ORACION
Tú sales, siempre.
Saliste a primera hora de la mañana de la historia
y creaste para nosotros todo cuanto existe.
Saliste a lo largo de la historia,
enviándonos profetas y testigos de tu presencia y de tu amor.
De una mañana única y radiante,
saliste en Jesucristo.
Su pasión y la tuya fueron buscar y salvar lo que estaba perdido.
Y así, su pasión se convirtió en su Pasión.
Tuvo que atravesar toda la región del sufrimiento y de la muerte,
descender a los mismísimos infiernos,
en busca de la oveja más perdida.
Para que nadie quede definitamiente fuera
de ese amor que sale a buscarnos.
Encontró esta humanidad perdida
y se la cargó al hombro,
y la curó con sus heridas,
y se la devolvió al Padre.
Desde entonces ni el asombrro,
ni el agradecimiento infinito,
podrán borrarse
de quienes nos sabemos así
de inmerecidamente salvados.
http://lalibertadporlaobediencia.blogspot.com.es/
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