Hollywood es un mundo complicado para los artistas comprometidos con su fe. En un ambiente marcado por el lujo, la opulencia y el sexo intentar ser un católico coherente puede suponer un hándicap en su carrera, o literalmente puede llegar a arruinarla. Que se lo digan a Jim Caviezel, tras protagonizar La Pasión de Cristo, o en este caso a Neal McDdonough, un conocido actor que ha participado en la saga de Capitán América, Star Trek, Minority Report, Banderas de Nuestros Padres o Hermanos de Sangre, entre otras muchas películas y series.
Este actor católico de 52 años, casado y padre de cinco hijos ha experimentado en sus carnes la persecución de Hollywood, como cuando en 2010 fue expulsado de la serie de ABC Scoundrels por negarse a participar en escenas de sexo con la coprotagonista Virginia Madsen. Esto le supuso ser considerado en la industria como un fanático religioso, lo que mermó su carrera durante años. Sin embargo, su talento se ha ido imponiendo y manteniéndose firme en sus creencias al final se ha consolidado como un conocido intérprete.
Sobre este incidente que vivió en el pasado y cómo vive actualmente su fe católica, McDonough ha hablado en una entrevista con el semanario Closer Weekly que recoge Daily Wire, donde con gran sinceridad ha abierto su corazón.
Hombre de una sola mujer
Se casó en 2003 con Ruve Robertson y juntos han tenido cinco hijos. Y por su compromiso con ella una de sus condiciones en sus papeles es no besar a otra mujer en la pantalla. “No besaré a otra porque estos labios están destinados a una sola mujer”, asegura el conocido actor.
Durante la entrevista afirma que se conocieron en Inglaterra mientras él rodaba allí la conocida serie de Bands of Brothers (Hermanos de Sangre). Recuerda que “era el día de San Patricio, y literalmente nos chocamos en la calle, con los ojos cerrados, y eso fue todo”. Al día siguiente, continúa el artista estadounidense, “llamé a la mujer con la que salía en ese momento y le dije: ‘lo siento, esto no funcionará, acabo de conocer a la mujer con la que me voy a casar”.
Sus dos reglas al interpretar un papel
De aquel momento han pasado dos décadas, y por ello McDonough da gracias a Dios por su esposa, sus hijos y por poder vivir su fe yendo a la iglesia. “Después de casi 20 años, cinco hijos y una vida increíble por tenerla como mi compañera en todo soy el hombre más bendecido que conozco. Es por eso que voy a la iglesia todos los días y le doy gracias a Dios por todo lo que me ha dado. Y lo más importante, gracias por darme, a Ruvé, porque sin ella no estaría hablando en este momento”.
En una entrevista anterior en Christian Examiner, el actor hablaba de cómo ejerce su condición de católico en Hollywood. Dos son sus condiciones a la hora de interpretar un papel: no usar el nombre de Dios en vano y la ya citada de no besar a otra mujer, y mucho menos hacer escenas de cama con ella.
"Alabar a Dios con todo lo que haces"
Estas duras condiciones le han hecho perder importantes papeles que le hubieran reportado millones de dólares. Sin embargo, Neal considera que “la vida se trata de honrar a Dios y ser el mejor ser humano que puedas ser así como alabar a Dios en todo lo que haces”.
Con respecto a sus papeles, recuerda que cuando está en una grabación y mata a una persona durante el rodaje es “falso”, pero que “cuando estás en la cama con otra mujer en la pantalla, ¿adivina qué? Eso es real. No me gustan este tipo de cosas. Especialmente ahora con niños, no quiero que me digan: ‘oye papá, ¿qué estás haciendo con esa señora en la tele?’”.
Una carrera casi hundida por su fe
Del mismo modo, el actor confiesa que “si pudiera hacer películas sobre Dios todos los días de la semana, eso sería lo que haría el resto de mi vida. Pero Hollywood no gana lo suficiente con esas películas para pueda ganarme la vida”.
Sobre el famoso incidente que marcó su carrera, McDonough asegura que “fue una situación horrible para mí. Después de aquello no conseguía trabajo porque todos pensaban que era un fanático religioso. Soy muy religioso. Pongo a Dios y a mi familia en primer lugar, y a mí en segundo. Eso es lo que vivo. Pero fue difícil durante algunos años”.
Ya antes incluso de que le expulsaran de la serie de ABC era ampliamente conocido en Hollywood como un actor que rechazaba las escenas de amor y de sexo. De hecho, entre 2008 y 2009 participó en 29 capítulos de la serie Mujeres desesperadas. “Cuando Marc Cherry (el creador) me firmó, dije: ‘Estoy seguro de que lo sabes, pero no besaré a nadie’. Él decía: ‘¡Pero esto es Mujeres Desesperadas!’. Yo dije: ‘Lo sé’. Hizo una pausa de unos cinco segundos y me dijo: ‘De acuerdo, sólo tendré que escribir mejor’. Y pasamos un buen rato”.
Echando la vista atrás no se arrepiente de las decisiones que ha tomado ni de los millones de dólares que ha podido perder por mantenerse firme en sus convicciones. Haciendo un símil con un combate afirma que “recibí un golpe en la barbilla, pero no iba a perder la pelea. Y funcionó, mi carrera ha sido fenomenal desde entonces”.
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