Los días 4, 5 y 6 de diciembre tuvo lugar el octavo encuentro de la Fraternidad Sacerdotal de Santo Domingo en España. Se celebró en La Coruña, en Galicia. La belleza de la ciudad no fue mayor que la alegría e ilusión por el reencuentro que hizo olvidar, rápidamente, el esfuerzo de largas horas de viaje. Los sacerdotes miembros de la Fraternidad pertenecen a diferentes diócesis españolas, distantes y distintas: San Sebastián, Canarias, Valencia, Asturias, Murcia, Madrid, Vigo, Albacete, Logroño… Uno de los objetivos de este encuentro era la profesión en la Fraternidad de Don Miguel Angel Cruz Fernández, sacerdote de la diócesis de Ciudad Rodrigo que ejerce su ministerio en La Coruña.
Desde el primer día, la comunidad de frailes dominicos del convento de Santo Domingo nos acogió como verdaderos hermanos. Aunque la convivencia se llevó a cabo en la Casa Sacerdotal de La Coruña, muchos momentos del día se compartieron con los frailes, de modo particular la Eucaristía.
Uno de los ejes de este VIII Encuentro fue la oración, el sentir la presencia viva del Señor y el aliento del Espíritu Santo que nos transmitía la herencia y el carisma de Santo Domingo de Guzmán, Nuestro Padre. Tampoco faltó la ternura de la presencia de la madre, María, bajo su advocación del Rosario, patrona de la ciudad que nos acogía. Esa tierna y maternal presencia se vio enriquecida con los momentos en que Dña. Catalina, madre de nuestro hermano Miguel Angel, nos acompañaba físicamente (tanto en los momentos de oración como en el compartir de la comida). Sabido es la importancia que las madres tienen para los sacerdotes diocesanos. ¿Qué mejor expresión de la ternura de Dios y de la caridad pastoral que debe animar nuestra vocación sacerdotal dominicana?
Las jornadas tuvieron como motivo fundamental la reflexión y redacción de un Directorio. Es decir, una especie de Estatuto que, conforme a la Regla de las Fraternidades Sacerdotales de Santo Domingo, especificara las peculiaridades de ésta de España, que no son pocas. Hubo un trabajo previo, por equipos, en el que los miembros de la Fraternidad estudiaron y aportaron contenidos para los diferentes apartados: identidad, vida fraterna, misión, régimen interno…. Nos ayudaron mucho los Directorios ya aprobados de las Fraternidades de Filipinas y de la Provincia de San Alberto Magno en Estados Unidos. Entre nuestras peculiaridades, está el hecho de que la Fraternidad Sacerdotal en España, que se inició en Caleruega y tiene su sede natalicia en el Convento de Nuestra Señora de Atocha de Madrid, está acogida en dos Provincias de la Orden: la nueva Provincia de Hispania (unificación de las antiguas Provincias de Aragón, Andalucía y España) más el Vicariato Regional de la Provincia del Santísimo Rosario. Otro rasgo importante es que los miembros de la Fraternidad pertenecen a las distintas diócesis españolas, como ya se dijo, con lo cual el ámbito territorial de implantación no es localista. Esos dos rasgos piden un Directorio que recoja los rasgos específicos y prevea situaciones muy diversas. El borrador está hecho, pero aún es necesario repensarlo, pulirlo y darle unidad y coherencia.
El día 5, por la tarde, en el marco de la Eucaristía celebrada en el Convento de Santo Domingo de La Coruña, tuvo lugar la profesión de Dn Miguel Angel. Además de los miembros de la Fraternidad Sacerdotal, estuvieron presentes los frailes de la Comunidad del Convento, muchos sacerdotes de la ciudad y de otros lugares de Galicia, religiosos y religiosas, laicos y la familia del propio Miguel Angel, que se desplazó para la ocasión desde tierras aragonesas…
Presidió la celebración el Prior del Convento, fr. Alejandro, asistido por el Promotor Provincial de las Fraternidades Sacerdotales, fr. Francisco Rodríguez Fassio, y por el Prior de la Fraternidad Sacerdotal de Santo Domingo en España, Dn. Carmelo Lara Ginés ante quien Miguel Angel realizó su promesa, quedando vinculado así de por vida a la Orden de Predicadores sin dejar de ser sacerdote diocesano. Tras el abrazo fraterno continuó la Eucaristía. Después, el canto a la Madre del Señor dio paso un rato festivo compartido con todos los presentes.
El día 6, tras la oración, apenas dio tiempo para algunas puntualizaciones y organización del calendario. El próximo Encuentro de la Fraternidad será en el mes de marzo en Asturias. Cada uno de los hermanos regresó a su lugar de residencia y ministerio, con el gozo de habernos encontrado y la alegría de experimentar que, por la misericordia de Dios, la Fraternidad Sacerdotal de Santo Domingo en España se consolida y, así lo deseamos, enriquece la vida de la Iglesia contribuyendo al desarrollo de la misión de la Orden de Predicadores.
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