido a toda la sociedad, porque las situaciones discriminatorias se producen también fuera del ámbito académico. «La guía, que tiene una finalidad orientadora y utilitaria, se centra principalmente en los considerados racismos sutiles, que son aquellos que se producen en la cotidianeidad de las personas afro y que pasan totalmente desapercibidos para el resto de la sociedad porque están normalizados», expresa Patricia.
Lisa Okpala, que actualmente es la presidenta de la Asociación Kwanzaa, formada por alumnado universitario afrodescendiente, incide en la idea de lo que en la guía se denomina racismo simbólico o cotidiano. « Es cierto que la sensibilización social está aumentando, pero la gente solo concibe como ataque racista aquel que va a acompañado de un insulto claramente racista. Sin embargo, sigue estando enormemente normalizado en la sociedad, hasta el punto de que muchas veces se es racista inconscientemente. La sociedad concibe el racismo como algo necesariamente mal intencionado, y esto no siempre es así. Cuando alguien me dice “para ser negra, eres muy guapa” o me toca el pelo sin mi permiso, probablemente no tenga una mala intención, pero eso no quita que esté siendo racista. Además, creo que se sigue viendo el racismo como una discriminación más que puede experimentar cualquiera, sin tener en cuenta el contexto colonial implícito en el sistema racista. Se sigue pensando en el racismo como casos aislados y actitudes individuales y se ignora completamente todo el sistema institucional y legislativo sobre el que se apoya el racismo».
El equipo de profesorado que ha elaborado la guía, coordinado por Rocu, lo forman Esther (Mayoko) Ortega, Fernando Alberto Barbosa Dos Santos, María José Camacho-Miñano y Rosaura Navajas Seco. Además ha contado con la colaboración de alumnado afrodescendiente, que ha compartido sus propias experiencias: María Victoria Boisán Fotabón, Khadydiatou Camara Danso, Yeison F. García López, Ngoy Ramadhani Ngoma y la Asociación Kwanzaa. «Me parece importante destacar que la guía se generó a partir de la participación directa de personas afrodescendientes, tanto profesorado como alumnado, de manera que emerge del discurso propio de la comunidad afectada», remarca Patricia. Lisa subraya ese aspecto. «Es importante que se visibilicen nuestras realidades y se nos escuche, pero de verdad. Cuando se habla de racismo solamente se cuenta con personas racializadas para contar agresiones racistas que hayan sufrido, mientras es una persona blanca quien habla del trasfondo y del porqué de esas agresiones. No se nos concibe como sujetos políticos o politizados con la capacidad de análisis suficiente como para hablar del trasfondo del racismo. Y precisamente la guía parte de escucharnos realmente, y no solo como víctimas. Es una forma de empoderarnos y visibilizarnos finalmente. Es muy importante, y más tratándose de una institución educativa como es la Universidad». Lisa recuerda que cuando era pequeña y en el colegio les daban charlas feministas, siempre eran mujeres quienes lo hacían. Curiosamente, las charlas contra el racismo siempre las daba una persona blanca. «Para entender el racismo es esencial partir del discurso de personas que experimentan racismo».
Para Yeison García, activista antirracista y miembro de Conciencia Afro, la guía es un paso más hacia el reconocimiento de la diversidad étnico-racial. «Hay que entender la Universidad como un espacio donde se respete la diversidad. La guía es un avance hacia un enfoque diferente del ámbito universitario donde el racismo no tenga cabida y donde los y las estudiantes negras tengan referencias a su propia historia, algo que me parece siempre muy importante para poder abrir campos de posibilidad». Yeison, que ha formado parte del equipo creador de la guía, analiza los cambios que se han ido produciendo. «Cuando hace casi cinco años casi fundamos Kwanzaa, veíamos que no había prácticamente ningún tipo de espacio para visibilizar la ausencia en el currículo educativo de materias referidas al continente africano. Cuando las había, estaban en la asignatura de antropología, de relaciones internacionales o en el último tema de historia que nunca dabas. En la facultad no se hacía nada, o muy poco, relacionado con el continente africano o con la negritud. Ahora hay diferentes actos en los que está presente la diversidad. Pero espero más cambios, como la inclusión en el currículo educativo de muchas más referencias al continente africano y a la afrodescendencia. Ojalá en algún momento se plantee una cátedra para estos estudios negros o afrodescendientes en la cual se una la investigación con la acción militante en la calle».
La guía llega en un momento en el que va cobrando fuerza un movimiento social a favor de la visibilización de las personas afrodescendientes, una corriente que, desde diferentes ámbitos y colectivos, busca romper los estereotipos del imaginario hegemónico respecto a esta parte de la sociedad española. Patricia Rocu alerta de que «en los últimos tiempos se está produciendo un mayor rechazo social hacia las personas racializadas, a menudo consideradas como las otras, un fenómeno acrecentado por los movimientos migratorios y la crisis económica». Pero no oculta su optimismo al recordar que el día de la presentación de la guía todas las butacas de la sala de conferencias estaban ocupadas y mucha gente siguió el acto de pie. «Estoy muy contenta. Además de estudiantes interesados en la temática, acudieron representantes de diferentes instituciones públicas, así como asociaciones en las que se abordan estas cuestiones, de lo que se puede deducir que se trata de un foco de atención emergente y de interés que considero muy importante, teniendo en cuenta los tiempos que corren».
Seis días después de la presentación de la guía, el Parlamento Europeo ha aprobado una resolución sobre los derechos fundamentales de las personas de ascendencia africana en Europa, que exige a los Estados miembros la aplicación de medidas para acabar con el racismo en todas sus formas. Un nuevo avance en la construcción de una sociedad más justa e igualitaria en la que no se discrimine a las personas con rasgos fenotípicos a menudo no entendidos como propios de los países occidentales.
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