Cada vez se habla más sobre la conversión de miles de musulmanes al cristianismo aunque todavía con mucha y necesaria prudencia ante una cuestión que puede ser de vida o muerte para los conversos. Pero algunas estadísticas, los testimonios de misioneros que trabajan en el terreno y el análisis de la evolución de las políticas de represión contra las conversiones en países musulmanes permiten hacer una radiografía sobre una situación que los expertos hablan de histórica.
“Estamos en un momento en el que se están dando las primeras conversiones masivas de musulmanes”, ha asegurado el jesuita Mitch Pacwa, aunque sin poder aportar datos concretos, mientras considera que “Dios está haciendo un gran trabajo entre ellos”. Eso sí, destaca como causas el inicio de un posible colapso del islam provocado por la propia imagen que genera para los suyos, la acción de la Virgen y la potente predicación que gracias a la tecnología llega a muchos musulmanes
Este jesuita estadounidense es uno de los mayores expertos en Oriente Medio e islam. Dirige Ignatius Productions y ha realizado documentales y libros sobre las relaciones entre islam y el cristianismo así como la situación interna de los seguidores de Mahoma. Habla fluidamente 13 idiomas, entre ellos el árabe, y lleva décadas trabajando sobre estos asuntos.
Un fenómeno que preocupa al mundo islámico
En una conversación con National Catholic Register, Pacwa explica que empezó a oír hablar de las conversiones al cristianismo en 2005 en Al Jazeera cuando “estaban informando sobre las conversiones masivas de los musulmanes, entre 6 y 8 millones, en el África subsahariana, y han ido repitiendo esta advertencia todos los años”.
Malas relaciones públicas
Esto le hizo investigar y asegura que lo ha ido "confirmando con africanos que me han hablado una y otra vez sobre las conversiones en lugares como Nigeria, Uganda, Mali y es por eso que Boko Haram se ha vuelto tan activo”.
En su opinión, los fundamentalistas islámicos como este grupo terrorista “están bastante asustados e intentan aterrorizar. Pero el acto mismo de aterrorizar a la gente ha terminado con personas cada vez más disgustadas con el Islam”.
Esta es precisamente una de las causas que pueden estar provocando estas conversiones al cristianismo y que él define como unas “malas relaciones públicas” que está llevando a un colapso y hartazgo en el mundo musulmán, y que no termina de estallar aún por el miedo.
¿Inicio del colapso?
Para ello, el padre Pacwa pone el ejemplo de lo que escuchó en una televisión africana: “Al Qaeda ataca a los estadounidenses volando nuestras embajadas, pero nosotros los africanos somos los que morimos en los ataques”.
Considera, por tanto, que esta religión podría estar al comienzo de su colapso y compara el aumento del terrorismo con la etapa de supernova que se da en las estrellas antes de que se apaguen.
El terror no frena las conversiones
Precisamente, en la actualidad se están produciendo casos de persecución brutal, con los que intentan esconder sus debilidades, y habló del caso de “un niño que era esclavo que se escapó para rezar el Viernes Santo y fue crucificado por ello” o de “dos sirvientas filipinas que fueron detenidas con un Nuevo Testamento y decapitadas”.
En general, precisó el jesuita, los occidentales detenidos por practicar el cristianismo suelen ser expulsados de los países musulmanes, pero los castigos para los habitantes del país son mucho peores. “Los viernes después de las oraciones del mediodía es el día en que le cortan las manos y la cabeza a los ladrones, a los adúlteros –mujeres solamente- y a las personas que cometen blasfemias, y eso incluiría la conversión al cristianismo”, asegura.
A pesar de los riesgos a los que se exponen, las conversiones ocurren incluso en países fundamentalistas. El padre Pacwa habló además de este incremento especialmente en los bordes del mundo musulmán tanto en el oeste como en el sur del continente negro. “África está creciendo predominantemente cristiana a pesar de las medidas represivas”.
Citó específicamente dos países, Irán, donde dijo que actualmente puede haber tres millones de cristianos e Indonesia, el país con más musulmanes del mundo, donde habló de unos dos millones de conversos al año.
Un fenómeno que también se da en Occidente
También habló de conversiones en países musulmanes más radicales, aunque no quiso facilitar más datos por temor a represalias contra ellos en estos estados. Habló pero sin entrar en detalle sobre las conversiones que se están dando entre los refugiados que han llegado a Europa asegurando que el tiempo dirá si realmente son auténticas o simplemente buscan documentación, tal y como se ha insinuado.
Él mismo asegura haber sido testigo de estas conversiones en Estados Unidos. “Estaba a punto de celebrar misa en una iglesia maronita en San Diego y saludé a un hombre que se presentó como Achmad. Le pregunté si era cristiano. Él dijo: ‘Sí, hace poco me bauticé’. Dijo que era de Marruecos. Los cristianos no tienen el nombre de Achmad, esa es una forma de Mahoma”.
Otras fuentes de conversión al cristianismo
Además, Mitch Pacwa explicó brevemente otras dos fuentes de conversión del islam al cristianismo. Así, indicó que “un gran número de musulmanes reciben visiones de Jesús y de la Santísima Virgen que los ha llevado a convertirse”.
Por otro lado, citó al padre Peter (Butros) Zakariam, un sacerdote copto ortodoxo que vive exiliado y al que define como el hombre más buscado en el mundo musulmán. Hace un programa de televisión todos los viernes, que llega a decenas de millones de árabes, así como un debate a través de internet todos los martes y jueves. También existen numerosos vídeos suyos en internet proclamando el cristianismo y denunciando el islam. “Está escondido pero sigue produciendo estos programas de televisión porque es brillante en su conocimiento del Corán y no tiene miedo”, concluye el sacerdote jesuita.
La punta del iceberg
Tesis similares defendía recientemente Camille Eid, periodista libanés coautor del libro Cristianos venidos del islam (LibrosLibres), sobre las conversiones: “No se puede saber, pero se puede deducir que las cifras que no sabemos pueden ser verdaderamente importantes. Esto es posible también porque si bien antes los regímenes conseguían frenar con éxito la difusión de la Buena Nueva, impidiendo el proselitismo y la venta del Evangelio, hoy en día con internet es mucho más fácil descubrir los contenidos del cristianismo”.
Este investigador explicaba que “no es nada fácil obtener estadísticas que sean precisas, porque siempre hay un margen que es difícil de calcular. Los datos disponibles proceden de las Iglesias que comunican el porcentaje de bautizados procedentes del islam.. Si se observan estos índices hay en todas partes un incremento constante, tanto en Europa como en los países de mayoría musulmana. Sin embargo, ésta sólo puede ser la punta del iceberg, puesto que en algunos países la conversión desde el islam está prohibida por ley y no existen registros de este tipo; a pesar de todo, sabemos que también en estos países las conversiones al cristianismo están aumentando.
Y puso algunos ejemplos: “En Argelia, la prensa está llevando a cabo desde hace tiempo una batalla cada vez más dura contra las conversiones al cristianismo, lo que hace pensar que se están incrementando. El padre Pierre Humblot, un sacerdote expulsado recientemente de Irán después de 45 años de misión y ahora residente en Francia, ha hablado de trescientos mil iraníes convertidos al cristianismo, un fenómeno de masa. Lo que es increíble, dado que en el país las celebraciones en lengua local están prohibidas. En Túnez, la hija del ex presidente Moncef Marzouki ha escrito una tesis sobre el fenómeno de las conversiones al cristianismo en su país”.
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