martes, 10 de octubre de 2017

Rezar el Rosario en Hollywood

Las estrellas del séptimo arte “necesitan esconderse y rezar a veces”

Clara Fox ha escrito para Ángelus, la plataforma de comunicación de la arquidiócesis de Los Ángeles una muy interesante historia sobre el Rosario, la clausura y Hollywood.

En efecto, se trata de un monasterio situado en la mítica ciudad californiana de donde ha partido la cinematografía estadounidense, y buena parte del “sistema de las estrellas” que ha heredado el mundo moderno.

Un convento de clausura en Hollywood puede parecer algo fuera de lugar, pero las estrellas del séptimo arte, en ocasiones, dice Fox, “necesitan esconderse y rezar a veces”. Se trata de un convento hecho de adobe que se encuentra justo al lado de la autopista de Hollywood y a menos de un kilómetro y medio de varias tiendas y clubes de striptease.

La Madre María Gabriel, fundadora del Monasterio de Los Ángeles, había pedido al Espíritu Santo que le mostrara el lugar donde debería erigir el monasterio dominico. “En cualquier lugar, menos en Hollywood”.

Pero el Espíritu Santo tenía preparada una buena broma. La periodista de Ángelus subraya que el lugar que a la fundadora le pareció el más adecuado estaba… justamente en Hollywood.

Desde hace muchos años, periódicamente, el convento de las hermanas dominicas realiza procesiones públicas en las calles de Hollywood, y este mes de octubre, dada la relación de la Orden y de su fundador, Santo Domingo de Guzmán, con el Rosario, las monjas animan a los fieles a participar en la procesión en honor a Nuestra Señora del Rosario.

De hecho, el hábito de las hermanas se acompaña con una grande Rosario de cuentas y cruz de madera y de 15 decenas, puesto alrededor de la cintura.

Mientras en los estudios de Hollywood se ruedan películas de todo tipo, algunas de ellas con valores bastante amenazadores de la convivencia humana, a las cuatro de la tarde, diariamente, las monjas dominicas de este monasterio rezan el Rosario en la capilla del convento junto con un grupo de fieles que se acercan ahí para loar a María.

Son monjas de clausura, hablan con los visitantes detrás de una reja de hierro, pero no están aisladas.

“Las hermanas se mantienen en contacto con los problemas de todo el mundo a través de las peticiones de oración que regularmente se vierten durante la Misa y en el rezo del Rosario. Por el momento, las monjas están enfocadas en orar por los afectados por los recientes terremotos devastadores y por los huracanes”, escribe Fox en su columna de Ángelus.

Uno de los grandes revulsivos del convento fue el creador de la Cruzada del Rosario Familiar, el beato padre Patrick Peyton (quien pronto será canonizado), a quien la hermana Mary de San Pío lo recuerda pronunciando su frase más célebre: “La familia que reza junta permanece junta”.

Esta hermana alienta a las parejas que tienen dificultades para rezar juntos el Rosario, diciendo que “muchas parejas casadas que ella conoce han reportado una experiencia de paz y tranquilidad después de hacer la recitación diaria del Rosario”.

“La devoción es para todos: los educados, los ignorantes, los jóvenes y los ancianos pueden unirse para orar el Rosario”, dijo la hermana Mary Jordan a Ángelus. También para los habitantes de esta ciudad en la que el cine ha crecido hasta los máximos límites del espectáculo (y de la frivolidad).

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